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Gekkan yaoi Hikari-chan por Luz neko fullbuster

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Era de noche un peli-negro de ojos lila se encontraba descansando en su cama después de haber terminado todas sus tareas se estaba relajando viendo la televisión de su cuarto cuando su celular que estaba en la mesa de luz al lado de la cama empezó a sonar, suspiro no tenía ganas de hablar con nadie en ese momento pero cuando vio el nombre en la pantalla se alegró y contesto.

-Hola Hikari-san que pasa- Pregunto, por el celular se escuchaba la voz de la joven que hablaba sobre algo, él a veces no escuchaba lo que ella decía se detenía mirándola y no le ponía atención a lo demás pero esta vez era distinto ya que no tenía nada conque distraerse así que le prestaba mucha atención a lo que decía.

-Hola Andrés ¿Mañana puedes venir? sé que no nos juntamos los sábados ¿Pero puedes venir? – El oji-lila pensó que era raro que la chica le pidiera ir ese día ya que habían arreglado no reunirse esos días así podían prestarle atención a los estudios.

-Eh… Creo que – Hacerlo o no hacerlo, el estudio o el romance, estar con la persona que amas o pensar en tu futuro, ¿Qué hacer? Era todo lo que pasaba por la mente de Andrés en ese momento -… Veras Hikari-san yo… - pudo escuchar como del otro lado la voz de la peli-rosada se escuchaba baja.

-Por favor te necesito – solo con escuchar eso lo hizo dudar mas tanto que termino aceptando ir a la casa de la joven –Muchas gracias… bueno nos vemos en mi casa a las 2pm te espero- la chica corto cuando escucho a Andrés decir “hasta mañana”.

-Al final acepte… - el peli-negro se removió en la cama hasta quedar con la cabeza en la orilla de la cama y los pies sobre la pared cerca de un pequeño estante donde tenía algunas manga que compraba cuando tenía dinero, unos golpeteos se escucharon en la puerta.

-Andrés ¿podrías bajar? Mama ya hizo la comida – escucho la voz de esa mujer que se hacía llamar “su mama” aunque no lo era –Comeremos los dos solos, tu Papa aún no ha venido – por puro enojo pateo fuerte mente la pared asustando a la mujer afuera pero ella ya estaba acostumbrada a que el chico fuera así. Al patear la pared algunos mangas cayeron a la cama, se levantó a acomodarlas cuando se encontró con Bakuman* un manga que a él le había gustado mucho, se rio al recordar que cuando era un niño quería ser mangaka, aunque ahora era asistente de una.

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Salió a las 1:40pm ya que le tomaban solo 10 minutos en llegar a la casa de la peli-rosada, fue pensando para que lo necesitaría la chica cuando recordó “Por favor te necesito”, solo con recordarlo se puso rojo.

-Para que me necesitara – Al llegar a la casa de la chica toco la puerta hasta que escucho un “Pase”, entro hasta la sala donde vio muchas hojas tiradas y a la peli-rosada dibujando con cara de cansada casi a punto de desmayarse con unas ojeras grandes, la chica cabeceaba un poco pero trataba de mantenerse despierta. – ¡¿Hikari-san que pasa?! – pregunto algo asustado de ver así a su amor platónico.

-Es que me olvide que mi fecha límite es pasado mañana y solo tengo escrito el Storyboard – Hikari estaba totalmente cansada al borde del colapso ya no aguantaba tener los ojos abiertos sentía su cuerpo pesado, intento levantarse para buscar una pluma que se le había caído de la mesa pero apenas se paró se sintió mareada veía borroso y como todo se ponía negro.

-Hikari-san… - por suerte la había atrapado antes de que se diera contra el piso, la chica había estado toda la noche dibujando y solo había acabado 10 páginas de las 30 que tenía que tener para pasado mañana. Andrés la cargo como pudo hasta su cuarto para ponerla en la cama y dejarla dormir “Te esforzaste mucho”. Suerte él había estudiado dibujo hace unos años así que podría continuar con el trabajo amenos quería reducirle el trabajo a Hikari “Sí que te esfuerzas mucho” volvió a pensar.

Al salir del cuarto de la peli-rosada volvió a ver todo el desorden que había en la sala, la sala de la casa de la chica era pequeña aunque él decía “Sala” era casi más un estudio había una mesa de dibujo que miraba hacia una ventana, grandes estantes llenos de mangas algunos eran los que ella había publicado y otros eran de otros autores que a ella le encantaba leer, en el centro había una mesa donde a veces ellos se ponían a tomar y comer algo. Dejo de estar parado sin hacer nada y agarro las hojas que estaba tiradas en el piso por suerte ninguna se había manchado o algo más sino las tendría que re-dibujar, trato de ordenarlas para que estuvieran todas y ver donde se había quedado la chica, agarro el Storyboard de la mesa una hoja el lápiz y la pluma y se puso a dibujar; Miro el Storyboard estaba corregido con algunas palabras en rojo que decían que tenía que cambiar viéndolas bien y revisando para saber que tenía que dibujar tomo el lápiz y empezó a dibujar.

* * *

Abrió los ojos tratando de acordarse cuando se había acostado se removió entre las colchas para mirar la mesita de luz donde estaba el reloj que decía que eran las 9:30… “¿¡Las 9:30!?” se levantó a las apuradas abriendo la puerta mirando que toda la sala estaba acomodada limpia y en el escritorio estaban las 10 hojas que había dibujado y ¡¿7 HOJAS MAS?! Se paró frente al escritorio a ver las 7 hojas escritas… Ahora que se daba cuenta había un rico olor que llenaba la casa.

-Ah, Hikari-san ya despertó – En la puerta que se acababa de abrir se encontraba Andrés que traía una bolsa –Traje algunos ingredientes para hacer de comer – dijo entrando a la cocina para seguir lo que estaba haciendo – Ah, termine 7 hojas, hubiera terminado más pero supuse que tendría hambre y decidí hacerle de comer-  Dijo amablemente el pelinegro.

-Gracias, eres una ternurita- Soltó la peli rosa sonriendo, esto hizo avergonzar a Andrés, el cual comenzó a cocinar pero con la palabra “ternurita” rondando por su cabeza.

Así pasó el tiempo entre charlas y una deliciosa comida casera por parte del oji violeta, Hikari junto a su asistente continuaron con su trabajo durante toda la noche. Finalmente, a las 5:42 de la madrugada, ambos chicos lograron terminar el trabajo.

-¡Libertad al fin!- Dijo la peli rosa estirándose.

-Sí que fue mucho trabajo…- Dijo Andrés bostezando y tallándose el ojo.

-Todo te lo debo a ti Andrés. No sé cómo pagártelo- Mientras decía esto, Hikari guardaba las hojas en un sobre especial para que no se dañara.

-No tiene de que agradecerme, Hikari-san. Y-Yo estoy satisfecho con ayudarle- Fue lo simple que dijo el pelinegro sacando su móvil y para su espanto, tenía varias llamadas perdidas de su padre.

-¿Ocurre algo?- Pregunto la chica al ver cómo el contrario se levantaba de golpe.

-Me tengo que ir. Hablamos luego, Hikari-san- Tan rápido como un rayo, Andrés salió de la casa de Hikari y fue rumbo a la suya.

-Qué extraño, ¿Qué mosco le habrá picado?- Pensó la mangaka bostezando.

Así pasaron las horas de la mañana del domingo, Hikari decidió desayunar afuera pero justo cuando ya estaba lista para salir alguien toco la puerta de su casa.

-Ya va-

La peli rosa abrió la puerta y para su sorpresa, se trataba de su mejor amigo, Gin.

-Gin que sorpresa, ¿Por qué no me avisaste que vendrías?- Dijo la mangaka abrazando al contrario.

-Quería darte una sorpresa, ¿Acaso no puedo?- Comento el peli plata de forma cómica. -¿A dónde vas tan arreglada?- Pregunto el oji azul al verla bien vestida.

-Se me antojo tomar desayuno afuera, ¿No quieres ir?- Propuso la chica a lo que el otro acepto gustoso y ambos fueron a una cafetería.

Un rato después, ambos muchacho llegaron a la cafetería donde una camarera les pidió sus órdenes, Hikari pidió un expresso y un cruasán de jamón y queso mientras que Gin pidió un chocolate caliente y una rebanada de pastel.

Después de un rato la muchacha llego con los pedidos de ambos y después de desearles buen provecho, ambos chicos comenzaron a comer.

-Así que ¿Cómo te va en tu trabajo?- Pregunto el peli plata mientras bebía su chocolate.

-Cansado, tenía hasta el lunes para entregar un proyecto y de la nada me quede muy débil. Afortunadamente mi asistente llego- Comento la peli rosa mientras le daba un sorbo a su expresso.

-¿Te refieres a ese chico Andrés?-

-Sí, es todo un encanto conmigo, me alegra haber encontrado un asistente como el-

-Hmm ¿Y te has puesto a pensar que tal vez el sienta algo por ti?- 

Al momento de escuchar eso, la peli rosa casi se ahoga de la impresión.

-¿Q-Que rayos dices, Gin? Solo tenemos una relación profesional- Dijo Hikari comiendo su cruasán.

-Eso es lo que tú dices, pero se me hace sospechoso que él te ayude así sin más-

-Tonterías Gin, recuerda que soy toda una experta en el amor- Dijo orgullosa la peli rosa.

-Que seas una escritora de mangas Yaoi no te hace una experta en el amor- Opino Gin mientras comía su pastel.

-Si supieras que eres mi victima favorita junto a Zele…-

-¿Dijiste algo?

-No, nada-

Así después de tanta cháchara, ambos chicos terminaron de comer, pagaron la cuenta y fueron a la casa de la peli rosa.

Al llegar a esta, ambos ingresaron y para sorpresa de Gin, la casa estaba limpia y ordenada.

-¿Él lo hizo no es así?- Dijo burlón el peli plata enojando a la chica.

-Ya quisieras que alguien limpiara tus desastres, especialmente si se trata de Gray-san ¿No?- Contraataco la peli rosa ruborizando al contrario.

-C-Cállate…- Dijo con las mejillas rojas el peli plata.

-Iré por un poco de té, siéntete como en casa-

Mientras Hikari preparaba té, el peli plata husmeo un poco entre los mangas que esta tenía entre sus cosas. Reconoció algunos en la primera estantería pero al ver la segunda su cara se llenó de horror al ver que estos eran BL.

-¿De aquí sacara su inspiración?- Dijo curioso el oji azul mientras seguía husmeando.

Su atención paso al escritorio de la peli rosa y fue ahí que noto una libreta con un lápiz. Curioso, Gin la abrió y lo que leyó a continuación lo dejo helado.

-“La mano del albino se deslizo a la entre pierna de su ahora víctima. Con sumo cuidado comenzó a masajear esa zona sacando gemidos del contrario”-

Okey, de lo impactado que estaba paso a enojarse rápidamente ya que mientras seguía leyendo noto que ese albino era su odiado rival Zele, y peor aún que la victima de los tocamientos y perversidades… ¡Era su persona!

-¡¡¡Hikari!!!-  Grito molesto el peli plata.

***

Lunes por la mañana y como era costumbre, Andrés se levantó temprano y fue a recoger a su amor platónico y jefa, el pelinegro se disculpó ayer con su padre por no avisarle que se quedaría en casa de Hikari, pero como siempre fue regañado por no llamar a casa a avisarle a su madrastra.

El chico soltó un bufido y en menos de 5 minutos ya estaba en casa de la peli rosa, este se acercó a la puerta y toco.

-Ya salgo- Se escuchó desde dentro.

Hikari salió siendo saludada por Andrés, pero este noto que la chica parecía agotada.

-¿Ocurrió algo, Hikari-san?- Pregunto curioso el oji morado al ver las ojeras.

-Acabo de recibir una llamada de la editorial, les gusto mi trabajo pero dicen que necesitan un nuevo Oneshot debido al éxito que tuvo el más reciente. Y lo quieren para la próxima semana- Dijo la peli rosa agotada mientras comenzaba su rumbo al instituto con Andrés.

-Pero usted es rápida Hikari-san, no veo el problema- Comento el pelinegro pero de forma inesperada fue sujetado del cuello por la chica.

-El problema es que… ¡Quieren algo nuevo para la colección!-

-Oh, ya entiendo-

-Rayos, no puedo stalkear al equipo de futbol porque Gin de seguro me mataría y estaría atento si aparezco por ahí- Dijo la chica cruzándose de brazos.

-¿Entonces que planea hacer?- Pregunto el oji morado.

-No tengo la menor idea, pero algo me vendrá a la mente- Dijo la peli rosa alzando el brazo como si fuera un power ranger.

Andrés sintió pena por Hikari, y como su asistente el también debía encontrar alguna solución para que la peli rosa no tuviera un ataque de pánico.

Ambos chicos llegaron al instituto y después de un rato se despidieron para irse cada uno a sus salones. Justo en ese momento se escuchaban los cuchicheos de algunas chicas.

-Oigan, ¿Oyeron lo reciente acerca del club de fotografía?- Pregunto una de las chismosas.

-Sí, dicen que uno de sus miembros es un pervertido que le toma fotos a las bragas de las chicas- Dijo la segunda.

-Otros dicen que entra a los vestidores para fotografiar a los chicos mientras se cambian- Explico la tercera.

-¡¿Enserio?!- Dijeron las otras en coro.

-Se dice que si te contactas con él, puede conseguirte desde la ropa interior hasta fotos de los chicos o chicas desnudos- Dijo la que parecía la líder mientras acomodaba sus lentes.

-¿Crees que me pueda conseguir una del chico que me gusta?-

-¿A mí también?-

Mientras estas chismosas continuaban en su conversación, al pelinegro le vino una gran idea a la cabeza, haría que ese fotógrafo tomara las fotos del equipo de futbol para darle inspiración a Hikari, de seguro ella se alegraría mucho.

-“Muchas gracias, Andrés”- Imagino lo que diría su amor platónico mientras besaba su mejilla.

Decidido, el oji morado buscaría como contactar con ese chico o chica del club de fotografía y le pediría el favor. Una sonrisa escapo de sus labios al imaginarse lo contenta que se pondría la peli rosa.

***

Durante el receso, Andrés indago de aquí para allá intentando conseguir información de donde podría estar el sujeto de las fotos, camino y camino durante casi la mitad del receso así que decidió sentarse debajo de un árbol para poder descansar.

-¿Dónde podría estar esa persona?- El pelinegro se la paso pensando y pensando hasta que recordó lo de esta mañana cuando Hikari le comento que Gin le había prohibido acercarse al campo de futbol. -¡Todo es culpa de ese idiota!- Dijo frustrado golpeando el árbol.

De forma inesperada alguien cayo del árbol dándose de lleno contra el suelo, el oji morado fue rápido a socorrerlo y fue ahí cuando noto que esa persona tenía el cabello demasiado extravagante y llevaba consigo una cámara profesional.

 

-Un segundo… ¿Tu eres…?-


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