Todos los personajes de esta historia pertenecen a Marvel.
Capítulo 4
Loki lanzo el cuchillo y a Thor apenas le dio tiempo de esquivarlo. Es curioso que apenas de diera cuenta de que la casa en donde vivían parecía más un fuerte que en si una vivienda, todo estaba lleno de curvas, escaleras, pasillos extensos…sin querer se había encerrado en su propia jaula y lo peor es que la salida parecía estar más lejos de lo que recordaba.
— ¡Thor! —Gritó Loki apenas a un metro de él— ¡Regresa y prometo no castigarte tanto!
El rubio simplemente aceleró el paso, decir que su corazón estaba acelerado era poco, podía escuchar como bombeaba aterrado. Los gritos de su esposo solo le proporcionaban ganas de continuar su escape.
Por su parte, el azabache disminuyo su velocidad justo cuando noto que estaba cerca de cierto closet blanco cuyo interior escondía una de las armas que había preparado si este día llegaba. Sin perder más tiempo saco las llaves de su bolsillo y lo abrió para sacar la escopeta de caza preferida de Thor.
Disparo hacia una de las pinturas solo para comprobar si servía, obviamente hizo mucho sonido pero daba igual si Thor se enteraba que ahora iba armado, aun así lo iba a capturar. Ahora con renovados ánimos salió corriendo, integrándose nuevamente a la persecución, de un solo salto bajo las escaleras y con una rapidez increíble logro volverle a pisar los talones, el rubio soltó un chillido.
—Déjame ir. Arreglaremos todo de una manera civilizada…—gritó al ver como ya lo apuntaba.
— ¡Te iras con Jane Foster!
— ¡Por un demonio! ¡No! No la amo, yo te amo a ti pero no puedo seguir aquí donde mi salud está en peligro—La puerta estaba justo enfrente de él…casi podía saborear la victoria…casi…
— ¡Pero ahí no voy a estar yo! ¿Y qué voy a hacer sin mi sol? —lloró Loki con tono miserable.
Entonces Thor se detuvo, sintiéndose el ser más despreciable del mundo por hacerle eso a su esposo. Lo amaba demasiado pero las cosas simplemente se habían deformado, habían pasado de un paraíso a estar dentro de una película de terror…tenia demasiado miedo tanto de dejarlo solo como de irse.
—Vamos a llevarte a un psicólogo—dijo Thor encarándolo…ahí estaba Loki, despeinado con los ojos irritados de tanto llorar y la ropa hecha un caos—Podemos solucionarlo, mira yo te perdono pero esto no se puede quedar así ¿Cómo piensas tener estabilidad?
—Voy a estar bien si tú te quedas conmigo—hablo sin pensarlo, sosteniendo aún más fuerte la escopeta.
—No amor, tu estabilidad no puede depender de mí—negó—. Siempre vas a contar conmigo sin embargo debes de cuidarte tu solo también.
—Es que…—mordió sus labios, intentando controlarse para no tener un ataque de pánico aún más fuerte—No se vivir sin ti…toda mi vida te he seguido, nada me afectaba si te veía sonriendo. No sé si lo recuerdas pero estuvimos en el mismo kínder y desde ahí nació todo este amor por ti, yo, yo incluso pedía revistas en donde hubiera fotografías de ti cuando yo estaba el psiquiátrico…
Ahora Thor estaba temblando ¿De quién se había enamorado? ¿En serio sentía algo por Loki o simplemente cayó en un juego mental? Tal vez si debió haberse ido con Jane Foster, cuando ella se le declaro…
— ¡Basta! no puedo quedarme ni un minuto más aquí—Thor abrió la puerta ante los llorosos ojos verdes—Todo el tiempo estuviste cazándome, apuesto a que alejaste a todas las chicas a las que les atraía…suficiente Loki ¡He tenido suficiente! Quédate solo—y sin más salió azotando la puerta, dejando a su esposo adentro.
Solo.
Tan solo.
Como siempre lo estuvo.
La solución era clara.
Elevo la escopeta hasta que el metal toco su barbilla ¿Acaso la vida tenía sentido sin Thor a su lado? La ausencia de su calidez ya empezaba a causar estragos en su corazón y aun no pasaba ni siquiera un minuto desde su partida.
Ya daba igual.
Entonces apretó el gatillo, dejando el blanco mármol manchado de rojo.
Cuando Thor regresó asustado por el sonido, ya era demasiado tarde. Loki tenía un agujero enorme atrás de su cabeza.