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Hominum por an_cafe_nyapyy

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Duramos al menos 10min caminando por el largo pasillo detrás de Malfoy y los gorilas que tenía como una especie de guardaespaldas. Hacia 5min atrás que toda la valentía de Harry se había quedado en aquel comportamiento del que habíamos salido. A pesar de eso, me seguía al mismo nivel.

Padrino, dice que estás muy interesado en otras materias fuera de las regulares que impartirán en Hogwarts. El rubio había dejado que los otros dos chicos hicieran una parada cuando nos topamos a la señora del carrito, leyendo una revista, imagino, que se tomaba un respiro, ambos mastodontes se quedaron comprándole golosinas. Recuerdo que el día del callejón platicamos un poco de Runas y Aritmacia, admito Gaara no eres un caso perdido. Padrino en realidad está muy complacido de que no seas un cabeza hueca.

Sentí un pequeño sentimiento de sobrecogimiento y calidez cuando escuche aquello, Harry estaba muy pendiente de la pequeña charla.

Estoy bastante impresionado por los conocimientos que se encuentran en occidente. Quiero aprender de la manera adecuada. La ligera aprobación en la cara del oji gris me indico que era la respuesta correcta.

Es bueno que desees aprender correctamente. Quizás a Potter se le quede algo. La forma en que menciono el apellido fue más bien simple sin connotaciones negativas y eso desconcertó al azabache pero no comento nada.

Finalmente paramos en un compartimiento, se encontraba la misma chica que estaba con él en el andén, y dos chicos más.

El rubio se sentó entre los chicos.

Bien ellos son Theodoro Nott, y Blaize Zabinni y ella es Pansy Parkinson. Asentí mientras me grababa sus nombres y caras. Suspire suavemente, eran niños con una máscara tan simple de pedantería y superioridad. Blaize era un chico moreno de rasgos marcados pero armónicos sin llegar en ningún momento a ser grotescos, tenía un par de ojos azules claros –sin igualar a los preciosos zafiros que tenía por ojos Naruto-, Theodoro tenía una tez con un bonito color melocotón suave, unas pocas pecas en su cara, unos ojos color miel, a diferencia de su compañero de tez morena usaba el cabello más largo, parecido al largo del rubio, pero más ondulado y desordenado. Para finalizar la chica tenía rasgos afilados, y pómulos altos, si bien sus rasgos no eran de mi agrado total, tenía que decir que en realidad no entraba en la categoría de fea, aunque su eterna cara de desagrado no le favorecía. Chicos él es Gaara Sabaku No, protegido de mi padrino.

De alguna forma me parecía extraño que especificara el último dato, pero una vez lo hizo los chicos suavizaron sus facciones haciéndolos ver más amigables, al menos para conmigo, porque seguían viendo a Harry de forma desagradable.

¿Y qué hace el chico Potter con un protegido del profesor Snape? La voz era como es su cara, agria y afilada, fruncí el ceño, ¿Quién se cree para pronunciar el apellido con tal veneno?

Es mi amigo, evidentemente. Miro fijamente a la chica, que solo chisto y continúo mirando a la ventana. Al no haber más lugares tomo asiento junto a la chica y ciento a Harry que aun parecía realmente dudoso en si entrar o no. Es un gusto conocerlos.

Realmente es divertido ver a un gatito entre las serpientes. Aulló divertido Blaize que poseía una voz más gruesa.

Bueno Potter no ha sido un fastidio, además el chico Weasley se está portando como un cretino.

¿Y eso que tiene que ver con Potter? Siempre ha sido un cretino insufrible. Gruño la morena.

Me refiero a con él. Hizo un gesto para señalar al moreno de ojos verdes que tembló al verse observado por todos. También parece tener una clase de riña con Gaara. ¿Le has hecho algo? Me cuestiono. Negué con la cabeza y todos suspiraron frustrados.

Es porque eres protegido de Snape, y porque me fui contigo cuando regrese.

Después de la declaración, no ahondamos más en el tema, siendo honestos, ni siquiera dimos mayores detalles de porque o donde nos conocíamos Harry y yo, y de manera sorprendente Draco nos apoyó para que sus amigos no hicieran más preguntas indiscretas.

Hablamos de temas de la escuela, Zabinni y Nott se atrevieron a cuestionar algunas de las hazañas que vivió el azabache en el pasado –sin cuestionar lo ocurrido lo de la tercera prueba hace dos meses-, el oji esmeralda aunque aún poco reticente termino cediendo respondiendo de manera escueta y un poco forzada cada pregunta.

Malfoy y yo hablamos de los avances de los temas, durante el resto del verano, el chico era agradable, igualmente se la paso atormentándome acerca de la importancia de un adecuado tratamiento para mi cabello. Eso y lo genial que seria que no quedara en Hufflepuff, pese a que sabía que odiaba a los Gryffindor, llego a dar comentarios dando a entender que a pesar de todo no me odiaría si terminaba en esa casa.

El cielo comenzó a pintarse con pinceladas oscilando desde el naranja, amarillo, morado hasta terminar en un azul oscuro. Harry había dormitado libremente sobre mi hombro, Draco platicaba con sus amigos y yo hojeaba un libro que Nott me había dejado. Las cosas habían estado agradables durante el tiempo que estuvimos con los amigos del rubio si bien tenían manías de superioridad  alternando en presunción y altanería, tenía que decir que al menos sus pláticas no siempre ahondaban en lo superficial y siempre tenían buenas aportaciones sobre un tema. Sin embargo, ninguno pudo acercarse a Harry y eso me entristecía.

Una suave lluvia salpicaba las ventanillas y creaba una ligera sinfonía pacifica que hizo sonreír cálidamente a todos los que estábamos dentro del vagón, Harry se acomodó aún mejor para tener un poco más de calor.

Sera mejor que nos cambiemos. Dijo Pansy después de unos momentos de disfrutar de la suave música que realizaban las gotas de lluvia en la ventana. Todos comenzaron hacer además para comenzar a colocarse las túnicas. Desperté a Harry y a regañadientes tuvimos que regresar a nuestro antiguo compartimiento para podernos cambiar.

Para fortuna, Hermione y Weasley no estaban en el compartimiento por sus deberes como prefectos, saco un suspiro de alivio de los labios del moreno.

Junto con Nevielle y Luna nos acomodamos las túnicas, para mi agradecimiento personal la pelirroja insufrible no estaba ni ella ni sus cosas. Por fin el tren empezó aminorar su marcha y se oyó un alboroto en el pasillo, aparentemente todos comenzaban a recoger equipaje y sus mascotas, listos para bajar.

Ayude a todos a bajar las jaulas mascotas y tenerlas fuertemente agarradas para al igual que el resto poder descender. Al salir al pasillo una brisa fresca nos dio en la cara. El azabache más pequeño intento vanamente en ocultar su cara entre la mullida bufanda. Lentamente y junto con el mar de alumnos fuimos avanzando hacia las puertas.

Finalmente un olor a pino demasiado intenso me llego directamente, de todos esos pinos que bordeaban el sendero y que descendían hasta un lago.

Supongo que es momento de separarse, tienes que ir con los de primer año. El ligero mohín visible en las facciones del chico se me hizo de lo más adorable, asentí ligeramente enternecido. Al menos iras con Hagrid, él es genial ya lo veras es enorme. Las emociones de Harry parecían toda una montaña rusa. Junto con el comencé a mirar por encima de la congregación de alumnos sin éxito, nadie destacaba de la manera en que el oji esmeralda rezaba.

Para sorpresa del menor una voz de mujer se alzó entre el barullo de murmullos y voces infantiles: << ¡Los de primer año pónganse en fila aquí, por favor! Y ¡Gaara Sabaku No!>>.

Un farol se acercaba oscilando hacia nosotros, y su luz permitió ver la prominente barbilla y el severo corte de pelo de la profesora.

Es la profesora Grubbly-Plank. Escuche la voz confusa del oji esmeralda.

¿Dónde está Hagrid? Cuestiono a nuestro lado Nevielle, que ayudaba a cargar las mascotas de la pareja insufrible junto con Luna.

Bu-bueno Gaara, supongo, que te veremos en el comedor. Sus gemas preciosas que tenía por lindos ojos me vieron con tanto sentimiento, parecía realmente desear tanto decirme algo más. “¿Estás seguro acerca de la casa que quieres ir?” susurro Ichibi viendo igualmente la mirada anhelante de Harry. Sin más, nos separamos.

Para la profesora fue suficiente con ver mi apariencia para dar por sentado mi identidad, sin más cuestionamientos, me enfile junto con los pequeños niños, temerosos.

Era tanto el nerviosismo de muchos y muchas-había algunos que querían verse seguros, fallando en el intento-, que resbalaban al ir caminando por un estrecho sendero. Era bastante oscuro, pero ni siquiera era tan complicado mantener un buen ritmo “Lo dices por estar acostumbrado a la arena” la burla de Ichibi era lo único que me mantenía entretenido al ir avanzando entre masas miedosas y lloriqueos.

La poca vista era bastante buena, aunque los árboles cubrían la mayor parte del camino, estos se alzaban orgullosos y eso daba un aire bastante cómodo y fresco un poco frio pero agradable. No tenía ningún rechazo acerca de esta experiencia.

En un segundo, tendrán la primera visión de Hogwarts. Exclamo la profesora por encima del hombro. Justo al doblar la curva.

Casi de manera instantánea se produjo un fuerte: ¡ooooh!

El estrecho sendero se abría súbitamente al borde de un gran lago negro. En la punta de una alta montaña, al otro lado, con sus ventanas brillando bajo el cielo estrellado, había un impresionante castillo con muchas torres y torrecillas.

Tanto tiempo me quede observando esa imagen tan mágica, quedando completamente asombrado. Nunca en mis 15años de vida, había visto algo parecido, era sencillamente increíble. El lugar prácticamente vibraba y esa gran energía cargada de magia brincoteaba por todo el lugar, era tan encantador que el lugar incluso parecía llamarte a ingresar entre sus largos pasillos, perderte en sus aulas, corredores y habitaciones, empaparte de la sabiduría y conocimientos.

Entonces solo quedaba un bote, y dos niños tan lejos de mí como era posible. Los tres nos subimos al bote y este se unió a la pequeña flota de botes, una vez cercas comenzamos a ir a un ritmo más lento.

Todos estaban en silencio, contemplando el gran castillo que se elevaba sobre nuestras cabezas mientras nos íbamos acercando cada vez más al risco donde se erguía. Al igual que los demás veía asombrado la imponente construcción, pero tanto Ichibi como yo podíamos sentir un movimiento debajo de nosotros.

Escuche de mis hermanos que abajo vive un calamar gigante. Susurro uno de los niños al otro.

Volví a mirar el gran lago negro, ¿será verdad lo del calamar? ¿No vivían en las profundidades del océano?

— ¡Tened cuidado con las cabezas! Exclamo la profesora, mientras los primeros botes alcanzaban el peñasco. Todos agacharon la cabeza y los botes se dirigieron a una cortina de hiedra. Al ingresar, descubrí que detrás de la cortina se encontraba una ancha abertura. Pasamos por un túnel oscuro que parecía conducirnos justo debajo del castillo, hasta que por fin llegamos a una especie de muelle subterráneo.

Los primeros botes eran desalojados lentamente y los pequeños niños entre temblores iban ascendiendo entre rocas y guijarros.

Una vez que nosotros habíamos logrado trepar-léase una vez que ayude a los niños subir-, tuvimos que comenzar a subir por un pasadizo que había en la roca, detrás de la lámpara de la profesora, finalmente comenzamos a sentir el suave y húmedo césped, justo a la sombra del magnífico castillo.

Como si trepar y caminar por oscuros pasadizos secretos no fuera mucha caminata para los niños, que se veían a punto de tener un ataque por el gran esfuerzo, aun nos esperaban escaleras. Escaleras de piedra que nos dirigieron a una gran puerta de roble.

¿Están todos aquí? “Apenas pregunta eso, creo que dos niños se cayeron al trepar y otros tres se perdieron en ese oscuro pasillo. Espero y estén muertos” Gruñí ante el humor de Shukaku, al igual que el comenzaba a fastidiarme, y me preocupaba el moreno, que si bien la pareja insufrible no estaban con el cuándo lo deje, estaba seguro que en este momento ya deben de estar acosándolo.

Cuando la profesora llamó tres veces a la puerta del castillo. Esta se abrió de inmediato. Y la gran profesora McGonagall-con la que apenas intercambie escuetos saludos-  esperaba por nosotros.

El señor Sabaku No, y los de primero, profesora McGonagall.

Muchas gracias profesora Grubbly-Plank. Yo me hare cargo del resto.

Abrió mejor las puertas. El vestíbulo de entrada era muy grande, “Una gran pérdida de espacio” silbo Ichibi. Las paredes de piedra estaban iluminadas con resplandecientes antorchas, el techo era tan alto que no se distinguia del todo y una magnifica escalera de mármol, enfrente, conducía a los pisos superiores.

Todos comenzamos a caminar detrás de la severa profesora-como los niños pensaban que era-. Entonces un montón de ruido de cientos de voces comenzó hacer eco, todo el parloteo salía de un portal situado a la derecha, sin duda el resto del alumnado debía de estar ahí. Sin embargo, la profesora nos llevó a una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo. Por el obvio tamaño del cuarto, estábamos mucho más apretados unos con otros, muchos entonces me veían curiosos, de manera tan obvia que comenzaba a irritarme. ¿Dónde estaba Harry? ¿Fred y George?

Sean todos bienvenidos a Hogwarts. Dijo la profesora McGonagall. El banquete de comienzo de año se celebrara dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestro lugares en el Gran Comedor deberán ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estén aquí, vuestra casa será como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de casas que os toque, dormirán en los dormitorios de sus casas y pasarán el tiempo libre en la sala común de su casa.

Tanto Tankui como yo ignoramos el discurso de las características de las cuatro casas, no las sabíamos de memoria. Los niños estaban atentos, otros ya habían recuperado su seguridad y ahora se veían ligeramente engreídos. De manera casi imposible podía oír los murmuros que antes habían sido todo una orquesta de sonidos sin sentido.

Volveré cuando tengamos todo listo para la ceremonia. Dijo la profesora McGonagall viéndolos a todos hasta detenerse en mí. Señor Sabaku No, será el último.

Sin más que agregar se marchó. Entonces comenzó el verdadero dolor de cabeza, todos los niños comenzaron a berrear, a cuestionar y a lloriquear por el hambre o la ansiedad, por el sueño o por las futuras clases y su dificultad. Todo el tiempo que estuvimos encerrados en esa pequeña habitación me hizo desear fuertemente haberme negado a ser parte de los alumnos y simplemente haber exigido información sin haberme degradado tanto. “¿Dejarías solo al Reon-chan*, cachorro?” Suspire derrotado, Ichibi tenía razón no podría dejarlo solo, ni menos cuando me había convertido en alguien confiable para él.

En marcha. Ladro una voz aguda desde la entrada. La Ceremonia de Selección va a comenzar.

La profesora McGonagall había vuelto. Todos los pequeños niños se aglomeraron cercas de ella, la cual gruño molesta.

 —Formad una línea. Espeto exasperada. Y seguidme.

Salimos de la habitación cuando por fin habían logrado formar una hilera. Una vez más cruzamos el vestíbulo, pasamos por unas puertas dobles y entramos en el Gran Comedor.

Sin duda era un lugar tan extraño, pero al mismo tiempo tan espléndido. Estaba iluminado por miles y miles de velas, que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas, donde se encontraban los demás estudiantes ya sentados. Primero busque en cual mesa se encontraban los pelirrojos más llamativos y efectivamente entre Fred y George estaba Harry, que una vez me encontró no aparto los ojos de mí y me comenzó a saludar con la mano, realice un movimiento de cabeza para saludarle de igual modo.

Fue cuando mire el techo hechizado de la gran habitación que simulaba dar al bello cielo estrellado, cuando la profesora había colocado un taburete de cuatro patas frente a nosotros. Encima del taburete puso un sombrero puntiagudo típico de los magos. El sobrero estaba remendado, raído y muy sucio.

El colegio entero permaneció expectante cuando la profesora termino de acomodar el sombrero. Entonces la rasgadura que el sombrero tenía cercas del borde se abrió, como si fuera una boca, y el Sombrero Seleccionador se puso a cantar.

Estaba sorprendido ante la gran muestra mágica que pasaba frente a mis ojos, un objeto que debería ser inanimado no solo se movía, sino que hablaba y no conforme con eso cantaba. Aunque no fuera muy provechoso o de gran utilidad suponía entonces que esa cosa en realidad iba a decidir nuestro destino. Me quedo claro después de que finalizo con su extraño cantico de casas y unión para un bien común. “Me suena a la cabra descarriada vestida de morado, ¿No te parece lo más horrible que has visto cachorro?” Se carcajeo dentro de mí, y aunque entendí su gracia ver al anciano decrepito solo bajaba mi humor.

Todo el lugar se comenzó a llenar de susurros y murmuros, entre aplausos y vociferes acerca del cantico del sombrero ¿Cuándo terminara este suplicio?

Severus se encontraba en la mesa de profesores evidentemente, por todos los mayores sentados en una misma mesa. El amargado hombre estaba con su cara de ceño fruncido y expresión de querer matar a alguien. Eso me alivio un poco, de alguna manera. Al menos el que se encuentre aquí lograra que no mate a alguien. “Aunque tenga muchas ganas, el que lo juzguen a él por nosotros no es correcto” la moral de Ichibi era retorcida pero bastante correcta, para alguien que desea con fervor asesinar y crear una lluvia de sangre.

Abercombie, Euan. Anuncio la profesora con un largo pergamino entre sus manos. Un niño tembloroso se dirigió al inestable taburete, se puso el sombrero cavilo unos instantes, y luego la rasgadura que tenía cerca del borde volvió abrirse y gritó:

¡Gryffindor!

La mesa en donde estaba Harry aplaudió fuertemente y el tembloroso niño fue con ellos en busca de un lugar. Poco a poco, la larga fila de alumnos con los que había pasado una eternidad, fueron disminuyendo. Finalmente seleccionaron a Zaller, Rose, para Hufflepuff. Entonces todos y cada uno de los alumnos me voltearon a ver, era evidentemente que la pequeña niña era la última de los primeros años, sin embargo, estaba ahí con las estorbosas túnicas, y en el lugar donde los de primer año habían estado parados.

—Queridos alumnos, quiero que demos la bienvenida a un alumno de intercambio de la escuela de oriente. El viejo director con sus túnicas moradas y estrellas plateadas se había puesto de pie. Se integrara a nosotros al quinto año. Demos la bienvenida a Sabaku No, Gaara. Que al ser un alumno nuevo, será seleccionado a una casa, la que será su hogar, de ahora en adelante.

Al ver como el viejo hombre y todos los demás esperaban un movimiento por mi parte, me dirigí al taburete. Me coloque el sombrero. Pasaron 5segudos sentado en ese lugar viéndome ridículo, pasaron 20segundos en donde se removía y murmuraba sin realizar ninguna otra cosa, después de 1minuto y yo no tenía idea de que debía esperar. Para este preciso momento el viejo sombrero ya debió de haber dicho una casa y no era así.

“¿Quiere entrar a tu mente?” Dijo Ichibi ya igual de harto, todos estaban mirándonos fijamente, cual atracción de circo.

Solo di, Gryffindor, para proteger a Harry. Gruñí de manera susurrante de tal manera que no fuera tan obvio, para mi sorpresa el sombrero dejo de removerse para quedarse tieso, al parecer había logrado oírme.

Los cuchicheos comenzaban a inundar el lugar nuevamente.

¡Gry-Gryffindor! Coloque el sombrero murmure un gracias y me dirigí a la mesa de los leones, que estos vacilantes aplaudieron. No tan fuerte como Harry y los gemelos que prácticamente brincoteaban en sus lugares.

Me dirigí a ellos, con una leve sonrisa en mis labios. Entre Fred y Harry me hicieron un lugar y me senté, el moreno me sonrió ampliamente.

¡Bienvenido a Gryffindor, Gaara! Asentí agradecido y le revolví el cabello. George y Fred nos abrazaron a Harry y a mí, ambos repitiendo las mismas palabras del oji esmeralda. 

Notas finales:

Por fin, en Hogwarts. Bien a partir de aquí, las cosas parecerán ir lentas, pero algunas cosas tendrán que acomodarse un poco. Recordemos que Gaara,  NUNCA convivió con chicos de su edad (sus hermanos son mayores).

Aun me falta aclarar parejas, ¿a que adivinan las de quien? 

Bien Reon significa León en japones, al menos eso me dijo el internet y confiare en el. 

Igualmente es en este año, donde sucederán muchas muchas cosas, algunas obviamente no pasaran pero otras será un cambio completamente radical. 

Y lo sé, lo sé, fue hasta obvio la casa donde puse a Gaara, pero todos sabemos que Draco le hubiera dicho que su cabello rojo no combina con el verde. Lo demás es que era obvio. ¿Con quien dormiría Harry si Gaara no hubiera ido a Gryffindor? ¿Con Nevielle? NO.


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