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Hominum por an_cafe_nyapyy

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Era sábado por la mañana, al entrar a las habitaciones lo único que se oía, aparte del lejano piar de los pájaros, era la lenta respiración de mis compañeros de dormitorio.

Reon estaba abrazando la almohada hecho bolita viéndose completamente adorable, con mechones oscuros regados por las sabanas rojas. Era su cama así que al fin de cuentas me acurruque a su lado intentando no hacer movimientos muy bruscos, aún tenía la incómoda sensación de las fisuras del entrenamiento.

Te vez horrible. La gangosa voz del chico era por mucho un soplo de felicidad, era bueno oírle por las mañanas, sin máscaras, sin titubeos, sin connotaciones frívolas ni obligadas.

Lo estoy. Sonreí suavemente, obteniendo una ligera risa del chico.

Vamos a dormir, no hace mucho regrese. Gruño abrazando más fuerte la almohada y buscando acomodarse .Tome mi propia almohada y en gemido de placer me acomode entre las mullidas sabanas y me entregue a los brazos de Morfeo.

Eran pasadas las 9 cuando por fin abrí los ojos, mis músculos hormigueaban y se sentían inestables, clara señal de un ejercicio físico extenuante, el olor de flores silvestres y moras estaba por toda la cama. El moreno se encontraba escribiendo en un pedazo de pergamino bastante concentrado.

Era extraño encontrarle despierto antes que yo, pero era de esperarse realmente me había agotado en el entrenamiento, sobre todo agregando el pequeño incidente.

Me metí a la ducha los olores de los productos de la princesa hacían milagros extravagantes y sentía el cabello con más sedosidad y parecía cada día más largo, pronto debería de hacer algo al respecto.

¿Vamos a la Lechucería? No hubo un buenos días, ni una sonrisa vergonzosa, solo una vaga pregunta como del que no le apetece andar solo.

Termino de acomodarme una camisa encima de una playera y un gorro para recoger los cabellos rebeldes procurando tapar la cicatriz.

Al llegar pude apreciar uno más de los lugares mágicos de Hogwarts-aunque con pésimo olor-, a esta hora del día el lugar era iluminado por la luz que se colaba por las ventanas de cristal; unos gruesos rayos de sol plateados cruzaban en la estancia circular, en cuyas vigas había posadas cientos de lechuzas, un poco inquietas al haber más alumnos a esas horas. El suelo de paja crujió levemente al pisarlo, junto algunos crujidos de pequeños huesillos rompiéndose.

El pequeño Reon parecía tener un momento agradable con Hedwig, tan encerrado en su momento que no me atreví a interrumpir, creía que después de dormir en la misma cama al menos el ambiente entre el moreno y yo se calmaría, pero no, al contrario parecía empeorar, ahora el chico ni siquiera parecía interesarse en mí.

Una ligera brisa agitaba las copas de los árboles del Bosque Prohibido. El aire estaba fresco y pese a no ser amante del frio la brisa ayudo a que me relajara… entonces lo distinguí. Un enorme caballo alado con aspecto de reptil, desplego unas curtidas y negras alas y se irguió entre los árboles como un gigantesco y grotesco pájaro. Momentos después desapareció entre la arboleada. Sucedió más rápido de lo que un momento paso, pero lo suficiente para desconcertarme. ¿Cómo podían existir esa clase de seres? Shukaku solo murmuraba cosas como caballos extraños y horribles. No parecía deseoso de investigar más acerca de ellos. En cambio yo sentía una ligera curiosidad, mas intriga que otra cosa.

La puerta de la lechucería fue abierta repentinamente justamente detrás de mí. Era Cho Chang.

¡Hola, Harry! La chica lo saludó efusivamente y con un tono más chillón que de costumbre, el moreno que aún se hallaba con su lechuza frunció el ceño. La morena paso a un lado mío prácticamente empujándome como si en realidad no hubiese notado que estaba en el camino.

Hola. Gruño el chico, la chica ignoro el tono de voz y siguió mirándole intensamente.

Es un excelente día para jugar Quidditch. Yo no he salido en toda la semana ¿Y tú? El chico me miro por primera vez desdé que amanecí me miro a los ojos, creí que de alguna forma me pediría silenciosamente que le sacara de ahí pero al verme frunció más el ceño su semblante era uno frustrado, entonces miro nuevamente a la chica.

Segundos después ambos hablaban de sus respectivos equipos de Quidditch y de Umbridge, se fueron caminando juntos. Aunque el chico en realidad se veía falso y trababa secamente a la chica, estos salieron juntos de la lechucería. El moreno no se despidió.

Me moleste. Me sentía colérico. Si tenía un problema que le afectara ¡¿Por qué no me lo decía?! 

Me fui a la sala común, estaba aún echando humo. Aún no había llegado Reon y no sabía si calmarme por no estar después de lo que me hizo o enojarme por hacerle caso a la Pijas de oro-Chang-.

La Sala Común tenía a unos cuantos alumnos regados a lo largo de la misma. Los gemelos me miraron sorprendidos, con la mirada buscaron a alguien que evidentemente no venía conmigo, y sus caras en cuestión de segundos expresaban confusión.

Me acerque a ellos mucho antes de que hicieran señas para acercarme.

¿Dónde está Harry? Gruñeron ambos sin siquiera saludar.

Se fue con Chang. Conteste rasposamente, evidenciando mi descontento.

Ha estado muy extraño. Expreso George bastante pensativo, me fije que Fred llevaba en sus manos una copia de El Profeta. Últimamente no los hemos visto juntos, sin contar clases y castigos.

George tiene razón Lily. Harry ha estado más lejano que de costumbre, ni siquiera se ha visto interesado en nuestros planes para bromas. ¿Ha pasado algo? Fred me cuestiono logrando que me pusiera incomodo, sabía la razón por la que Harry me ignoraba.

Comienza a decaer su confianza en mí. Susurre derrotado. Ambos me vieron asombrados y ligeramente conmovidos.

No debes sentirte mal por eso Lily. Animaron a una misma voz me sonrieron ligeramente y como suelen hacerlo pasaron un brazo por mis hombros  dejándome a mí en medio de ellos, juntaron sus cabezas con la mía, haciendo que mechones de su pelo hicieran un cosquilleo por mi cuello.

Harry es solitario gracias a su horrible familia con la que fue obligado a vivir. Solo demuéstrale que pase lo que pase estarás allí.

Hablar con los gemelos me había calmado, y ayudado. Continuamos unos minutos hablando acerca de sus bromas su negocio ilegal, -incluso de que su odioso hermano Ron había logrado entrar al equipo de Quidditch-. Finalizamos con una invitación de su parte para ver el entrenamiento de la tarde, acepte y se fueron no sin antes revolver mi cabello.

Avance a los deberes que me faltaban. Termine comiendo con Hermione mientras ayudábamos a complementar información para algunos de los deberes, solo haciendo preguntas acerca de algunas partes en las que nos sentíamos inseguros. No vi a Reon en ningún momento.

Me separe de la castaña una vez que salimos del Gran Comedor. Me dirigí al campo de Quidditch, el entrenamiento iba a empezar pronto y estaba curioso en verlo en acción-había pasado largas tortuosas horas escuchando lo magnifico que era-.

Hacia sol, aunque la brisa era fresca la sensación del sol en mi cara me ayudaba a recordar a mi tierra. Al subir las gradas, grande fue mi sorpresa al toparme a la princesa que me vio sorprendido y un tanto incómodo.

No pensé verte aquí. Susurro casi culpable. Levante mi inexistente ceja.

Los gemelos me han invitado. Finalice logrando un ligero puchero y un leve sonrojo del rubio. “A este que le ha picado” No podía estar más de acuerdo con Ichibi.

Fue cuando el equipo salió que entendí la ligera culpa en el tono de voz del chico. Al equipo le había caído una gran tormenta de silbidos y abucheos de parte del que suponía-por diferencias de edad y su físico- era el equipo de Quidditch de Slytherin-al que sabía de tiempo atrás Draco formaba parte-.

Pese a lo irritante de sus gritos infantiles y estúpidos comentarios, me era agradable que la mayor parte de los comentarios iban dirigidos al chico Weasley menor, que a diferencia de sus hermanos no parecía capaz de ignorar los comentarios y que su clara actitud le había relegado del resto que parecían por mucho más concentrados.

Crabbe y Goyle eran los “”creativos”” a la hora de decir los insultantes comentarios/griteríos.

Draco estaba conmigo para ese momento frunciendo el ceño viendo fijamente a su par de descerebrados guardaespaldas, pero la gran diferencia de él con su equipo-aparte de su cero aportación para despotricar contra los Gryffindor-, era que el parecía seguir con la mirada a otros jugadores.

En ese momento parecían estar pasándose una pelota entre si mientras estaban montados en las escobas a unos metros considerables del suelo. Harry pese que tenía un semblante perdido atrapaba cada uno de los pases que le eran enviados, Johnson estaba concentrada tanto en sus propios movimientos como los del resto-solía llamarle la atención al recién adquisición Weasley que aventaba con innecesaria fuerza la pelota-, los gemelos pasaban la pelota con movimientos simples pero efectivos.-los dirigidos a su hermano solían ser un poco más difíciles-. Al Weasley llego a resbalarse la pelota en más de una ocasión logrando un aparente festín para los Slytherin que aullaban y se retorcían de risa.

Entonces la estupidez del pelirrojo alias comadreja como le decía la princesa, golpeo fuertemente con la pelota a una de las jugadoras, el golpe aparentemente fue tan malo que la afectada estaba literalmente desangrándose, manchando todo su uniforme de un rojo pastoso, no pude quitar mi mirada del flujo de sangre. Draco igual a mi estaba pasmado viendo el chorro de sangre diferente a mí, este estaba inusualmente más pálido.

Odio la sangre. Susurro tan bajo que en verdad en un principio creí que no le había escuchado.

Johnson termino cancelando el entrenamiento se llevó rápidamente a la chica llena de sangre al interior del castillo, seguramente a la enfermería. La comadreja entro por donde creía eran los vestidores de manera rápida y completamente rojo de furia.

Reon se tomó su tiempo de bajar, intercambio un par de palabras con los gemelos, antes de bajar se estiro cual gato una vez abajo y se adentró a los vestidores, la comadreja salió empujándolo por el hombro para continuar su camino.

Ha sido un desastre. Los gemelos estaban detrás de nosotros montados en sus escobas. Draco les miro ahora con unos tonos más de color, casi parecido a un rojo cereza.

Ron ha sido un idiota en todo el entrenamiento, pero Angelina tiene razón, fue el menos peor que presento las pruebas. Finalizo Fred sentándose a un lado del rubio que ante el chico se apegó mucho más a mí.

Harry tampoco ayudado mucho, estaba inusualmente serio y apagado en el entrenamiento. Agrego George ahora a mi lado.

Nos ha dicho que tiene cosas que hacer. Finalizaron ambos. Incluso rechazo nuestra oferta de hacerle una broma a Flich.

Gran parte de la porra Slytherin se había dispersado haciendo comentarios mordaces acerca de la inutilidad de la comadreja y que la copa de este año sería pan comido.

 ¿Entonces la actitud de Harry no era solo conmigo? Sabía que en parte, la indiferencia de Harry era entendible, pero entonces ¿Por qué rechaza a los gemelos? Quizás en verdad había otros menesteres que el chico quería resolver por sí solo.

Ha-Han dicho broma a Flich. Tartamudeo el rubio. Los gemelos le vieron sorprendidos, nunca había visto que ellos interactuasen, y tenía entendido que el rubio odiaba a los Weasley. Yo tengo algunas ideas. Finalizo con las mejillas encendidas, aunque sus ojos pretendían estar seguros lo cierto es que su cuerpo temblaba a mi lado, y el tono de voz era tembloroso.

Ambos pelirrojos voltearon a verle como si apenas se dieran cuenta de su presencia, ambos lo recorrieron de pies a cabeza. Una vez parecía terminar con el chequeo sonrieron de manera zorruna.

Malfoy ¿de verdad? ¿Qué clase de ideas, rondan por esa cabecita rubia? Me confundió el tono susurrante que empleaba George pero que a juzgar por la mirada y sonrisa de Fred estaban encantados.

Bueno, un cambio de imagen, cambiar el tono de su pelo, depilación de ceja y una buena manicura. Entonces la princesa perdió el rumbo, sus ojos perdidos indicaban que estaba completamente concentrado en su tema sin pensar en su entorno. Conseguir unas túnicas-no caras- pero si más dignas.

Te refieres a poner decente a Flich. Corearon los gemelos pensativos. Mientras que me recorría un escalofrió por la espalda al imaginarme al hombre con una apariencia “”decente””.

Sin embargo, nosotros no tenemos los productos para realizar ese cambio de imagen. Dijeron con falsa tristeza y yo comenzaba a sentirme relegado, y percibiendo un … extraño ambiente.

Siéntase afortunados, tengo todo lo necesario. La seguridad y clara determinación en sus orbes plateados logro sacar grandes sonrisas peligrosas a los pelirrojos.

Entonces Dragón, estas dentro de la broma. Sus voces eran profundas y graves, sentí al chico temblar aun apegado a mí, igualmente un leve suspiro que salió cuando los gemelos se levantaron con la promesa que en el transcurso del día se comunicarían con él.

Hubo un silencio inusualmente incómodo, el rubio seguía mirando por donde se habían ido los chicos y yo aún no terminaba por digerir todo lo que pasaba.

”Te has fijado que no se quejó de que le llamaran Dragón” Shukaku estaba muy emocionado, entonces me fije mejor, Draco aún tenía ese ligero tono rosado en las mejillas, sus labios estaban entreabiertos y los ojos perdidos, él suspiro y el temblor de su cuerpo, el apodo que según el odiaba.

Te gustan. Aclame aun sorprendido por mi descubrimiento.

¿Estas bromeando? Son Weasley, gruño con la cara roja y mirada horrorizada.

Eso no quita que te gusten, y ambos. Finalice bastante gozoso, era la primera vez que tenía este tipo de conversación, y era tan encantador el poder hacerlo de forma natural. El puchero del rubio lleno de rabia y refunfuñado negando lo que ahora era tan claro, me hizo reír.

Te diré esto, no tienen ningún problema contigo Draco, eso quiere decir que en realidad les agradas. Agregue aun con la ligera sonrisa y los ojos luminosos fue lo que obtuve por respuesta.

El resto del día pasamos apenas una hora por la biblioteca para finalizar y retocar los deberes. Aunque el chico intentase disimular lo cierto es que le veía mucho más ansioso. Theodoro y Blaize se nos unieron cuando fuimos a los jardines a disfrutar del día soleado para mi horror mencionaron que probablemente el ultimo.

Blaise era por mucho más coqueto y descarado de los cuatro, parecía coquetear con cualquier cosa que tuviera dos piernas-sea mujer u hombre-, Theodoro solía burlarse de sus fallidos intentos con comentarios mordaces e inteligentes.

El castaño en cambio parecía tener un interés nulo en sexualidad y atracción, lo que hacía su compañía más agradable. El rubio si bien era bueno disimulando lo cierto era que siempre parecía buscar con la mirada a un par de pelirrojos iguales, los cuales estuvieron en nuestro campo de visión contadas veces durante el día.

Lo que obtuve en un momento del día fue una nota de Severus proclamando-suplicando- que este día no habría entrenamiento. Sabía que para una persona normal no era bueno ni sano tener un ritmo como el mío. La idea de decir a Severus por descansar días entre semana había sido idea de Shukaku, al menos eso es lo que se supone sabría el mayor. La idea en realidad era practicar técnicas más avanzadas entre ellas la unión de magia y chackra; con pasos de bebe, trataría de ir de lo más básico dominarlo y continuar, no quería tener un incidente estando solo.

Durante esa misma noche ya acostumbrado a la desaparición del moreno en las habitaciones decidí buscar por mí mismo algún lugar que practicar técnicas, pero estaba tan indeciso, ¿Qué pasaría si en realidad fuera descubierto? Aun no habíamos llamado la atención del director y eso era gracias a Severus y su precaución por poner hechizos. Estando solos estaba la posibilidad de ser descubiertos por la vieja cabra loca, y si bien sabía que podía defenderme lo cierto es que estaba arisco ante la idea de hacerlo por el momento-más aun sabiendo que el moreno recibiría un escarmiento a niveles legales-.

Camine por los techos del castillo, divagando-y en el fondo pensando en el paradero del hermoso ángel de ojos verdes-, fue en el tercer piso que estuve por alguna razón más tiempo.

De cabeza fui capaz de distinguirla, una puerta de brillante madera había aparecido en la pared. Estaba seguro que aquella puerta antes no había estado ahí. No venía nadie por los pasillos, tampoco se sentía u oía murmullos a la distancia. Al bajar la mire intrigado y receloso. “¿Crees que sea una trampa?” Pregunto confundido Ichibi, no seríamos capaces de adivinar al menos que abriéramos la sala.

Gire lentamente la perilla de latón y empuje la puerta levemente, un aire seco y con un fresco familiar azoto mi cara dándome la bienvenida. Aquella brisa caliente me trajo gratos recuerdos, pero lo que vi-y tarde en asimilar- me dejo bastante sorprendido. Cerré la puerta lentamente temiendo que en cualquier momento alguien se diera cuenta de aquella puerta.

Era un desierto, como mi hogar, con una luna llena a lo alto iluminado el área y sus fieles compañeras las estrellas. Había arena hasta donde se alcanzaba la vista, menos detrás de mí, donde la puerta permanecía erguida aparentemente en medio de la nada.

Era tan nostálgico, el clima, la arena, la vista, sentía que al caminar muy pronto que tarde estaría frente a las grandes puertas de mi aldea, de mi hogar. “Esto es tan sorprendente cachorro”. Al cruzar una puerta estaba en mi hogar, en lo más cercano que he estado de mi hogar en semanas. Era tan cruel.

“Volveremos a nuestro hogar Gaara, vamos cachorro, aún tenemos muchas cosas que hacer” La voz suave de Ichibi la sentía prácticamente susurrarme en mi oído como parte de las ligeras corrientes de aire. “Seremos más fuerte, protegeremos a quienes queremos”. Mi hogar… Mi hogar.

Comenzamos con el entrenamiento. A pasos lentos. Duramos largas y tediosas horas para lograr un equilibrio, para el escudo, era más potente que antes, y si bien era excelente para ataques por sí sola, la magia le daba una dureza inimaginable, sin embargo, aun sentía en unas zonas la complicación de homogeneidad entre las dos energías. Aun había que trabajar largo y tendido.

Shukaku estaba muy positivo al respecto. Sentía como mi chackra y magia se fortalecían, él no había puesto ni una gota de su propio chackra en el entrenamiento; lo que hacía más pesado.

Finalmente completamente complacido por los resultados y por la fatiga de mi cuerpo, me acosté en ese mar de arena tibia, donde enterraba mis extremidades para sentir el frescor de la arena. Era un sentimiento tan invasivo, sentir férreamente tu hogar. 

Notas finales:

No tengo palabras para disculparme por haber tardado en la actualización, pero saben he estado batallando para conseguir la inspiración, pero sin duda una de mis metas es terminar la historia.

También he estado pensando en algunas ideas para la incorporación de Naruto en la historia, no puedo decir que será en los próximos capítulos. Algunas ideas rondan mi cabeza, ya veremos cual es la que queda al final. 

Quiero agradecer a todos por apoyar esta historia, y por si alguno realiza un historia con Gaara, crossover(Con HP) y yaoi, no duden en recomendar, es que de verdad no hay muchas como desearía.


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