Me desperté con una sonrisa al recordar todo lo que hicimos el día anterior. Miré a mi lado, Sasuke seguía ahí, dormido, le acaricié el cabello mirándolo con cariño. Me acerque a él y le bese sus labios con cariño. Me quedé así unos momentos hasta sentir como se removía a mi lado, me separé y lo miré en silencio.
– Buenos días – Sonreí.
– Buenos días – se veía un poco avergonzado.
Me puse de pie y camine hacia el lado de Sasuke para luego destaparlo y cargarlo.
– Bajame, usuratonkashi.
– No - Dije divertido.
– ¿A donde me llevas? – se cruzó de brazos.
– Vamos a bañarnos. – dije llegando al baño y abriendo la puerta.
Entre al baño y bajé con cuidado a Sasuke para luego cerrar la puerta. Entre a la ducha y volví a cargar a Sasuke, quien se rehusaba a entrar conmigo.
– No te preocupes, Sasuke, no soy un pervertido – le dije sonriendo.
– Ajá – respondió incrédulo a lo que le había dicho.
– Vamos Sasuke, no te enojes – Lo abrace por detrás.
– Sueltame, pervertido.
– Que no soy un pervertido – dije haciendo un puchero.
– Ajá.
– Sasuke, deja me ayudarte a limpiar te.
– Pervertido.
– No haré nada pervertido, de verdad.
– Hmp está bien.
Le eche shampoo a su cabello y comencé a lavarlo con cuidado de no dañarlo. Le eche jabón a su cuerpo y comencé a esparcirlo por todo su cuerpo. Le quite el jabón con agua y termine de lavarlo.
– ¿Ves? No hice nada pervertido, dattebayo.
– Bien, mi turno.
Comenzó a limpiarme el cuerpo al igual que como yo lo había hecho, sin nada pervertido, aunque me gustaría hacer muchas más cosas, quedaba tiempo para hacerlo.
– Listo.
Estuvimos bajo el agua un largo rato. Me acerque a el y lo bese bajo el agua de la ducha.
– Naruto, dijiste que no harías nada pervertido.
– Besarte no es pervertido, quizás que cosas estás pensando, pervertido.
Sonreí y cerro la llave de la ducha para luego salir de ahí y ponerme una toalla alrededor de mi cintura, Sasuke imito mi acción y salimos del baño. Me vestí con rapidez y miré a Sasuke, quien recién se había terminado de vestir. Me acerque a él y lo cargué en mis brazos.
– Bajame! – me ordeno, pero no le hice caso.
– Vamos Sasuke, deja me cargarte.
– Tsk solo por hoy.
Sonreí y salí de la habitación con Sasuke en mis brazos, camine a la cocina.
– Buenos días – hablo Sai.
Me había olvidado por completo que Sai y Sakura aún estaban aquí.
– Buenos días. – sonreí nervioso.
– Buenos dí... – la chica volvió a desmayarse, al parecer aún no lo podía aceptar del todo.
– ¡Sakura-chan! – la miré preocupado.
– No te preocupes, pasa a menudo – Sai susurro lo último.
– Bajame, dobe.
– Está bien, teme.
Lo bajé haciendo un puchero. Puse agua a hervir y saqué el pan para desayunar.
– Hoy volvemos a casa – aviso Sasuke.
– Si.
Termino de hervir el agua y le eche agua a dos tasas. Puse los individuales y luego una tasa en un individual y la otra en el otro individual. Puse el pan en la mesa y me senté al lado de Sasuke para comenzar a desayunar.
Pensaba en que pasará cuando volvamos, seguiremos estando juntos, por mí está bien, pero Sasuke, no se qué dirán sus padres.
El desayuno pasó con rapidez, me levanté y lavé las tasas que habíamos ocupado.
– Sasuke, hay que ir a arreglar las maletas.
– Si.
Se puso de pie y camino a la habitación siendo seguido por mí.
– Sasuke, cuando volvamos... – fui interrumpido.
– Seguiremos juntos – respondió como si leyera mis pensamientos.
Sonreí ante ellos y comencé a guardar mis cosas en la maleta. Luego de terminar camine hacia Sasuke y lo abrace por detrás.
– Sasuke.
Le mordí levemente el lóbulo de la oreja.
– Pervertido!
Me tomo del brazo y de un movimiento a otro me tumbo en el suelo.
– Eso dolió, ttebayo.
Me sobe la zona que me lastime.
– Que malo eres, teme!
– Eres un pervertido.
Se quiso levantar, pero lo tome del brazo haciendo que se quedará así conmigo.
– Deja me estar así unos momentos.
Dije y lo abrace, Sasuke se dejó, a veces podía ser tan tierno y dejar su frío carácter de lado. Luego de unos minutos me levanté.
– Vamos, Sasuke, falta poco para que salga nuestro vuelo.
Tome mis cosas y parte de las de Sasuke, puede que se haya resistido a que yo llevará parte de sus cosas, pero igualmente lo hice.
Nos despedimos de Sai y Sakura, ellos se quedarían un tiempo más. Tomamos un taxi para ir al aeropuerto. Llegamos y bajamos del taxi, entramos al aeropuerto.
– ¿Que hora es? – pregunto.
– Son las 8:41 a.m – respondí
– El vuelo!
Comenzamos a correr. Llegamos justo a tiempo para el vuelo, subimos al avión y suspire aliviado.
– Sasuke. – lo llame.
– ¿Que? – me miro.
– Te amo.
– ... No digas tonterías, dobe. – se sonrojo levemente.
El avión despego, llegaríamos en unas horas. Cerré mis ojos quedándome dormido.
.
.
.
– Despierta, dobe
Escuché y abrí mis ojos con lentitud.
– Ya llegamos.
– ¿Tan rápido? – pregunté.
– Pasaron 6 horas.
Me desabroche el cinturón y le tome la mano a Sasuke para luego bajar del avión e ir por nuestras maletas.
– Sasuke.
– ¿Que?
– ¿Ocultarás lo nuestro? – le pregunté tomando mis maletas.
– No tengo razones para hacerlo. – respondió y comenzó a caminar.
– Espera me, teme!
Le grite sonriendo y corrí hasta alcanzarlo.
Tomamos un taxi que nos dejó en casa de Sasuke. Tocamos el timbre del la casa y la puerta se abrió dejando ver a Itachi, el hermano de Sasuke.
– Ya llegaron, pasen – dijo haciéndose a un lado para que entráramos.
Me senté en el sillón y a un lado se sentó Sasuke.
– ¿Que hicieron en el viaje? – pregunto Itachi
Comenzamos a contarle todo, claro omitiendo ciertas partes.
– Subiré mis cosas – aviso Sasuke.
– Espera, te ayudo
Me puse de pie y camina hacia Sasuke tomando sus maletas y comenzando a subirlas.
– Dobe.
Entramos a su habitación y dejamos las cosas, me acosté en la cama y a mi lado se acostó Sasuke. Me quedé mirándolo unos minutos para luego acercarme a él y preguntarle.
– ¿puedo besarte?
– No preguntes eso, usuratonkashi.
Sonreí, sabía que eso significaba un sí. Me acerque más a su rostro y le bese en los labios. El beso comenzó a ser más apasionado, nuestras lenguas jugaban entre sí. Me posicione sobre el sin deshacer el beso.
De pronto escuchar la puerta abrirse.
– Naruto! – Alguien me grito y deshice el beso.
Me baje de Sasuke y me acomode a su lado.
– Nii-san? – hablo Sasuke.
– No permitiré que él – me señaló – te quite la virginidad tan joven.
– Ya lo hizo – hablo Sasuke como si nada.
Reí nervioso y bese a Sasuke en los labios castamente para luego comenzar a correr por mi vida, literalmente.
– Te mataré!
Fin? No, este solo es el comienzo de su gran historia juntos.