Los besos prohibidos se hicieron mucho más frecuentes.
Ninguna se atrevía a confesar abiertamente lo que les sucedía. Sus padres estaban absortos en su mundo de adultos. No tenían ni idea de las cosas que les pasaban a sus pequeñas niñas.
Sin duda Estefanía estaba completamente enamorada de su hermana, la admiraba en clases mientras escribía en su bitácora diario : "...Ale cada día se ve mucho más bonita...". En el caso de Ale, ella no sabía cómo reaccionar ante todo, simplemente dejaba fluir las cosas, pero también se sentía muy confundida, ¿Por qué sentir esas cosas que se retuercen en su estómago cada vez que se besaban en su habitación?, ¿Por qué?, ¿Es normal?... ¿Normal?.
Pero el tiempo pasaba y las confusiones y sensaciones raras se elevaban sin que ellas se dieran cuenta. Todo tiene un limite, todo tiene un tiempo, todo tiene un qué y un por qué, entonces aclarando eso... ¿El amor tiene tiempo?, ¿El amor realmente tiene un limite?, ¿El amor es capaz de tener un qué y un por qué?.
—¡Ash! –Estefanía se revolvió el cabello tras esos pensamientos tan profundos y filosóficos, y es que desde que descubrió su enamoramiento hacia Ale se ha convertido en una gran filosofa y hasta pensamientos románticos tiene.
—¿Pasa algo?–su madre preguntó mientras dejaba de doblar la ropa sobre su cama y encarnó una ceja, Fanny dejó a un lado su libro de Español, estaba haciendo su tarea en la cama de su madre mientras que ésta doblaba tranquilamente la ropa. La risa tan característica de aquella actriz Julia Roberts apareció en el momento, dándole un toque un poco divertido.
—Sigo sin entender porqué trata de arruinar la boda...–se quejó Fanny con una mueca. Mintió. Su madre soltó una ligera risa. En la televisión estaban pasando la película La boda de mi mejor amigo. Estefanía mintió porque sabía exactamente el porqué aquel personaje de la actriz de inolvidable sonrisa quería destruir a toda costa ese compromiso.
—Hija...hemos visto mil veces esa película –la madre negó con una sonrisa gigante y continuó doblando de forma tranquila.
—Pues...si. Pero, honestamente, es exagerado querer arruinar la boda de dos personas que se aman...
—Bueno, el amor te hace hacer cosas locas –aclaró su madre.—Lo entenderás más adelante –y Estefanía entre cerró los ojos.
"¿Seré capaz de hacer locuras por Ale?". A lo que rápidamente se contestó : "Ella lo vale".
¡Ah, ser adolescente no es fácil!. Fanny debería de estar con Ale pero ella había salido con sus amigos, así que tuvo que quedarse en casa y ver (unas trillones de veces más) La boda de mi mejor amigo.
Más tarde Estefanía entendería que hacer locuras por amor a veces conllevan a lastimarse a uno mismo. Pero, como ya lo dije, más tarde aprenderá.
*~*~*~
—¿Segura?–los labios de Fanny temblaron.
Tú misma le dijiste que podía practicar contigo. ¿Ahora te atreves a acobardarte?.
—Fanny...– gruñó Ale mientras se cruzaba de brazos.
—Ok, ya entendí. Sé que yo te dije...pero mamá...papá....–los ojos se Fanny se pusieron en blanco.
—Fanny, mamá llega cómo en una hora y media. Y papá, llega hasta en la noche. ¿Me vas a ayudar o no?– simplemente Ale enojada era...cómo explicarlo, era cómo el mismísimo diablo sacado a rastras del infierno.
En este caso se podría usar la frase de su madre, hizo una estupidez por amor.
—Ale, no me gusta verte enojada, ya sabes que siempre te voy a ayudar y siempre voy a estar contigo, pase lo que pase – nuevamente ahí estaban esas confesiones, ¿Por qué su boca se empeñaba en dejarla en mal?. La expresión de Ale cambió a la normal ; alegre y sonriente.
—Bueno...– se giró para cerrar la puerta con seguro.— Empecemos entonces –Ale esbozó una gran sonrisa.
Estefanía tragó duro y pesado. "Tú y tú gran bocata, Estefanía" se maldijo así misma, cómo si eso ayudará a resolver este problema en el que se han metido ambas.
Ale cerró sus ojos y soltó un suspiro lento, Fanny se acercó a ella y la besó, tal parece que todo iba 'normal' hasta que las manos de Fanny atraparon la cintura de Ale y la acercó a su cuerpo, la deseosa Ale posó sus manos en el pecho de su hermana.
***
—Fanny... si te cuento mi idea, ¿me dirás loca?– Ale estaba emocionada y miedosa a la vez, pues era una idea muy descabellada.
—No, no eres loca, Ale –contestó Fanny quién estaba estudiando química.
—¿Me enseñarías a hacer el amor? – soltó directamente Ale, sin sutileza alguna.
—Na es igual a sodio. Espera... –se detuvo en seco —¡¿Qué dijiste qué?! –Fanny hizo contacto visual con su hermana. Ale tenía la sonrisa como una chica de anime, toda "kawaii" (linda o tierna, pues).
—Fanny tú sabes todas esas cosas, así que enséñame, por favor –Ale juntó sus manos en signo de súplica.
—De acuerdo...sólo porque eres linda...–contestó. "Y sólo porqué me gustas demasiado".
El pedido no parecía ser tan importante en el momento.
***
Bien, Estefanía se estaba arrepintiendo de haber aceptado dicha idea. De forma lenta fue conduciendo a Ale a la cama, la recostó suavemente y continúo besándola.
De poco a poco la ropa fue desechada en el frío piso de la habitación, llegó el punto en el que estaba completamente desnudas y que, en cierta forma, ellas mismas se daban calor. Fanny la tocaba suave pero segura. Ale tenía entendido que los hombres eran muy torpes, entonces ¿Por qué Fanny se muestra tan segura sabiendo que es su primera vez?.
Las caricias brindadas al inicio ya no eran tan dulces, habían cambiado de sabor a uno muy candente, pero eso no molestó en absoluto a Ale, seguía debatiéndose cómo su hermana lograba hacerla sentir segura y tranquila. Había escuchado o leído alguna vez que era mejor hacer el amor con una mujer cuándo se es primeriza en este campo de la intimidad, tal vez aquello no mentía.
Estefanía recorrió cada rincón del cuerpo de su hermana con sus labios creando así un mapa imaginario, un mapa que Alejandra quería guardar por el resto de su vida. Había pequeños lapsos en los que Fanny se quedaba atorada pero Ale la guiaba, le enseñaba a leerla.
"¿Alguien será capaz de tocarme de esta forma tan indescriptible que me ha hecho sentir mi hermana?", se cuestionaba Ale con tremenda duda.
Pero Ale gimió cuando sintió la juguetona lengua de su hermana sobre su zona íntima, Ale ya se había tocado muchas veces pero, ¡Joder!, ¿Por qué la lengua de Fanny era mejor que los dedos de Ale?, y para hacer el momento más caliente y pervertido Fanny llevó sus manos directo hacia los pechos de su hermana y los masajeo de una forma un tanto sublime.
El tiempo pasó y en lugar de ser una lengua, pasó a ser dedos juguetones explorando el interior de Ale, para que posteriormente fuera aquella posición de 'tijeras'. Y mientras pasaba el tiempo hubo muchas confesiones, gemidos, y sensaciones nuevas. Y fue así cómo ambas se dieron su primera vez, para Ale era una 'iniciación' pero para Fanny, era un momento que tenía que ser guardado en lo más recóndito de su frío y calculador corazón. Nadie sería capaz de repetirlo, nadie que no fuera Ale.
Juntas llegaron al orgasmo más memorable de sus vidas, «Te amo tanto Fanny, te amo, te amo», esa frase se impregnó en Estefanía, su hermana le había dicho te amo. Le dio su significado grande a eso, lástima que Ale, en ese momento, no le diera el mismo grande y poderoso significado a sus palabras. Sus respiraciones se juntaron al igual que sus frentes y sus almas, ese día se hicieron una.
La puerta se oyó a lo lejos.
—¡Mamá! –ambas gritaron alarmadas.
De forma rápida se separaron ; Ale buscaba las toallas en su armario y Fanny recogía sus prendas de ropa del suelo para depositarlas en su canasta.
—Ya llegué niñas –saludó a lo lejos la mamá.
—Nos vamos a bañar– dijeron al mismo tiempo, su madre les dijo "No se tarden, por favor" y con unas sonrisas cómplices se metieron al baño.
¡Ufff! ¡A salvo!.