a veces no se si estar todavía vivo, es conveniente para la sociedad, no entiendo el porque mi madre me odia, el porque recibo los golpes que nunca e dado, siempre tengo esos pensamientos, mi madre ni siquiera se preocupo por mi cuando estuve en el hospital, ni siquiera la primera vez. Cuando me arrollaron deseaba ya nunca despertar, que simplemente me quedara dormido para siempre, olvidarme del dolor que siempre tengo guardado en mi corazón. Estaba enojado con él chico porque no me pudo matar, ese dia planeaba morir sin embargo fui cobarde, no lo pude hacer. Estaba asustado que si lo hacia mal, quedaria en una silla de ruedas y tendria que soportar los golpes cada dia de mi vida. Escuchar a todos decirme inutil una vez más. Pero ¿que me impidio hacerlo? No lo sé, no entiendo el porque. Cuando estuve en el hospital estaba ya harto de estar en una cama, y solo deseaba que ese tipo me matara a golpes, pero lo detuvieron antes de que pudiera hacerlo... Que mala suerte la mia.
Cada dia que paso pensando en mi vida, simplemente veo que es una mierda, por donde lo mires esto es una mierda, desearia tener una madre cariñosa que me abrace y de besos en la frente y me prepare galletas de chocolate, pero no tengo nada de eso, no puedo desear lo que otros tienen, porque a nadie, nunca en la vida le desearia estar en mis zapatos. Soy una mierda de persona, así siempre me han tratado, no importa que, mi madre me lo dice a diario, al igual que mi padrastro.... no se que pensar ¿en verdad soy así?.
Narracion Normal:
-hey...mierdita!!!- dijo uno de los brabucones de la escuela, el que siempre intimida a los menos afortunados, Naruto al verlo acelero el paso lo más que pudo, bajo la mirada y trataba de encontrar su escondite de todos los días, sin embargo sus pasos fueron lentos a comparación de sus compañeros si asi se les podria llamar, lo tomaron por la camisa de la escuela, y como el era un poco debil, lo tiraron al suelo, este solo cerro los ojos esperando los golpes, pero en lugar de eso, simplemente los brabucones lo miraban fijamente.
-¿donde deberiamos pegarle?- pregunto uno de ellos, él era el tipico niño malo y rebelde, que desde hace 1 año debio haberse graduado pero reprobo las materias y apenas sobrevivia el semestre.
-que te parece en el estomago?...-
-a patadas... eso suena bien..- los 3 brabucones comenzaron con el infierno de un pobre doncel de ojos azules, este solo cerro los ojos, no puso resistencia ni nada por el estilo, solo esperaba los fuertes golpes, que lo dejarian tenido por varias horas en el suelo, si es que no lo matan antes de eso.
Las patadas eran directo al estomago, al rostro y a las piernas, Naruto solo dejaba caer un par de lagrimas que se combinaban con la sangre que escupia, sus quejidos de dolor se hacian menos visibles conforme iba perdiendo el aire, pasaron varios minutos de intesos golpes, los alumnos que pasaban a su alrededor, simplemente evitaban mirar, otros apoyaban a los rebeldes y los maestros simplemente no hacian nada, porque a elllos no les preocupaba para nada Naruto. Él era un chico invisible en todo sentido.
-ya me canse muchachos..- dijo él jefe de la banda, sacando un cigarrillo de su bolsillo izquierdo y encendiendelo para fumar, los demas siguieron a su jefe y sin más ni menos dejaron a Naruto en el suelo con una mancha de sangre en su costado, Naruto pidiendo ayuda entre dientes, lo más que podia hablar en ese momento, miraba a su alrededor y todos lo ignoraban, no importaba quien fuera, todos lo evitaban.
Pero un alma piadosa, aquel rubio amable de ojos azules y cabello algo largo, pasaba a la escuela corriendo hacia Naruto con su saco negro largo, sus pantalone de vestir negros y un libro en su mano. Deidara con la cara de preocupación, corria lo más rapido que podia por el patio, pero los guardias de la escuela lo detuvieron a medio camino, ya que el era un desconocido que no tenia permitido pasar, Deidara con sus fuerzas se safó del agarre del los guardias y llego con Naruto, que con las pocas fuerzas que le quedaban dio una pequeña sonrisa mostrando sus dientes manchados de sangre.
-N....Naruto..¿que te hicieron?- pregunto Deidara agarrando los cabellos rubios de Naruto, despejandole la mirada.
-...no...es..nada- dijo entre dientes, ya que aúun no podia recuperar el aliento despues de la gran paliza que le dieron.
-señor, usted no puede pasar aquí...- dijo uno de los guardias tomando a Deidara del hombro, este le quito la mano y tomo el cuello de Naruto para evitar que esto se ahogara en su propia sangre.Deidara con las manos temblorosas trataba de agarrar a Naruto con mucho cuidado, ya que posiblemente podria tener un par de costillas fracturadas y una pierna. Poco a poco lo tomaba por las piernas para cargarlo y llevarselo de ese espantoso lugar, los guardias no trataron de detenerlo, Deidara con Naruto entre sus brazos caminaba lentamente hacia su auto, obteniendo las miradas de los estudiantes que pasaban junto a ellos. Deidara llego a su auto el cual ya estaba su conductor en el asiento delantero, este se bajo rapidamente para abrirle la puerta a su señor. Deidara subio al auto lo más despacio que pudo, Naruto ya desmayado estaba entre los brazos de Deidara en la parte trasera de su auto, el rostro de Naruto cada vez se ponia más palido, su manos cada vez más frias y sus labios perdian color conforme pasaban los minutos, el coductor pasaba por las calles para llegar al hospital más cercano que habia, llegron y exactamente fue el mismo que llego la anterior vez, Deidara bajo apurado, entrando al hospital con Naruto en brazos, los doctores y camilleros le quitaron a Naruto de sus brazos, lo pusieron en una camilla y lo llevaron a sala de emergencias, curaron rapidamente sus heridas, le pusieron vendas en el torax y un yeso en la pierna, pero Naruto no despertaba por más que lo intentaban, su respiracion era irregular asi que le pusieron un ventilador por precaucion para evitar que dejara de respirar... Pasaron horas desde que eso sucedio... y Deidara seguia en la sala de espera para ver algun resultado o para saber si Naruto estaba bien.
-familiares de Naruto Uzumaki- dijo un doctor saliendo de la habitacion de Naruto el cual fue trasladado por Deidara al pagar todos los gastos medicos. Deidara se levanto y fue rapidamente con el doctor para saber que pasaba con Naruto.
-¿como esta?- pregunto preocupado y dolido.
-esta estable, pero estamos controlando su respiracion con un ventilador, para lo que pueda ocurrir-
-puede ¿llegar a vivir?-
-estara vigilado esta noche...pero puede pasar averlo por ahora que se encuentra estable..- Deidara no lo penso dos veces, se aparto del doctor y fue a la habitacion de Naruto, abrio la puerta con demasiado cuidado para no hacer ningun ruido, vio a Naruto que estaba entubado y con un ventilador en su boca y simplemente se quedo paralizado, camino poco a poco para estar a un costado de él, se sento junto a él, rozo sus cabellos con su mano calida y le susurro al oido.
-tienes que vivir..mi querido Naruto...-