-Itachi, realmente no deberías estar fumando mucho.- Sasuke estaba preocupado, no porque Itachi estaba fumando; ya una vez había visto a su hermano fumar, pero ahora si se preocupaba por lo mucho que Itachi estaba fumando. Habían pasado dos días desde que Itachi se negó a salir de la habitación del hotel, y apenas Sasuke estaba viendo el desorden que su hermano realmente se estaba convirtiendo. Sai le había dicho, pero Sasuke nunca pensó que sería así. Él pensó que Itachi estaba de mal humor, como era su costumbre cuando Konan y él peleaban, pero no. Esto era diferente. -Itachi, ¿vamos a seguir adelante? Puedo conducir si quieres.
Itachi miro a su hermano, notando la preocupación que llevaba en los ojos. Naruto también parecía estar preocupado, Sai de pie junto a él detrás de Sasuke. -Prepárense, pues. Ahora vuelvo.- Eso era todo lo que Itachi dijo mientras cerraba la puerta de su habitación y se dirigió hacia las escaleras, caminando a quién sabe dónde.
-Creo que esta vez se pelearon y no se han reconciliado. - Sasuke supuso, volviéndose hacia los dos detrás de él. -Bueno, supongo que deberíamos alistarnos.- Sai y Naruto asintieron, dejando a Sai en la habitación para coger sus cosas. -Naruto.
Naruto sonrió y se acercó a Sasuke, sus brazos alrededor del chico de cabello oscuro y una sonrisa seductora al acercarse mas. -¿Crees que tenemos tiempo?- Él rubio le pregunto, besándole él labio a Sasuke. Los dos sonrieron y se apuraron a su habitación.
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Itachi nunca le había importado a beber. Ni tampoco le llegó a importarle cómo otras personas lo miraban mientras bebía bebida tras bebida gracias al hombre generoso sentado junto a él. Había salido con la intención de ahogar sus penas y olvidar lo que había hecho, pero ahora, ahora no era más que un borracho emocional y ligeramente atraído por el hombre desconocido que le había ofrecido bebidas. No pasó mucho para llegar a un acuerdo e Itachi lo siguió hacia la parte de atrás, donde el hombre fue empujado contra la pared de forma inesperada por un Itachi sexualmente desesperado.
Olvidándose de volver a su hermano y su amigo, Itachi soltó y arrastró el hombre a las habitaciones privadas en la parte de atrás, dejando que el hombre se divierta con él antes de que Itachi tome su turno atendiendo agresivamente a sus necesidades. Konan y Pein no eran más que un solo pensamiento ahora, casi un recuerdo lejano, leso parecía. ¿Quiénes eran de nuevo? ¿Por qué eran importantes? Itachi decidió que no le importaba quiénes eran ni por qué les importaba. No le importaba que un fuerte sentimiento de culpa se hizo cargo de él mientras gritó de dolor, simplemente no quería pensar en nada. Sus lágrimas pueden haber sido por la sensación o por lo que sentía. Lo que si sabía, era de que estaba llorando por el placer de ser manejado de manera agresiva. Esto era como un castigo para él, un castigo asquerosamente divino.
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-No va a volver, ¿verdad?- preguntó Sai, apoyado en el coche y abriendo la puerta para sentarse en el asiento del coche. Naruto suspiró, caminando lentamente junto a Sai en el otro asiento, dejando las puertas abiertas. Sasuke tosió, el teléfono de Itachi en su mano. Había sido hace exactamente cuatro horas desde que Itachi se había ido a quién sabe dónde y era irritante esperar; Itachi siempre era puntual.
-Voy a dar otra vuelta en búsqueda.- Sasuke decidió, lanzando el teléfono hacia Sai. -Ustedes quédense aquí, vuelvo en un rato.
Sai asintió. -Entonces subiremos a la habitación. Me muero de calor aquí fuera.- dijo Sai. Naruto se quejó de caminar al piso de arriba y Sai se reía por la razón que Naruto no podía caminar bien. -Como he dicho, vamos a estar arriba. Naruto, nos vemos más tarde, no te tardes mucho en tu camino hacia arriba.- Se echó a reír, saltando fuera del coche antes de que Naruto podía alcanzar y darle un puñetazo por burlarse de su forma de caminar.
Sasuke sonrió, lanzando un guiño hacia el rubio y recibiendo una sonrisa tímida. -Vuelvo enseguida.- Dijo una vez más. -No te hagas mas daño en el camino.- Se rió, alejándose rápidamente y haciendo caso omiso de las amenazas de el rubio en vergüenza.
Caminando, Sasuke decidió comprobar la plaza cercana. Si Itachi fumaba paquete tras paquete, entonces había sentido de que había salido a comprar más. Mirando a su alrededor, Sasuke vio a una tienda de cigarrillos y entró, encontrando un hombre atrás del mostrador. Al describir la apariencia de Itachi para el hombre, Sasuke aprendió que su hermano había estado allí.
-De una vuelta a la cantina, ahí se dirigía.- El hombre de pelo blanco sugirió. -El muchacho parecía un desastre.
Dándole las gracias, Sasuke salió y miró a su alrededor, comprobando los nombres de las tiendas a su alrededor y finalmente, estableciendo sus ojos en una cantina de ventanas negras con luces de neón que adornan los bordes. Con un suspiro, se dirigió hacia ella, preguntándose si le preguntarían por identificación. Estaba cerca de ella ahora, casi unos veinte pies de distancia de las puertas. -Ey, lo siento, le puedo preguntar si hay alguien que conozco adentro?- Le pregunto a un hombre que apenas había salido.
-Esta bien, pero que sea rápido.- El hombre respondió. Al oír la descripción que Sasuke le dio de Itachi, él hombre asintió. -Sí, salió hace un tiempo con un tío. No he visto que vuelva.- Dando las gracias al hombre, Sasuke pasó una mano por su cabello y suspiró, preguntándose dónde más podría estar su hermano. Caminaba de un lado a otro, pensando si debería volver con Naruto y Sai, ¿tal vez el hombre le había ayudado a Itachi de vuelta al hotel? No, los hombres que caminan hacia fuera contigo de una cantina no solían ser tan agradables. Al oír un ruido seguido por alguien quejándose, Sasuke dejó de caminar alrededor y observó el pequeño callejón entre la cantina y la tienda de al lado.
Dando un paso hacia delante lentamente, Sasuke levantó sus gafas para ver con claridad y casi quedó horrorizado al ver a su hermano apoyado de espalda en la pared con unos cuantos billetes esparcidos a su alrededor. Corriendo para ayudar, Sasuke también se dio cuenta de que su hermano estaba muy borracho y desorientado. -Itachi.- Sasuke le llamó, deslizando su mano detrás la espalda de su hermano y ayudándolo a levantarse. Era una tarea difícil, así que dejó su hermano sentado como estaba y corrió a la tienda de al lado. -¿Puedo usar su teléfono? - Le pregunto hacia la joven sentada detrás del mostrador leyendo una revista de moda.
Mirando desde su revista al chico, la chica bostezó y le señaló el teléfono colgado en la pared. Era un teléfono viejo, pero Sasuke lo tomó y marcó el número de Itachi con la esperanza de que Sai lo tenía a todo volumen.
-¿Lo encontraste?- Sai respondió, aclarándose la garganta.
-¿Pueden pasar por la cantina a través de la calle? Es un lío, no puedo llevármelo de pie.- preguntó Sasuke, secándose las pequeñas gotas de sudor de la cara.
-Claro, en un segundo vamos.
Al colgar, Sasuke se volvió hacia la chica y asintió. -Gracias... Tenten.- Dijo, mirando la etiqueta con su nombre en la camisa de la chica.
-Por supuesto.- Ella respondió, desinteresada al ver a Sasuke salir.
Esperó junto a Itachi, preguntándose qué le había pasado a él para quedar de esta manera y por qué había dinero en su ropa. -Itachi, espero que no te has metido en algo.- Dijo en voz baja mientras ayudaba a Itachi a la acera, sentándose y dejando que la cabeza de su hermano se apoye encima de su pierna.
Itachi frunció el ceño, diciéndole a Sasuke que se calle y que le preste sus gafas ya que el sol le cegaba. Sasuke negó con la cabeza, mirando a su hermano y suspirando de alivio cuando vio el coche cerca.
-Guau, hablar de un desastre.- Sai observo, saliendo desde el asiento del pasajero para ayudar a Itachi en el asiento trasero. -¿Quieres conducir con él así? Apesta.
-Cierra la boca.- Itachi dijo, arrastrando las palabras y lentamente arrastrándose a sí mismo en el asiento. -Sólo maneja y no pares hasta que yo diga.
Naruto se bajó del coche, secándose el sudor de la cara ya que el sol quemaba. -Manejarás tu.- Le dijo y lentamente se dirigió a la parte trasera, sentado al lado de Itachi mientras Sai volvió a subir al asiento del pasajero. Sasuke se rascó la parte la cabeza y asintió, no teniendo más remedio que subir al coche y manejar.
Él realmente se preguntó lo que había sucedido.