Kiba y Sasuke estaban recibiendo atención, mala atención, de hecho. Para los padres que estaban sentados en la sala con Naruto, era obvió que el chico Kiba estaba coqueteando con Sasuke. A los Uchiha no les gusto, mucho menos al ver Sasuke actuar despreocupado, dejando que Kiba lo empuje en una manera coqueta.
También los padres de Naruto criticaron a el niño e incluso fueron tan lejos como para insultar al chico por ser homosexual.
Naruto se sento torpemente entre Fugaku Uchiha y su padre, Minato Namikaze, mientras los dos se sentaban en el sofá mirando hacia otro lado. Decidiendo que no podían ver mas de las maneras 'maricas' del chico, los dos hombres se pusieron de pie y salieron a fumar afuera.
La madre de Naruto y la de Sasuke se quedaron, hablando en silencio y de vez en cuando, lanzando un insulto oculto hacia Kiba.
Naruto tuvo que pensar, de una manera, le dolía oír las señoras hablar así del pobre chico. Si decidía hacer lo que planeaba hacer, sin duda estaría avergonzado también. Solo tenía una pregunta: ¿hasta donde llevarán su ira sus padres al enterarse que su hijo también es 'marica'?
La medianoche llego sobre el terreno y Kiba fue acompañado a casa por Sasuke. Sus padres dijeron nada acerca de su comportamiento hacia el chico y simplemente se fueron a dormir. Los padres de Naruto dormían silenciosamente en la habitación de huéspedes mientras Naruto decidió dormirse en la sala de estar, donde la habitación de Sasuke quedaba mas cercana.
Su mente seguía repitiendo el plan: entrar, confesar, y enfrentarse con lo que venía en su camino de decisiones. Solo tenía unas cuantas horas antes de que sus padres despierten para arrastrarlo de nuevo a casa. Tenía que hacerlo esta noche, no podía soportar la idea de que algún otro tipo se acerque a Sasuke.
El problema era: no importaba lo duro que su mente se animaba a si mismo a levantarse y caminar a la habitación de Sasuke, simplemente su cuerpo no correspondía con su mente para moverse. Estaba nervioso de lo que iba a decir y como Sasuke reaccionará.
Mirando a la hora reflectada por su telefono, Naruto cerro sus ojos al ver que eran casi las tres de la madrugada.
-Esta bien, Naruto, levantate. Tienes que hacer esto ya.- Se susurro a si mismo. Eso solo logró que se sentara, levantarse tendrá que tener mas motivación. -Vamos, idiota, quién sabe cuando sera la próxima vez para hacer esto.
Eso funcionó, automáticamente se levantó, sus pies llevándolo a la habitación al final de pasillo. Ya solo enfrenté de la puerta, el rubio empezó a dudar de si mismo y decidió que sería mejor no ir adelante con ello. <Es mejor estar enamorado de Sasuke que arruinar nuestra amistad.> Naruto pensó. Tragó un poco de saliva, poniendo su mano sobre el pomo de la puerta.
No, no lo podía hacer.
-Ya entra, tonto. Se que estas ahí.- Sasuke lo sorprendió al abrir la puerta. -Date prisa, entra.