Un frío aire recorrió su cuerpo, sus rubios cabellos se movían, con la brisa de la noche, sus ojos azules estaban puestos sobre el cuerpo de su víctima. En su mano descansaba el arma que segundos atrás había sido disparada. Estiro su mano ayudando a levantar al azabache el cual se mantenía en silencio.
—No vuelvas a tentar tu suerte...— hablo con total calma más en esas palabras había una clara advertencia, de que una segunda oportunidad no le daría. Saco un pañuelo del bolsillo de su pantalón y con el cubrió los negros ojos de Itachi, lo agarro del brazo comenzado a caminar de vuelta a la casa.
El camino fue corto ya que el rubio conocía todo el lugar a la perfección, al dentrar en la casa lo llevo directamente al cuarto, con fuerza arrojó el cuerpo de Itachi directo a la cama.
El azabache permanecía inmóvil al parecer aún no se reponía del susto sufrido, Deidara había disparo solo unos centímetros más aya de su rostro, había visto un odio feroz en los azules ojos, y sabía que no lo mato porque tenía otros planes. Se quedó recostado sus ganas de escapar quedaron el olvido.
El rubio miraba el ligero temblor en el cuerpo de su víctima se verdad tenía miedo, era algo nuevo para el ver así a Itachi Uchiha.
—Quítate la ropa... sin quitarte la venda...— lo miro con burla al ver como Itachi obedecía sin decir palabra alguna, de uno de los cajones del enorme escaparate que estaba en una de las esquinas del cuarto, saco un especie de collar que tenía una larga cadena, y unas esposas.
Sus ojos azules recorrieron el bello cuerpo de Itachi, viendo los moretones sobre la blanca piel, se acercó y coloco aquel collar alrededor del cuello de su prisionero, las esposas las coloco en sus muñecas, rodeo la cama y de un jalón en la cadena hizo caer a Itachi sobre la cama.
—Que te parece de ahora en adelante serás mi esclavo...— arranco con fuerzas el pañuelo.
Los ojos de Itachi se veían perdidos, de su bolsillo saco su celular y con el saco varias fotografías del azabache el cual parecía no reaccionar ante lo que pasaba a su alrededor.
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—Desperdiciaste una oportunidad que no se volverá a repetir...— hablo el rubio mirando el cuerpo más que maltratado de Sasuke, lo había amarrado de unas cuerdas que colgaban del techo como la primera vez que lo trajo, solo que ahora estaba desnudo.
—Pudrete yo no soy como tu...— lo miro fijamente, de su boca resbalaba un hilo de sangre, se maldecía por no haberlo matado, pero realmente no pudo al ver esos azules se había paralizado dándole al rubio la oportunidad de defenderse.
—Por un momento dude de lo que estaba haciendo...— confesó Naruto mirando fijamente los ojos de Sasuke —Pero el maldito pasado que traigo a cuestas me atormenta... fue demasiado el daño que mi familia sufrió a causa de tu padre...— sus puños se apretaron.
—Ni Itachi ni yo tenemos la culpa, tu venganza debería ser dirigida a él no a nosotros— lo miro desafiante —Tu solo buscas escusas baratas para justificar lo que haces...— agacho su cabeza, se sentía agotado y sus brazos le dolían.
—Todo lo que hemos echo tiene un razón de ser...— levantó el rostro del azabache —Cada paso a sido fríamente calculado...— una sonrisa se poso sobre los labios del rubio —Ya esto está llegando a su fin...— le dio un sutil beso, probando el sabor metálico de la sangre de Sasuke —El legado de la familia Uchiha está por desaparecer...— sin más palabras se retiro de aquel cuarto, dejando en total obscuridad a su víctima.
—Debí matarte...— murmuró.
" —Si me vas a matar no lo dudes antes de que mi cordura regrese... es la única manera de salir con vida de aquí...— los ojos negros se abrieron con sorpresa. Aún así levanto su mano la cual empuñaba la navaja del rubio, era su oportunidad de vengarse de todo el daño sufrido. Los ojos del rubio se abrieron chocando con los suyos era el momento de la verdad.
Un corte preciso y certero. La navaja había quedado enterrada en la cama, casi rosando el cuello del rubio.
Grabe error de su parte al haber desaprovechado aquella oportunidad que el mismo Naruto le había ofrecido, un fuerte golpe fue puesto en su mejilla seguido de más sobre su cuerpo, el rubio sentía su sangre hervir, por los recuerdos que se adueñaron de su mente."
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Un nuevo día se alzaba sobre Konoha. La noticia de aquel "Suicidio" se esparció como pólvora.
En la mansión Uchiha dentro del despacho del dueño de la casa las cosas estaban fuera de control.
—No entiendo como esa información salio a la luz— hablo con frustración Fugaku.
—Nadie sabe...— respondió un joven de cabellos plateados, acomodando sus lentes.
—Esto es obra de él— golpeó con fuerza su escritorio.
—¿Siguen pensado que Minato esta vivo?— lo miro fijamente —Te recuerdo que el cuerpo de los cuatro integrantes de aquella familia fueron quemados, para que no dejaran rastro de ellos...—
—Como explicas el secuestro de mis hijos la carta con la la letra de Minato, que los negocios de Orochimaru salieran a la luz pública y misteriosamente aparece ahorcado...— se sentó en la silla masajeando su cabeza pues la sentía estallar —¿O de verdad crees que el suicido?— preguntó sin mirarlo —El esta vivo y busca venganza...—
—Por ahora solo se que tenemos que estar alerta...— se levanto con intenciones de marcharse —Yo por lo pronto saldré de Konoha...— sin más palabras se marchó.
Dejando a Fugaku sumido en sus pensamientos, unos toques en la puerta le alertaron.
Permiso señor Fugaku acaban de dejar este sobre afuera de la casa...— la muchacha se acercó hasta el mayor entregando el sobre en las manos de su jefe —Permiso...— la joven se retiro.
Con precaución lo abrió y un escalofrío recorrió su cuerpo, al ver las múltiples fotografías de sus hijos, siendo tratados como animales y otras fotos más que creyó ya no existían. Agarro la nota y su sangre se heló conforme leía las palabras impresas.
"Lo mismo que le hiciste a Kushina tus hijos lo están sufriendo, cada golpe, cada violación, cada grito ahogado de auxilio de una mujer que no se podía defender, lo están reviviendo ellos... ¿Qué se siente Fugaku..."
Sin permiso dos hombres con el rostro cubierto y pistola en mano entraron en aquella oficina, sin decir palabras uno de ellos se acercó al Uchiha mayor golpeándolo con fuerza en la cabeza dejándolo inconsciente.
~Horas más tarde~
Abrió con pesadez sus ojos, mirando a su alrededor, reconociendo ese galpón al instante, frente a el sus dos hijos estaban sentados cada uno en una silla amarrados de manos y pies, con la boca tapada con una cinta, parecían estar inconsciente. Esa escena la reconoció al instante y un escalofrío lo recorrió hizo el intento por soltar sus manos, más sus esfuerzos fueron inútiles. Vio como sus hijos comenzaban a despertar y los tres se miraron con asombro.
—La familia se reúne de nuevo...— una voz burlona hizo eco en aquel lugar. El mayor de los tres miró en todas las direcciones.
—¿A quién buscas Fugaku?— otra voz con el mismo tono de burla.
Tanto Sasuke como Itachi sabían de quien se trataba, más no recordaban cuando los habían traído a ese lugar, el menor de los tres Uchiha comenzó a sentir rabia al tener de frente a su padre y sus ojos lo expresaban.
—¿Recuerdas este escenario Fugaku?— preguntaron a la vez un par de rubios saliendo de su escondite.
Los ojos del mayor se abrieron comenzando a negar al ver a los hijos de Minato vivos.
—Regresamos del infierno a buscarte...— hablo Naruto acercándose junto a su hermano mayor.