No, todo menos eso.
Después de escuchar a aquel rubio preguntar “Quien soy”, no tuve cara para verlo de nuevo. Salí de la sala y fui corriendo en busca del doctor para que me explicara la situación. Rogaba para que se solucionara todo. Pero aunque ser optimista no era mi estilo, si que tenía esperanzas de que el hombre me haya jugado una mala broma.
Doble en la esquina y choque con alguien, cayendo de sentada en el suelo. Atolondrado, levante la vista y milagrosamente vi que era el doctor que me había atendido hace rato, parándome de un salto comencé a explicarle lo que había ocurrido hace un momento.
-Ya veo, la verdad no lo hubiera imaginado, pero será mejor que vayamos a revisar al paciente.
Llegamos a la sala y allí estaba sentado sobre la camilla el rubio, tenía una cara de tremenda confusión.
-Hola, soy el Dr.August, le pido que se acueste para que pueda examinarte.
Camine de nueva cuenta al sillón donde había pasado todo el tiempo esperando a que el hombre despertara. Esto no podía estarme pasando, si tan solo…si no hubiera…
-Ya he terminado.-anuncio el doctor y me hizo una seña para ir con el
-Y entonces?.-La duda me estaba carcomiendo
-A perdido la memoria.-Me cayó como un balde de agua fría, había perdido la memoria y todo era culpa mía
-Cree que sea permanente?.-Solo necesitaba una pequeña esperanza
-No, no lo creo, pero sí que le tomara tiempo recuperarla.-En ese momento sentí que el alma me regresaba al cuerpo.-Su amigo tuvo algo de suerte, le aconsejaría que se quedara hoy para que se recupere, aunque no sufrió muchas fracturas físicas, necesita descansar.
-Lo entiendo.-Era lo mínimo que podría hacer
En seguida entro una enfermera para decirle al doctor que lo necesitaban en otra sala. Y salió de allí. “Cuídalo bien” fue lo último que me dijo antes de irse.
Me volví a sentar en el sillón, no tenía el valor para acercarme a él y decirle que yo era el culpable de lo que le estaba pasando, le había mentido al doctor diciendo que él era mi amigo. No quería quedarme en ese lugar pero tampoco es como si pudiera irme.
-Oye, no crees que es raro?.- Voltee la mirada y me encontré con sus ojos en mi
-he?
-Estamos en la misma habitación y no te has acercado a hablar conmigo, creo que es raro.
-Disculpa
-Tu…Sabes que es lo que paso?.-Decir que estaba sorprendido fue poco, hablaba como si me conociera de toda la vida.
-Creo que es mejor esp…
-No, ya estoy consciente, el Doctor menciono que eras mi amigo, pero cuando te pregunte quien eras actuaste como un desconocido, por favor, dime que ocurrió.-El era listo, estaba de sobra decirlo, y por mas que le diera vueltas la verdad tendría que decírsela.
-Esta bien, como ya dije son Cristian, y no, no somos amigos, estas aquí porque accidentalmente choque en la avenida contigo…Yo, de verdad lo lamento, no sé qué decir.
-Y ya te pusiste en contacto con mis familiares?- Vale, que esta pregunta no me la esperaba, creí que me observaría dolido.
-No, no solo no somos amigos, no te conozco de nada, y en las pertenencias que traías solo era dinero, ninguna identificación o algo.-Esta era la cruda verdad, explicársela solo hacía que mi culpa fuera aumentando.
Me arrepentí de haber sido tan directo en el momento que su rostro se volvió uno de infinita tristeza
-Entiendo…Yo solo…quiero descansar por favor.
Era obvio que ya no quería hablar conmigo, si estuviera en su lugar tampoco lo aria
-Claro.-Me dispuse a salir por la puerta, pero antes de hacerlo voltie hacia él y le dije las palabras más sinceras que había dicho en mi vida.-Lo lamento, de verdad.-No me respondió, pero estoy seguro de que me escucho, me fui a refugiar en la sala de espera, y por fin pude dormir un poco. Tenía la patética ilusión de despertar y que esto solo fuera un sueño.
Me levante no más tarde de las 8 de la mañana, no iría a trabajar, así que llame a mi jefe
-Hola buenos días Licenciado, lamento ser tan repentino con esta llamada
-No importa, sé que no llamarías a no ser de algo necesario. Qué ocurre?
-Vera, me han ocurrido algunos inconvenientes así que hoy no podre llegar al trabajo, disculpe.
-Vaya, sí que es inesperado, pero ya que ayer terminaste la revisión de la revista, no tengo inconvenientes. No te preocupes.
-Muchas gracias, bueno, adiós.- Colgué, era un alivio que no me haya gritado.
Me pare dispuesto a volver a la habitación, pero primero pase a comprar unas flores. Estaba claro que la culpa me estaba comiendo vivo.
Llegue a la habitación y para mi sorpresa, el estaba despierto.
-Buenos días, yo solo, bueno
-Enserio me trajiste flores?.-De acuerdo, después de que menciono eso me sentí realmente patético.-Gracias.-Si. Y ahora estaba sorprendido. Se silencio la habitación por un largo momento. Creí que ya no diría nada, pero sorpresivamente volvió a hablarme.
-Lamento haberme comportado de aquella manera, de alguna forma, siento que es culpa de los dos. Y si te hace sentir mejor. No estoy molesto contigo Cristian. Más bien agradezco que me hayas traído aquí. También se que desde que llegue, tu tampoco te has ido…La enfermera me lo dijo.
No sabía que decir, sentí que un peso se me quitaba de enzima. Y por alguna razón tenía unas grandes ganas de llorar.
-Yo haré todo lo que esté a mi alcance para que recuperes la memoria. Te prometo, como deuda, que volverás a tu hogar. Vale?
-Vale.-Me encamine al mueble que se encontraba a un lado de la cama y deposite las flores.-Sabes? La próxima vez que me traigas algo, que sea comida, la de este lugar no es muy buena que se diga.
Y por primera vez en todo este tiempo, me permití soltar una carcajada, y él me devolvió la sonrisa. Después de todo, mi mala racha estaba terminando