Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No pienses en llorar. por Akiko Hayako

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No me odien *m*

Seis años después.

Busco entre mis cosas aquel anillo que te di. Me siento desesperado de solo pensar que lo he perdido. No puedo evitar que las lágrimas se agolpen en mis ojos. Es lo único que me queda de ti y no quiero perderlo. Es la única forma en la que me siento cerca de ti, la persona a la que más he amado en mi vida.

Me siento en el suelo y paso mis manos por mi cabello con desesperación, quisiera arrancarme el cabello, no sentir el dolor, quisiera que estuvieras aquí, quiero aventar todo en mi habitación. No puedo con el dolor, no puedo con la soledad. No puedo con tu recuerdo. Estos días los pasé encerrado en mi habitación recordando cómo te he conocido, desde aquella tarde en otoño hasta hace unos meses. Cuando te vi por última vez.

Siento mi corazón abrirse en mil pedazos, me duele el pecho. Siento mis ojos arder. Me pican por las lágrimas que quieren salir. Quiero verte de nuevo, quiero mirar tus brillosos ojos verdes una vez más. Pero no puedo hacerlo más. Ya nunca más tu rostro volverá a sonrojarse al besarte, al decirte que te amo.

Perdí al amor de mi vida de forma tan inesperada que siento que ya no vivo. Estoy muerto en vida, no se siquiera como es que sigo aquí.

Necesito de ti… necesito de tus abrazos y tus besos, necesito sentir tu piel contra la mía.

Brook…. Vuelve, por favor vuelve…. ¡Maldita sea! ¿Quién te dio permiso de irte?

Lloro, lloro como un niño desamparado, grito tu nombre una y otra vez, porque no puedo aceptar que te has ido, necesito escuchar tu voz, necesito escucharte llamándome. Brook… vuelve, vuelve a mí.

Estoy escuchando la música que te gustaba tratando de invocarte, tratando de sentirte, de alguna forma, cerca de mí. Prometí que te cuidaría pero mírame, estoy sólo, sin ti, sin tu aroma, sin tu calor.

Lloro desesperadamente porque no he sido capaz de conservar nada. Ni a ti, ni tu anillo. Sé que aquí sentado no voy a encontrarlo. Pero me siento impotente, siento que ya no tengo fuerzas para nada, me haces demasiada falta.

El cansancio me envuelve y me quedo dormido entre recuerdos y lágrimas.

Estoy súper emocionado, por fin he reunido el dinero suficiente para mi boda con Brook, y no sólo eso, me he enterado de que han aprobado la ley de matrimonio igualitario en nuestra ciudad, lo que significa que no tendremos que ir a las vegas para poder casarnos. Aunque Brook no me ha dicho que se siente preparado la noticia me alegra, pues en cuanto el me dé el más mínimo indicio de estar listo en ese momento correré con él en mi hombro para ir a buscar al juez.

Sentí la emoción recorrer cada parte de mi cuerpo, no podía contenerla y comencé a gritar y saltar, corrí, corrí lo más rápido que pude, no podía detenerme y tampoco quería, cada célula de mi ser pedía por más, más adrenalina, más emoción, más vida y sabía que eso solo podía tenerlo si estaba con él.

Debía llegar a ese lugar y liberarme, eso era lo que más quería porque estaba desbordando energía. Estaba muy feliz, muy emocionado, muy de todo, maldición solo quería ir a verlo y abrazarlo. No cabía en mí de felicidad. Estaba ansioso por darle la noticia.

Pero toda esa emoción se fue al carajo en cuanto al acercarme a su apartamento vi patrullas de policía y una ambulancia. Seguí caminando pensando en que habría pasado. Me dirigí al cuarto piso donde vivía, y en el momento en que se abrieron las puertas del elevador pude ver como de su cuarto salía una camilla con una persona tapada del todo por una sábana blanca.

Mika asomaba su cabecita negra por la puerta y sus ojitos verdes estaban vidriosos, parecía asustado. Había policías por todos lados, los paramédicos pasaron por mi lado y en ese momento un movimiento llamó mi atención.

Una mano salió de la sábana y quedó colgada de la camilla. Mi corazón se partió en miles de millones de pedazos cuando un destello apareció en mi campo de visión. No había duda. Ése era el anillo que le había dado a mi Brook el día que le pedí matrimonio, y estaba puesto en su dedo anular.

-No- dije en apenas un susurro. –No puede ser –negué con la cabeza. Tomé mi celular para llamar a Brook, no podía ser cierto, seguro era alguna clase de broma pesada. Marqué el número que me sabía de memoria y esperé, esperé y volví a marcar y volví a esperar pero nadie contestó.

-No, por favor no –repetí una y otra vez. Mika se acercó a mí, me rasguñó el pantalón para que lo levantara en brazos, miré hacia abajo pero no pude verlo, no podía ver nada a mi alrededor. Tan sólo seguía marcando su número. Esperando que me contestara molesto porque lo interrumpía cuando estaba ocupado sólo para saber cómo estaba.

En algún lugar de mi mente escuché su tono de llamada.

-¿Hola? –contestó una voz que definitivamente no era de él.

-Br… Bro…Brook –dije con demasiada dificultad. No podía formular una sola palabra coherente, su nombre era todo lo que pasaba por mi mente en ese momento.

-¿Es usted un familiar? –preguntó aquella voz, los ojos me picaban. No contesté y es que no podía, estaba asustado, no entendía qué demonios estaba pasando. Tan sólo quería verlo, o escucharlo, lo que fuera.

-¿Sigue ahí? –volví a escuchar la voz. De pronto y como si hubiesen aparecido de la nada, muchas sonidos se escucharon alrededor, escuché los maullidos lastimosos de Mika, las sirenas y muchas personas que hablaban aunque no era capaz de procesar lo que estaban diciendo.

-¿qué pasa?

-Alguien llamó, pero ahora no me contesta.

-¿quién es él?

-A lo mejor la persona que llamó, voy a ver… ¿Disculpe? –volteé a ver al hombre que me habló, era un policía y tenía el celular de Brook en su mano. Lo tomé del cuello y lo empujé contra la pared.

-¡¿por qué tienes el celular de Brook?! ¡¿QUIÉN ERES?! ¡¿DÓNDE ESTÁ BROOK?! ¡RESPONDE MALDITA SEA! –ese hombre no estaba diciéndome nada y yo necesitaba saber, necesitaba saber que estaba pasando.

-Señor, tranquilícese le vamos a explicar pero mantenga la calma.-otro policía me tomó del brazo intentando que soltara a su compañero.

-¡NO ME DIGA QUE ME CALME! ¡¿DÓNDE ESTÁ BROOK?! Tan sólo quiero que me diga dónde está –solté al policía y las lágrimas por fin comenzaron a caer –quiero verlo, ¿dónde está? –miré con súplica al policía -¿Dónde está? ¿Por qué no me contesta?

Los policías intercambiaron miradas.

-¿Es usted un familiar? –me preguntó el primer policía.

-Soy su prometido –intento calmarme y escucharlos. Pero no siento calma por ningún lado.

-El joven sufrió un atentado… fue apuñalado y desgraciadamente no pudimos…- dejé de escuchar, me tapé los oídos y moví la cabeza de un lado a otro. Caí al piso y lloré. Lloré amargamente sin creer lo que estaba escuchando. Mika se acercó a mí y lamió las lágrimas que salían de mis ojos, no podía con el dolor, veía a las personas a mi alrededor ir de un lado a otro, vi que los policías me hablaban, pero ya no escuchaba nada, no oía nada de lo que me estaban diciendo, intenté no perder la razón, intenté mantenerme en la realidad, tenía que ir a verlo, pero no podía, el dolor comenzaba a consumirme.

Cómo pude me paré de ahí, caminé lentamente hacia la salida y con cada paso mi velocidad aumentaba hasta que comencé a correr. Corrí por las escaleras para no tener que esperar el elevador, bajé lo más rápido que pude y salí del edificio, conseguí llegar en el momento en que lo subían a la ambulancia.

-¡BROOK! –Grité con todas mis fuerzas, las personas se me quedaban viendo, los paramédicos me miraron horrorizados y cuando intenté acercarme me detuvieron -¡Déjenme! ¡Brook! ¡No te vayas Brook! ¡Maldita sea, suéltenme! ¡Suéltenme les digo! ¡¡¡¡Brook!!!!

-Déjenlo, es un familiar –Miré a quién dijo aquello, el policía de hace un momento había salido detrás de mí, los paramédicos me soltaron y corrí hacía Brook, le quite la  sábana de la cara y tomé su mano, la mano en la que tenía puesto el anillo. No fui capaz de pronunciar una sola palabra. Ver su rostro pálido y sentir su mano fría me afectó demasiado, no pude decir nada, no pude hacer nada, únicamente pude llorar, y sentir como el pecho se me desgarraba por dentro, y gritar su nombre esperando que me escuchara.

Me despierto bajo la sombra del recuerdo de aquel fatídico día en el que perdí todo.Eras tú el que todo el tiempo decía que dependía de mí y que necesitaba independizarse, que necesitabas estar lejos de mí para estar seguro que algún día, si llegase a pasar algo, estarías bien sin mí. Sin embargo eras tú quien hacía amigos fácilmente, tenías el apoyo de la familia del antiguo dueño de la tienda de música, tú nunca fuiste dependiente de mí, fue justamente al revés, era yo, siempre fui yo quién dependía de ti para ser feliz, porque tú eras mi mundo, sin ti yo no soy nada.  Sí las cosas hubiesen sido al revés, me habrías superado y habrías seguido adelante, pero yo no, yo no puedo hacer eso.

Lo único que tengo aquí conmigo es a Mika, quién también te extraña. Te extrañamos mucho, Brook, tú cambiaste nuestros mundos, fuiste la salvación para ambos. Recuerdo cómo me contaste que te encontraste con Mika. Estoy seguro que te amaba tanto como yo. Sólo queremos ir a donde sea que te encuentres.

Ven con nosotros.

Ven por nosotros. 

Notas finales:

Si les gustaría leer la versión de Brook no olviden dejarme sus comentarios para hacermelo saber. 

Gracias por acompañarme hasta aquí. Espero que les haya gustado, sé que hay cosas que no entienden y que quedaron inconclusas pero así es como Gerard permaneció, sin entender las cosas que sucedieron. Recuerden que todo es desde la perspectiva de mi querido Gerard y las cosas que no se saben es por que éste chico no las supo jamás. 

¡¡¡Un saludo y muchas gracias!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).