Un paso atrás
En el vertiginoso mundo de la moda de Nueva York y tendencia en el planeta, la cumbre del éxito la representaba la revista Nornas, dirigida con mano de hierro por Karnilla Nornheim la mujer más poderosa en este ámbito. La revista era un guante de hierro para cualquiera que deseara tener éxito en esta industria.
Karnilla era temida y respetada por su frialdad y su inexpugnable elegancia y autoridad. La forma cruel y cortante de dar instrucciones con un toque de ironía, era una perfecta combinación para hacer temblar a muchos, ya que su influencia era lo suficientemente poderosa como para rehacer una sesión de fotos con impunidad o llevar a un diseñador a rediseñar una colección completa con solo fruncir los labios. Jamás alzaba la voz por lo que todo el que estuviera a su alrededor tenía que aprender a escucharla, lo que la hacia la persona más importante de cualquier lugar en el que encontrara. Odín la conocía desde hacía mucho tiempo y podía jactarse que existía cierta amistad con la dama, aunque no por ello la Alfa tenia consideraciones especiales para con Asgard.
Después de tantos años Odín había descubierto que el talón de Aquiles de esa mujer era su adorada hija Amora, la cual estaba obsesionada con enlazarse con Thor, así que ambos habían aprendido a utilizar esa debilidad a su favor. Sobre todo ahora que la empresa se estaba aventurando a conquistar nuevos mercados por lo que más que nunca necesitaban su aprobación y apoyo para que la nueva colección fuera un éxito.
Karnilla llegó puntual como siempre, acompañada de un sequito de asistentes que se desvivían por atenderla. De inmediato fue conducida a la sala de juntas donde el consejo y directivos de la empresa ya la esperaban. Se acomodó en el lugar que le había sido asignado comprobando que el café cortado descremado que solía tomar cada mañana no se encontraba en el lugar donde debería estar.
-Lo siento Karmilla, Verdandi se retrasó un poco pero en este momento está entrando con él – dijo una de las chicas que la acompañaban.
-Los detalles de tu incompetencia no me interesan- dijo la dama quitándose las gafas, mientras otra de sus asistentes le ayudaba a sacarse el hermoso abrigo blanco de piel que la Alfa vestía.
-Bienvenida Karnilla, un placer como siempre que nos honres con tu presencia- dijo Odín recibiéndola con una amable sonrisa mientras le besaba ambas mejillas.
-El tiempo es oro querido, así que empecemos- respondió la Alfa- ¿Qué tienes para mí?
Thor fue el encargado de dirigir la junta, apoyado de cada uno de los reportes de las diferentes direcciones enfatizando en los proporcionados por la oficina de marketing; mientras Karnilla Nornheim solo inclinaba su cabeza de un lado a otro atenta a lo que el rubio exponía sin emitir opinión alguna.
-Basado en toda la información recabada tenemos la seguridad que la colección dirigida al mercado Omega será una de las más exitosas de esta temporada. Nuestro objetivo es posicionarnos en esta fracción del mercado y ser conocidos no solo nacional si no internacionalmente, ya que se planea lanzar esta línea en América latina y Europa.
-Y para que esos planes se materialicen vamos a necesitar de tu valioso apoyo mi querida Karnilla- dijo Odín.- Tenemos todo listo para lanzar nuestra colección el próximo mes y queremos nos des tu punto de vista al respecto ya que planeamos que sea durante la Semana de la Moda. Fandral organizo una pequeña muestra de pasarela, así como una de los diseños que serán exhibidos ese día.
-Perfecto, veamos de que estamos hablando- musitó la alfa.
Thor se dirigió hacia ella ofreciéndole su mano para acompañarla a la sala de pasarela, mano que Karnilla tomó complacida esbozando una leve sonrisa de autosuficiencia.
-Espero verte el próximo fin de semana en mi residencia de Los Hamptons para el cumpleaños de Amora– dijo la dama mientras caminaba de manera elegante.
-Te prometo hacer todo lo posible por asistir, como comprenderás con todo el trabajo que tenemos estoy saturadísimo, pero te prometo darme el tiempo necesario para estar ahí.
-Tanto Amora como yo nos sentiríamos muy decepcionadas si no te vemos ahí aunque sea un rato mi querido Thor.
El rubio se sintió salvado por la campana ya que en ese momento Fandral salía a recibirlos con una radiante sonrisa
-Mi querida Karnilla que gusto volver a verte en mi humilde estudio- dijo el diseñador mientras tomaba las manos de la dama besando ambas mejillas- Estoy seguro que te gustara lo que hemos creado para esta colección y el modelo que será la imagen ya veras, esta divino.
-Eso espero Fandral porque me quedaste a deber mucho con la colección pasada- respondo de manera sarcástica.
Una vez que la invitada y los directivos ocuparan su lugar, Fandral dio inicio a la pequeña pasarela describiendo y enfatizando los detalles de cada una de sus prendas. Karnilla veía todo sin expresión alguna reflejada en su rostro, solo de cuando en cuando ladeaba su cabeza o alzaba alguna de sus cejas. Cuando el modelo principal salió dando fin a la pasarela fue muy notorio el desagrado de la Alfa al fruncir sus labios volteando hacia otro lado, lo que ocasiono que el departamento de marketing se pusiera en pánico ya que eso significaría tener que cambiar de chico y echar por tierra el trabajo de meses en cuanto a la campaña publicitaria que se tenía muy adelantada.
Pese a eso la mañana había sido muy productiva. Karnilla no tuvo ninguna queja respecto al diseño de las prendas ni en cuanto a los materiales con las que fueron confeccionadas, más aun, estaba tan de buen humor la alfa por el próximo cumpleaños de su hija que incluso les hizo algunas sugerencias acerca de que modelos serían los adecuados para lucir determinadas prendas.
Thor no era tonto, sabía que tanta amabilidad tenía un precio y conocía perfectamente cuál era. Karnilla era una exitosa mujer de negocios y estos no se hacían sin ciertas alianzas. El que Asgard, una casa de moda pionera en su ramo y Nornas, la revista por excelencia en el mercado se uniera era un gran negocio y el próximo cumpleaños de su hija era el escenario ideal para concretarlo. No invitabas a toda la prensa internacional si no estabas pensando en dar un importante anuncio.
Y no era la primera vez que intentaban cazarlo de esta manera; debido a eso era que ya contaba con la suficiente habilidad para salvarse de los compromisos, de otra forma a esa altura ya tendría todo un harem. Afortunadamente el tema giro en torno al nuevo lanzamiento, movimiento que su padre trató de puntualizar una y otra vez. También Odín era un excelente negociante, sabía que su mejor moneda era Thor y tenía la suficientemente astucia como para ponerla sobre la mesa pero sin soltarla nunca.
Al final Karnilla termino despidiéndose con un “No puedes faltar” a lo que el respondió con un “haré todo lo posible”. Así, sin compromisos de por medio ni obligaciones morales.
Todo iba saliendo bien hasta que Fandral apareció en su oficina y le metió aquella aterradora idea en la cabeza:
-¿Y eso no te preocupa? Es decir, está en una escuela inclusiva, acompañado de omegas que serán crueles con él, de alfas incapaces de contener sus pulsiones. Quiero creer que aún no has olvidado como es eso. Si hay algo que puede desbordar las emociones de un adolescente eso seguro es el colegio y si Loki libera su aroma con cualquier estimulo que lo perturbe estando en la escuela…
-…Y los alfas a su alrededor lo detectan… -completó temblando ante la idea.
-Creo que ya nos estamos entendiendo.
-¡Mierda! –Exclamó completamente aterrorizado.
Lo primero que hizo fue ordenarle a Liv que lo comunicara con la dirección del colegio, pero al parecer algo estaba sucediendo en ese lugar que la contestadora automática pedía llamar más tarde.
-¡Maldición! Sigue intentándolo Liv, no desistas hasta que lo logres.
-Por supuesto señor.
-Tranquilízate Thor –le pidió su amigo acercándole otra copa de aquavit.
-¡¿Que me tranquilice?! –exclamó exasperado dando vueltas de un lado a otro de la oficina como león enjaulado. Se pasaban las manos por el cabello de forma frenética y bebió de un trago la espirituosa bebida como si se tratase de un vaso de agua. –La culpa de todo la tiene mi madre.
-¿Tu madre? ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?
-¡Fue su idea que Loki entrara en esa escuela!
-Bueno, Balder también asiste, así que dentro de todo es lógico ¿No?
-¡Pero Balder no es como Loki! –exclamó como si eso lo resumiera todo.
-Evidentemente, pero eso no lo sabían antes o no lo hubiesen permitido ¿No?
Thor se detuvo ante aquel cuestionamiento ¿Por qué él no se había opuesto a aquello?
-Deberías ir a mi colegio- le dijo Balder a Loki- seguro que alguien como tú les encantaría- sugirió con una sonrisa traviesa.
-Esa es una excelente idea- lo secundo Frigga obviando el sarcasmo de su hijo menor- ¿Qué te parece Loki?
-Yo no sé…si mi señor está de acuerdo…
-Por eso no te preocupes, seguro que lo estará ¿no es así cariño?- Todos aguardaron la respuesta de Thor que al sentir el peso de las miradas no tuvo más remedio que bajar el diario.
-¿Cómo?- preguntó desorientado.
-Que tú estás de acuerdo en que Loki acuda a la escuela de Balder
-No hay problema, por mí que vaya, me da igual- contestó encogiéndose de hombros, volviendo a su lectura y a su humeante taza de café.
Por supuesto en ese entonces le importaba una mierda lo que sucediera con ese chiquillo, pero ahora las cosas eran diferentes… ¿Por qué lo eran o no?
-Lo que no entiendo es como siguieron con eso luego de tener esto en las manos –continúo diciendo Fandral conforme iba avanzando en la lectura de la carpeta. –A menos, claro, que hubiesen pensado ya en una solución.
-Su solución fue que yo yaciera con Loki, –dijo de forma amarga casi para sí mismo. –Que fortaleciera el lazo y lo invistiera con mi aroma.
-Recuerda lo que Eir nos dijo querida –le contestó el patriarca –que Loki liberaba su esencia solo ante su alfa y que poco a poco esta iría madurando hasta que los demás pudiéramos percibirla, pero eso no es lo que me inquieta. Me preocupa la falta de control que pueda tener sobre esta situación. ¿Qué tan consiente es de los momentos y las circunstancias en que su aroma se libera? Puede ser muy peligroso, especialmente ahora que está a punto de entrar al colegio.
-¡Por Dios! –se lamentó Frigga dejándose caer en uno de los mullidos sillones de piel que habían en la estancia. -Thor -se volvió hacia su hijo- tienes que reclamar a Loki, corazón.
-¡¿Qué?! –exclamó horrorizado el rubio.
-Es por su bien.
-¿Por su bien? –No podía creer lo que su madre estaba pidiendo que hiciera -¿Te estas escuchando? Padre, dile algo.
-Yo creo que tu madre tiene razón, es la única solución que se me ocurre.
-Eso no puede ser verdad.
-¡Thor, escucha! –lo llamó su madre tomándolo por una mano, lucia realmente angustiada, -si tu no lo haces alguien más podría…
-¡Suficiente! –Gruñó soltándose de su madre –no necesito escuchar esto –dijo antes de dar la vuelta y salir del despacho ignorando por completo los llamados de su madre.
Ellos ya lo habían anticipado y el no quiso escucharlos, porque… bueno, porque acostarse con aquel pequeño no estaba dentro de sus planes.
“Como tampoco estaba marcarlo”
Escucho esa vocecita en su cabeza, una que últimamente se estaba haciendo presente con mucha insistencia; como ahora, que le pedía que dejara de perder el tiempo y se largara en ese mismo instante al colegio. Solo por esta vez decidió hacerle caso.
Tomo su portafolios y aventó descuidadamente dentro de él los documentos en los que estaba trabajando para salir con paso decidido de su oficina.
-¿Esta mi llamada? –le preguntó a la chica quien se encontraba al teléfono.
-Aun no –contestó temerosa del mal genio de su jefe.
-No desistas, cuando la tengas lista enlázala a mi celular, voy para allá.
-Como usted diga señor. ¿Desea que cancele sus compromisos?
-Hazlo, si mis padres preguntan diles que tuve algo importante que hacer. No les digas a donde fui. -Aunque sabía que de todas formas se iban a enterar.
Fandral siguió a su amigo sin preguntarle si podía acompañarlo y Thor tampoco se lo impidió. Simplemente abordaron el Porsche y se encaminaron a las orillas de la ciudad, en donde se encontraba El High School Skiringssal.
-Sabes, esa hubiera sido la alternativa más lógica –comentó Fandral como al descuido luego de un rato de prolongado silencio.
-¿A qué te refieres? –inquirió el rubio quien al parecer se encontraba distraído pues no le encontraba sentido a sus palabras.
-A lo de enlazarte sexualmente con Loki –le aclaró haciendo mención a la conversación que venían sosteniendo en la oficina. Thor asintió dándose por enterado de a que se refería. -sin embargo a largo plazo traería más complicaciones de las ya existentes.
-¿Enserio? –preguntó confundido, él hubiera esperado que Fandral se pusiera de parte de sus padres.
-Por supuesto. Es decir, entiendo que tu familia se quiera quedar con él y que mejor forma que enlazarlo contigo; pero Loki no es un cachorrito perdido que hayan adoptado, es un individuo libre e independiente, su opinión también es importante.
-Créeme, él hubiera estado más que de acuerdo, –soltó con una mueca sarcástica al tiempo que sonaba el claxon para que avanzara el tráfico.
-Bueno, quien podría resistirse a un alfa como tú –bromeó su amigo quitándole hierro al asunto, cosa que Thor agradeció con una sonrisa. –En serio, es lo que todo omega con dos dedos de cerebro haría; eres uno de los mejores partidos que hay en el mercado. Pero independientemente de eso, un enlace obedece a otras circunstancias: compatibilidad de caracteres, intereses mutuos, sentimientos en común y un sinfín de etcéteras.
-¡Exacto!-Hasta que alguien lo entendía. Era una sorpresa que lo hiciera su amigo el omega, o tal vez era debido a eso.
-Lo que sucedió con ustedes fue un mero accidente del destino, uno que no hubiera ocurrido de presentarse en circunstancias distintas. ¿O dime si tú te hubieras fijado en un omega como Loki si se hubiera presentado frente a ti?
¿Lo hubiera hecho? No podía negar que el chico era hermoso. Era candoroso y tierno, y poseía ese aroma que tanto tiempo había buscado sin encontrar por ningún lado y que lo enloquecía. ¿Habría sido capaz de pasarlo por alto tan solo por su edad?
-¡Thor! –exclamó su amigo sacándolo de sus pensamientos, estaban a punto de chocar contra un camión repartidor por pasarse un alto.
-Lo siento –se disculpó. No entendía que pasaba que cuando pensaba en Loki su cerebro se desconectaba de todo lo demás.
-No te fijaste en algo tan obvio como una luz roja, me sorprendería que hubieses notado al chico siquiera.
-Por supuesto que no. Además es demasiado joven para llevar una vida como pareja, al menos una que se adaptara a mis necesidades.
-¡Exacto! Es apenas un polluelo saliendo del cascaron, aún le queda mucho por vivir mientras que tú ya estás en una edad de establecerte. Una pareja entre dos personas tan diferentes como ustedes, sería desastroso. Yo creo que hiciste bien en no atarlo a ti por la fuerza… más de lo que ya lo está por supuesto. Tal vez con el tiempo… pero no ahora.
-Si, tal vez con el tiempo –concedió.
“¿Pero en que estaba pensando? ¿Acaso estaba contemplando la posibilidad?”
Pero no pudo pensar la respuesta, pues en ese instante sonó el timbre de su móvil.
-¿Señor? –dijo la voz de su asistente por el alta voz.
-¿Si Liv?
…Y entonces aquella maldita llamada llego.
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La entrada del colegio era un total caos. Decenas de padres se aglomeraban frente a las escaleras de la puerta principal a la espera de poder recibir noticias de sus hijos. Frente a ellos se desplegaba un escuadrón de oficiales entrenados especialmente para controlar situaciones relacionados con el descontrol de los instintos alfas (Bremsing), su sola presencia aterrorizo a Thor.
-¿Qué es lo que está pasando? –preguntó Fandral tan pronto bajaron del automóvil, Thor ni siquiera se preocupó por aparcarlo en un lugar adecuado; ahí, a mitad de calle en donde se detuvieron, ahí lo dejo.
-Liv menciono que se había suscitado un incidente, pero no supo averiguar de qué se trataba, solo que había tenido que intervenir el Bremsing.
“Y eso no pintaba nada bien” –pensaba Fandral mientras se iban abriendo paso entre la marea de gente que se arremolinaban intentando acercarse.
-¡Por favor, contengan la calma! –trataba de contenerlos el subdirector, pero ninguno de sus intentos parecía ser escuchado.
¡¿Dónde están mis hijos?! ¡¿Qué fue lo que paso?! ¡¿Por qué no nos dejan verlos?! –eran algunas de las voces que se alzaban entre la multitud. -¡Exigimos respuestas!
-Tranquilos, todo será debidamente aclarado pero necesitamos mantener la calma. –Insistía aquel hombre, pero entre más trataba de apaciguarlos más parecía que se desataba el caos.
Pronto empezaron a aventarse contra la valla humana hasta que un agudo sonido los aturdió a todos haciéndolos doblarse del dolor.
-Lamento mucha esta situación –se escuchó ahora la voz del director gracias a un megáfono. –en verdad que lo que menos deseamos es que se haga uso de la fuerza. Por favor…
¡¿Dónde están nuestros hijos?! ¡¿Qué fue lo que paso?! ¡¿Cómo están ellos?! –volvieron a anteponerse una pregunta sobre otra.
-Sus hijos están bien. –Se hizo escuchar la autoridad del plantel por encima de todo aquel griterío, aun con el altavoz aquello era una difícil labor ante la multitud de desesperados padres.
¿Pero porque están sitiados?
-¡Escuchen! ¡Por favor! –Volvió a insistir y ante un breve lapso en el que se hizo el silencio continuo –Esta mañana se suscitó un desagradable incidente entre los chicos alfas.
¡¿Los omegas están bien?! –preguntaron algunos y Thor sintió que le robaban las palabras.
-¡Todos están bien!
¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué esta el Bremsing aquí?
-Al parecer uno de los chicos introdujo a la institución alguna especie de bomba de olor cacera. –Aclaró y eso en lugar de tranquilizar a los padres los inquietó más, al menos Thor lo estaba mucho más.
Por lo que sabía ese tipo de bombas habían sido fabricadas por terroristas hacía bastantes años, con la intención de sacar de la jugada a los militares que en su mayoría eran alfas y convertir su instinto natural en un arma. Debido a eso a muchos soldados habían tenido que perder el sentido del olfato, luego se les entreno para poder resistir y aquellas armas resultaron obsoletas saliendo por completo de circulación. El que un niño le hubiera parecido gracioso llevar una y soltarla entre sus compañeros era algo perturbador.
-¡Estamos tratando de averiguar cómo paso y quien es el responsable y para eso vamos a necesitar su colaboracion! –Continuó diciendo el director –Por lo pronto les pido paciencia. Les dejaremos entrar poco a poco para que recojan a sus hijos. No los voy a engañar, algunos se encuentran en estado de shock, con algunas lesiones leves que fueron ocasionadas antes de que pudiésemos contener la situación. Pero todo está bajo control, en este momento están siendo atendidos por especialistas médicos, les pido prudencia y discreción.
“Algo difícil de conseguir en un grupo de padres completamente alterados” –pensó Fandral.
Sin embargo, como fue prometido, las puertas se abrieron y uno a uno los estudiantes fueron abandonando el recinto, salvo los que se encontraban en la enfermería, quienes habían recibido tranquilizantes ya fuera para sacarlos de la histeria en que se encontraban o sencillamente sedados para que no pudieran dañar a sus compañeros o a sí mismos.
Aquel no había sido un día bueno en la vida del High School Skiringssal. En toda la historia de la prestigiosa institución jamás habían presenciado situación como esa y estaba lejos de concluir.
-Señor Odinson –lo llamó el director tan pronto logro cruzar el umbral al darse cuenta que Loki no sería de los que saldrían. Aquella aseveración le dio un vuelco al corazón. –Señor Odinson, me gustaría unas palabras con usted en privado.
-¿Cómo esta Loki? –fue lo primero que atinó a preguntar.
-Bien, le aseguro que bien, es precisamente de él de quien deseo hablar.
-¿Por qué? ¿Sucedió algo con él? ¿En dónde está? ¿Qué hay de mie hermano Balder? –preguntó desesperado.
-Tranquilícese, le aseguro que los dos están bien. Sin embargo hay un par de cuestiones que necesito solucionar con usted. Ya hice llamar a su señora madre también y la señora Nornheim se encuentra ya en mi despacho.
-¿Karnilla? –aquella revelación lo desconcertó ¿Qué tenía que ver Karnilla en todo eso?
Lo supo minutos después, cuando luego de que arribara su madre, quien no tardo mucho, se les hizo pasar a la dirección.
-¿Cómo esta Balder? –Preguntó Frigga tan pronto como llego- ¿Y Loki?
-No lo sé, no me han dejado verlos.
-Tu padre vino conmigo, a él si le permitirán verlos.
-Eso espero.
-Señoras, caballero –atrajo su atención la cabeza de la institución invitándolos a sentarse, las damas lo hicieron, Thor prefirió permanecer de pie.
Los siguientes minutos fueron un resumen de lo que “en verdad” había acontecido en la institución. Luego de revisar el contenido de las cámaras de seguridad se dieron cuenta que el inicio del conflicto se inició con Balder, Amora y Loki.
-¿Quién es ese chico Loki? –preguntó Karnilla con toda la arrogancia y el desprecio que pudiera caracterizarla.
-Es un nuevo miembro de la familia Odinson –le aclaró Frigga como advirtiéndole de abstenerse de cualquier insulto hacia él. –Está bajo la tutela de Thor.
-Ya veo, -fue su elocuente y sarcástica respuesta.
El director les narro como había comenzado el enfrenamiento sin ahondar mucho en los detalles, como el florido lenguaje de la chica. Sin embargo si menciono el derechazo que Loki le propinara en la nariz y que al parecer se la había dislocado. Luego de eso se desato una batalla de todos contra todos en los que varios salieron seriamente lastimados, Balder entre ellos.
-¿Pero se encuentra bien? ¿Le ocurrió algo? –insistió Frigga, completamente preocupada por su bebe.
-Descuide, nada que deba ser lamentado afortunadamente. Desgraciadamente ese tipo de comportamiento no está permitido en esta institución por lo que me veo en la penosa necesidad de suspenderlos durante una semana. Lo siento –se adelantó al reclamo que Karnilla estaba a punto de soltar- son las reglas.
-Bien, si eso es todo.
-Lo es.
-Perfecto, –espetó la dama para elegante ponerse de pie, muy lentamente, tratando de imprimirle el mayor dramatismo a su indignación. –Sepa usted que estoy muy contrariada con la situación, sin embargo reconozco que es un asunto de chiquillos por lo que no levantaremos cargos sobre el asunto.
-¿Cargos? –preguntó Frigga sorprendida.
-Por supuesto, –acotó volviéndose ahora hacia ellos e ignorando completa e intencionalmente al director, como si su presencia careciera de relevancia. -Debe entender que a pesar de que los tres chicos son omegas eso no demerita la superioridad en su fuerza como varones que son. El agredir a una dama de esa manera es algo poco digno de un Odinson. Sin embargo, entiendo que al no ser educado desde la cuna por ustedes, poco se les puede responsabilizar por los modales de ese chico, sin embargo yo en su lugar pondría cartas en el asunto.
-Pero como se… -empezó a reparar la matriarca de la familia, pero la mano de su hijo presionando firmemente sobre su hombro le advirtió de guardar silencio.
-Es un gesto que agradecemos de corazón –contestó amablemente el rubio en su lugar. Sin embargo, por la forma en que su mandíbula se tensaba y la fuerza imprimida en su agarre pudo tener constancia del esfuerzo que también él hacía para contenerse.
-Sin embargo la ofensa está hecha, hacia mi hija y por supuesto hacia mi familia. No sería una buena alfa si no velara por su honor.
-¿Y cómo puede mi familia revertir el daño causado? –preguntó completamente tenso, sintiéndose en las garras de aquella manipuladora mujer.
-Cariño, no te preocupes –le soltó con actitud despreocupada, como quien tiene la certeza de que pronto dará el jaque mate. –Con una disculpa bastara, –agregó con una amplia sonrisa carente de amabilidad.
-Bien, le diré a Loki y a Bal…
-Oh, no, no. –Lo frenó- jamás permitiría que mi tesoro se volviera a acercar a semejante amenaza, no al menos hasta que esté debidamente “controlada”. Y por supuesto no lo digo por Balder, –se volvió hacia Frigga quien asintió aceptando la consideración a regañadientes. –Me basta con que tú lo hagas a su nombre, después de todo eres su tutor y cualquier “travesura” que el cometa es tu responsabilidad ¿No es cierto?
-Mi responsabilidad, si –concedió Thor. ¿Cuántas veces no había escuchado ya esa palabra en relación a Loki hasta la fecha?
-Entonces asunto arreglado. Te esperare junto con tus padres el próximo fin de semana para el cumpleaños de mi pequeña.
-No me parece que una fiesta de cumpleaños sea el momento adecuado para eso –debatió Frigga.
-¡Tonterías! –desestimó la dama. –Cualquier ocasión es adecuada para una disculpa informal. Bien, me retiro. Que tengan buena tarde. –Se despidió altivamente para luego abandonar el lugar con la cabeza muy en alto y haciendo repiquetear su calzado.
Ta pronto como se fue su madre se volvió hacia él acribillándolo con la mirada.
-¡No debiste dejar que se expresara de esa manera de Loki! –le reclamó.
-Luego discutiremos eso, –le advirtió en un tono de voz que imitaba la calma, pero que presagiaba una tormenta. -¿Hay algo más que debamos saber? –se volvió esta vez hacia el director quien hasta ese momento se mantuvo al margen de la conversación.
-De hecho si lo hay –le dijo este. –mucho me temo que Loki no podra regresar más a esta institución.
-¿Acaso está expulsándolo? –preguntó indignada la matriarca.
-Si señora, eso estoy haciendo.
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El regreso a casa fue de lo más tenso. Una vez que los dejaron entrar Thor le entrego las llaves de su auto a su amigo Fandral para que volviera en él, así que tuvo que viajar en la limusina con el resto de su familia. Balder se encontraba aferrado a los brazos de su padre, mientras su madre trataba de darle algo de consuelo a Loki, quien permanecía con la cabeza gacha, sabedor de la penetrante mirada con la que su alfa lo estaba taladrando. La de Frigga en cambio no se quedaba atrás, veía a su hijo mayor con un deje de recelo y temor. Nunca en su vida lo había visto tan enojado a pesar de la manera en que se estaba conteniendo; aunque en su opinión, aquel endemoniado enfado era solo la máscara para encubrir algo más.
Tan pronto traspasaron el umbral de la imponente mansión las cosas se descompusieron. Loki intento acercarse a Balder, pero el pequeño rubio lo rechazó de manera brusca, para luego salir corriendo escaleras arriba con el llanto contenido en sus azules ojos.
-Ve con él –le pidió a su padre, ya luego tendrían tiempo de ponerse al corriente.
El patriarca comprendió lo que su hijo quiso decir y siguió al omega, mientras que Thor tomaba fuertemente por el brazo a Loki y lo remolcaba bruscamente hacia uno se los salones de la planta baja.
-¿Pero que pasa contigo? –le cuestionó su madre ante la manera poco amable en que deposito al chico sobre un sillón. Este rápidamente se encogió abrazando sus piernas y volviéndose un ovillo que Frigga envolvió con sus brazos.
-Madre, te pido por favor que nos dejes solos- dijo con una voz que no daba opción a replica.
-¿Para qué? ¿Para qué saques tus frustraciones con él? No voy a permitir que lo maltrates y lo asustes más de lo que ya está, - le soltó aferrando aún más al pequeño, temerosa de que la ira de su hijo se le saliera de control.
Thor rio indignado ante el discurso de su madre ¿Qué monstruo se imaginaba que era él? Soltó un fuerte suspiro implorando paciencia, mientras se pasaba las manos por el cabello tal vez por enésima vez, luego se volvió hacia la dama haciendo acopio de todo su autocontrol.
-Madre, te lo pediré una vez más, harías el favor de dejarnos solos.
-¿Para qué? ¿Qué necesitas hablar con él que no puede ser conmigo aquí?
-¡¡ESE ES ASUNTO MÍO!! –se exacerbó por fin causando un pequeño sobresalto en los dos frente a él.
-Thor escúchame – dijo dulcemente la matriarca en un intento de negociar con él.
-¡NO, TU ESCÚCHAME A MÍ!- espetó el rubio alzando la voz por primera vez a su madre, hecho que no paso inadvertido por la rubia- Desde que Loki llego te has cansado de repetirme una y otra vez que él mí problema ¿No es cierto? Que es mi responsabilidad al ser mi omega. Pues bien, no lo pediré amablemente una vez más. Por favor retírate.
-Pero Thor…
-¡AHORA!
-Bien. –dijo indignada poniéndose de pie. Le dio un beso en la frente al pelinegro para asegurarle que todo estaría bien y se marchó cerrando la puerta tan fuerte que parecía querer incrustarla a la pared.
Thor respiro profundamente tratando de recuperar la compostura, pero aquello le estaba costando cada vez más conforme veía a Loki temblar frente a él.
-Bien, -comenzó más calmado- Ahora dime que fue lo que pasó. –Pero el pequeño omega en lugar de responder comenzó a sollozar y oculto el rostro entre sus brazos. -¡Mírame cuando te estoy hablando! –le ordenó de una forma que no aceptaba contradicciones.
Loki alzo la vista y lo contemplo con esos ojos grandes y cristalinos por las lágrimas. Costaba creer que esa criatura tan celestial pudiera ser la causante de crear tanto caos a su alrededor.
-Quince minutos, tal vez menos, eso fue lo que duro tu estadía en el colegio. –le informó en una actitud ironica, la expresión de sorpresa de Loki le dijo que sabía de lo que hablaba. –Todo un mes de preparaciones, de arduos estudios, de tutores particulares para quince minutos de escuela. ¡Ni siquiera tomaste la primera clase! ¡¿Qué mierda pasó?!
-No… no lo sé. –contestó quedito.
-¡¿Cómo carajos no vas a saber?! –empezó a exaltarse nuevamente ante la actitud del chico. -¡¿Qué demonios pasaba entonces por tu cabeza?! Nunca y escúchame bien Loki, nunca en lo que lleva de existir ese colegio han expulsado a un Odinson ¡JAMAS! ¿Sabes la vergüenza que tuve que pasar el día de hoy al dar la cara por ti? Tuve que tragarme el orgullo y la rabia que sentía solo porque “el señorito” tuvo la genial idea de romperle la nariz a la querida hija de Karnilla Nornheim. ¿Tienes idea al menos de quien es ella? –Loki negó con la cabeza. –Por supuesto, tu qué demonios vas a saber. Que puede importarle a un niño como tú que ella sea una de las mujeres más importantes y peligrosas en nuestro medio. Que el trabajo de cientos de empleados que laboramos en Asgard se encuentre completamente en sus manos, que nuestro futuro éxito o la ruina de la compañía dependa de una maldita palabra suya. ¿Y todo porque? ¿Por una estupidez?
-¡Lo que me dijo no fue ninguna estupidez! –respondió el omega indignado por la forma en que Thor defendía el caso de la chica.
-¿Lo que te dijo?
-Dijo que era una puta barata, una trepadora ofrecida, una cucaracha insignificante para alguien como tú.
-¿Eso te dijo Amora?
-Si
-¿Y lo eres? Dime si todos esos apelativos denigrantes te describieron a la perfeccion.
-¡Por supuesto que No! –respondió tajantemente con un nudo en la garganta.
-¡¿ENTONCES PORQUE CARAJO TE IMPORTA?! –Le gritó- ¡Hoy por la mañana antes de entrar a le escuela creí haberte dejado claro lo que TU eres ¿No es así?! ¡¿Acaso no estabas escuchando?! ¿O mis palabras importan menos que los de una chiquilla estúpida?
-No… pe… pero es que….
-¡¿PERO QUÉ?! ¡DIME! –Lo interrumpió exasperado con su tartamudeo -¿Dime porque las palabras despechadas de esa escuincla pesaron más que las mías?!
-¡Eso no es cierto!-refutó el chico.
-¡POR SUPUESTO QUE SÍ! –Ahora estaba gritándole completamente descontrolado -¡Tan es así que lo que te dijo fue suficiente para que desataras el infierno sobre todos!
-¿E… el infierno?
-¡Por dios! ¡Tuvieron que llamar a los Bremsing para controlar el caos, a los paramédicos, la prensa local estaba ahí! ¡Varios chicos salieron seriamente lastimados, Balder entre ellos! ¡TANTO LE INDIGNO A LA DIVA LA MIERDA QUE ESCUPIÓ ESA ZORRA QUE NI TU SEGURIDAD NI LA DE BALDER TE IMPORTÓ! - rugió indignado el Alfa tomándolo por los hombros hasta ponerlo de pie y sacudiéndolo para hacerle entender.- ¡NI SIQUIERA TE DAS CUENTA DE LA MAGNITUD DE LO QUE TUS ACCIONES PUDIERON OCASIONAR! ¡DE LO QUE ESOS ALFAS PUDIERON HABERLES HECHO!
“Del miedo que sentí” –estuvo a punto de decir. En lugar de eso lo arrojó una vez más sobre el sillón y siguió dando vueltas como león enjaulado.
-Yo… yo no sé qué paso después… yo.
-¡POR FAVOR! – Desacredito sus palabras con una risa sarcástica.- ¡El que lo niegues no te va a eximir de tu culpabilidad!
-¡Es enserio! Lo único que recuerdo fue sentir mucho coraje, ante las palabras de Amora… luego de eso nada… hasta que llegaron todos y soltaron gases y agua sobre nosotros. ¡Te lo juro!- gritó bañado en llanto y arrojándose a su pecho para abrazarlo.
Pero Thor no le devolvió el abrazo, simplemente lo contemplo por un momento dudando de si creer o no su versión de la historia, las palabras del director estaban grabadas a hierro en su memoria:
-Lo siento, pero no podemos tenerlo aquí, por seguridad del alumnado –le había dicho luego de pedirle a su madre que se marchara, esta había estado tan indignada con la expulsión de Loki que casi se le iba encima al directivo. –Entiendo que esto represente una molestia para ustedes, pero deben entender, esta institución no está preparada para contener a alguien como él, lo que paso esta mañana es una muestra de ello. Lo mejor será que le busquen un lugar de acuerdo a sus necesidades.
-¿Pero dónde?
-En casa, tal vez. Le voy a ser honesto, un chico de su calibre es un peligro en cualquier lugar en donde se presente. Hasta que no aprendan a tenerlo controlado no se lo aceptaran en ninguna institución.
-Da gracias que el colegio no levantara cargos porque si no hasta hora ya estaría yo en la cárcel y tú con servicios familiares.
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-Tranquilo mi pequeño –le susurraba Odín a su hijo mientras este se aferraba temblando a él y enterraba el rostro en su pecho para aspirar su aroma y serenarse. –Te aseguro que todo va a estar bien.
-No mientras Loki se encuentre cerca –le aseguró con un temor que el alfa pudo percibir a través de su refinado olfato.
-¿A qué te refieres? –quiso saber, pero el omega no dijo más, se acurrucó como un pequeño cachorrito y se dejó llevar por las caricias relajantes de su padre.
Pero Balder no olvidaba, no podía hacerlo y tal vez no lo haría nunca.
Aun no comprendía muy bien lo que había pasado. No podía dejar de preguntarse ¿En qué momento su colegio se convirtió en un campo de batalla? ¿Cuándo fue que los tibios omegas se habían convertido en reinas de un aguerrido partido de ajedrez y cómo fue que los estúpidos alfas de cabeza hueca se habían transformado en bestias sedientas de la sangre de sus compañeros?
El sonido del gruñido de los alfas aun hacía eco en su cabeza, el chillido de los omegas que no alcanzaron a correr y se vieron envueltos en el enfrentamiento. Lo que parecía una disputa estudiantil se convirtió de pronto en una batalla campal.
Lo único que tenía claro eran dos cosas…que el culpable de toda aquella pesadilla había sido Loki y que aquel aterrador día estaría incrustado en su alma para siempre.