Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vainilla y Chocolate por Drakarys

[Reviews - 176]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mientras conducían de regreso a casa, Fandral no dejaba de atosigarlo con el asunto de la compensación. “Si la cagaste, lo lógico es que trates de compensar tu error”, habían sido sus palabras, pero para Thor no tenían mucha lógica.


-Acepto que tal vez le dije algunas estupideces, pero el empezó al montarme tremenda escena de celos. Así que, en teoría, estamos empatados ¿Qué no?


-¡No! –y el grito agudo de Fandral casi lo hace perder el control del volante. –Ok, tal vez tengas algo de razón, pero esa no es la cuestión.


-¿Y cuál es la cuestión entonces?


-¿Acaso no es obvio? –aunque el silencio de Thor fue respuesta suficiente para entender que, para el alfa, claramente no lo era. -¿Quieres ganarte los favores de Loki o no?


-Eso suena como si quisiera llevármelo a la cama.


-Técnicamente es eso ¿Qué no? El que tu prefieras desperdiciar ese valiosísimo tiempo en cosas tan vánales como ¡DORMIR! –Agregó en forma sarcástica, -es cosa aparte.


-¡Pobre Hogun! –le dijo con una sonrisa burlona- ¿Cómo consigue mantenerte saciado? Debe estar en los huesos.


-Te aseguro que no tiene queja alguna de eso, –le dijo quitado de la pena, mientras se apreciaba con vanidad en el espejo retrovisor.


-¡Deja ahí! –lo reprendió Thor dándole un manotazo. –Este espejo no es para eso. –Como odiaba que moviera sus cosas de lugar, algo que hacía muy seguido, sin embargo Fandral parecía prestar oídos sordos a sus quejas.


-No me cambies de tema.


-No lo hago, simplemente que no entiendo tu punto.


-Imagina esto como un negocio, –le dijo el omega en un esfuerzo para que el cabeza hueca de su mejor amigo le quedara claro el concepto.


-¿Un negocio? –preguntó confundido.


-Así es. Tú necesitas algo de este inversionista (que te disculpe, que regrese a tu cama, lo que sea). Así que lo que tienes que hacer es impresionarlo para que invierta en “tu compañía”.


-¿Te estas escuchando?- rio el alfa. Aquello le parecía hilarante - ¿Cómo puedes comparar mi enlace con una inversión?


-¡Por qué es la única manera que tu mente financiera entienda el concepto! –Exclamó el Omega. –Estas invirtiendo en este “negocio” para que, en un futuro, puedas cosechar los beneficios.


-Ok. Entonces, según tú, si quero llevar la fiesta en paz con Loki, debo mantenerlo contento.


-¡Exacto!- gritó Fandral triunfal.


Lo que nunca se imagino fue lo que Loki pondría en las “clausulas”…


¡UN MALDITO PARQUE DE DIVERSIONES!


¿Cuándo fue la última vez que él había asistido a un lugar así? ¿Tendría unos 8 quizá 9 años? Ni siquiera podía recordarlo. Y sin embargo ahí estaba él, embarcándose en semejante aventura a sus casi 30 años y todo por complacer los caprichos de Loki.


-Siempre quise ir a uno de esos lugares, –le había dicho tímidamente el lunes, luego de su “reconciliación”, y hasta este punto él no tenía ningún problema en complacerlo. –Býleistr nunca me quiso llevar cuando se lo pedí. Siempre solía poner pretextos para no hacerlo y cuando lo confronte me dijo que no iba a gastar tiempo y dinero en una tontería como esa, mucho menos tratándose de una persona tan insignificante como yo.


Y ante esas palabras Thor volvió a odiar a Býleistr, agregando otra piedrita al costal de las cosas que le cagaban de ese cretino; costal que además ya estaba bastante lleno. Bien, el no sería como Býleistr. Si Loki le pedía ir a uno de esos sitios, no le costaba nada complacerlo.


-Le pediré a Heimdall que te escolte, –le respondió -¿Quieres que Balder te acompañe?


-No. Creo que no me has entendido. Quiero que tú vayas conmigo.


¿Acaso era eso una jodida broma? La mirada llena de ilusión con el que Loki lo contemplaba le decía que: No, no lo era.


Y por si eso fuera poco, se empecino en escoger un día en el que estaba cargadísimo de trabajo.


-¿Por qué no lo dejamos para el fin de semana? –trató de negociar, pero el pelinegro fue rotundo en este tema.


-Tiene que ser el jueves.


-¿Pero porque el jueves? –Loki se limitó a encogerse de hombros sin darle una respuesta clara.


-Solo… me gustaría que fuera el jueves… -dijo quedito- Aunque claro, si estas muy ocupado o no te apetece…


-No, no es eso. -Thor sabía que lo que tenía ante él era el chantaje más descarado que hubiera presenciado en su vida, pero que remedio, según Fandral tenía que ceder. –Tengo que verlo con Liv, –dijo luego de un suspiro. –Liv es mi asistente y es quien lleva la agenda –se apresuró a decir antes de que Loki se comenzara a hacer ideas que no eran.  Al menos en este punto Loki tuvo la decencia de sonrojarse avergonzado.


Y fue así como terminó cancelando todos sus compromisos, importantes o no, y viajando en ese momento a bordo del Jet familiar con dirección a Orlando Florida, al parque temático de los estudios Universal. Pero valió la pena, el solo ver la emoción de Loki al subirse por primera vez en un avión no tuvo precio.


-No va a caerse ¿Cierto? –había preguntado cuando despegaron. Se hallaba tan tenso y pálido que Thor temió que enfermara.


-Bueno, nunca se ha caído cuando voy en él, pero para todo hay una primera vez –bromeó un poco y Loki abrió tanto los ojos que no pudo evitar reír a su costa. – ¡Estoy jugando!–le aclaró, pero eso no evito que le obsequiara un mohín que a Thor le pareció encantador. Al menos consiguió que su atención se desviara un poco y de esta forma se relajara. –Todo estará bien, –le aseguró tomándolo de la mano y trasmitiéndole a través de su aroma la seguridad que en ese momento necesitaba. –Confía en mí.


Y había funcionado. Ahora Loki se encontraba tranquilo mirando al mundo por la ventana, mientras él no podía dejar de contemplar cada una de sus expresiones de asombro.


¿Qué tenía ese niño que lo había hipnotizado?


Loki sintió la mirada de Thor sobre él y se volvió con una sonrisa encantadora. Thor al saberse expuesto se sonrojó hasta las orejas y desvió la mirada rápidamente, fingiendo estar concentrado en unos papeles que había llevado consigo y que en ese momento se suponía que revisaba.


-¿Vas a estar hacendó eso todo el día? –le preguntó Loki, levantándose de la comodidad de su asiento para ir hacia un pequeño comedor donde Thor trabajaba.


-¿Hacer qué? –le preguntó el rubio, fingiendo estar muy ocupado en sus cosas.


-Eso, –señaló los papeles que llevaba en la mano.


-Por supuesto que no. Una vez que lleguemos dejare todo esto aquí arriba.


-Es aburrido, –se quejó el omega y se dejó caer de brazos cruzados en el asiento frente a él.


-Lo es, pero es necesario. Asgard no va a detenerse porque yo me haya tomado el día ¿No te parece? Además, me ayuda a matar el tiempo, aún falta casi una hora para llegar.


-Podrías hacerlo conversando.


-¿Conversando? –y esta vez sí levantó la vista para mirarlo.


-Si. Ya sabes, lo que hacen las personas para conocerse ¿Acaso tu no conversas con nadie?


-Lo hago, –le contestó simplemente. Luego, cuando se dio cuenta que Loki esperaba que iniciara la conversación, optó por guardar los documentos en el portafolios y hacerlos a un lado. –Bien, –le dijo cruzándose de brazos y recargándose en el respaldo de su asiento, - ¿De qué te gustaría conversar?


-Pues… -Loki se removió nervioso, como si no supiera como plantear lo que quería, luego tomo aire para darse valor y simplemente lo dijo. –Hablemos de ti… -dijo casi en un susurro


-¿De mí? –aquello le extrañó en verdad. Hubiera pensado que sus intereses lo dirigirían a tópicos mucho más comunes, como por ejemplo la lectura  ¿Acaso había escuchado bien?


-Sí, –insistió, -háblame de ti. Me encantaría conocerte más allá de lo que dice la prensa.


-Ya veo –dijo acariciando su barba pensativamente. –Has estado leyendo las revistas de Balder.


-Sí, –contestó apenado, desviando imperceptiblemente la mirada. –Quería saber con quién me había enlazado.


-¿Y qué averiguaste? –tenia curiosidad por saber la imagen que tenía Loki de su persona.


-Que eres un gran alfa, –comenzó a decir con entusiasmo, tanto que hasta sus ojos brillaban.- Que te preocupas por tu compañía y por la gente que trabaja en ella. Que eres un exitoso hombre de negocios y que además te gusta mucho el deporte.


Thor odiaba la imagen que daban las revistas de él, no le dejaba margen a equivocarse como cualquier haría, propiciando que las personas lo vieran como una especie de Dios y no como lo que era… un simple e imperfecto humano que la cagaba mucho más veces de las que acertaba.


-También dicen que soy un conquistador empedernido y mi lista de amantes es muy larga, –agregó Thor con un poco de saña.


-Sí, eso también, -dijo muy bajito Loki, volviendo a fijar su mirada en la mesa. Thor suspiro ante esta actitud insegura que a veces le desesperaba.


-No deberías hacer caso a lo que dicen en esas revistas, –le dijo colocando un dedo bajo su barbilla y levantando su rostro para que lo mirara a los ojos. –Todas ellas están hechas de mentiras diseñadas para vender.


-¿Quieres decir que nada de eso es cierto? –preguntó con el brillo de la esperanza palpitando en sus ojos.


-No todo, -fue su escueta respuesta y retrocedió nuevamente para mantener la distancia entre ambos. – Yo diría que un 30% es verdad. Lo demás son inventos de mi madre y la prensa.


-¿Tu mamá?


-Es la directora del departamento de mercadotecnia. Mucho de lo que se dice de mí, ha salido de su manipuladora cabeza.


-¿Entonces no has andado con todas esas personas que se mencionan?


-Pues… -carraspeó incomodo, no le gustaba hablar de su intimidad; a menos, claro, que fuese con Fandral quien nunca pedía permiso para hacerlo. –La verdad es que suelo ser muy discreto con mis relaciones amorosas. Nunca me ha gustado el propagandismo, aunque como figura pública entiendo que eso es inevitable. Así que a menos que quiera a una legión de paparazis metiendo sus narices donde no le corresponde, prefiero darles voluntariamente algo de que hablar.


-¿Así que sales con todas esas personas para que se entretengan? –razonó.


-La mayoría son amistades a las que les conviene que las vean conmigo. –Por supuesto, el que se haya acostado con algunas de esas personas no lo pensaba abordar.


-¿Y qué hay de Sif?


-Que con ella? –ante esta mención Thor se tensó por completo. Sif era una cuestión completamente diferente.


-¿Es cierto que es tu prometida?


-Leíste los últimos artículos, –sentenció con un gesto agrio.


Por supuesto, su madre no podría haber sido más discreta. Recordar el antiguo compromiso había sido una maniobra maestra para zanjar por completo el tema de Amora y devolverles la jugada evidenciando a Karnilla. Pero en tremendo problema lo había metido ahora.


-¿Entonces lo es? -Y por supuesto, Loki no desistiría hasta saber la verdad.


Él no quería ocultarle las cosas y que luego estas lo lastimaran así que simplemente se lo dijo.


-Sí, lo es, –y pudo ver como a Loki se le rompía el corazón causando que el suyo propio doliera. –Es demasiado complicado, -trató de explicarle, pero Loki parecía no escucharlo debido a sus sollozos


Thor se levantó de su lugar y rodeó la mesa para sentarse al lado de su pequeño omega envolviéndolo entre sus brazos, mientras este se aferraba a él y estallaba en llanto contra su pecho.


-¡No quiero! –Gimoteaba con dolor –No quiero compartirte con nadie, mucho menos con una alfa que me relegará a un segundo plano. Yo te amo.


-Lo que tú sientes no es amor, –le dijo el alfa tratando de consolarlo. –Tan solo es un cariño muy grande…


-¿Cómo puedes tu saberlo? ¿Cómo puedes tu meterte en mi pecho y saber con esa seguridad lo que siento o no?


-Loki, apenas nos conocemos. Antes de que te marcara ni siquiera sabía que existías… ¡Y yo conocí a tu hermano en la universidad! Dudo mucho que tu hayas escuchado siquiera hablar de mi a pesar de ser amigo de Lorelei. Eres un niño que acaba de salir al mundo y que se deslumbra por todo. Yo un hombre que ha vivido bastante y que sabe exactamente lo que quiere. ¿Cómo pueden dos personas tan diferentes estar enamorados? ¿Cómo puedes amar a alguien desconocido para ti?


-¡Pero yo te conozco! –le debatió con ahínco –Sé que eres bueno y eso me basta ¿No te basta a ti? ¿No te sientes atraído por mí ni un poquito?


En este punto levantó el rostro y lo miro intensamente con sus ojos grandes y cristalinos, con sus mejillas húmedas y sonrojadas por el llanto, con un gesto de total anhelo que Thor se preguntó cómo carajos era que podía resistirse a él.


-Eres un omega precioso ¿Cómo no voy a sentirme atraído por ti? –Le concedió con una caricia que barrio sus lágrimas. –Pero la atracción no es amor. Es solo una manifestación de nuestros instintos más básicos. No hay experiencias mutuas que nos hayan podido acercar, cosas en común, recuerdos juntos, lo que en verdad sustenta una relación, lo que da origen y alimenta al amor.


-Pero podemos remediarlo ¿No? –se separó de sus brazos, parecía más decidido. –Sé que si nos esforzamos podríamos hacer que el cariño crezca y se convierta en algo más.


-¿Y cómo haríamos eso?


-No lo sé, tal vez empezando de nuevo, -se volvió hacia él con una sonrisa radiante, como si acabara de encontrar la respuesta al sentido de la vida. –Tal vez ese sea el origen de nuestros problemas, la forma en como nos conocimos. Debemos dar marcha atrás y reescribir todo eso, –le dijo eufórico, como si eso realmente fuese a funcionar.


Él no estaba seguro de eso, sin embargo, trató de darle el beneficio de la duda. Así que se puso de pie tal como le pidió que hiciera, mientras Loki se limpiaba las lágrimas y se reacomodaba la ropa.


-Bien. Imagina que soy un omega cualquiera, estoy sentado en una banca del parque y tú, pasas por aquí, –le narró, tomando su sitio en aquella obra imaginaria y fingiendo una pose casual. - ¿Qué harías? ¿Qué hubieras hecho en una circunstancia normal?


-­Pasar de largo, por supuesto, –dijo cínicamente y riendo luego del puchero que hizo el omega. -¿Qué? No suelo prestar atención a los omegas y menos tan niños, me recuerdan a mi hermano.


-¡Oh vamos! Se honesto contigo, eres un alfa. No vas a encontrar a un omega tan lindo como yo aquí solito y simplemente pasaras de largo ¿O sí?


-Tal vez no, –reconoció recorriéndolo apreciativamente con la mirada. Y es que con ese aroma tan agradable y adictivo que poseía, y que en ese momento liberaba por la emoción, era imposible ignorarlo.


-Bien, cambiemos de escenario, –le dijo poniéndose de pie y plantándose frente a él. –Estamos en una fiesta, ¿de acuerdo? –Thor asintió divertido por todo aquello, –así que lo más correcto sería presentarnos ¿No crees?


-Bien, –le tendió la mano, –soy Thor Odinson de empresas Asgard.


-¿Enserio te presentas así? –se burló de su formalidad.


-Regularmente. Hay que seguir un protocolo.


-Pero no estamos en un coctel de negocios. Estamos en una fiesta de alguno de tus amigos, en donde puedes ser libremente tú.


Y aquello último descoloco a Thor.


¿Dónde podía ser libremente él? ¿Es que acaso podía serlo? Siempre pensó que sí. ¿Entonces porque no podía recordar cómo era ser y comportarse libremente? ¿Cómo era él cuándo no estaba desempeñando su papel de empresario exitoso, imagen de una reconocida compañía de modas? La verdad es que no lo sabía. Todos sus comportamientos estaban pensados por y para Asgard, incluso su forma de conocer a la gente. Esto le daba una pista de que tanto había sido absorbido por la imagen que debía de interpretar. Y era curioso que ese pequeño viniera con su inocencia a revelárselo con la rotundidad de un mazazo en la cabeza.


-¿Sucede algo? –preguntó el pelinegro, al parecer preocupado por la forma en que Thor se había abstraído en sus pensamientos.


-No… solo… -levantó su mano para pedirle que guardara silencio, –dame un minuto.


Estaba procesando todo aquello y buscando en su interior a ese otro yo, al que actuaba de forma libre y espontanea. El que hablaba desde su corazón y no desde su cabeza analítica. Hacia tanto que no sabía de él ¿Qué habría sido de su existencia? Tal vez ese era el momento de saber a dónde había ido y si aún andaba por ahí. Sonrió.


-Bien, empecemos una vez mas ¿quieres? –le pidió y Loki asintió. –Así que… estamos en una fiesta.


-De algún amigo tuyo ¿Cómo me dijiste que se llamaba el omega…?


-¿Fandral?


-Si, Fandral. Imaginemos que cumplió años y echo la casa por la ventana.


-Eso sería algo que probablemente haría, –concordó con una sonrisa.


-¿En verdad? –preguntó fascinado, como si aquello le diera más realismo a la historia.


-Te sorprenderías de la clase de fiestas que Fandral suele organizar.


-¿Cómo son? –preguntó curioso, recargándose en la orilla de la mesa.


Thor recordó que Loki probablemente nunca habría estado en ninguna clase de fiesta como esas, o de ningún tipo.


-Pues… digamos que no aptas para menores como tú, –le soltó rascando su barba mientras rememoraba los excesos a los que acostumbraba su amigo y sonriendo ante todos aquellos morbosas anécdotas. Pero Loki aguardaba a que agregara más información, así que trató de recordar la menos comprometedora de todas. –Una vez rento un yate por todo un fin de semana, –le narró haciendo memoria. –Era requisito que todos usáramos un antifaz en todo momento, así tendríamos la libertad de comportarnos como nos viniera en gana sin el temor a ser juzgados. Aunque algunos pudimos reconocernos por el aroma, claro. Pero el objetivo era desinhibirnos, así que hubo de todo. El ultimo día, todos nos quitamos el antifaz a la vez y juramos un voto de silencio sobre lo que ahí aconteció, y esa es la razón por la no voy a contarte más.


-Eso se oye divertido. Imaginemos que nos conocimos en esa fiesta.


-¡De ninguna manera! –Exclamó aterrado ante esa perspectiva. –No hay poder en esta tierra que haga que tu estés en una fiesta de esas. No si puedo evitarlo.


-Solo lo estamos imaginando, –le recordó con una risita. –Además es perfecto. Así no tenemos que preocuparnos por nada, ni por la edad ni de dónde venimos, tampoco de quienes somos o cuanto tenemos. Simplemente seremos un chico omega que se topó con un alfa en una fiesta. Es más… -se volvió a todos lados, buscando algo que Thor desconocía, hasta que dio con una caja de pañuelos desechables colocada sobre una mesita auxiliar. Tomo dos de ellos y, con cuidado, les hizo dos orificios a la altura de los ojos. –Estos serán nuestros antifaces, –le entregó el suyo a Thor y luego procedió a hacer lo mismo con el suyo, tratando de adaptarlo a la forma de su rostro. –Empecemos de nuevo, –le dijo empujándolo hasta el otro extremo, donde se encontraba una pequeña barra con un servicio de bebidas, luego regreso hasta su puesto. –Tu estas ahí tomando algo y yo estoy por aquí pues…


-Bailando, –completó Thor al darse cuenta de que no sabía lo que se hacía en las fiestas.


-Pero no se bailar, –se lamentó Loki.


-Pero solo lo estamos imaginando ¿lo olvidas? –le recordó. –Además no necesitas saber bailar para hacerlo, yo soy pésimo bailando.


-De acuerdo, -acepto con una sonrisa. –Entonces estaba bailando y tú me ves aquí, todo sexy y te acercas, –le describió, mientras se movía al ritmo de una música imaginaria con movimientos torpes que simulaban sensualidad y que no hacían más que enternecerlo.


-De acuerdo, –rio ante la fantasía de Loki. Pero igualmente decidió seguirle el juego.


Si su temperamento omega necesitaba sentirse apreciado, elegido y pretendido, bien, él podía darle el gusto. Así que, como ya era costumbre en ese tipo de ambientes, camino con toda la seguridad y el porte que lo caracterizaban rumbo a su presa; con la mirada fija en ella, dejando escapar su esencia para intimidar a todos los posibles rivales que pudieran haberse interesado en aquel hermoso pequeño… aunque estos fuesen imaginarios.


–Hola, –le dijo estando a escasos centímetros de él, con el tipo de voz profunda y suave que sabía, hacia estremecer a su víctima. Y tal como siempre sucedía con ellas, Loki se agito ante su presencia, liberando inconscientemente su deliciosa esencia; mientras se sostenía de lo más próximo que encontró que resultó ser el respaldo de uno de los sillones, cuando sintió que le fallaban las piernas. –Mi nombre es Thor.


-Yo… yo… hola, –tartamudeo nervioso. -Yo soy Loki, –le dijo con una sonrisa encantadora aspirando una fuerte bocanada de aire para tranquilizarse. –Tu esencia me resulta familiar ¿nos conocemos de algún lado?


-No lo creo. Recordaría unos ojos tan preciosos como los tuyos, –y ante esta respuesta, las mejillas de Loki se encendieron como dos luces de tránsito, causándole mucha gracia al rubio. -¿Qué pasa?


-¿Sueles ser así de directo con alguien que acabas de conocer?


-Si me gusta sí.


-¿Y yo te gusto? –preguntó sorprendido por su respuesta. Thor avanzo reduciendo la distancia que los separaba y con su dedo índice levanto su rostro por la barbilla para que lo mirara a los ojos cuando le respondiera.


-Sí, –le contestó, sorprendiéndose de sentir en lo más profundo de su corazón que aquello era verdad, –me gustas mucho. –Luego quito con cuidado los improvisados antifaces y atrapó sus labios con los suyos de forma cariñosa, obsequiando a ambos con un cálido beso y arrancándole suspiros a Loki.


 


0o00o0o0o0o0


 


Thor supo que había sido desplazado en el interés de Loki tan pronto pusieron un pie en Universal Orlando. El omega estaba tan maravillado que no sabía dónde posar su vista o qué lugar visitar en primer lugar.


-Tenemos todo el día, -le aseguró divertido con su entusiasmo. Luego se dio cuenta de la magnitud de sus palabras cuando fue arrastrado por todo aquel inmenso lugar.


El cómo alguien como Loki tenía conocimiento de todas aquellas películas, era un misterio. Pero ya fuera que las conociera o no, de igual forma se estaba divirtiendo a lo grande. Brincaba excitado ante cada nueva experiencia que se le presentaba, mientras Thor era remolcado por su hiperactivo omega.


Lo primero que hizo fue treparlo a una infernal montaña rusa, la cual subía, bajaba y giraba a toda velocidad, recordándole a Thor porque no debió desayunar aquella mañana. Y mientras el devolvía el estómago en el contenedor más cercano, Loki se divertía en un pequeño kiosco seleccionando las fotos que fueron tomadas durante su recorrido, y en donde su cara de terror quedaría plasmada para la eternidad.


Verlas fue verdaderamente bochornoso, pero no tanto como esperar turno en una fila de niños para tomarse una foto con Bob Esponja.


¡Bob Esponja!


¿Hace cuánto que no veía esa caricatura? Probablemente desde que Balder era apenas un cachorro.


Pero esa no fue la única montaña rusa a la que tuvo que subirse. Estaba “la venganza de la momia”, y “el duelo de dragones” del universo de Harry Potter y Loki parecía adicto a esa clase de adrenalina porque se subieron al menos dos veces a cada una (y la de los dragones era doble). Mientras que el prefirió más los simuladores como el de transformer en tercera dimensión o el juego de MIB donde ganabas puntos matando extraterrestres.


Hicieron una pausa para recorrer Springfield y comer en el puesto de tacos del hombre abejorro, acompañando sus burritos con un tarro de cerveza Duff, al menos en el caso de Thor.


-Ni se te ocurra beber cerveza –le advirtió.


Ya había tenido suficiente con toda la azúcar que había consumido en el universo de Harry Potter, donde se había surtido de una tonelada de dulces en la tienda de los gemelos Weasley y probado todos los helados, por extraños que parecieran, en la nevería de Florean Fortescue. No pensaba aguantarlo ebrio, además.


-Pero no tiene alcohol –protestó.


-Por si acaso.


Sin embargo, no pudo negarle una caja de donas como las que le gustaba devorar a Homero Simpson, mientras observaban el desfile de personajes por las calles de aquel lugar.


Pero el colmo había sido tener que lucir una “linda” playera amarilla con el rostro de un minion, mientras Loki portaba una morada de minion malvado, muy acorde a su parecer.


-Mira –le tendió un reloj de pulsera, con un minion también, –me parece que te gustan los relojes


-¿De dónde has sacado eso? –le preguntó tomando el curioso artículo, llevaban ya media hora en la tienda de regalos de mi villano favorito.


-He visto muchos en tu vestidor, –contestó distraídamente admirando una figurilla de minion disfrazado del capitán América.


-¿Has estado fisgoneando en mis cosas? –le preguntó con la ceja levantada. Loki al darse cuenta de su desliz se puso completamente rojo y trato de desviar la atención mostrándole unas pantuflas. -¿Loki?


-Bueno… yo… tal vez… solo un poquito… -le confesó abochornado. –Pero es que quería saber más de ti, –se apresuró a justificarse. –Uno puede saber muchas cosas por las pertenencias de una persona.


-¿Ah sí? ¿Cómo cuáles? –le cuestionó fingiendo un enojo, el cual tendría más rotundidad de no ser por la gorra con un ojo gigante que Loki le había obligado a portar.


-Pues por ejemplo… que tu color favorito es el azul, –contestó con completa seguridad. –Todos tus trajes son en tonalidades de ese color.


-¿Así que mi color favorito es el azul? –repitió acariciándose la barba con una mano, como si analizara profundamente aquella conclusión. Luego, no pudo evitar echarse a reír por ella.


-¿Acaso no te gusta el azul? –le preguntó inseguro por su reacción.


-Si, claro. Pero no es mi favorito.


-¿Entonces porque toda tu ropa es azul? –Loki parecía no encontrarle sentido, así que se lo aclaró.


-Son los colores de Asgard, –dijo como si todo lo demás se explicara por si solo y cuando vio que Loki no entendía la cuestión agrego. - Veras, cuando mi abuelo dirigía Asgard los colores con los que se le asociaban era el negro y el dorado, colores sobrios y elegantes, pero demasiado anticuados. Cuando mis padres tomaron las riendas de la compañía quisieron inyectarle una imagen más “moderna”. Fue entonces que a mi madre se le ocurrió un spot donde aparecieron varios niños pequeños, entre ellos yo. En aquel comercial yo aparecía vestido con los colores azul, rojo y plateado; colores, por cierto, favoritos de mi madre. Y cuando la gente se empezó a dar cuenta que el pequeño y regordete rubio, que al parecer les encantaba, era en verdad el heredero de Asgard, me empezaron a convertir, sin querer, en la imagen de la compañía y a asociarme con los colores con los que me vestía mi madre a menudo. No estoy muy seguro de cómo funciona, pero es como cuando piensas en Coca-Cola y te viene a la mente el color rojo. Cuando piensas en Asgard piensas en Azul y plata y por supuesto, al ser yo la imagen de la compañía, debo vestir con esos colores.


-Ya veo, –dijo Loki tratando de comprender como funcionaba todo eso y Thor no dudo ni por un segundo que estaba tomando nota para investigarlo más tarde en la biblioteca de la casa, como casi todo lo que no entendía. -¿Entonces cuál es tu color favorito?


Thor sonrió de lado ¿Es que a esa altura y con lo observador que era no lo había averiguado ya? Se quito la gorra y la coloco nuevamente en la estantería antes de inclinarse hasta estar a su altura y mirarlo directamente a los ojos.


-El verde, por supuesto, –le dijo sin más, dándole un pequeño golpecito en su nariz.


 


0o0o0o0o0o0


 


Ya para el final se sentaron a orillas de un lago a presenciar el espectáculo “100 años de recuerdo de película”, acompañado de luces y fuegos artificiales que no dejaban de maravillar al pequeño omega.


-¡Este ha sido el mejor cumpleaños de mi vida! –exclamó entre lágrimas de felicidad.


-¿Tu cumpleaños? –Thor se giró hacia Loki, quien se encontraba recargado en su hombro. Fue entonces que entendió la insistencia de ir el jueves y no cualquier otro día. -¿Por qué no me lo habías dicho antes? –Le preguntó, -pudimos haberlo festejado.


-Lo estamos haciendo, –le dijo con una sonrisa satisfecha, –además no tiene importancia.


-¿Cómo no va a tener importancia tu cumpleaños? –aquello, por alguna extraña razón lo hacía sentir irritado.


-Pues nunca antes lo había celebrado, así que realmente no importa mucho, –y esta vez, la forma en que Loki lo había soltado estaba salpicada de un dolor que se esforzaba en ocultar, pero que no pasó desapercibida para Thor.


-Para mí si tiene importancia, – sentenció. Luego se puso de pie y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.


-¿A dónde vamos?


-A festejar tu cumpleaños.


-¿A dónde?


-Sera una sorpresa, –le aseguró.


Y luego de estar de vuelta a bordo del Boeing 747 del Asgard Air, puso todos sus contactos a la orden para asegurarse que así fuera. De modo que 8 horas y media después, estaban arribando a su destino.


-Loki, –le sacudió gentilmente por el hombro para despertarlo.


Tan pronto como habían abordado, el omega había caído rendido en la confortable comodidad de la cama matrimonial que se encontraba en la habitación del jet.


A pesar de haber salido rayando la media noche de Orlando, por la diferencia de horarios entre países, estaban llegando cerca de las seis de la tarde, justo cuando se ocultaba el sol.


-¡Estamos en Francia! –exclamó Loki despertando por completo cuando descendieron del avión.


-Así es, esto es Paris.


Tal vez Thor desconocía la fecha en que Loki cumplía años, pero lo que si sabía era que había nacido en Francia, ya que era el país de origen de su madre.


A pesar de eso, Loki nunca había estado ahí. Luego de su nacimiento, su padre lo llevó consigo a Inglaterra, de donde era Laufey. Ahí fue educado bajo los estrictos estándares de etiqueta londinenses durante casi toda su infancia, para luego mudarse a Nueva York por los negocios de su padre. Cuando este murió, le pidió a Býleistr que lo llevara a conocer Paris y visitar la tumba de su madre que ahí se encontraba. Pero, como era de esperarse, también se negó.


Thor siempre había aborrecido a Býleistr. Se habían conocido cuando ambos cursaban finanzas en Harvard y sus temperamentos chocaron de inmediato. Býleistr era un alfa puro como Thor, de buena cuna y distinguidos ancestros de los que se jactaba cada que tenía oportunidad. Poseía unos modos altivos y déspotas que a veces solían desquiciar a Thor, pues, mientras que en Loki (que se desenvolvía de la misma manera) esto le daba un aire elegante y encantadoramente sensual, en Býleistr lucia prepotente y petulante.


De esto venían conversando mientras se trasladaban al corazón parisino, en donde Liv se había encargado de hacerles las reservaciones.


-¡Le Meurice! –exclamó Loki casi sin habla cuando bajaron de la limusina ante los arcos de lo que lucía como un hermoso palacio.


-Así es, –dijo Thor con una sonrisa de satisfacción ante la expresión maravillada del pequeño omega.


-He leído mucho sobre él, –le fue diciendo mientras atravesaban las puertas giratorias y se dirigían al lobby, un lugar de techos altos, piso de mármol negro y paredes blancas con relieves dorados. –Este es el lugar donde suele hospedarse la realeza.


-Eso es correcto. Bonne nuit, –se dirigió a la recepcionista en francés.


-Bonne nuit, –le contestó una elegante beta con cortesía.


- Nous avons des réserves au nom de Odinson


- Permettez-moi, –le pidió la chica y mientras buscaba sus reservaciones Thor se entretenía contemplando como Loki admiraba cada detalle de aquel lugar.


-También se han hospedado personajes como Salvador Dalí y Andy Warhol, –continuó diciendo Loki, mientras se contemplaba en los espejos de escarcha que formaban parte de la decoración.


-¡Loki! –le llamó la atención Thor cuando notó como el pequeño escribía sus iniciales con su aliento sobre la superficie del cristal.  Loki simplemente sonrió con travesura.


Luego de que el alfa firmara los papeles correspondientes, fueron guiados por un botones al ascensor donde subieron hasta el séptimo piso, a la suite “Belle Etoile”.


-¡Por todos los Dioses! –exclamó Loki impresionado por aquel sitio, entrando como bólido en la habitación y revoloteando por todo el lugar admirando cada detalle.


-Merci –despidió Thor al botones.


La Belle Etoile era un tesoro de arte. Los muebles estilo Luis XVI te trasportaban a otro tiempo, mientras que artículos tales como la televisión de pantalla plana, te brindaban las comodidades del mundo moderno.


El lugar contaba con una antesala previa a la suite principal, donde enormes ventanales permitían admirar los monumentos representativos de la ciudad y que daban paso a una amplia terraza con vista de 360°, desde donde se podía contemplar todo Paris.


Una cómoda cama con dosel azul media noche aguardaba en la alcoba, donde Loki comprobaba su comodidad dejándose caer sobre el edredón plateado. Luego, y casi de rebote, se puso de pie y se dirigió al baño.


-¡Madre mía! Tenemos jacuzzi, –le escuchó gritar. Thor simplemente sonrió mientras lo seguía, no quería perderse ninguna de sus expresiones.


-¿Quieres probarlo? –le preguntó recargado desde la puerta de aquel majestuoso baño de mármol.


-¿Puedo? –parecía que no podía creer que eso estuviera pasando.


-Por supuesto.


Y como si ese fuera el permiso que necesitaba, Loki comenzó a desprenderse de sus ropas a la velocidad de un rayo, ocasionando que Thor se sonrojara al contemplar, como un idiota, la perfección de ese cuerpo; la blanca y tersa piel en toda su extensión y las firmes y bien formadas piernas… ni hablar de su pequeño y redondito trasero.


-Yo… yo… -tartamudeó tragando en grueso, luego, prefirió darle la espalda para brindarle privacidad y al mismo tiempo tratar de recomponerse y disimular la erección que se había levantado “ipso facto”. –Te… te espero en la habitación, -carraspeó para aclarar su voz, de pronto la garganta se le había secado. -Liv nos dejó ropa para esta noche.


-De acuerdo, -dijo distraídamente el omega mientras entraba en la tina, ajeno de todas las intensas sensaciones que había despertado en el mayor al mostrar inocentemente su desnudez. 


Thor no solo salió del baño… huyó.


¿Cómo le hacia Loki esas cosas? ¿Acaso creía que era de piedra? Bueno, en ese momento, una parte de su anatomía ciertamente lo era, y lo peor es que no encontraba una forma rápida y eficiente de deshacerse de ella que no implicara tomar a Loki por las caderas y ensartarlo en su pene.


Mejor pensar en otra cosa. Así que optó por revisar los mensajes de su móvil.


-Sif, –murmuró al reconocer el número de donde provenían las diez llamadas perdidas en su pantalla. Se debatió entre marcarle y saber que necesitaba, al parecer, con urgencia o simplemente ignorarla; se decidió por la segunda. Arrojó el celular sobre la cama y procedió a alistarse para la cena.


 


0o0o0o0o0o0o0o0


 


El restaurant Le Meurice Alain Ducasse estaba inspirado en el Salon de la Paix en el palacio de Versailles.


El entorno majestuoso había sido cuidadosamente mejorado con toques juguetones como el mobiliario, dos pantallas decorativas y una escultura que capturaba el movimiento del agua.  Estos toques modernos se entremezclaban perfectamente con los antiguos espejos, los candelabros de cristal y los frescos elegantes que decoraban las paredes. Creando un entorno de realeza y distinción.


Pero nada de eso se comparaba a la cándida belleza e inocente sensualidad que exudaba Loki por cada poro de su piel. Cada movimiento, cada gesto, cada palabra dicha en perfecto francés era una caricia al libido de Thor; el niño juguetón del parque de diversiones en Orlando había desaparecido y en su lugar se encontraba un refinado adolescente pulcramente vestido con un elegante frac, camisa blanca y corbata de moño, comportándose a la altura de aquel importante lugar.


-Bonsoir Messieurs, je m'appelle Mauris et je serai votre serveur ce soir (buenas noches caballeros, mi nombre es Mauris y sere su mesero esta noche)- se presentó un atractivo beta pulcramente vestido- ¿Aimez-vous commander? (gustan ordenar)


Thor cedió el turno a Loki como lo indicaba la etiqueta, algo que sorprendió gratamente al pelinegro puesto que, según su hermano, en sitios como ese los omegas no tenían permitido escoger nada del menú;eso era un privilegio que solo los alfas tenían.


-Te lo agradezco, pero no suelo venir a lugares como estos y no sabría que ordenar ¿Podrías hacerlo por ambos? - dijo el omega con un leve sonrojo en sus mejillas que encanto y enterneció por igual al alfa.


-Por supuesto, -respondió con una sonrisa que le dio seguridad a Loki. -Dès l'entrée, apportez-nous des langoustines croustillantes, du fenouil / citron pour le jeune homme et pour moi du topinambour des Pays de la Loire, tuber melanosporum. D'assiette forte Veau de grain de soie, anguille, olives pour moi et pour les jeunes Poulet de la ferme Culoiseau, girolles et céleri.


(De entrada, nos trae por favor Crispy langoustines, fennel/lemon para el joven y para mi Jerusalem artichoke from Pays de la Loire, tuber melanosporum. De plato fuerte Silk grain veal, eel, olives para mí y para el joven Chicken from Culoiseau farm, girolles and celery)


- Excellent choix monsieur, tout vin pour accompagner votre dîner (excelente elección caballero, ¿Algún vino para acompañar su cena?)


- Une bouteille de Señorio de la tautila et un verre de Henri Jayer Richebourg Grand Cru pour moi (una botella de Señorio de la tautila  y una copa de Henri Jayer Richebourg Grand Cru para mí)


 -¿Señorío de la tautila?- pregunto Loki con interés.


-Es un vino sin alcohol, no pretenderás que te de vino tinto para la cena ¿O sí?


Cuando los platos fueron servidos, Thor vio fascinado como el joven omega se desenvolvía con elegancia utilizando los diferentes cubiertos para cada plato, así como la forma en que sus delicados labios se posaban en el filo de la copa.


-¿Por qué me miras tanto?- pregunto apenado mientras limpiaba elegantemente su boca con la fina servilleta.


-Para no frecuentar sitios como este te desenvuelves como pez en el agua, incluso mejor que mucha gente con la que he tratado.


-Býleistr fue muy estricto con lo referente a la etiqueta. Decía que era de suma importancia que no avergonzara a mi alfa si debía acompañarlo a un sitio como este. Aunque era poco probable que algún día me trajeran a un sitio como este, -murmuró esto último.


-Tu hermano es un tarado, -le dijo Thor con una seguridad que dejó pasmado a Loki.


-Mencionaste que se conocían, -recordó lo que había dicho el alfa en el Jet.


-Así es, de la Universidad.


-No parece que tengas una buena opinión de él.


-Porque no la tengo. Tu hermano es un pesado y un idiota y entre más se de él mi opinión no hace más que arraigarse. –Loki hizo una mueca extraña que pareció querer ser una sonrisa y Thor recordó que era de su familia de quien estaba hablando. –Lo siento.


-¿Por qué?


-Es tu hermano y técnicamente es mi cuñado ahora. No debería referirme a él de esa manera.


-Yo también pienso a veces que es un idiota, –dijo con una sonrisa tímida.


-¿A veces? –preguntó con sarcasmo.


-Bueno, casi siempre, –concedió convirtiendo su sonrisa en una risa genuina y encantadora que alegro el corazón de Thor. Esta era la forma como deseaba contemplarlo siempre.


-¿Por qué nunca celebraron tu cumpleaños? –y quiso darse de topes en la mesa cuando la sonrisa de Loki se desvaneció.


-Mi madre murió dándome a luz. Býleistr decía que era una falta de respeto a su memoria celebrar el día de su muerte.


-Tu madre te hizo un regalo hermoso, –le dijo el alfa tomándolo de la mano, -no creo que su idea fuera que desperdiciaras ese regalo en lamentaciones. La vida solo se vive una vez y hay que aprovecharla. Dime, –intento cambiar de tema- ¿Has pensado que vas a estudiar más adelante?


-¿Estudiar? –parecía no comprender a que se refería.


-Una carrera. ¿Has pensado a que te vas a dedicar? ¿En qué vas a invertir tu vida?


Loki enmudeció, no parecía haber pensado nunca antes en esa cuestión. Por lo que él tenía entendido, debía dedicar su vida a su alfa y a la crianza de los cachorros que tuviera con él. Así se lo hizo saber a Thor.


-¿Y es eso lo que verdaderamente quieres? ¿O solo es una idea que tu hermano te metió en la cabeza? –Thor sabía que probablemente era más la segunda que la primera. –Escucha. Está bien si es eso lo que quieres, pero es importante que sepas que no es lo único en la vida. Existe un mundo allá afuera que está esperando por que lo descubras. No te quedes solo con lo que tu hermano te dijo que te correspondía por haber nacido omega. Vive Loki.


Este asintió enternecido por sus palabras, con un nudo en la garganta que le impedía hablar, pero que, por supuesto, no le impidió continuar degustando de las delicias que habian ordenado para esa noche.


Justo cuando estaba a punto de pedirle un postre a Thor, un mesero se acercó llevando en sus manos un apetitoso pastel de vainilla decorado con frutas exóticas, parecido a las canastas tropicales que Helga le preparaba. Tenía además una vela que arrojaba chispas de pirotecnia.


-Feliz cumpleaños Loki –lo felicito Thor.


-Deberían ser dieciséis velas ¿No? –preguntó emocionado por la sorpresa.


-Es una porque es el primer cumpleaños que celebras… el primero de muchos que celebraremos juntos, te lo prometo. –Y ante estas palabras el rostro del omega se sonrojó. –Pide un deseo, –le recordó Thor cuando las luces se habían extinguido y solo quedaba una diminuta flama.


Loki sonrió travieso y luego de llenar sus mejillas con aire, procedió a apagar la vela de su pastel. Definitivamente ese estaba siendo un cumpleaños memorable.


-¿Comme servir le gâteau? –preguntó el mesero.


-S’il vous plait -Concedió el alfa, y el mesero procedió a partir y servir el pastel.


-¿Sucede algo? –preguntó Loki al ver el ceño fruncido con el que Thor contemplaba la pantalla de su móvil.


-Es de Asgard, parece que hubo un problema. Merci –despidió al mesero en cuanto termino su labor.


-¿Y es muy grave?


-Espero que no. Tengo que hacer una llamada ¿Te molestaría esperarme un momento? –le preguntó.


-No, por supuesto, -le respondió  y Thor se puso pie rodeando la mesa hasta llegar a Loki, donde se inclinó para probar un dulce beso con sabor a pastel de frutas.


-Ya vuelvo, –le prometió relamiendo sus labios y luego se fue.


Loki se quedó ahí, disfrutando su pastel, debatiéndose entre sí pedir una rebanada más seria lo correcto. Y justo cuando se había decidido y estaba a punto de atacar su pastel, una voz familiar llego a sus oídos.


-Mira nada más a quien tenemos. De todas las personas con quien no esperaba encontrarme, tú encabezabas mi lista.


-¡Býleistr! -exclamó Loki con el rostro lívido. Ciertamente, él tampoco pensó encontrarse con él ahí.


-¿Se conogcen?- preguntó la hermosa alfa que lo acompañaba, con un marcado acento francés.


-Es el desafortunado segundo miembro de mi familia, -contestó Býleistr, sin apartar su fría mirada del omega.


-¿Engtoncegs es tu hegmano?


-Bueno, -sonrió con sorna, –yo difícilmente consideraría hermano a un insignificante omega, en especial cuando ni siquiera puede llamarse como tal.


De pronto, todos esos adjetivos despectivos con los que cruelmente lo llamaba Býleistr vinieron a su mente: “defectuoso”, “inservible”, “un ser que ni siquiera tiene lo necesario para poder hacer algo tan básico como aparearse”;  todo porque su celo no se presentaba como era de esperarse.


Loki apretó con impotencia la servilleta en su regazo y bajo la mirada antes de que las lágrimas se escaparan de sus ojos, no quería darle el gusto a su hermano de saber que sus palabras aún le afectaban. Aunque para Býleistr, eso carecía de importancia, igualmente parecía divertirse con su humillación.


-Dime, ¿Esta el idiota de tu alfa contigo? –buscó con la mirada mientras Loki negaba silenciosamente con la cabeza.


-Fue a atender una llamada -murmuró el joven.


-Veo que están celebrando algo, –le dijo señalando con un gesto despectivo el pequeño pastel sobre la mesa - ¿Qué es? ¿Su primer semestre de relación? ¿su futuro matrimonio con Sif? O que al fin logro salir de la sombra de su padre y ser alguien por sí mismo. ¡Ya sé! -exclamó viendo que el pastel se hallaba cerca de Loki. -Están festejando que al fin te llego el celo como un omega normal, porque de ser así ¡Hombre! Hasta yo aplaudiría que te hubiera traído a un lugar como este.


-¡Sabes de sobra el motivo del festejo! -contestó el pelinegro con los dientes apretados, pero aun sin atreverse a levantar el rostro.


-Claro… ¿cómo olvidar el día en que asesinaste a mi madre? -espetó mordaz.


-¡Yo no la asesine! –gruñó encarando por primera vez a su hermano. Estaba arto de que lo siguiera culpando.


-¿Y como le llamas al hecho de que haya muerto dándote a luz? ¿Que se haya desangrado hasta la última gota sin que los médicos pudieran hacer nada para evitarlo? -siseó furioso inclinándose sobre él, con un tono de voz tan bajo que apenas era escuchado por ellos dos.  –La destrozaste por dentro. Ella dio todo por ti ¿Y para qué? –Se irguió altivo repasando a Loki con una mirada de desprecio. -Para traer al mundo a un insignificante omega que no hizo más que llenar de deshonra a nuestra casa.


-¡BASTA! –Gritó poniéndose de pie -¡No más, Býleist! ¡No más!


De pronto todas las miradas estaban puestas sobre ellos.


-Monsieur Býleistr… -dijo la dama apretando un poco su brazo tratando de contenerlo, lo que menos deseaba era una escena en aquel lugar, pero el alfa la ignoro olímpicamente


-Mira nada más, –rio sarcástico, –el convertirte en un Odinson te ha vuelto tan altanero e insolente como ellos. Parece que se te ha olvidado cuál es tu lugar.


-Se perfectamente cual es mi lugar, gracias, -contestó en el mismo tono. –Te has encargado de recalcármelo desde que tengo memoria.


-Pues tal parece que no hice un buen trabajo si tienes el cinismo de venir aquí a Francia, al lugar donde descansan los restos de MIS padres, a burlarte de su memoria.


-¡También son mis padres!


-No recuerdo que padre te llamara nunca hijo. Pero no voy a discutir ese asunto contigo. Dime ¿No te parece que el idiota de tu alfa ya se tardó? ¿En verdad fue a hacer una llamada o solo fue el pretexto que uso para librarse de ti? Tal vez encontró una presa mas apetecible y en este momento se encuentra ensartándosela en algún lugar apartado.


-Las hienas creen que todos son de su calaña, -exclamó una potente voz atrás de ellos.


Býleistr sonrió altaneramente ante el semblante tenso e intimidante de Thor.


-Odinson, precisamente hablábamos de ti.


-Pude notarlo, créeme. Siempre me he preguntado como le haces para no atragantarte con tanto veneno.


-El ser directo y preciso no me hace venenoso, mi estimado Thor.


-¿Thog Odinson?- preguntó la dama al caer en cuenta de quien tenía adelante- ¿El hegedego de Asgagd Ingdugstiegs?


-Efectivamente -dijo el rubio volviéndose hacia la acompañante de Laufeyson –Disculpa, no sé con quién tengo el gusto.


- Gisselle Dumont, trgabajo en….


-L'économiste –completó, sorprendido a su vez por su interlocutora. –He leído tus artículos relacionados con arbitraje financiero y participación Preferentes, entre otros. La verdad debo pedir una disculpa, jamás imagine que Gisselle Dumont fuese una dama tan encantadora, -concluyó el rubio mientras besaba caballerosamente el dorso de la mano de la alfa, algo que de inmediato molesto a los hermanos Laufeyson.


-Como siempre tan corto de imaginación, -comentó su oponente, tomando a la alfa por la cintura para marcar su territorio. Loki hizo otro tanto colgándose del brazo de Thor.


-No seas magl edugcado Býlgeistg –sentenció la alfa.- Un gugsto paga mí también. Su ensayo sobge Bache inflagcionista es gealmente asombgoso, -dijo la chica con una sonrisa. – ¿Debo engtongces sugponeg que ugsted y monsieur Laufeyson song pagientes?


-¡De ninguna manera! -exclamaron los dos a la vez.


-Thor es el infortunado alfa de Loki, -le aclaró Býleistr. –Odinson, puedo percibir que aun no lo has reclamado ¿Acaso será que tu omega no tiene lo suficiente para despertar el “deseo” de un alfa de tu supuesto calibre? ¿O será que la virilidad  de la que tanto se te hace alarde no es más que mera publicidad?


-Thor ha sido muy respetuoso conmigo, –espetó el joven en defensa de su alfa.


-“Respetuoso”, curiosa palabra. Y me pregunto… ¿Para qué? En todo caso te hubiera “respetado” antes. Aquel día en que por “azares” del destino coincidieron en el departamento de esa zorra. Ahí debió haber hecho gala de ese auto control del que tanto presumían en la universidad, en lugar de actuar como la bestia que todos sabemos que es, cometiendo aquel infame estupro. Así que ahora para qué tanta mojigatería si ya eres de su propiedad.


-¡Loki NO es de mi propiedad! -gruñó Thor, y estuvo a punto de írsele encima si Loki no lo hubiera jalado por el brazo, sin embargo eso no evito que liberara hormonas territoriales. –El que sea mi omega no lo convierte en un objeto del cual se pueda disponer.


-Monsieur Býleistr cgreo que segría mejog gretiragnos a nuegstra mesa. Estamos llamangdo la atengcion -murmuró la dama dando un ligero apretón a su acompañante, pero nuevamente la ignoro.


-Odinson, conmigo puedes dejar las hipocresías de lado, se perfectamente lo que es un descontrol; a mi mismo me ha pasado así que no quieras darte baños de pureza. Con todo, debo reconocer que el pequeño siempre ha tenido su encanto. Es una bella joya a la cual exhibir y poseer; no por nada hubo muchos interesados en él antes que tú te lo apropiaras a la mala.


-Loki es un ser excepcional, -soltó Thor con orgullo acercándolo a su cuerpo. –Es una lástima que sujetos tan ciegos como tú no tengan la capacidad de apreciarlo.


-En eso te equivocas, siempre estuve consiente de su potencial. Tiene un rostro hermoso, un cuerpo de líneas estéticas que instigan a ser recorridas, un trasero redondo, firme y bien definido. Sus ojos, junto a ese gesto de inocencia que invita a ser corrompido, son unos de sus más grandes atributos. Es capaz de incitar la virilidad de cualquiera. Aunque bueno… no de cualquiera, –agregó con sorna mofándose de él, –o de lo contrario ya lo habrías tomado. –Thor gruñó con fuerza mostrando sus colmillos en clara muestra de ataque, pero Loki se interpuso entre ambos liberando inconscientemente algo de su esencia para tranquilizarlo. - ¿Pero que tenemos aquí? -preguntó Býleistr sorprendido -¿Eso que percibe mi olfato es el aroma de un omega “normal”? Mis felicitaciones Odinson, tuviste el lujo de hacerlo funcional.


-¡Loki siempre ha sido un omega funcional! –le espetó Thor a punto de írsele a la garganta. Si no lo hacía era porque para su desgracia era hermano de Loki, pero ¡Carajo! Como le estaba costando contenerse. –Él no es culpable de tener por hermano a un completo imbécil con cerebro de maní.  


-Thor, –le susurró Loki rogándole con la mirada que dejara las cosas asi. Estaba temblando, temiendo por un enfrentamiento que no acabaría nada bien.


Thor recordó que esa no era la forma en que deseaba que pasara su cumpleaños. Aquello le hizo recobrar su porte y autocontrol.


–Dime Laufeyson –dijo a su cuñado con altivez -¿Qué se siente haber tenido en tu familia a un Omega/Alfa sin que te dieras cuenta? Un ser único y tan especial que solo existe uno por cada millón. Alguien que en algunas culturas es considerado un ser sagrado y que en tu ignorancia no valoraste como era debido.


-¿Omega/Alfa? –Sonrió con burla –Vaya estupidez.


-No es ninguna mentira, está demostrado científicamente. Loki es un ser único.


-No puegdo cregeglo –dijo la joven alfa con sorpresa y admiración –He esgchuchado hablag de ellos. Seges extraogdinagios y algunos cgreen que hasta magicos pog la capacidad de teneg el contgol sobge su cuegpo y el de ogtgos.


-Es bueno saber que al menos no toda la gente es tan necio e ignorante, -dijo Thor, regalándole una sonrisa de suficiencia a su oponente mientras abrazaba a su omega, quien no entendía muy bien de que hablaban.


-Un Omega/Alfa- espetó Býleistr con gesto agrio inclinándose hacia Loki para susurrarle con desprecio cerca del oído –Podrán decir lo que quieran, pero eso no cambia el hecho que sigues siendo un insignificante omega y, les guste o no, todo mundo sabe para qué sirven.


-Para obedecer sin cuestionar y complacer los deseos de nuestro alfa sin replicar, -dijo Loki con un sentimiento de impotencia atorado en la garganta, repitiendo lo que su hermano se encargo de tatuarle con sangre desde que era un cachorro.


-Exacto pequeño, –declaró con una cruel sonrisa, premiándolo con una leve caricia que Thor apartó con rabia. En verdad deseaba matarlo. –Es  bueno que no olvides nunca tu lugar, de lo contrario te puede traer problemas innecesarios. Bien Odinson, -dijo volviéndose hacia el rubio, -como siempre, es un “gusto” el verte. Le das mis saludos a Sif y no olviden invitarme a la boda. Hasta luego –concluyó dándole la espalda y despidiéndose con la mano en alto, llevando consigo a la dama que se disculpó mientras lo seguía.


Una vez los alfas se marcharon Loki se derrumbó. Aquel nudo atorado en su garganta y que lo había estado asfixiando hasta el momento, impidiéndole gritarle a su hermano lo mucho que lo odiaba y cuanto lo aborrecía, se disolvió con las lágrimas que comenzaron a manar de sus ojos.


-No, no, no. Loki, –le llamó Thor, girándolo hasta tenerlo de frente e inclinándose hasta quedar de su altura. –No permitas que te haga esto, –acarició su rostro con ternura. –No le des la satisfacción de arruinar tu cumpleaños.


-No sería la primera vez… él me odia.


-El odia a todo el mundo, –trató de consolarlo, aunque esto pareció empeorar las cosas por la forma en que Loki se deshizo en llanto. Así que lo único que atino a hacer, fue estrecharlo con todas su fuerzas para trasmitirle lo que no sabía expresar con palabras: que lo tenía a él, que no necesitaba a un idiota como su hermano, que no importaba cuanta mierda saliera de su boca, el valía muchísimo mas y había sido afortunado al encontrarlo. – Se que es tu hermano, pero Býleistr ya no es parte de tu vida ni de tu familia. Eres un Odinson ahora y un Odinson, por más omega que sea, no es nada de lo que ese idiota dijo… tu eres más, mucho más… eres… eres… eres como Paris.


-¿Cómo París? No entiendo- dijo con una tiste sonrisa.


-Ven vamos- le dijo con una sonrisa ofreciéndole su mano.- Te lo mostrare.


Lo tomó de la mano para sacarlo de aquel lugar y llevarlo consigo hasta la suite donde ambos pasarían la noche. Una vez ahí lo condujo hasta la terraza, desde donde se podían admirar las luces de la ciudad entera a sus pies. Podía apreciarse con claridad el jardín de las Tullerias entre la Place de la Concorde y el museo del Louvre. Más allá podía verse el arco del triunfo, y la majestuosa torre Eiffel iluminada como un faro en medio de una marea de diminutas luces, que eran un reflejo terrenal del cielo estrellado que los cubría. Era hermoso.


-¿Qué es lo que ves? –le preguntó Thor señalando el maravilloso paisaje que se alzaba frente a sus ojos.


Loki lo miró sin entender muy bien la cuestión pero igualmente respondió:


-Una ciudad… una hermosa ciudad –se corrigió.


-Paris es mucho más que eso, -le aseguró, llevándolo hasta la baranda de aquella terraza para apreciar mejor el panorama. –Paris es elegancia, es cultura, es romance. Es una mezcla perfecta entre lo clásico y lo moderno. Es seductora, divertida, adictiva. Una vez que estas en Paris deseas nunca abandonarla. Ninguna ciudad se le puede comparar una vez que la conoces. Tú eres como Paris.


-Thor, –y de nuevo las lágrimas regresaron a sus ojos, aunque esta vez originadas por un sentimiento diferente que llenaba de calor su corazón.


-Puede que, a simple vista, no aparentes ser más que un omega hermoso, –le dijo con una tierna sonrisa, borrando sus lágrimas con una suave caricia sobre sus tersas mejillas. –Pero una vez que uno te conoce, no se puede evitar caer rendido ante ti.


Sin apartar la mirada de aquel par de verdes y expresivos ojos, Thor se fue acercando lentamente hasta que la distancia entre los dos se volvió nula… hasta que la respiración de ambos acariciaba el rostro del contrario… y hasta que sus labios se posaron delicadamente sobre los de Loki y lo beso.


¿Y cómo no hacerlo, cuando Loki lo miraba de aquella manera que hacía que todo a su alrededor desapareciera? ¿Cómo resistirse cuando todos sus sentidos clamaban por él? El aire a su alrededor se colmó de la delicada fragancia del omega y el único sonido que podía escuchar eran los latidos de su acelerado corazón.


Deslizo su mano por el rostro de Loki para después hundirla en su cabello, llegando hasta su nuca para acercarlo más a él, mordisqueando sus finos labios con cariño.


Loki entreabrió su boca para probar mejor a Thor y este ladeo el rostro para profundizar el beso, atrayéndolo más a su cuerpo con la mano que descansaba en su cadera; mientras las del pequeño omega se aferraban con fuerza a su saco para no desvanecer.


Sus lenguas se acariciaban y danzaban una en torno a la otra y todo parecía dar vueltas a su alrededor. O tal vez simplemente era su interior el que se retorcía al compás de los besos y las tímidas caricias que comenzaban a desquiciarlo.


-¡Thor! –gimió Loki cuando sus labios se separaron en busca de aire, solo para volver a sumergirse en ese océano de sensaciones que los estaba devorando.


Su cuerpo entero parecía estar hecho de lava porque sentía que se quemaba, y todos sus pensamientos se diluyeron en aquel fuego hasta que no quedo ninguno, excepto seguir besándolo como lo hacía, como si hubiese nacido para hacerlo eternamente.


Sabía que estaba perdiendo el control, podía sentirlo fugarse a través de sus labios y cedérselo a Loki, pero ¿Cómo evitarlo? El exquisito sabor de su saliva era la droga más adictiva que hubiese probado en su vida, sus tersos y jugosos labios eran ambrosia terrenal.


Bastó que Loki lo acariciara para mandar todo a la mierda, para dejar de ser el eficiente, racional y controlado alfa que se suponía que era.


El estremecimiento que recorrió su columna fue devastador. Lo estrecho más contra él sintiendo la excitación del omega contra su pierna y apretando la suya contra su vientre exclamando un ronco gemido sobre sus labios.


En ese momento los besos ya no parecieron ser suficientes. Necesitaba calmar ese ardor y lo necesitaba ahora, así que lo recostó suavemente sobre la superficie mullida de alguna poltrona cercana y lo cubrió con su cuerpo.


Se separó de la boca del omega pero no de su perfumada piel, sus labios recorrieron su rostro hasta su mentón donde le mordió juguetonamente. La respiración de Loki se escuchaba errática, agitada y sexy junto a su oído; mientras sus manos acariciaban con ansias su espalda y su pequeño cuerpo se repagaba contra él como si quisiera fundirse en uno solo. Y Thor lo deseaba, con una desesperación apremiante que era casi dolorosa, y sabía que Loki también.


Sintió su pulso latir aceleradamente contra su boca mientras descendía por su cuello hasta la parte donde este se unía con la clavícula, hasta el lugar exacto donde su omega portaba la marca que los había unido irremediablemente… su marca.


Loki lanzo un gemido de placer y sus manos se ciñeron apretando con fuerza la tela de su saco cuando Thor le mordió justo en ese mismo sitio. Y tal vez fue esto lo que su cerebro necesito para volver a encenderse y echar a andar de nuevo su autocontrol, obligándolo a separarse abruptamente de él.


¿Qué carajos estaba haciendo?


Tardo unos segundos en entender lo que estaba pasando, lo que estaba a punto de hacer. Su cerebro parecía procesar la información de forma muy lenta, pero la evidencia era demasiado reveladora: se hayaba sobre Loki con las manos metidas dentro de su ropa descompuesta. La corbata había desaparecido y los primeros botones de su camisa estaban abiertos ¿Cómo había pasado eso? ¿En qué momento había desfajado su camisa y expuesto su vientre plano?  Cabía destacar que sus prendas no estaban en mejor estado.


-¿Thor? –lo llamó Loki sin entender porque se había detenido. Sus ojos se hallaban nublados aun por el deseo y los labios enrojecidos y húmedos por los besos recién recibidos.


Thor se obligó a levantarse y poner distancia entre ambos para no caer una vez más, o de lo contrario no podría responder por sus actos ¿En qué momento había perdido el control? Él no quería que pasara eso… al menos no tan pronto. Apenas se estaban dando la oportunidad de conocerse, tener sexo solo complicaría más las cosas.


-Creo que será mejor que entremos, –le sugirió respirando hondamente para recuperar la serenidad, mientras pasaba una mano compulsivamente por su cabello, pero todo lo que su olfato podía percibir era el llamado de Loki.


-¿Qué paso? –le preguntó desconcertado, incorporándose hasta quedar sentado mientras arreglaba sus prendas.


-Nada, –se apresuró a responder Thor tratando de aparentar normalidad, aunque lo cierto era que estaba aterrado por lo que estaba a punto de hacerle a Loki y demasiado excitado para pensar con claridad. –Escucha, –trató de aclararle cuando el omega se puso de pie entristecido y decepcionado. –Tomemos las cosas con calma ¿Quieres?... Aun eres muy joven… aún hay tiempo.


Loki no estaba muy convencido pero igualmente asintió en silencio. Thor deposito un beso en la frente cuando paso por su costado y acaricio su rostro con cariño.


-¿Vienes? –le preguntó el pequeño.


-Enseguida te alcanzo, –le respondió con una sonrisa tensa ante su cercanía, que Loki fue capaz de percibir.


El gesto en su rostro era muy elocuente, pensaba que había hecho algo mal y eso le ocasiono una gran culpa a Thor. Tal vez cuando pudiera hacer desaparecer esa “maldita erección” podrían hablar y dejar las cosas en claro. De momento lo dejo partir rumbo a la suite mientras exhalaba aliviado, ya no tendría que estar fingiendo control.


¡Maldita, jodida y punzante erección! Tenía el miembro hinchado y a punto de explotar, apenas si pudo caminar dolorosamente hasta una de las poltronas donde se dejó caer de espaldas. ¿Es que acaso era un estúpido púber? No recordaba haberse excitado tanto y tan rápido en su vida ¿Cómo iba a hacer ahora para desaparecer aquel mástil entre sus pantalones? Hacerse una paja en honor a Loki se le hacia fuera de lugar, aunque ¡Dioses, como lo necesitaba!


Entonces el sonido de una llamada sonó en su celular distrayéndolo de su agonía.


-Odinson, –contestó ahogando un quejido.


-¿Thor? Hola ¿Cómo has estado? ¿Me extrañaste? –se escuchó del otro lado de la línea y aquello tuvo el efecto de un balde de agua helada, haciendo que el rubio se sentara como impulsado por un resorte.


-¿Sif? – ¡Mierda! lo que le faltaba.


-¿Quién más, bobo? –respondió con una risilla.


Thor volteo hacia la suite como si temiera que Loki pudiera escucharlo desde su interior. Obviamente no podía, pero si podía apreciar como el chico se preparaba para ir a la cama. Vestía, como era su costumbre, un pijama suyo que se había apropiado y que lo hacía lucir adorablemente tierno a pesar de quedarle enorme y cambiaba compulsivamente los canales en busca de algo entretenido para ver en la TV.


Se llevó una mano hacia su pecho y comenzó a sobarlo distraídamente, de pronto, un extraño dolor punzaba en su corazón.


-¿Qué paso, Sif? –le preguntó rogando porque no respondiera lo que ya temía, pero lo hizo.


-¿Adivina quién está de regreso?


Y Thor supo que las cosas apenas empezaban a complicarsele.


 

Notas finales:

Bien, ¿Que les parecio?

La verdad pensaba actualizar casi enseguida, pero vo a ausentarme un tiempecin y decidi mejor dejarles un capitulo mas largo para que aguanten la espera.... pero volvere, asi que no desesperes.

 

Nos leemos luego


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).