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Vainilla y Chocolate por Drakarys

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Notas del capitulo:

Bien, para los que lo pidieron aqui esta la continuacion, como un obsequio por sus bonitos comentarios y porque me voy este fin de semana de paseo asi que no se cuando pueda actualizar, solo que sera hasta la semana entrante.

Capitulo 3

Un nuevo hogar

 

 

Býleist no podía dar crédito a lo que escuchaba en esos momentos, a tal grado de casi perder la compostura y golpear a aquel sujeto.

Ese día se habían citado para tratar de negociar y llegar a un acuerdo que favoreciera a ambas partes sin tener que llegar a los juzgados. Býleist no estaba muy de acuerdo pero no le quedó más remedio que aceptar, llevando a su equipo de abogados y asesores que se enfrentó al sequito de Odín como si de una batalla se tratara. Después de horas de interminables alegatos, demandas y contrademandas Býleist paso de ser la victima a ser el victimario.

Odín había presentado como pruebas a su favor una copia de las obligaciones que Jotunheim incorporated había adquirido con empresas Muspell. También el contrato de Lorelei como chaperona de su hermano con una fecha de inicio de prestación de labores, muy cercana a la que tenía en el contrato que había adquirido con Asgard como modelo de tallaje. Había agregado además los análisis de Thor donde se comprobaba que había sido inducido a un estado de éxtasis mediante la droga “pasión desbordante”. Y para rematar una copia de seguridad del estacionamiento donde se había llevado acabo el delito, en él se veía llegar a Loki sin ninguna seguridad adicional para alguien de su condición y sin motivos para estar en ese lugar a esas horas. También, para mayor rabia de Býleist se veía al joven ofrecer su mano para aliviar el ardor del alfa, al tiempo que parecía disfrutarlo.

-¡Esto es un ultraje! –Gruñó indignado –quiere hacer ver a la bestia de su hijo como si fuese un blanco cordero y eso no lo voy a permitir.

Las cosas apuntaban a que el había sido el autor intelectual de la desgracia de su hermano. Había contratado a Lorelei para intoxicar a Thor y así no pudiera resistirse a los encantos del pequeño omega. De esta manera podía extorsionar a Asgard con el pago de una indemnización que solventara la deuda contraída con Muspell y asegurar una pensión vitalicia de por vida. El plan en sí, debía admitirlo, se escuchaba bastante plausible; sin embargo no era algo que él hubiera hecho, demasiado complicado para su gusto ¿Por qué pasar por todas esas molestias cuando podía resolver sus problemas financieros con solo entregar a su hermano a los brazos de Surtur? Loki estaba comprometido desde los diez años, no había necesidad de meter a tantos cómplices en la ecuación. Esto último era algo que no se esperaba Odín, quien tuvo que tragarse sus palabras cuando leyera el contrato prenupcial con fecha de cinco años atrás, donde se recibía como dote por Loki, la cancelación del pago de la deuda contraída por Jotunheim.

-Tal vez podamos llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes –dijo uno de los abogados de Asgard y le extendió a Býleist una nueva propuesta.

 

*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

Tras largas horas de negociaciones las puestas de la sala finalmente se abrieron, dando paso a una caravana de alfas y betas pulcramente vestidos en trajes oscuros y portando portafolios como si de armas de guerra se trataran. Todos se felicitaban unos a otros e intercambiaban tarjetas, prometiendo ponerse en contacto para ultimar detalles.

Loki los veía  desde una pequeña salita aledaña. Había aguardado a su hermano casi desde la mañana y ya estaba por oscurecer. Tenía hambre y estaba aburrido, a pesar de que la secretaria le había mandado pedir algunos aperitivos y le había permitido un libro que a esas alturas ya había terminado. Estaba curioso por saber la resolución, de eso dependía el humor con el que debía enfrentar a su hermano.

-¡Loki! –Lo llamó este y se apresuró a acercarse hasta él,  –él es Thor Odinson –le presentó. 

-Un placer –respondió con una inclinación de respeto que antaño utilizaran los omegas para honrar a los alfas. Inmediatamente le llego la fragancia de Thor lo reconoció, dando un par de pasos hacia atrás de forma instintiva.

-A partir de ahora vivirás con ellos.

-¿Cómo? –se volvió lleno de pánico hacia su hermano.

-Un momento –debatió Thor –eso no era parte del trato.

-¿Trato? ¿Cuál trato? –Preguntó Býleist casi burlándose de él –Esto no está a discusión. Tú lo marcaste, es tu omega ahora, tu responsabilidad ¿No pretenderás que cargue con las consecuencias de tus estupideces?

-No, pero… yo pensé, es decir ¡es un niño, por todos los dioses!

-No pensaste lo mismo mientras te servías de él, de hecho creo que lo disfrutaste, ambos a decir verdad. –Ante esta afirmación a Loki no le quedo más que bajar la mirada avergonzado. –No me creas tan imbécil para creerme el cuento de la droga en tu bebida. Si bien no se levantara ningún cargo en tu contra eso no te exime de tu responsabilidad. Ves esto –jaló bruscamente a Loki poniendo al descubierto su cuello –es tu marca, es tu omega, es tu problema ahora –agregó arrojando al niño contra el cuerpo de Thor. –Permiso. –Se marchó, dejando a un atónito Thor y a un aterrado Loki.

-¡Býleist! –lo siguió el menor hasta que este llego frente al ascensor. –No puedes hacerme eso, por favor.

-Yo no te hice nada –le respondió de manera fría y sin mirarlo –tú mismo te lo hiciste. Tal vez la próxima vez lo pienses mejor antes de huir de casa. –y sin más lo dejo a su suerte.

Loki sintió el frio de la desolación ¿Qué sería de su suerte? Jamás había conocido nada fuera de su hogar y a nadie más allá de su hermano y ahora estaba a merced de desconocidos que podrían tratarlo peor que Surtur. Las lágrimas comenzaron a bañar su rostro.

-¿Acaso no se puede hacer nada? –preguntó Thor a su padre en busca de consejo, no estaba entre sus planes hacerse cargo de un omega de quince años.

-Ya se hizo todo lo que se pudo, tú mismo lo viste, –fueron sus sabias palabras. Si bien había tenido que soltar el doble de la deuda de Jotunheim con Muspell, bien había valido la pena a cambio de la libertad de su hijo; jamás habría podido soportar las lágrimas de su hermosa Frigga al ver a su hijo tras las rejas. -Býleist está en lo correcto, es tu responsabilidad.

-Pero ni siquiera fue un vínculo completo –alegó el rubio –tal vez pueda darse marcha atrás.

-El precio sería muy alto –le contestó refiriéndose a la salud de Loki -¿Estás dispuesto a pagarlo? –no hubo respuestas. –Eso pensé. Él es aún muy joven, démosle tiempo al tiempo, -le sugirió mientras tomaban su turno en el elevador. -¿No estas olvidando algo?

Thor miro desconcertado a su padre, pero luego de seguir a donde su mirada señalaba se topó con un niño de blanca piel y cabellera oscura. Resoplo frustrado y se paró en la puerta para evitar que se cerraran.

-¿Vas a quedarte aquí? –le preguntó con impaciencia. Loki se enjugo un par de lágrimas y reunió el valor necesario para afrontar lo que venía, se dio la vuelta encarando al alfa; sus ojos se veían cristalinos por el llanto, dándole el aspecto de un par de gemas preciosas, sus mejillas coloradas y húmedas, sus labios rojos. Esto por alguna razón molesto a Thor, quien aparto la vista de él -¿Y bien? No tengo todo el día.

Loki tomo aire y entro al elevador para bajar la docena de pisos que los separaban del estacionamiento. De pronto sintió todas las miradas sobre él y el ambiente se llenó del intenso aroma de las feromonas alfa. Entonces se percató de que estaba en un lugar muy reducido rodeado por al menos seis de ellos, esto realmente lo inquieto. Sin embargo no fue el único que detecto esto, en un movimiento que Odín no se esperaba, Thor se volvió hacia los que contemplaban al omega de forma lasciva y los amedrento a base de gruñidos, marcando deliberadamente su territorio. Los otros alfas se replegaron con respeto y Loki, sin ser muy consciente de esto, se acercó un poco más a Thor en busca de resguardo. Odín sonrió divertido, tal vez su hijo rechazara al chico y tal vez este le temía, pero la naturaleza había hablado y por algo era.

El camino de regreso fue incómodo y tenso. Dentro de la limusina Odín revisaba algunos documentos mientras Loki veía por la ventana, intentando memorizar el camino por si acaso era necesario huir. En cuanto a Thor… bueno, el no perdía de vista a Loki aunque lo hiciera disimuladamente. Era un omega en verdad hermoso, con los rasgos y las redondeces de la niñez próximos a desaparecer. Sin duda sería un omega muy cotizado, pensaba –y los alfas se enfrentarías por tener su atención… o eso hubiera sido so él no lo hubiera marcado.

Thor jamás pensó tener a un omega como pareja. No tenía nada contra ellos, pero en su opinión generaban demasiados problemas, la prueba era en el lio en que estaba ahora.

Desde niño siempre supo que se casaría con Sif, aunque ella fuese un alfa como él. Sus abuelos y los abuelos de la chica habían fundado Asgard Industries desde sus cimientos. Cuando ellos nacieron, sus padres vieron la posibilidad de unir su legado en uno solo y esa idea convivio con ellos hasta tal punto en que no pensaron que eso pudiera ser diferente. Por supuesto, sus padres nunca les impusieron un matrimonio a la fuerza, sin embargo no hizo falta, Sif y Thor eran tan buenos amigos que la idea nació de ellos.

Sif era hermosa, aguerrida, sumamente competitiva y algunas veces desquiciantemente posesiva, pero eran características propias de su especie, o así lo veía Thor, ya que a veces compartía con ella dichos atributos. Era por todos sabidos que ambos tenían amantes, era un acuerdo silencioso ya que a veces sus caracteres chocaban. Pero a diferencia de Sif, Thor jamás se metió con ningún omega; siempre escogía chicos y chicas beta, eran menos problemáticos y más fáciles de botar, disfrutaba más de estar con alguien con quien no tuviera que reprimir sus instintos.

Suspiro. No, definitivamente Thor jamás hubiera escogido un omega y mucho menos uno que fuese un crio de… ¿Cuántos años tenía?

-¿Qué edad tienes? –inquirió de manera tosca haciendo que Loki respingara del susto.

-Quince –Thor gruño disconforme, parecía incluso más pequeño –en un par de meses cumpliré los dieciséis –se apresuró a añadir el ojiverde.

-¿Dieciséis? –fue el turno de Odín de preguntar, sin levantar la vista de los documentos entre sus manos -¿Y aun no tienes tu primer celo? ¿Acaso hay algo malo contigo?

La piel de Loki se encendió hasta las ojeras y se encorvo apenado, colocando sus dos manos entre las rodillas. Lorelei le había hablado de los Odinson, sabía que eran una de las familias más influyentes del país; el parecer deficiente ante una familia como aquella era algo sumamente vergonzoso.

-Mi hermano me realizaba estudios cada mes. El médico no encontró problema en mí, dice que es normal, que a veces pasa, que depende del metabolismo de cada persona.

-Así es. Sin embargo, espero no te moleste que quiera una segunda opinión. ¿Qué me dices Thor? –se volvió a su hijo, sabedor de que él, como su alfa, tenía la última palabra.

-Como quieras, me da igual, -gruño este y tan pronto la limusina se detuvo bajo de ella y se encamino hacia la mansión sin mirar atrás.

Loki se sorprendió de la magnificencia y esplendor del lugar. Parecía un castillo de cuento, con guardias custodiando en todos lados, aunque había uno en especial que le daba cierto miedo, un alfa de color con ojos dorados que no despegaba la vista ni un momento de él.

-Bienvenido a la mansión Valaskjalf, hogar de los Odinson –le dijo Odín a modo de recibimiento –eres un Odinson ahora, espero sepas comportarte a la altura.

-Si señor –contestó intimidado inclinándose ante él, después de todo era el patriarca de la familia.

Antes de que pudiera agregar más, Odín se giró para recibir entre sus brazos a una elegante dama de rubio cabello y ojos tan azules como los de Thor. Se dieron un dulce beso cargado de años de amor y comprensión y luego la dama se volvió hacia él.

-Tú debes ser Loki –le dijo con una sonrisa –Yo soy Frigga, bienvenido a la familia. -Y acto seguido lo envolvió entre sus brazos en un acto tan maternal que le arrebato la respiración.

Así que así es como se siente ser abraso por una madre -pensó Loki y se aferró a ella con fuerza.

-Vaya, que cariñoso –sonrió Frigga hacia Odín. Al escuchar esto, Loki se separó de prisa completamente abochornado por su comportamiento.

-Lo… lo siento –tartamudeo sonrojado.

-Tranquilo – levanto su barbilla con una mano –esta es tu casa y nosotros tu familia ahora, no hay nada de qué avergonzarse. Loki intento sonreír, pero el cumulo de emociones se le atoraban en la garganta amenazando con desbordarse. Frigga entendió por todo lo que debía estar pasando aquel hermoso niño y le brindó su apoyo para entrar.

La cena estaba lista, pero Odín se disculpó alegando cansancio y se retiró a su habitación. Thor cambio su traje por ropas más juveniles y salió raudo, pasando por su costado sin prestarle la más mínima atención.

-Va de cacería –escucho una voz tras de él. Cuando se giró le sonreía un chico regordete, de cabello castaño y ojos de un azul más claros que los de Thor, muy semejantes a los de su padre, un omega.

-Mi nombre es Balder, el hijo menor –se presentó formalmente.

-Yo soy…

-Loki –lo interrumpió- lo sé, no se ha hablado de otra cosa en toda la semana.

Balder no dejaba de mirarlo, como si lo evaluara y eso lo ponía nervioso, tal vez se trataba de algún asunto territorial, pensó.

-¡Vaya! –Exclamó sonriendo –para haber estado bajo los efectos de una droga mie hermano no tiene un pelo de tonto.

-¿Perdón? –Loki estaba confundido, no parecía poder seguir el hilo de la conversación.

-En verdad que eres hermoso.

Loki se sonrojo ante el cumplido, nunca había recibido uno de parte de otro omega. Siempre que había tenido la ocasión de interactuar con algunos lo miraba con recelo. Los alfas en cambio lo elogiaban constantemente, pero no hacían más que mirarlo como si fuese un sabroso bocadillo.

-Sin embargo… -Balder se acercó hasta invadir su espacio personal y comenzó a olisquearlo por todos lados –no hueles a Thor –parecía confundido. Loki, quien sabía a que se refería se puso aún más colorado, si eso era posible.

-No, él y yo no… -trato de explicar.

-¿Entonces cómo diablos te marco? ¿Por qué te marco, no? –Loki asintió y se descubrió el lugar donde llevaba los dientes del alfa tatuados en su piel, este era el único lugar donde podía percibirse la esencia de Thor.- ¡Uy! –exclamó Balder retrocediendo. -¿Y no te dolió?

-Un poco. En realidad no estaba en posesión de mí mismo, –sonrió nervioso.

-Entiendo –sonrió a su vez Balder y ambos parecieron entenderse a la perfección.

El rubio comenzó a hacerle demasiadas preguntas de las cuales Loki poco podía responder. Balder y el eran cadi de la misma edad, tenía diecisiete próximo a los dieciocho y entraría en la edad en que los omegas empezaban a competir por las mejores parejas. Los alfas más cotizados eran reñido con fiereza y si se era la primer pareja de alguien, mejor, aunque lo ideal es que se fuera el único. Loki no tenía que preocuparse, a vista de Balder, ya que con solo quince años había amarrado a uno de los solteros más cotizados y uno de los alfas de mayor rango. Pero Loki insistió en que esa no había sido su intención, luego de que el rubio lo hostigara durante la cena para que le contara sus trucos.

-Yo solo me acerque a ayudarlo –dijo en su defensa. –Se veía realmente mal, no sabía que estuviera bajo el efecto de una droga.

-Y si lo hubieras sabido ¿Lo hubieras dejado a su suerte o te habrías apiadado igual de él? Ofreciendo tu suave mano como consuelo para aliviar su calentura.

-¡Balder! –exclamó Frigga escandalizada por la forma desfachatada en que su hijo se refería a lo sucedido. Loki se sonrojó, ¿Cómo es que todos sabias exactamente lo que había pasado? quería que se lo tragara la tierra.

-Y a todo esto ¿Qué hacías ahí? –Siguió el rubio con el interrogatorio, -fue una suerte que llegaras en el momento más oportuno. ¿No lo crees?

-Estaba buscando a una amiga –contesto muy bajito, removiendo su comida pero sin probar bocado.

-¿Tu solo? ¿Acaso te dejaban salir sin chaperón?

-Ella era mi chaperón.

-¿Y tu hermano lo permitió?

-Balder, suficiente –le llamó la atención su madre. Loki estaba comenzando a alterarse, sus ojos estaban razados de lágrimas.

-Se lo que  todos piensan –se defendió ante la estupefacción de Frigga, se había puesto de pie y miraba a Balder con rabia –que todo estuvo planeado, que yo estaba de acuerdo, que tu hermano fue una víctima de la ambición de mi familia. ¡Se lo escuche decir a todos sus abogados! ¡Pues no es así! Yo no sabía que tu hermano estaba ahí, ni que tenía una relación con Lorelei, ella jamás dijo nada al respecto. Yo llegue ahí a escondidas de mi hermano. ¡Escape! ¿Contento? Porque a diferencia tuya yo no iba a entrar en una competencia absurda para conseguir al mejor espécimen para que me preñe; a mí me habían prometido a un tipo repugnante y vil que me triplica la edad y preferí morir de hambre antes de permitir que me tocara. Fui a ver a Lorelei porque no sabía a donde ir, no tenía a quien más recurrir. Ella es la única que me ha visto y tratado como una persona y no como una carga. Jamás imagine encontrarme a un alfa caliente y descontrolado en mi camino y si lo hubiese sabido, que todo esto iba a pasar, tenlo por seguro que lo hubiera dejado hundirse solo en su miseria antes que permitirle crear la mía.

Las lágrimas bajaban en torrente por su rostro y respiraba agitado, al parecer había llegado a su límite. Balder veía a su madre y a Loki a intervalos sin saber que decir. Loki se limpió las lágrimas con el puño y se disculpó con Frigga pidiéndole permiso para retirarse y luego de que esta se lo concediera con un simple asentimiento de cabeza, se marchó.

-¿Pero qué jodidos fue eso? –preguntó su hijo quien no terminada de procesar del todo.

-Eso, querido, es la realidad de muchos omegas todavía, -le contestó con pesar. Podían haber evolucionado y podrían haber creado un puñado de leyes que beneficiaran a unos cuantos, pero lo cierto era que aun los omegas eran tratados como simple mercancía, solo habían cambiado las formas.

 

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

Thor llego aquella noche ahogado en alcohol. Hubiera ido a su departamento pero sus amigos insistieron en que era mejor regresarlo a la casa de sus padres y no quiso discutir. Se tambaleo hasta las escaleras donde se tropezó con el primer escalón cayendo de bruces, entonces comenzó a reír sin entender muy bien porque.

Una luz se encendió en la sala y una pequeña presencia salió de ella llegando hasta él.

-Está tomado -dijo más como una afirmación que como pregunta.

-¿Se me nota mucho? –preguntó con sarcasmo.  Loki negó y se acercó a ayudarlo, pero Thor no se lo permitió, poniendo una mano en su pecho para detenerlo y marcarle distancia. -No te pedí tu ayuda, no necesito tu ayuda.  Si me hubieras dejado en primer lugar no estaríamos aquí ahora.

El pelinegro bajo la mirada entristecido. Tal parecía que su hermano tenía razón y él no era más que una carga para los demás.

Thor subió la escalera casi a gatas mientras era seguido por un mustio Loki que se mordía las ganas de ayudarlo. Zigzagueó por el pasillo hasta llegar a la recamara en donde se dejó caer sobre la cama cual costal de papas y empezó a roncar.  Loki suspiro tratando de averiguar por dónde empezar; no era la primera vez que alistaba a un hombre ebrio, pero definitivamente si uno de ese tamaño, Býleist no se comparaba en nada con Thor.

Como pudo y no sin mucho esfuerzo se las ingenió para darle la vuelta. Le arranco el calzado y los calcetines. A tirones le saco el cinturón y el pantalón. Comenzaba a desabotonarle la camisa cuando un brazo rodeo su cintura y le dio la vuelta quedando bajo la enorme mole que era Thor, dejándolo imposibilitado para moverse.

El alfa olfateo el aire aun con los ojos cerrados, dejando salir un gruñido de satisfacción. Hundió la nariz en su cuello aspirando profundamente, embriagándose con la dulce esencia del omega. Loki suspiro sintiendo como mil corrientes eléctricas lo recorrían. Un jadeo salió de sus labios cuando sintió la lengua del rubio acariciar su cuello, dejando un rastro húmedo y ardiente sobre su piel. De pronto se  le antojo experimentar aquella sensación maravillosa por todo su cuerpo, que el alfa estuviera consiente y lo devorara por completo.

“Estaba volviendo a pasar” –le dijo su mente, pero un gruñido en su oído hizo erizar toda su piel.

-Mío.

Si, ahora era suyo, ahora era su omega, no había nada de malo con eso ¿O sí? Porque en definitiva se sentía condenadamente bien.

Podía sentir a Thor tan caliente sobre su cuerpo, que pensó que tal vez ardía en fiebre, sin embargo en aquel momento lo único que deseaba era arder junto con él.

Thor comenzó a resobarse contra su pierna mientras soltaba jadeos candentes contra su oído, que no hacía más que hacerle hervir la sangre y aumentar su excitación.

Al demonio todo –pensó- ya estoy de todas formas marcado”.

Como pudo logró deshacerse del pantalón de su pijama y se acomodó separando sus piernas y poder de esta manera unir su centro con el de Thor. Luego se aseguró de deslizar el bóxer del rubio lo suficiente para liberar su potente erección, lo demás lo dejo en manos del destino.

Thor seguía con la cabeza hundida en su cuello, pero sus caderas comenzaron a balancearse primero erráticamente, luego basto un par de segundos para que Loki le agarrara el ritmo yendo al encuentro con una perfecta sincronía.

 

Tal vez el rubio estuviera profundamente dormido, pero le estrechaba contra su cuerpo de manera posesiva, soltando un par de jadeos cada vez que sus miembros se rozaban. Loki no se quedaba atrás, pero si quería que el alfa permaneciera de esa manera tenía que restringir el volumen de los gemidos que comenzaban a escapar de su garganta.

Sus manos se atrevían a adentrarse en terrenos desconocidos y explorar con curiosidad el cuerpo ajeno, un cuerpo perfecto lleno de endurecidos músculos que se contraían con el trabajo que estaban realizando. El aroma que despedía Thor lo envolvía por completo, lo aturdía como si el mismo fuera víctima de una droga a la que ya se había vuelto adicto. Tiro de el en un intento de hacer más estrecho el contacto, sorprendiéndose por su propia desesperación.

-Mío –volvió a gruñir Thor logrando con esto que Loki se deshiciera por completo.

-Tuyo –soltó el pelinegro, sintiendo que aquello como una gran verdad.

Thor embistió entonces. No fue un sutil roce como los anteriores sino un golpe seco y brusco y Loki tuvo que morderse los labios para que sus gemidos no fuesen escuchados en toda la mansión. Durante los minutos siguientes la habitación se llenó de los gruñidos de Thor, los gemidos de Loki y el sonido chirriante de la cama creando una atmosfera de sexo. Sus cuerpos comenzaron a temblar ante la inminencia del clímax. Las manos de Loki volvieron a viajar, esta vez hasta apoderarse del trasero del otro, estrujando la delgada tela del bóxer que el rubio aún conservaba, apretándolo más contra él mientras su cuerpo se tensaba.

Él fue el primero en llegar, sintiendo como oleadas de calor subían por su cuerpo hasta nublarle la vista, para luego derramarse entre los dos con un último gemido. Luego siguió Thor, estrechando a Loki contra su cuerpo mientras sus dientes mordisqueaban la delicada piel de su cuello, mitigando así el gruñido salvaje y de satisfacción con el que llego al orgasmo.

Los gemidos cesaron para dar paso a respiraciones jadeantes. Loki se desmadejo sobre el colchón con una sonrisa entre sus labios, no sabía si por la satisfacción que acababa de experimentar o debido a algo más, solo que un calorcillo placentero se fue adueñando de los palpitares de su corazón mientras regresaban a su ritmo. Se sintió invadir por un sopor agradable, pero el peso de aquel enorme cuerpo, que ahora roncaba como tractor, le dificultaba la respiración. Hizo el intento por liberarse deslizándose hacia abajo, pero apenas había logrado conseguirlo cuando el pesado brazo de Thor lo rodeo y trajo hacia si como si se tratara de un pequeño peluche.

-Mío –repetía de forma constante, además de una serie de gruñidos que Loki no entendió pero que le causaron gracia.

Fue entonces que se dio la oportunidad de contemplar a su alfa. Su piel bronceada, su suave cabello rubio que no se resistió a acariciar. Deslizo su mano por la poderosa barbilla cubierta por una barba bien cuidada y la fue bajando por su pecho finamente trabajado, apenas cubierto por una camisa medio abierta completamente arrugada. Su aroma era delicioso, fuerte, poderoso, con un toque a maderas, era el aroma de un alfa, de su alfa y que ahora nuevamente lo impregnaba como aquella vez y al igual que aquella vez Thor no se dio cuenta; demasiado intoxicado para saber lo que hacía.

Suspiro con tristeza, porque ese alfa de ensueño no tenía ojos para él que no fueran de fastidio e indiferencia. Pero era suyo y Loki era de él. Sonrió ante la idea. Le pertenecía, tal vez estaban predestinado, pensó tratando de animarse, solo faltaba hacérselo ver a Thor. Por supuesto no se conocían y era lógico que el rubio no supiera de todas las virtudes que podía ofrecer, pero solo era cuestión de tiempo y entonces le demostraría a Thor que no existía en ese mundo un omega mejor para un alfa como él.

-Tuyo –suspiro arrebujándose entre sus brazos, arrullándose con los suaves latidos de su corazón. Mañana seria otro día y una nueva vida le esperaba en ese nuevo hogar.

 

Notas finales:

Alguna vez he dicho que no soy muy buena con las esenas de lemon? bueno, pues es asi, asi que tenganme paciencia y consideracion, espero que haya sido de su agrado.

nos vemos a la proxima.


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