La chica estaba nerviosa,le gustaba estar tanto a su lado, ver esos ojos azules que la hipnotizan, esa sonrisa tan bonita que le motiva a seguir adelante, lo amaba mas que a nada en el mundo.
— y bien ¿De qué quieres hablar, Hinata-chan?
Amaba su voz tan cálida que la hace soñar despierta.
— ¿Hinata?.
Ese cabello rubio que solo puede compararse con el mismo sol.
— Hinata, sigues aquí, oye.
y su forma de ser, tan, tan.
— ¡Hinata!.
— ¡Ah! Naruto-kun, perdón ¿q-que me decías? — le pregunto con pena, sonrojada, sin querer se había perdido en sus pensamientos.
— que de que querías hablar — el joven rubio parecía desesperado, quería ir con el Uchiha, ansiaba pasar tiempo con el — «¡Solo para entrenar! »— se aclaró mentalmente —«no es como que quiera estar todo el día con el teme, bueno, talvez si pe-pero como los buenos amigos que somos » — su mente trabajaba a gran velocidad, buscando "las razones" por la cual deseaba estar como sanguijuela con el último Uchiha, último, por el momento.
— q-quiero — habló la Hyuga, sacándolo de sus pensamientos —q-quiero pedirte un favor.
— ¿que es?
— ¿m-me podrías ayudar a-a entrenar? — pidió la joven de ojos blancos, pero al ver como el Uzumaki la veía confundido continuó — es que, quiero ser más fuerte, quiero ser tan fuerte como era Neji-nisan para honrar su memoria, antes él cuídaba de mi pero ahora ya no esta y yo debo cuidarme sola y para eso necesito ser más fuerte — explico con decisión en la mirada.
— Hinata-chan , me encantaría ayudarte — le dijo con sinceridad y cierta tristeza por recordar a Neji, la chica sonrió esperanzada y el chico se apresuró a continuar — Pero no puedo, tu necesitas a alguien como tu, mínimo que posea un Dõjutsu, todas tus técnicas y las de tu clan se basan en el Byakugan, hasta tu Taijutsu lo necesita, yo no puedo ayudarte Hinata-chan.
La chica bajo la cabeza decepcionada, ella deseaba pasar tiempo con él — Lo entiendo Naruto-kun — su voz era baja y triste.
— ¿por qué no le pides ayuda a tu hermana? — sugirió el rubio.
— No puede ayudarme, ahora ella es la heredera del clan y tiene que entrenar, mí padre y los demás miembros del clan la ayudan — explico la Hyuga.
— Hinata-chan, me gustaría ayudarte pero no puedo, lo lamento — le dijo con pena.
— n-no te preocupes, Na-Naruto-kun, de todas formas gracias — la chica lo dijo con tanta tristeza que haría sentir mal a cualquier persona, su mirada baja, su voz tenue, impregnada de toda su tristeza, su forma de ser que la hacía ver como una niña pequeña.
Para Naruto, el ver esa imagen le hizo dudar, no podía ayudarla, las razones estaban dichas, pero tampoco podía dejarla así, ¿qué debía hacer?, Entonces una idea llego a su muy atolondrada mente — Hinata-chan, si te parece podemos entrenar juntos cada fin de mes y te puedo decir en que tienes que mejorar — el rostro de la chica se iluminó y con una sonrisa asintió un poco sonrojada.
— gracias Naruto-kun.
— no es nada, bueno ya me voy Hinata-chan, nós vemos — le sonrió y dio media vuelta y comenzó a caminar de regreso a donde estaba.
Hinata seguía sonrojada y con una sonrisa — tal vez, tal vez Naruto-kun si quiere pasar tiempo conmigo — sonrió más con la simple idea ella amaba a ese chico rubio y podía asegurar que él también la amaba solo que aun no se daba cuenta, si eso era.
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El camino era rocoso, el sol brillaba en lo alto irradiando un calor insoportable, no había brisa y incluso en la sombra hacia calor.
— demonios, buen día se me ocurre salir y con vestido, hubiera usado mi ropa para entrenar pero nooo, yo quería despedirme de Kumo con elegancia— se quejaba una pelinegra de vestido azul que caminaba por la zona, estaba molesta por el calor y ya que el vestido era de tirantes, osea sin mangas, comenzaba a quemarse con el sol.
— que bueno que siempre traigo mi bloqueador, que seria de mi sin el, digo seré muy de Kumo pero me gusta ser blanca— dijo colocando el bloqueador en sus brazos y su rostro.
Y continuó caminando con dirección a Konoha, sola y tranquila —¡Ah! ¡No te atores maldito vestido! Espera ¿que es eso? Es una ¡Araña! — un grito horrorizado se escucho por todo el lugar, — ¡Aléjate maldita, muere muere! — se escucharon unos kunays y un bote de plástico rebotando — ¡Nooo mi bloqueador! ¡Esta la pagaras maldita araña! — al parecer su trayecto a Konoha no seria tan fácil —¡Si la mate! Espera, guácala, aplaste a una araña con mi mano — dijo limpiándose en su vestido — hoy no es mi día — hablo deprimida, tal vez su viaje a Konoha no seria como ella pensaba pero era una Kunoichi y tenía que comportarse como tal —¡Quiero a mi mamá!.
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Naruto continuó caminando hasta poder ver al Uchiha hablando con cierta chica pelirrosa, sonrió inconscientemente, le agradaba que ambos se llevaran bien, Sakura parecía más madura y Sasuke más abierto, aun era frío y amargado, pero cuando estaba con algún miembro del equipo 7 original era más normal, acelero el paso hasta estar a lado de ellos
— Hola Sakura-chan — saludo con su característica sonrisa
— Hola Naruto — sonrió tan sincera como su tristeza le permitía, pero a pesar de eso, no fue suficiente para que su tristeza pasara desapercibida, sus ojos verdes, rojos, hinchados y aun con algunas lágrimas, sus mejillas estaban teñidas de un color carmín al igual que su nariz, su voz estaba ligeramente quebrada, detalles que fueron muy perceptibles para el rubio.
— Sakura ¿estas bien? — estaba preocupado por ella, era su amiga, esperaba saber la razón de por qué había llorado, pensó en Sasuke y al instante descarto esa idea era ilógico pensar que él le hiciera daño, después de todo Sasuke la quiere como una hermana pequeña incluso como a una hija, jamás la dañaría, pero si no fue él ¿quién?, ¿quién se atrevió a hacerla llorar?, quien lo hizo lo pagaría eso es seguro, solo faltaba el nombre.
— H-Hai, ¿Po-porque preguntas? — contesto nerviosa, sabia como era Naruto, impulsivo, espontáneo, jamás pensaba antes de hacer las cosas, si el se enteraba de todo, seguro iría a patear le el trasero a Sai, tal y como lo haría su madre.
— Sakura, estabas llorando — no era pregunta
— no es nada, mejor dime donde estabas, Sasuke-kun me dijo que irían a entrenar — pidió la chica tratando de cambiar el tema, mientras el Uchiha se mantenía al margen de la situación
— ¡Ah! Pues con Hinata-chan, me pidió un favor — sabia que no hablaría, la conocía muy bien, pero ya se enteraría de quien fue el responsable y entonces...
— ¿Qué clase de favor? .
— Quería que la ayude a entrenar, pero me negué.
— vaya ¿por que?
— Yo no puedo ayudarla, necesita a alguien de su clan — le aclaro el rubio
— o ya, entiendo.
— si, bueno porque no vamos a entrenar los tres, como en los viejos tiempos, ¿que dicen? — observo a ambos esperando su respuesta, quería pasar tiempo con él ojinegro y de paso hacer sentir mejor a su amiga.
— no me gustaría molestar — aclaro la pelirrosa no muy convencida con la idea.
— vamos Sakura, te hará bien — le dijo o más bien ordeno el poseedor del Rinnegan
— bueno, pero no se quejen cuando les gane — dijo orgullosa y altiva
— eso ya lo veremos — el rubio sonrió, le gustaba estar con su familia, por que eso eran ellos, su familia
— Hump — Sasuke sonrió de lado, al más puro estilo Uchiha
Los tres siguieron caminando y solo por un segundo, a los ojos de los que transitaban por el lugar, pudieron ver a un niño rubio de no más de 12 años con un traje naranja muy llamativo con sus brazos tras la nuca y bromeando, a una niña de cabello rosa largo, con vestido rosa largo babeando por cierto pelinegro y a un niño pelinegro con las manos manos dentro de las bolsas de su pantalón blanco y una playera azul marino.
Niños que ahora eran jóvenes y pronto unos adultos, jóvenes que crecieron y sufrieron, que merecían ser felices.
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Cinco días han pasado desde aquel entrenamiento donde Sasuke gano, después de eso cada quien se dedico a sus cosas, entre misiones y entrenamientos, toda su vida normal.
— al fin llegue — dijo una joven pelinegra, llevaba una falda negra, plisada y una blusa naranja sin mangas.
— señorita, debe registrase — le dijo un Jounin que se encontraba en la puerta.
— ¡oh! si, voy — acomodo su mochila sobre su hombro y se acercó a donde estaban ambos jounin.
— ¿nombre?.
— Yaomi.
— Yaomi ¿que? .
— Okawa.
—¿edad? .
— 17.
—¿motivo de su visita a Konoha? .
— solo vengo a pasear.
— bien por último ¿de donde vienes?.
— Kumogakure no sato — respondió orgullosa, ambos se le quedaron viendo con duda — ¿que? .
— no, nada, es solo que la mayoría tiene un color de piel, aunque sea claros, es muy raro ver a alguien totalmente blanca de esa aldea — le dijo el Jounin mientras anotaba.
— o es que mi madre no era de Kumo y ella era blanca, yo herede su tono de piel y la cuido mucho — aclaro la joven.
— ¡oh! Entiendo, bueno este es tu pase que disfrutes tu visita, Yaomi — la chica sonrió agradecida, tomo su pase y se adentró en la aldea.
— bien a buscar a mi presa — y así comenzó a buscar a los tres Sanín de Konoha.
Busca por un buen rato, recorriendo las pacíficas calles de Konoha, conociendo la aldea y buscando al trío que buscaba, no fue muy difícil, los tres estaban parados frente al parque de Konoha platicando algo importante, la chica suspiro, saco una libreta y una pluma, puso una gran sonrisa y se acercó a ellos.
Al empezar a acercarse pudo escuchar un poco de la conversación, trivial, a su opinión.
— anda Sakura-chan, vamos, esta vez le ganaremos al teme — le rogaba el rubio
— pues, no se — dudo un poco la pelirrosa, vio los ojos de cachorro que el rubio ponía y suspiro — creó que esta bien, no tengo nada que hacer hoy, es mi día libre en el hospital así que esta bien, vamos a entrenar un rato — dijo con resignación y una pequeña sonrisa, la Pelinegra que oía la conversación guardo las cosas que llevaba ahora sabia que no seria necesario.
— ¡Yea! ¡Vamos a entrenar! — el rubio empezó a saltar y festejar, como si hubiera ganado la lotería.
Los otros dos solo lo observaron y no pudieron evitar sonreír, les agradaba esa energía y alegría que desprendía el rubio, el era esa luz que ilumina su camino, la llama inextinguible que ilumina toda Konoha.
— dobe — dijo el pelinegro con una sonrisa de lado
— Hola — una pelinegra se acercó a interrumpir la plática, con una gran sonrisa.
— hum, hola — le saludo el rubio confundido, jamás la había visto.
— tu debes ser Uzumaki Naruto, el héroe de Konoha y uno de los héroes de la guerra — dijo la chica muy segura y a diferencia de las demás chicas, conservando su postura, sin ponerse a gritar o con corazones en los ojos, no, ella estaba calmada con una sonrisa tranquila.
— ah, si soy yo y tu ¿quien eres? Jamás te había visto — le pregunto el rubio, haciéndola sonreír aun mas
— Mi nombre es Yaomi, Okawa Yaomi, y no soy de Konoha, soy de Kumo, así que es normal que no me conozca — contesto con calma la bella joven, sin miedo o timidez, después de todo, dentro de poco todo acabaría, no seria más una Kunoichi de Kumogakure, no seria más aquella joven, pronto todo cambiaría para las cuatro personas que estaban ahí.
— ¡oh! ¿de Kumo? ¿Enserio? — pregunto incrédulo
— hai, ¿por que?
— es que tu eres blanca, muy blanca y los de Kumo pues son... —no pudo continuar
— ¡ah! Eso, no te preocupes me lo dicen con frecuencia, lo que pasa es que mi madre era de Kiri, y mi padre de Kumo, ella era muy blanca y yo herede su tono de piel, ella me enseño a cuidarla por eso sigo siendo blanca como lo era ella — relato la chica
— ¿era? — pregunto el rubio desconcertado
—mi madre murió cuando era niña — dijo conservando su sonrisa
— ¡oh! Yo lo siento no quería... — de nuevo fue interrumpido por la de orbes negras
— no te preocupes, fue algo que paso hace mucho tiempo —dijo con su sonrisa, entonces, recordó que no estában solos, se volteo un poco quedando frente al pelinegro — Hola tu debes ser Uchiha Sasuke, yo soy Yaomi — dijo con alegría y calma.
— hump — el Uchiha la vio fríamente y un escalofrío le recorrió la espalda. Inmediatamente paso su mirada a la pelirrosa.
— Hola tu eres Haruno Sakura ¿verdad? — dijo sonriendo, reponiendo se del miedo que sintió al ver la mirada del Uchiha.
— hai, un gusto Yaomi — dijo la ojijade sonriéndole, esa chica le daba confianza.
— el gusto es mío.
— ¿y que haces en Konoha? — le pregunto la pelirrosa con curiosidad.
— vengo a pasear y a conocer esta bella aldea — le contesto con una sonrisa la pelinegra.
— ¡oh! Pues nosotros íbamos a entrenar,¿ te gustaría acompañarnos? — pregunto amable, la joven Haruno, la chica le hacia sentir confianza, haciéndola bajar la guardia.
— me encantaría — contesto alegre, el rubio sonrió y el pelinegro solo entorno los ojos con fastidio.
Los cuatro empezaron a caminar hacia el campo de entrenamiento, mientras la chica pelinegra sonreía internamente con maldad.
—por cierto, ¿a que te dedicas Yaomi? — le pregunto la pelirrosa.
— soy una Kunoichi, pero como estamos en tiempo de paz me otorgaron una vacaciones — respondió con sinceridad y con una sonrisa engañosa.
— oh valla — y los demás le creyeron.
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Tardaron un poco, pero llegaron al campo número 3, el campo del equipo 7, lleno de recuerdos, de risas y también de lágrimas, de alegrías y sufrimiento, de tantas cosas memorables, aquel campo que presenció su crecimiento.
Apenas empezaron a caminar, fue perceptible un pequeño hueco en la tierra cubierto por un poco de pasto, la chica pelinegra camino un poco, adelantándose a los demás, fingiendo no haber visto aquel hueco, apenas a unos paso su pie callo, el hueco era más grande de lo esperado, le llegaba a la rodilla haciéndola tropezar y caer, un dejo escapar un gemido de dolor.
Instantáneamente, los chicos se acercaron y la ayudaron a levantarse y sacar el pie ,cuidando no lastimarla más , la pelirrosa se acercó y ya con la chica sentada en el suelo comenzó a revisar su pie.
— chicos, vallan por un poco de agua para limpiarla un poco — dijo ya que quedo el pie de la joven quedo lleno de lodo.
Los chicos asintieron y fueron hacia el lago que ahí había dejando a las chicas solas
No fueron ni dos minutos que se tardaron en llegar al lago.
— bien ¿en que llevamos el agua?— dijo el rubio, dándose cuenta que no llevaban ningún bote o algo para llevar el agua.
— ah, usuratonkachi — el chico suspiro, tomo un pedazo de leño que había ahí y con un kunay se dio a la tarea de ahuecarlo, ¿que? Tampoco se le ocurrió pedirle a Sakura un bote para el agua.
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Sakura continuaba con su revisión.
— Los quieres mucho ¿no? —preguntó al aire la joven de oscura cabellera. Sakura la observó desconcertada, esperando a que continuará — A Naruto y Sasuke.
— ¡Oh! Si los quiero mucho, son mi familia — contestó con una sonrisa y continuó con su revisión
— Y ellos se quieren ¿no? De una manera... Especial — dijo nuevamente al aire, sin emoción alguna.
La de cabellos rosas la vio un segundo, la chica veía hacia la nada, pensando, suspiro antes de contestar — Te haz dado cuenta, eh — sonrió ligeramente pensando en lo obvio que era.
— Es una lastima que seas un estorbo, pero no te preocupes tiene arregló — dijo con una sonrisa, aun viendo a la nada.
Sakura la vio, sin comprender muy bien a lo que se refería, prefirió dejarlo pasar y continuó con la revisión — Que extraño — dijo para si, haciendo que la chica la vea — No encuentro ningún daño — dijo extrañada, la chica sonrió y la vio
— Será mejor que lo dejes — dijo confiada y se levantó, Sakura la imitó
— ¿pero que...? — no pudo continuar.
La chica comenzó a hacer una serie de sellos que la Haruno no pudo identificar, pero no se quedaría a averiguar que eran, dio un golpe al suelo, levantando una gran nube de polvo, la tierra tembló y la chica de cabello oscuro tuvo que saltar para eludir el golpe, la de orbes verdes salto, con el puño en alto, dispuesta a golpear a la tal Yaomi, la morena, sin detener la secuencia de sellos se movió hacia tras, salvando se del golpe, ambas cayeron al suelo y la secuencia de sellos termino la joven puso sus manos sobre el suelo y un sello se extendió por el suelo envolviendo a ambas en una luz.
—«Mierda, olvide dos sellos» — fue el último pensamiento de la ninja de Kumo.
Una estela de humo se levantó envolviendo a ambas .
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Sasuke termino su trabajo y tomo el agua con su bote improvisado, cuando un temblor se sintió.
— ¡¿Qué fue eso?! — preguntó el
rubio, alarmado
El moreno no contesto, sabia bien que eso era por un golpe de Sakura, inmediatamente, soltó el bote y comenzó a correr al lugar de origen seguido de Naruto, a lo lejos podía ver una gran nube de polvo y humo, justo donde minutos antes dejaron a las chicas.
Se detuvieron frente a esa gran nube y Naruto no dudo en acercarse, el humo empezó a dispersarse y con dificultad podía apreciarse dos siluetas, Naruto se acercó más y la silueta de hizo poco a poco más pequeña, cuando el humo se disperso lo suficiente, se podía apreciar a una niña de unos 5 años, de cabello rosa y ojos verdes, usaba una blusa rosa que le quedaba muy larga y que era muy conocida para ambos
Naruto se agachó a su altura — ¿Sa-Sakura-chan? — pregunto titubeante
La niña sonrió y abrazo al joven rubio — ¡Oka-san! — grito la niña con alegría, dejando mudos a los chicos.
La niña de cabello negro y ojos del mismo color se acercó al Uchiha y jalo de su pantalón en un intento de llamar su atención, lo cual dio resultado — Oto-san ¿podemos ir a casa? Tengo frío — preguntó la niña dejando blanco al Uchiha, la niña traía solo una blusa naranja que le quedaba enorme.
Ambos se vieron desconcertados, no entendían nada, solo una cosa era claro que esas niñas eran Sakura y Yaomi.
— ahí que llevarlas con Kakashi — ordeno el poseedor del Rinnegan. El rubio solo asintió.
— Antes, ¿podemos ir por ropa? Esta me queda grande y tengo frío — pidió la pelinegra acercándose al rubio — por favor Oka-san — pidió dejando blanco al rubio.
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Kakashi Hatake, el ninja copia, uno de los mejores ambus, el maestro del equipo 7, y sexto hokage, en su vida a visto y vivido muchas cosas, pero esto sobrepasaba todo, incluso el haber conocido a la diosa conejo se quedaba corto en comparación a esto, su ex-alumna y una Kunoichi de Kumogakure ¡convertidas en niñas! Sin explicación, sin posibilidad de ser reversible y al parecer sin memoria.
— haber repite me ¿quien es son? — pregunto la quinta hokage un poco abrumaba
— me llamo Yaomi y ella Sakura, somos hermanas e hijas de los dos grandes héroes — contesto segura la morena
— ¿quien es son? — pregunto la rubia
— Mi Oto-san es Sasuke Uchiha y mi Oka-san es Naruto Uzumaki — contesto tan segura, como si fuera verdad, ambas llevaban vestido, la de cabellos rosas llevaba un vestido verde con blanco y la otra uno azul con blanco 👗.
— Sabes que ambos son hombres ¿verdad? — le pregunto la Senju con una paciencia impresionante.
— Lo sabemos, pero aun así los amamos — contesto con una sonrisa, la única que contestaba era Yaomi, ya que al parecer Sakura era muy tímida con las personas que no conocía y desde que llegaron no a soltado la pierna de Sasuke.
El Uchiha y el Uzumaki, estaban cerca de la puerta observando todo, aun abrumados por todo, era la cuarta vez que le hacían esas preguntas a la niña y ella siempre respondía sin duda.
— ¿Ya terminamos? tengo hambre y quiero ir a casa — la mujer no contesto solo se dejo caer en la silla impresionada — ¿ya podemos irnos Oka-san? — pregunto al rubio.
— ¡Que soy hombre! — grito el de ojos azules, molesto
El chico de cabello negro solo entorno los ojos, sintió un tirón de su ropa, bajo la mirada encontrándose con una niña abrazada el
— ¿ya podemos irnos Oto-san? yo también tengo hambre — pregunto en un tono bajo tratando de no llamar la atención.
El chico no contesto solo volvió a entornar los ojos y ver hacia el frente.
—¿Que piensa Tsunade-sama? — pregunto el sexto hokage
— esto es increíble, no existe nada igual, ni mi jutsu es tan poderoso, las han cambiado totalmente, no tienen recuerdo alguno y están completamente convencidas de ser hermanas e hijas de estos dos idiotas — dijo entre afligida y maravillada la ninja médico.
— ¿y existe alguna cura? — volvió a preguntar el de cabello plateado
— difícilmente la abra, es casi imposible, pero la buscare, por el momento, lo mejor seria no contradecirlas en lo que creen es su realidad, podría causarles un trauma psicológico — sugirió la Senju
— bien pues así será, Naruto, Sasuke, ustedes las cuidaran — ordeno el hokage
—¡¿Que!? — gritaron ambos shinobis
— lo que oyeron — intervino la godaime —es lo mejor para ambas así que deberán cuidarlas hasta que ambas regresen a la normalidad — dictaminó la mujer
— pe-pero baa-chan...— intento alegar algo el rubio
— sin peros, Naruto — le corto la rubia
— ¿y donde nós vamos a quedar si tenemos que cuidar a estas... Niñas ? — pregunto el azabache sin ánimos de hacer un drama por la situación, después de todo, era una misión
— ahí una casa en la aldea que esta sola, podrán quedarse ahí en lo que dura la misión, yo les ayudaré con los gastos, pero tendrán que seguir asiendo misiones, además las niñas deberán asistir a la academia mientras están así — les dijo el peligris,los dos asintieron — bien, esta es la dirección y tomen un poco de dinero para que compren lo necesario, en la casa ya ahí algunos muebles y cosas, ustedes solo deberán comprar lo falta te y lo que vallan a ocupar las niñas — dijo extendiendo un sobre blanco y una hoja que Naruto tomo
— ¿y como sabremos que hacer ? Es la primera vez que cuido de unas niñas — pregunto el rubio
— mándare a Shisune en la tarde para que les diga que hacer — interfirio la Godaime
— bueno si es todo nós retiramos — dijo Sasuke dando media vuelta, apenas dio un paso sintió como tomaban su mano, al voltear pudo ver a Sakura agarrando su mano y sonriendo tiernamente, el chico suspiro y siguió avanzando.
Naruto simplemente avanzo a un lado de Yaomi, esta repitiendo la acción de su hermana tomo la mano del Uzumaki y continuó caminando, el rubio ya esperando esa acción ni se inmutó por ello solo salió tras Sasuke
— Kakashi ¿esa chica era de Kumo verdad? — pregunto seria la hokage
— así es Tsunade-sama — dijo con la misma seriedad, viendo fijamente la puerta por donde salieron los chicos
— ¿crees que el Raikage tenga que ver en esto? — espero seriamente su respuesta
— no lo se, el Raikage es un aliado , el sospechar de el podría significar el final de la alianza, por otro lado de ser así, ¿cual era el propósito?, ¿dañar a Sakura?, ¿para que? No tendría sentido, seria más lógico pensar que quiera dañar a Sasuke, después de todo, intento secuestrar a su hermano menor y por el perdió el brazo, o en último caso a Naruto, el lo enfrento y reto además de su viejo resentimiento al cuarto hokage, seria más lógico que querer dañar a Sakura — Dijo analizando la situación
—¿y si fallo? ¿Y si el ataque no era para Sakura? — pregunto la hokage, suponiendo las cosas
— entonces significaría el fin de la Paz — dijo con pesar el ninja copia
— ninguna paz es eterna.
— eso es lo que temo.
— tranquilo Kakashi, solo son suposiciones, puede que aya una tercera persona involucrada
— eso espero, pero bueno por el momento lo mejor será informar al Raikage y buscar la cura.
— hai, es lo mejor.
Continuara
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