- ¡Sí, sí! Que te digo que tenemos dos habitaciones libres… - le afirmó al interlocutor al otro lado de la línea.
- Pero… ¿Estás seguro? Es sólo por días, no voy a molestarles.
Tae chisto rodando los ojos.
- ¿Cuántas veces más te tengo que afirmar que no pasa nada? Justo ahora estoy compartiendo habitación con Jungkookie y Jimminie con Jin Hyung. Hasta que consigamos nuevos roommates puedes quedarte… Será divertido tenerte aquí Minjae – Rio al imaginarse tener a Jungkook y Minjae bajo el mismo techo. Pero luego paró sus pensamientos en seco.
Kim Minjae y Jeon Jungkook…bajo el mismo techo.
Viviendo juntos.
Viéndose a diario.
- Bueno Hyung, en pocas horas llegaré a Seoúl, te avisaré cuando este en el taxi para allá.
Taehyung tragó en seco.
Acto seguido la llamada se cortó.
Se había dado cuenta de lo obvio, de lo que no se había parado a pensar y lo que olímpicamente había ignorado. Comprendió por fin porqué había pasado los últimos quince minutos tratando de convencer a Minjae para que –en lugar de hospedarse en un hotel – pasara los días que tenía que estar en Seoúl en su casa. Comprendió por fin porque él estaba tan renuente con respecto a la idea. Su pelinegro amigo sabía perfectamente del choque que provocaba su presencia para el mejor amigo de su mejor amigo.
Para Jungkook, Taehyung era el amigo de su enemigo.
Minjae y Jungkook no podían vivir juntos.
Ellos no se soportaban.
Y ambos iban a querer estar con Tae, pero lejos el uno del otro.
Negó con la cabeza, dándose con el celular en la frente.
- ¿Qué hice?
. * . * . * . * .
Chupó y tragó el dulce sabor a fresa del chupetín que tenía en su mano mientras se concentraba en lo que tenía delante de él.
Examino con detenimiento la información sin dejar que nada se le pasase por alto. Era una información breve, directa al punto, pero con una importancia muy relevante…
Al menos para él.
Kim Namjoon había llegado a Corea hace tres días como estudiante de intercambio desde América. Al llegar, con un muy buen presupuesto gracias a su trabajo, había conseguido hospedarse en un hotel muy cerca de la Universidad. Sin embargo, si sus cuentas no le fallaban – Y no lo hacían, nunca – no pasaría mucho para que su presupuesto como estudiante de intercambio empezara a declinar lentamente hasta llegar a la banca rota…
Tenía una beca que le ayudaba con los estudios y los materiales para ejercer la carrera, sin embargo, comer en restaurantes todos los días y la estadía en el hotel, a pesar de que sólo habían pasado tres días, ya estaba empezando a enseñarle las consecuencias.
Por eso cuando, aquel día al final de la tarde, se encontró con aquel cartel al salir del instituto no dudo ni un momento en detener su camino y el disfrutar de su chupetín para prestar la debida atención.
Volvió a introducir la chupeta en su boca, guardándola en su mejilla mientras arrancaba de un tirón el anuncio y se lo guardaba en la chaqueta. Bajó las escaleras y salió caminando tranquilamente por el portón siendo casi arrollado por dos chicos que venían a toda prisa en su dirección.
Cada uno pasó por un lado sin detenerse por nada y él siguió su camino.
Cuando llegara al hotel se comunicaría, necesitaba mudarse a la brevedad y lo mejor era que: Su equipaje apenas había sido tocado…
Sonrió de satisfacción y volvió a lamer la chupeta ansioso por llegar al centro…
. * . * . * . * .
- Espera ¡¿QUÉ?!
Taehyung bajó la mirada con un leve sonrojo en las mejillas. Definitivamente había sido una mala idea. Sus otros dos compañeros sólo se miraban entre ellos con los hombros encogidos.
Si bien Jungkook era el menor entre todos los presentes, no cabía duda alguna que era él quien no solo tenía el carácter más fuerte y exigente, sino más difícil y la última palabra.
- ¿Me estás hablando en serio Taehyung? ¿O es sólo otra de tus bromas? – Exigió saber expectante porque Tae se echara a reír en cualquier momento.
En cambio, sin darle tiempo a responder el sonido de un celular inundó el ambiente tenso.
- ¿Hola? – respondió Tae más rojo que nunca - ¿Oh sí?
Jungkook rodó los ojos con los brazos cruzados en su pecho.
- Ya bajo a buscarte, Minjae…
Colgó el teléfono y se encogió de hombros mostrando sus palmas hacia arriba. Exculpándose de cualquier crimen.
- Necesitamos nuevos compañeros de piso ¿no? – se excusó mientras tomaba las llaves.
- Sí, pero ¿por qué ‘él’? – La última palabra la pronunció con cierto desdén.
- Lo siento Kookie, ya está aquí…- dijo abriendo la puerta.
- ¡Pues dile que ya llegaron los nuevos roommates!
Taehyung se carcajeo atrevidamente. Se devolvió donde su amigo y tomándolo de la cabeza le besó la frente para luego unir su frente con la suya.
- No puedo decirle eso, Kookie. – le susurró – Vamos, ¿Qué podría salir mal?
Dicho esto se despegó del castaño y le revolvió el cabello saliendo segundos después.
- Todo… - susurró Jungkook cuando Tae cerró la puerta tras de sí…
. * . * . * . * .
Era complicado explicar lo rápido y vertiginoso que las cosas, de un segundo al otro, podían cambiar. Como era difícil la situación en la que te tienes que topar frente a una persona que NO te cae bien, y no suficiente con eso tienes que procurar controlar tu mala cara porque es un invitado, además de tener que compartir a tu hyung y tu comida.
¿Qué más le iba a quitar?
Tuvo que soportar los continuos abrazos, las insinuaciones para nada naturales y que de paso sus otros dos amigos no les afectara su presencia: Todo lo contrario, estaban casi agradecidos con que Minjae estuviera allí.
Había traído pastelitos dulces para Jin y Jimin, y para él…es que no lo podía creer, para Jungkook le había traído nada más y nada menos que un jugo de limón.
Tal vez no había sido a propósito pero… ¿Por qué tenía esa sonrisa de superioridad mientras su brazo estaba posado sobre los hombros de Tae cuando le dio la botella?
Pero Jungkook, quien era más terco que una mula y más duro que una piedra, soportó todo. Pensando que no podía ser peor, que el que reía de último siempre reía mejor. Sí, creía fielmente que sería él quien riera de último a la hora de dormir.
Ya lo tenía planeado. Lo planeo mientras esperaba sentado en los cojines de la mesa esperando a que Jimin terminara de cocinar. Se aisló del mundo para planificar como lo haría, como se encargaría de que viera como se llevaba a Tae a la habitación y cerraba la puerta en su cara.
Su sonrisa de satisfacción se dibujó entre sus manos entrelazadas mientras fantaseaba con el momento. Ya sabía cómo lo haría, y saldría todo perfecto.
- ¿Y por qué no salimos a comer fuera? – Planteó el pelinegro naturalmente recostado en el sofá mientras Tae le hacía trencitas en el pelo. – Yo invito. Jimminie ¿Qué te parece la idea?
Jimin saltó de alegría asintiendo e improvisó un baile sensual mientras sostenía un cucharón sucio sobre su cabeza.
Jungkook había salido de su exilio para mirar la reacción de cada uno.
- ¿Y luego vamos a beber a un club? – Propuso Tae siguiendo el juego.
La mandíbula de JK casi se le cayó al piso.
- ¡Vamos! – se animó aún más Minjae y se echó sobre Tae quien lo rodeo con los brazos y las piernas por la cintura. Jimin les siguió y se les echó encima a ambos.
Jin reía viéndolos desde las sillas del bar de la cocina con su cabeza reposando sobre su mano buena.
Fue cuando Jungkook carraspeó y todos voltearon a verlo.
- Creo que se TE olvida que mañana tienes clases… - Dijo dirigiéndose única y exclusivamente a Taehyung.
Taehyung rodó los ojos y soltó el abrazo de Minjae.
- No recuerdo que eso nos haya detenido de irnos a beber la noche anterior a un examen oral… - cortó enseguida.
- Es verdad Jungkookie. – Segundó Jimin – Nunca hemos tenido problema con eso…
- ¿Y no se detienen a pensar que Jin Hyung no puede porque está herido?
Fue entonces cuando la expresión de los tres jóvenes cambió y voltearon a ver a Jin casi suplicantes.
- Yo no tengo ningún problema en devolverme en taxi después de la cena – aclaró Jin con una sonrisa fraternal.
Jungkook chistó negando con la cabeza sin poderlo creer.
- ¡Entonces está decidido! ¡Vamos a arreglarnos! – exclamó Minjae mientras abrazaba más fuerte a Tae.
- ¡Yuujuu! – Gritó Jimin mientras se levantaba rápidamente y corría a meterse al baño.
Una hora después todos estaban listos. Todos con chaqueta y pantalón de vestir al más estilo casual/elegante coreano. Y Jungkook… Él sólo se había puesto unos jeans rasgados y un suéter negro de capucha sobre una camiseta negra con zapatos deportivos. Las manos habían sido su peine.
Miró a Tae quien traía un blazer negro con detalles de encaje en las mangas, bajo él estaba una camisa blanca abierta los primeros cuatro botones y su cabello impecable peinado de lado. Luego miró a Jimin quien se había puesto un pantalón negro de cuero con una camisa azul eléctrico y un blazer de lentejuelas, no le intereso que el estilo con el que Minjae llevaba aquel traje blanco con dorado sea tan natural ya que no quería que se le arruinara más la noche…
Fue cuando vio salir a Jin con su angelical rostro enrojecido como sus labios que sus ojos se abrieron de sorpresa.
Simplemente estaba perfecto.
Llevaba un pantalón plateado metalizado que se aferraba a sus largas y tonificadas piernas, a juego con el blazer que llevaba recargado del brazo y una camisa negra mate metida dentro del pantalón. Por alguna razón tuvo que tragar en seco para mantener la compostura.
Jin se acercó a él con una sonrisa y le tendió el blazer.
- ¿Me ayudas? – Le pidió mientras le daba la espalda.
- C-Claro… - Se sorprendió al darse cuenta de que había tartamudeado. Deslizo con suavidad las mangas del blazer por los brazos del rubio hasta llegar a los hombros donde la poso con delicadeza para luego planchar la prenda acariciando sus hombros. – Listo… te…te queda bien…
- Gracias – respondió Seokjin sonriéndole.
Se quedaron mirando directo a los ojos por un tiempo indefinido mientras lentamente todo a su alrededor se esfumaba como el vapor.
- ¿Estamos listos? – Preguntó Minjae animado, aún pegado a Tae.
Ambos volvieron a la realidad.
- ¡Sí! ¡Vamos! – respondió Jimin por todos. Y se colgó de los hombros de Jungkook y Jin para arrastrarlos fuera del departamento.
Una vez en el taxi todos se animaron más, hasta Jungkook había dejado la mala cara para hablar de trivialidades con Jimin.
- ¿Y para cuándo estará listo tu auto Jin hyung? – preguntó Minjae desde el asiento copiloto.
Jungkook quien había escuchado el nombre de Seokjin salir de los labios de su enemigo se prenso enseguida.
- Creo que ya mañana estará como nuevo. Esta mañana me llamaron para informarme que habían tenido que volverlo a lavar porque el olor de la sangre era insufrible – Se carcajeó naturalmente. – Necesitaré quien me ayude a traerlo de vuelta.
Mentiría si dijese que eso no le había dolido. Pero la verdad era que sí, no porque Jin mintiera o lo excluyera. Era tan simple como que Jungkook aún no era mayor de edad y no tenía su licencia, que lo hubiese llevado al hospital en esa ocasión había sido por pura emergencia. Eso por nada del mundo podía volver a pasar…
- Yo puedo ayudarte si lo deseas – Se ofreció el pelinegro con naturalidad haciendo que Jungkook volteara enseguida a verlo y luego a mirar a Jin. Sus ojos bailaban entre el asiento copiloto y el asiento de al lado, donde Jin sonreía divertido con su mano herida en el regazo. Él sin saber cómo interrumpir para que no hubiera cabida a una rienda suelta para la conversación que tanto le estaba incomodando, se le ocurrió lo más lógico: Se encogió en el asiento y reposo su cabeza en el pecho de Jin abrazándolo con un brazo.
Jin lo miro confuso y le dio espacio para que se arreglara mejor en su pecho.
- Claro, si quieres puedes venir mañana conmigo – Y le mostro la sonrisa.
El castaño apretó más fuerte la cintura de su Hyung y cerró los ojos enterrando la cara en el blazer. Podía oler el perfume del jabón desprender de la piel de Jin mezclado con el perfume personal del rubio.
Su olor favorito en el mundo…
Minjae volvió la vista de nuevo al frente. Pocos minutos después todos terminaban la cena, Minjae como lo había prometido; pago la cuenta completa y propuso tres tipos de club a los que podrían ir…
Decidieron que irían a uno con espectáculo de espuma y chicas en las tarimas a contra luz.
- Yo no voy… - Dijo Jungkook dejando descolocado y decepcionado a Tae. – No voy a dejar que Jin Hyung se vaya sólo a casa…
Todos se miraron entre sí.
- Vayan ustedes, yo lo cuidaré… - aseguró con las manos metidas en el suéter.
Todos asintieron y se despidieron tomando un taxi para el club y la pareja otro con destino a la casa…
El trayecto de vuelta a la casa fue silencioso. Iba uno al lado del otro en el centro del asiento trasero pero cada quien mirando por su respectiva ventanilla. En la radio sonaba una atrevida canción que no ayudaba para nada con la tensión sexual que se podía respirar en el ambiente.
Está en juego otra vez, es peligroso otra vez
Es tan malo, ¿por qué? nosotros, yeah
El soportarlo más, el aguantarlo más
Es tan difícil, difícil, no puedo
Aunque ya lo sé
No puedo detenerme
De ninguna manera, de ninguna manera, de ninguna manera
Mientras el tiempo pasa
Sólo se arruina más
De ninguna manera, de ninguna manera, está colapsado otra vez
Jungkook tragaba fuerte cada vez que el auto saltaba y sus hombros se rozaban o chocaban. Trataba de reprimir la sonrisa que traviesa trataba de colarse fuera de sus comisuras al escuchar la ironía en la letra de esa canción.
Una casa hecha de cartas, y nosotros dentro
Aunque el final es visible, aunque vaya a colapsar pronto
Una casa hecha de cartas, somos como idiotas
Aunque sea un sueño en vano, quédate así un poco más
Como si no hubiera tal cosa como el mañana
Como si no hubiera tal cosa como una próxima vez
Justo ahora, en frente a mi ojos, todo está sin ti
Es una terrible oscuridad de tono negro
Lo digo como un hábito
No funcionaremos al final
A pesar de eso, sigo esperándolo
Mientras esté contigo hasta el final, estoy bien
Aunque ya lo sé
No puedo detenerme
De ninguna manera, de ninguna manera, de ninguna manera
Apretó los puños todo el trayecto hasta el departamento clavándose las uñas en las palmas.
Al llegar pagó y adelantó el paso hasta la entrada del edificio dejando a Jin atrás. No quería que este viera la vergonzosa erección que había estado apretando entre sus piernas durante todo el camino. Le dejo las puertas abiertas y se metió directo al baño.
Jin quien no era tonto, y los años que tenía no los tenía de gratis subió lo más tranquilo que pudo. Impávido de la situación cerró cada una de las puertas que Jungkook había dejado abiertas para él. Al estar en la sala de estar guardó con su mano libre lo que Jimin había cocinado en la nevera, pasó un paño húmedo por la encimera y cerró los gabeteros.
Una vez todo quedó impecable comenzó a desabotonarse la camisa y sacarla de sus pantalones sin retirarse el blazer…
Dentro del baño era otra historia, Jungkook se lavó los dientes y se mojó la cara tantas veces que por un momento pensó que se borraría el rostro de tanta agua fría.
Suspiraba tratando de calmar su excitación, su corazón palpitaba fuerte en su pecho amenazando con explotar como lo haría su miembro si no lo liberaba pronto.
Tenía calor. Y mucho…
Se desvistió y metió en la ducha echándose solo agua fría encima, consiguiendo bajar su libido al cabo de unos minutos de reposar bajo los hilos de agua fría.
Suspiró bajó el agua cuando sintió que su corazón se había normalizado.
Salió de la ducha y puso una toalla alrededor de la cintura. Si se acostaba a dormir ahora podía olvidarse de todo por un momento. Decidido a salir directo a su habitación; abrió la puerta del baño sólo para toparse con el pecho desnudo de su Hyung quien miraba sus zapatos mientras sus brazos estirados de cada lado agarrando el marco de la puerta no le permitían salir.
Subió la mirada encendida en deseo y le miró directo a los ojos. De nada había servido toda esa agua fría cuándo había vuelto al punto de inicio…
No pudo más, se abalanzo a los labios del rubio tomándolo con agresividad por el rostro y enseguida comenzó a jugar con su lengua y a mordisquear los carnosos labios de Jin.
Por su parte Seokjin acariciaba el torso mojado y desnudo del menor paseando sus manos por todo su cuerpo hasta sus nalgas las cuales masajeo en círculos y apretó para que sus erecciones de estrujaran la una contra la otra.
Jungkook comenzó a andar sin soltar a Jin del rostro buscando de entrar a su habitación pero éste se lo impidió, en cambio soltó el beso y le haló el pelo hacia atrás al castaño haciendo que le viera con aquella mirada salvaje.
Le mordió la quijada del mentón a la oreja y una vez allí le susurró con autoridad.
- Al mío.
Jungkook sin responder dirigió el cuerpo de ambos hasta la habitación del mayor. Cerró la puerta de una patada sin detenerse a ponerle seguro. Después de todo estaban solos y los chicos tardarían mucho en volver.
Una vez frente a la cama prosiguió a lo más importante de la ocasión: Ayudar a su compañero a desnudarse…
Sacó por los hombros el blazer que el mismo le había puesto deslizándolo con sensualidad por sus brazos inclinados hacia atrás mientras sus dientes se clavaban en la piel del cuello. Lo dejó caer en el suelo e hizo lo mismo con la camisa previamente desabotonada por su dueño haciendo que esta reposara sobre la otra pieza en el suelo.
Contempló el torso desnudo de su compañero que sabía cómo mantenerse en forma y lo acarició hasta la línea del pantalón donde comenzó a desatar el cinturón con apuro. Jungkook aún seguía con la toalla amenazando con salir volando de su cadera por lo que al desatar el pantalón empujo agresivamente al rubio sobre la cama haciendo que éste rebotara en ella.
Seokjin se sacó los zapatos y se echó para atrás con los codos. Todo sin dejar de contemplar como JK liberaba su miembro.
Se subió a la cama sobre Jin metiendo una pierna entre las de su compañero y volvió a besarle, esta vez con más suavidad y fuerza. Tiró hacia abajo el pantalón hasta que consiguió que por fin saliera y lo arrojó lejos.
Admirando desde arriba el cuerpo desnudo de su Hyung se relamió el labio extasiado. Fue entonces cuando se abalanzo sobre su cuerpo y continuó besándole con fuerza. Los labios de Jin se habían tornado de un purpura suave y se habían hinchado aún más. Alzó las piernas para envolver a Jungkook por la cintura y se abrazó de su cuello mientras las gotitas de agua caían del cabello del menor a su cara. Pero no le importó, impaciente levantó las caderas para que su entrada rozara la punta de Jungkook.
Enseguida comprendió y sin protocolos se enterró en Jin completamente.
- ¡Aaahhg! – gimió fuerte el rubio.
Jungkook quien sabía que era de puro placer no tardó en embestirlo con agresividad.
- Di mi nombre – Le pedía al oído capturando su oreja con los dientes. - ¡DILO!
- Jungkook, Jun-gkook – gemía cada vez más fuerte el rubio.
Recibió la primera nalgada poco después. Su piel se puso tan roja como lo eran sus labios naturalmente y él sólo gimió más el nombre de su compañero.
- ¡¡Jungkookie…aah…ah!!
El castaño sonreía de satisfacción, extasiado por la vista que Jin le ofrecía. Entonces fue cuando de un tirón le dio la vuelta dejando al rubio sobre sus palmas y sus rodillas. Allí sobre su hyung paseo sus manos desde las nalgas ya rojas, haciendo un tour por su espalda hasta su cabello los cuales los enredo entre sus dedos y haló hacia atrás mientras con la otra mano castigaba a nalgadas el trasero del rubio sin dejar de embestirlo.
- ¡Aagh! ¡Aah! Sí, más… aagh… Jungkookie… - Seguía gimiendo cuando sintió el masaje sobre su miembro.
Se tensó advirtiendo que como siguiera así iba a acabar muy pronto. Jungkook en cambio le clavó las uñas en una nalga y soltando un gruñido de placer se reposó sobre la espalda de Jin. Había acabado primero.
Salió del cuerpo de su hyung con la respiración entrecortada y al ver que Jin seguía sin acabar le dio la vuelta y sin contemplaciones se metió el miembro a la boca.
Subía y bajaba tocando la pared de su garganta con la punta del miembro de su compañero y apretándolo fuertemente entre su lengua y su paladar sin detenerse ni por un momento para agarrar aire. Como si de un chupetín se tratase devoró toda la extensión de lo que Jin tenía para ofrecerle.
- J-Jung-koo-kie – Gimió Jin – Ya…ya…ya voy…
Lo tomó del cabello para que parase o le iba a acabar en la boca pero Jungkook tomó su mano y la entrelazo con la suya aumentando la velocidad de su cabeza.
- ¡Koo-okie...! – Suspiró cerrando fuertemente los ojos y apretando la mano que se entrelazaba con la suya. Luego dejo caer su cabeza para atrás y soltó el aire que tenía en el pecho.
Jungkook se arrodilló frente al rubio con un puño tapando su boca llena. Jin al sentir que lo estaban observando mucho levanto la cabeza para ver a su acosador. Le vio tragar con fuerza y limpiarse la comisura de sus labios con el pulgar para luego chuparlo.
El rubio soltó una risa suave y se tapó la cara el dorso de su mano herida. Descubrió que le estaba doliendo por todo el esfuerzo que había hecho con ella…
Jungkook se acostó a su lado y sin decirle nada le plantó un dulce beso en la punta de la nariz.
- Gracias Hyung…
. * . * . * . * .
Las risas traviesas se escuchaban por todo el pasillo, reían tapándose la boca pero aun así se podía escuchar el eco por el pasillo y más aún a aquellas horas de la madrugada.
- ¡Shhhh! Chicos – susurró Taehyung – Vamos a despertar a todos… - Pero el también estalló en risas.
- ¡Shh! ¡Shh! – dijo Minjae riendo silenciosamente con un dedo sobre sus labios.
El trio entro en el departamento tropezando con sus propios pies. Jimin paró sobre sus palmas y rodillas en medio de la sala sin poderse reponer por sí mismo.
Minjae y Tae se rieron tapando la boca con fuerza para no despertar a los chicos quien presumían cada uno estaría en su habitación durmiendo.
Jimin se dio la vuelta y se estiró en el piso con los brazos extendidos a los lados.
Taehyung temblaba de la risa tratando de reprimirla. Se acercó a Jimin y le tendió una mano para que se levantara mientras Minjae se retiraba al baño aun reprimiendo la risa.
- Vamos Jimminie – El pelirojo se levantó con dificultad y se colgó de Taehyung. – Ve a dormir Park Jimin.
Éste le besó la mejilla y camino tambaleándose hasta la habitación que compartía con Seokjin. Abrió la puerta con cautela adentrándose en ella, sin embargo se detuvo frente a la cama, ¿Estaba tan ebrio que veía a dos personas en la cama de Jin? Se estrujo los ojos y volvió a mirar con atención.
No estaba viendo doble, había dos personas en la cama de Jin. La maraña enredada de cabellos castaños descansada sobre el pecho desnudo del rubio quien a su vez le pasaba su brazo izquierdo sobre la espalda desnuda dejando su mano herida descansar sobre la misma.
- ¿Jungkookie? – se preguntó extrañado por la escena pero sin comprender la realidad de los hechos. – Supongo que quisieron hacerse compañía y se quedaron dormidos… - Se encogió de hombros y siguió caminando hacia la cama de Jin para despertar a Jungkook y decirle que se pase a su cuarto cuando tropezó con algo tirado en el suelo. Se agachó para tomarlo y descubrió que era el blazer de Jin. - ¿Qué hace esto aquí? – se preguntó aun sin poder coordinar y procesar la información. En el camino fue encontrando más prendas, hasta que lo siguiente que recogió del suelo fueron dos bóxer.
Allí su ceño se frunció profundamente. Decidido; se acercó a la cama y destapo a Jungkook.
Estaba completamente desnudo. Y Jin, a su lado, también…
Ahogo un grito con la palma de su mano. Y retrocedió sin dejar de mirarlos. Llegó a la puerta la cual no había cerrado y salió muy lentamente. Cerró con todo el cuidado del mundo de no hacer ruido y se quedó allí con la espalda pegada a la puerta y la palma de su mano aun tapando su boca.
Miró en dirección a la cocina donde Taehyung ya estaba en bóxer y camiseta tomándose el agua directamente de la jarra. Éste le miro con el ceño fruncido confuso del porqué Jimin aún estaba con la ropa de salir y fuera de la cama.
- ¿Qué pasó? – Interrogo al ver la cara de Jimin.
El pelirrojo trago fuerte.
- Es mejor que lo veas por ti mismo…
Taehyung accedió con el miedo latente en el pecho de que no sabía con lo que se iba a encontrar…
Entró, los miró, ató cabos aquí y allá llegando a la conclusión obvia y salió de la habitación cerrando suavemente la puerta. La punzada de traición latente en su corazón no le dejaba respirar. Se tomó un momento para poderle dar la cara a Jimin mientras se tragaba todo el dolor y las lágrimas de impotencia que ya habían asomado por sus ojos. Suspiró soltando con fuerza el aire y de una vuelta encaró al expectante Jimin.
- ¿Qué crees tú? – preguntó – Yo creo que no vi bien…
Taehyung sonrió aún con los ojos empañados.
- ¿Pasó algo? – Dijo Minjae quien apenas salía del baño secándose el pelo con una toalla.
Jimin y Tae se miraron.
- No… - Respondió el peliplata sonriéndole a su amigo, aspiró por la nariz y sin dejar de sonreír prosiguió – ¡Hoy duermes conmigo!
. * . * . * . * .
Estaba tan a gusto donde estaba, hacía frio pero el calor de su cuerpo no permitía que el titiritara. Suspiró encogiéndose entre las sabanas y sus brazos, dispuesto a dormir un poco más cuando su móvil empezó a sonar.
- Maldit…
- Shh – le calló enseguida el rubio.
- ¿Hola? – Respondió al número desconocido que le llamaba.
- Hola, llamo por el cartel del departamento. Estoy interesado. – Le respondió el hombre al otro lado de la línea.
Jungkook se compuso sentándose enseguida en el filo del colchón.
- ¡Sí! Aún está disponible…
- Bien, me encantaría poder conversar con usted en persona. ¿Puede atenderme hoy?
- Claro, al final de la tarde, luego de clases. ¿Vas a la Universidad K, no?
- Sí… ¿Nos encontramos allí?
- Me parece perfecto. Hasta entonces, adiós…
Colgó la llamada y volteó a ver a Jin con una sonrisa.
- Ya tenemos un nuevo roommate…