Kibum despertó un poco más tarde de lo usual, pues hoy era su día libre de la semana, coincidiendo con el ensayo que había programado la profesora Kim. Según lo que le dijo Jonghyun ayer en la noche por teléfono. Aún tenía un par de horas hasta salir de casa. Salió a la cocina en busca de su desayuno y se sorprendió al encontrar a su madre allí. La saludó con una reverencia y ella se acercó a él y le dio un pequeño abrazo.
- Pensé que estarías hoy en el hospital. – comentó yendo hacia el refrigerador, sacando cereal y leche.
- Hoy es mi día libre hijo. – dijo tranquilamente mientras tomaba de su taza de café. – También tienes libre hoy verdad? ¿Quieres salir de compras? Como en los viejos tiempos. – agregó con una nostálgica sonrisa. Ya comenzaba a sentirse mal.
- Ahm, mamá no puedo hoy, ya tengo planes. – respondió tratando de no sonar tan cortante.
- ¿Hoy? ¿Qué planes? – preguntó desconcertada.
No sabía si contarle acerca de la presentación que tendría, desde que comenzaron los ensayos no les dijo una sola palabra a sus padres acerca de ello. Cuando llegaba tarde siempre alegaba que estaba o con Minho o se retrasó en el trabajo o el tráfico. Ya que sus padres estaban todavía en contra de su deseo por estudiar música no quiso avivar más esa furia que tenían con él. Pero también debía admitir que quería su apoyo, pensó que sería bueno tenerlos presentes el día de la actuación y que observen su determinación y lo mucho que había mejorado.
Respiró profundo y decidió decirle todo, de una vez por todas.
- Mamá, la verdad es que he estado recibiendo lecciones de piano con un amigo de la universidad y me invitaron a participar en un pequeño concierto mañana, hoy tenemos un ensayo. Perdón por no habértelo dicho antes. Pensé que te enojarías. – confesó bajando la cabeza, esperando el regaño.
- Kibeomi… ¿realmente quieres esto para tu vida? – preguntó su madre.
- Si. – respondió seguro. – perdóname por no llenar tus expectativas. – hizo una venia de noventa grados. Y su respiración comenzaba a entrecortarse. Entonces su madre lo levantó y lo volvió a envolver en un abrazo, esta vez se sentía cálido y protegido.
- No debes pedir perdón, al contrario, perdóname a mí por no saber escucharte. Es verdad que no es lo que yo hubiera querido para ti pero si esto te hace feliz, yo te apoyaré siempre. – besó su mejilla y lo abrazó más fuerte, él correspondió enseguida. – si estás de acuerdo me encantaría ir a verte mañana. – se separaron y su madre le sonrió con algunas lágrimas en sus ojos. El solo asintió contento.
***
Taemin se encontraba ya realizando los estiramientos para comenzar con el ensayo. Solo estaban unos cuantos alumnos más junto con él. Aun no llegaban los profesores ni los músicos a la sala por lo que contaba con el tiempo suficiente para practicar unas cuantas rutinas por sí solo.
Últimamente estaba preparando una coreografía propia para una audición que quería hacer para una de las compañías más grandes de Corea, si tenía suerte podría convertirse en un bailarín o coreógrafo y trabajar con los grupos más populares del país.
Comenzó con unos movimientos ágiles y fluidos, impresionantes a la vista. Los demás alumnos notaron su rutina y lo animaban mientras bailaba, muchos de ellos admiraban al rubio, a pesar de ser de primer año y ser de los más jóvenes tenía una habilidad innata para el baile, considerándolo como uno de los mejores del grupo.
Los profesores llegaron junto con los músicos y empezaron a colocarse en sus posiciones para comenzar con el ensayo, Taemin saludó a Kibum y después de algunas instrucciones por parte del director Jaewon iniciaron con la música. Primero la canción de Zion. T que habían preparado con anterioridad y luego Ace, la composición de Jonghyun junto con Neon.
Los integrantes de la banda estaban placenteramente sorprendidos con la coreografía, no se imaginaban que su música podía interpretarse de esa manera, esta oportunidad les abría la mente hacia un nuevo mundo de posibilidades.
En un pequeño descanso Kibum se acercó a Taemin, felicitándolo por su gran desempeño. Ahora que lo veía bailar podía ver que el menor amaba lo que hacía y había nacido para ello. Con su talento y trabajo duro sabía que llegaría lejos.
Una vez dado el visto bueno a todos y luego de algunas indicaciones más el ensayo se dio por terminado, creando gran expectativa y emoción en todos.
- ¿Ves? Todo salió bien hoy, no tienes por qué estar nervioso. – comentó Jonghyun a Kibum palmando su hombro, habían quedado solo ellos y los chicos de Neon en el salón.
- Pero mañana estará repleto de gente. – dijo el menor con algo de temor.
Joonyoung miró al vocalista y este asintió confirmando su plan anterior, darle un poco de “valor” en forma líquida. Los chicos salieron del salón recogiendo sus instrumentos a excepción por supuesto de la batería, decidieron ir a almorzar todos juntos cerca de allí.
Llegaron a uno de los comedores de la universidad y ordenaron el menú del día, fue un momento agradable entre conversaciones triviales y un poco de bullying por parte de Chanyeol y Joonyoung a Jonghyun, pero gracias a ello llegaron a acercarse más. Especialmente con los amigos del bajista que aprovechaban cada oportunidad para cuestionar a Kibum, queriendo comprobar si valía todo el empeño que su amigo ponía en conquistarlo.
- Me has sorprendido Kibum, al principio pensé que debíamos incluir a un estudiante de aquí para que toque el piano pero tú lo haces excelente. – comentó el guitarrista.
- Gracias, he estado practicando lo más que he podido, no quiero decepcionarlos.
- Descuida, lo harás bien. – habló esta vez Chanyeol. – si no, tenemos un plan B hehe. – agregó y se ganó una golpe en la espalda por parte del mayor.
- ¿Cuál plan B? – preguntó el azabache mirando directamente a Jonghyun, quien casi escupe su comida de la impresión y le lanzó al menor de todos una mirada asesina. No podía darse el lujo de perder la confianza que había logrado tener con él.
- Oh, no es nada solo un método para calmar los nervios. – contestó y sonrió como si nada.
- ¿Ya conoces la de imaginar al público en ropa interior? – preguntó divertido Joonyoung.
- No creo que eso funcione. – respondió Kibum riendo al fin. Restándole importancia al asunto. – ¿Qué hacen ustedes para calmar los nervios? Sé que se han presentado en un escenario muchas veces y nunca parecen nerviosos.
- Oh no lo creas, siempre sale algo mal, si no es con los equipos de sonido es con los instrumentos y eso nos tensa siempre antes de tocar. – respondió el baterista.
- Ya veo, debe ser difícil. – comentó.
- Si pero también es muy divertido. Arriesgarse es divertido. – agregó Jonghyun mirándolo.
- Bien, yo digo que ya podemos descansar, ya hemos ensayado lo suficiente y mañana será la prueba de sonido así que por qué no nos tomamos el día. – propuso Chanyeol tomando su mochila y colocándola al hombro para luego ponerse de pie. – nos vemos mañana~ - se despidió de todos y se marchó.
- Creo que yo también me iré, aún tengo clases en la tarde, nos vemos. – miró al bajista de manera cómplice, se levantó y se fue también, dejándolo solo con Kibum.
- Y… ¿no tienes más clases? – preguntó el menor después de unos minutos.
- De hecho sí, y debo terminar otro proyecto. – respondió el castaño. Estaba seguro que sus compañeros lo dejaron solo apropósito precisamente para que lo invite a la fiesta después de la presentación. Sería como pedirle una cita, y de manera oficial, aunque cuando pasaban el tiempo juntos era casi como una cita ¿verdad? habían llegado a conocerse bastante e incluso ya habían confesado sus sentimientos hacia el otro.
Aun así se sentía nervioso por preguntarle, sentía que el menor había podido abrirse finalmente con él pero aun podía notar también que seguía inseguro y no era para menos, es por eso que quería estar con él y protegerlo de todo.
- Voy a tener que irme primero – se lamentó el mayor por no poder pasar más tiempo con él. – pero… B-Bum-ah – deslizó su mano por debajo de la mesa y tomó entre sus palmas la mano del menor. – Mañana después del programa nos invitaron a tocar en un bar cerca de aquí y me preguntaba si quieres venir? Será divertido. – preguntó nervioso. Si le decía que no, podía dar por fracasado su plan de declararse.
- ¿Un bar? Realmente no voy a bares, no lo sé… - respondió un tanto avergonzado por la forma tan tierna en que lo llamó.
- Voy a revelar la canción que te mostré el otro día, realmente quiero que estés allí para eso. – dijo el mayor tomando un poco de seriedad.
- ¿yo? ¿Por qué? – preguntó curioso.
- Preguntas por qué… tendrás que verlo tú mismo. – afirmó con una sonrisa. Aunque debía admitir que estaba un poco apenado. No quería hacer el típico cliché de chico enamorado pero… era un chico enamorado, que más podía hacer. A estas alturas no tenía remedio.
- Está bien, iré. – sonrió también. – Antes que nada, también soy su fan. – lo sostuvo también pero retiró sus manos de las suyas cuando notó a algunas personas mirándolos, sin embargo el mayor volvió a tomar su mano y se levantó llevándolo fuera del lugar consigo. Llegaron hasta un jardín de césped detrás del edificio y solo ahí lo soltó.
- Jonghyun que sucede? – preguntó alarmado.
- No quiero que hagas eso, me lastima, por favor…
- ¿De qué hablas? – preguntó sin entender la reacción del mayor.
- Kibum sé que es difícil para ti aceptar esto pero, no me apartes. Podrá parecerte algo tonto y sin importancia pero si nosotros somos los que nos escondemos desde un principio, entonces ¿cómo la gente va a aceptarnos? Dime ¿cómo vamos a ser incluidos dentro de la sociedad y ser considerados como iguales si nos ocultamos todo el tiempo? – declaró por fin, dejando salir su frustración y sintiéndose nuevamente impotente y triste.
Solo lo había visto una vez tan alterado, con aquel episodio de la pareja en la calle. Cuando habló de ellos podía sentir su ira, y era lo mismo ahora. Tenía razón, totalmente, pero el aún tenía miedo ¿Qué podía hacer contra ello? Si aún tenía miedo de sus propios sentimientos ¿cómo iba enfrentarse así al mundo?
- Jjong, yo entiendo, pero tú necesitas entenderme también, no es tan fácil para mi… - el mayor alzó su mirada como si estuviera listo para contradecirlo pero él fue más rápido en hablar – Y no estoy diciendo que lo haya sido para ti o para nadie, es sólo que… tengo miedo…
- Dime a qué le temes Kibum… - se acercó nuevamente a él, esta vez más calmado y dispuesto a escuchar. - al rechazo? De la sociedad? Tu familia? – el menor asintió sintiéndose muy vulnerable.
- Yo me sentí igual, aún me siento así… el momento en que te das cuenta de que las personas a las que más amas pueden llegar a darte la espalda es el sentimiento más aterrador que existe. Es por eso que tenemos miedo de confiar en la gente, porque tememos que nos puedan traicionar en cualquier momento…
- Jjong… - tomó su mano y lo invitó a sentarse junto a él en el césped – ¿recuerdas aquella vez que te llamé en la madrugada? – el mayor asintió y el bufó – en ese momento me sentía realmente desesperado, no sé por qué creí que hablarte era la mejor opción pero lo fue – sonrió – quizá te suene ridículo el motivo pero tuve una pesadilla, esa noche pasaron un caso de violencia hacia un extranjero por ser gay y mi padre… mi propio padre hablaba de él con tanto desprecio, no creí que me llegaría a afectar tanto pero inmediatamente después pensé en ti, en nosotros… - estaba a punto de quebrarse en llanto, el castaño lo acogía en sus brazos – en que si le hago caso a mis sentimientos y llegamos a estar juntos eso sea lo que tenga que enfrentar a diario. ¿Me entiendes ahora? – preguntó dejando salir las primeras lágrimas.
- Kibum… - alejó unas lágrimas de sus pómulos con su pulgar y lo atrajo más en un abrazo. Confortándolo de alguna manera. Es verdad, incluso si estaban dispuestos a renunciar a todo por estar juntos, si su amor llegara a ser tan grande como para hacer eso, incluso así el dolor de perder a su familia era inmenso. Pensar que no podrían ser capaces de aceptar y apoyar su amor… por más que fuera feliz a su lado, siempre existiría ese vacío.
- Entiendo, créeme que lo hago, si mi padre no se hubiera ido, seguramente te estaría contando la misma historia, pero aun así… - el menor alzó la mirada, encontrando sus ojos. - ¿Quieres vivir escondiéndote todo el tiempo? – La expresión tan angustiada del menor le oprimía el corazón - ¿Crees que puedas ser feliz de esa manera? Cumpliendo las expectativas de los demás y viviendo una mentira o quieres apostar por esto y seguir adelante, juntos. – entrelazó sus manos y la acercó a su boca, besando suavemente el dorso de su mano.
- Yo… - no pudo contener más sus lágrimas al ver la determinación del mayor y sollozó más fuerte – Jjong yo… quiero estar contigo. – logró dibujar una sonrisa entre tantas lágrimas y se lanzó de nuevo a los brazos del castaño, este atrapándolo y acariciando sus cabellos azabaches para calmarlo, sonrió feliz también, derramando lagrimas propias que marcaban un nuevo camino en su vida. Lo que sea que tengan que afrontar de ahora en adelante, lo harían juntos.
- Gracias por confiar en mí. – manifestó el mayor, besando sus cabellos.