- Mamá… - se acercó a darle un abrazo con una amplia sonrisa. Para su sorpresa venía acompañada de su padre también, lo cual lo hizo sentirse aún más feliz.
- Estuvieron increíbles hijo, felicidades. – dijo mirándolos a ambos. Jonghyun reaccionó a su mirada. – tú debes ser su compañero, tienes una voz hermosa. – complementó.
- Gracias señora, mi nombre es Kim Jonghyun, un gusto en conocerla. – hizo una pequeña reverencia, hacia el padre del menor también.
- Kibum, debo admitir que aunque no me emocione tanto la idea de que te dediques a esto, parecías disfrutar mucho el estar sobre el escenario, me has sorprendido… buen trabajo hijo. – comentó su padre acercándose y dándole una palmada sobre el hombro, sacando una sonrisa en su hijo.
- Hyung puedes esperar un momento, vuelvo en seguida. – dijo al castaño, este asintió y se quedó esperándolo mientras se alejaba junto a sus padres.
Caminaron hacia el estacionamiento, en donde su padre había parqueado su automóvil. Lo felicitaron una vez más y antes de subir al vehículo habló de nuevo.
- Gracias por venir, de verdad significa mucho para mí el que me apoyen en esto… gracias. – se inclinó en una venia de nuevo. Quizá parecía un poco exagerado pero conociendo lo estrictos que han sido sus padres toda la vida consigo, no está demás demostrar su respeto y agradecimiento, después de todo es una costumbre de las familias coreanas el honrar a sus mayores.
- Estamos siempre para apoyarte Kibum. - Su madre se acercó a abrazarlo una vez más y se separó para subir al auto.
- ¿No vuelves a casa con nosotros? – preguntó su padre, al verlo parado fuera del auto.
- No ahm… me quedaré a ver el resto del programa, volveré pronto no se preocupen. – contestó algo inquieto.
- Está bien, ten cuidado. – dijo su padre, se despidieron y los vio partir.
Suspiró como si se hubiera quitado un enorme peso de encima, se desplomó en el suelo de pronto, abrazando sus piernas. Sentimientos mezclados lo abrumaban poco a poco. Hundió su rostro en el espacio entre sus brazos y trató de calmar su agitada respiración, por suerte no tuvo un ataque de ansiedad durante la presentación, debía agradecerle propiamente a Jonghyun por ayudarlo en ese momento.
Sintió un fuerte agarre en su hombro, alzó el rostro asustado y se encontró con el castaño, su mirada preocupada se encontró con unos ojos un poco irritados y rojos, lo siguió con la mirada mientras se bajaba a su altura; el mayor acarició sus cabellos hasta bajar hacia sus pómulos y posar su cálida mano allí. Su mirada lo decía todo. Lo acercó en un abrazo, con todo y la incómoda posición en la que se encontraban fue capaz de corresponderle el gesto.
Pocos minutos después se levantaron de ese lugar, ya habían unos cuantos curiosos observando su interacción, después de todo se encontraban en un espacio abierto y el menor recordó la reputación del mayor, no debía causarle problemas.
- ¿Estás mejor? – le preguntó el vocalista, mientras caminaban de regreso con sus amigos.
- Si, gracias Jjong. – el mayor le sonrió y él lo hizo también.
Volvieron con su grupo y los vieron a todos muy animados disfrutando el resto de los números, sin embargo ya casi era hora de que fueran al bar para su presentación. Sus profesores se acercaron a felicitarlos una vez más y luego de despedirse fueron todos juntos como lo habían planeado.
Una vez en el lugar, Jinki, Minho y Kibum se quedaron relativamente cerca del escenario, por suerte pudieron acomodarse en una mesa desocupada, había ya una gran multitud en el lugar. Kibum se sentía algo incómodo en ese ambiente pero se recordó a sí mismo que estaba allí para apoyar a Neon y se dio coraje para soportarlo.
Algunos minutos después habían llegado varios tragos a su mesa, sus dos amigos no dudaron en empezar a beber, él aunque dudoso le dio también una probada al vaso frente suyo. Se aseguraría de no beber demasiado, sabía muy bien que tenía baja tolerancia al alcohol, a diferencia de Jinki que ya llevaba un par de cervezas y un coctel y parecía aun tener total control sobre sí mismo.
Mientras estaban allí sentados esperando que el concierto de inicio, se dedicó a observar a la gente a su alrededor, muchos bailando, algunos solo bebiendo, ya habían algunas personas pasadas de copas siendo sacadas del lugar, pasaba su mirada por la pista de baile y notó a una chica de pelo largo y negro mirar fijo a su mesa, retiró la mirada sorprendido y bebió de nuevo de su vaso, miró de nuevo y ahí seguía. No la conocía, definitivamente, quizá buscaba a Minho o a Jinki… pero por alguna razón parecía estarlo mirando a él. Y no de una manera que pareciera inocente…
En fin, no pensó que tendría ningún problema, mientras siga en su mesa con sus amigos no pasaría nada. No tendría que enfrentar a nadie ni lidiar con incómodas conversaciones.
Uno de los dueños del bar se acercó al pequeño escenario, anunciando a los músicos de la noche, los chicos de Neon se abrieron paso, acomodando sus instrumentos y saludando al público que los recibía emocionados.
- ¡Como están todos! Somos Neon! – habló Jonghyun y la multitud hizo una pequeña ovación. – En primer lugar queremos agradecerles a todos su apoyo, gracias a ustedes podemos presentarnos aquí esta noche. Hoy tenemos una sorpresa para todos y es que tocaremos nuestras nuevas canciones inéditas, espero sean de su agrado y nos sigan apoyando. ¡Chicos! – miró a sus amigos y luego al público de nuevo. – ¡vamos a divertirnos!
Entre los gritos del público empezaron a tocar, interpretaban de nuevo “Ace” y parecía ya tener enganchados a los presentes. Kibum se encontraba feliz de ver a sus amigos sobre el escenario, miró alrededor de nuevo y pudo ver a dos hombres cerca de la entrada, conversando entre ellos, parecía reconocer a uno de ellos como un profesor de la facultad de música, y parecían bastante satisfechos con la presentación, esperaba escuchar buenas noticias para la banda después.
- ¡Gracias a todos! Las siguientes canciones que van a escuchar son algo recientes, a diferencia de “Ace” que la compuse hace ya algunos meses. La razón por la que les cuento esto es porque recientemente tuve mucha inspiración para ellas, y se lo debo a una persona… Este es mi corazón abriéndose para ti, por favor escúchame…
Los gritos del público no se hicieron esperar, animando la confesión del vocalista, los músicos reían a su lado y algunas cuantas chicas no dejaban de mirar a todos lados para encontrar la persona que mencionó Jonghyun.
Kibum se dio cuenta que el castaño lo miraba directamente con una sonrisa. No pudo evitar que el calor subiera a sus mejillas, ahora entendía la insistencia en las palabras que le había dicho antes de entrar al lugar.
“Kibum, cuando esté sobre el escenario… por favor, escúchame bien”
No lo terminaba de creer. Este chico…
- It Must Be Autumn…
Chanyeol marcó el compás y empezaron los delicados acordes de la guitarra, uniéndose poco después la dulce voz del mayor.
- Debe ser otoño, para estar emocionado por nada… es probablemente un saludo que no significa nada para ti…
Era una canción más bien relajada y lenta. Al escuchar la letra, el azabache pudo relacionar un poco de ella con su historia, pero más bien al principio; cuando aún era algo incómodo entre los dos y era siempre el mayor quien insistía en verse, en hablar y él como un tonto asustado, lo rechazaba y evitaba.
Pero recordó que fue después de aquella extraña llamada en la madrugada que pudieron volverse más cercanos, pudo tenerle más confianza después de escuchar sus palabras de aliento. Recuerda también haberlo escuchado tocar esa misma canción la primera vez que fue a su clase de piano, quien diría que aquella letra hablaba de ellos.
Era verdad que la canción era un tanto melancólica pero en todo ese tiempo aprendió también que así era el mayor, que había sufrido mucho en el pasado y afortunadamente pudo superarlo gracias a la música, le parecía increíble y admirable el que sea capaz de plasmar sus emociones tan bien en su música.
- Creo que mi corazón está pintado al máximo también… talvez entraste profundamente en mi corazón.
Al terminar la canción, una vez más se escuchaban los ánimos del público, algunos silbidos y otros suspiros por los músicos.
- Para terminar algo más animados esta noche, esto es “Orbit” – anunció el castaño, haciendo una señal para su baterista quién marcó el ritmo de inmediato. Volvió a mirar en la dirección del pelinegro y esta vez se atrevió a guiñarle un ojo de forma coqueta.
- You’re my, you’re my space~
Kibum reconoció la canción de inmediato, era la misma que le había hecho tocar antes en su estudio, la que le pidió su opinión, estaba rojo de la vergüenza. Pensar que le estaba dedicando esa letra tan… insinuante y a la vez directa. ¿Cómo podía ser que lo haya inspirado para hacer tal cosa? Ahora que escuchaba todo junto, realmente se enamoró de la canción.
La respuesta de la gente también parecía positiva, muchos jóvenes empezaron a moverse al ritmo de la canción y volteó a ver de nuevo a los dos hombres, que parecían un poco más serios, como discutiendo algo. Volvió su mirada a Jonghyun.
- Mi corazón ya no me está escuchando, está mirándote solo a ti…
Hay un universo en tus ojos, el momento en que nuestros ojos se encuentran es electrizante…
Las estrellas brillan, por favor mírame más… Mira como doy vueltas alrededor de ti para ver si esta órbita está bien…
Era verdad, por más cursi que fuera y por más que lo negara en la soledad de su habitación miles de veces; cada vez que sus miradas se encontraban había algo, un sentimiento indescriptible. Sentía que perdía la noción del tiempo para dedicarse a vagar por el universo que reflejaban sus pupilas…
- You’re my space…
Se sentía muy emocionado y conmovido pero a la vez apenado, dejó de mirar el escenario por unos minutos para voltear hacia sus amigos, que lo observaban con una sonrisa de oreja a oreja. Adivinando la situación.
- Yo… ahm… - no podía articular palabra alguna, en ese momento solo quería ver al castaño.
- Mis respetos, eso fue increíble. – comentó Jinki, uniéndose a la ronda de aplausos para la banda, que se despedía del escenario con un agradecimiento.
- Jonghyun-hyung resultó ser todo un romántico. – agregó Minho. – Ahora te has convertido en su musa, quién lo diría.
- Cállate Choi, no es así… yo solo… ah, demonios… - negó con la cabeza y se levantó de su asiento, sus amigos lo miraban confundido.
- ¿A dónde vas? – preguntó Minho, viendo la expresión contrariada del mayor.
- Afuera, vuelvo en un minuto. – Jinki lo miró preocupado pero lo dejaron ir. Concordaban en que necesitaba un respiro.
- Ten cuidado, hay mucha gente bebiendo. – dijo el mayor de los tres. Kibum asintió y caminó hacia la salida.
Se abrió paso en medio de las mesas y la multitud, Neon había bajado ya del escenario, seguramente estarían guardando sus instrumentos, ahora se escuchaba la música del DJ, fuerte y escandalosa, lo que no quería en ese momento.
Jonghyun, Joonyoung y Chanyeol se acercaron a la mesa donde estaban sus amigos, el vocalista buscando al azabache por todos lados.
- ¿Dónde está Kibum? No me digan que se fue… - dijo decepcionado.
- Tranquilo Romeo, salió un momento por aire fresco, ya te había dicho que no le agrada mucho estar en este tipo de lugar. – contestó Minho y la expresión del mayor se relajó un poco.
- Está bien, iré por él…
El castaño se dirigió también hacia la salida, ante las miradas de sus compañeros, quienes optaron por dejar a la pareja resolver su asunto y se dedicaron a brindar por el éxito del show.
Jonghyun caminó hacia la puerta principal y alcanzó a ver al chico que tanto buscaba a punto de cruzar la salida, pero alguien lo detuvo, lo miró extrañado. Una chica de cabello largo y oscuro parecía querer coquetearle, llevando un trago en su mano y poniéndose muy cerca del menor.
Pensó que no tenía nada de qué preocuparse, sabía que Kibum gustaba de él, a pesar de todas las dudas que tenía hacia su relación pensaba que no podía echarse para atrás en este punto. Eso pensó hasta que la mujer acercó sus labios al oído del menor y a juzgar por la expresión de este, no parecía haberlo invitado a un simple juego de cartas.
Eso fue todo lo que necesitó para ir por él y apartarlo de ella.
- Lo siento, él viene conmigo. – habló fuerte para que ella lo escuchara a través del ruido del lugar, el menor lo miró sorprendido y un tanto apenado, la mujer tenía una expresión fastidiada en su rostro. Jonghyun tomó el brazo del menor y se dirigieron fuera del lugar, escuchó a la mujer murmurar algo y luego alejarse de ellos bastante molesta. Pero eso no le podía importar menos.
Una vez fuera del lugar, el mayor tomó con más fuerza la mano del azabache y caminaron un poco más hacia una plaza cercana, mayormente vacía a esas horas, sólo había unas cuantas personas a su alrededor.
- ¿Jjong estás bien? – preguntó Kibum al observar al mayor ligeramente irritado.
- Si no iba por ti, ¿te habrías ido con ella? – preguntó en un arranque, con la respiración agitada. No podía pensar claro en ese momento.
- ¿Pero qué dices…? ¿Dudas de mí? Después de todo lo que he pasado… ¿Es enserio? – se acercó al castaño y lo forzó a mirarlo a los ojos, estaba realmente molesto, ¿Cómo se le ocurría siquiera pensar en que le daría la espalda ahora?
Jonghyun miró la expresión herida del menor y se dio cuenta de la situación, en seguida se dejó caer al suelo, debía volver en sí… por un momento lo consumieron los celos, dolía con solo pensarlo, no soportaría que alguien le robara a su amor...
- Lo siento, soy un idiota… no dudo de ti, es solo que la idea de que me dejarías así de fácil me… - cruzó sus dedos por el largo de su cabello, frustrado pero tratando de calmarse. Eso no era de lo que quería hablar con el menor ahora.
- Lo siento Kibum-ah.
Alzó la mirada y se encontró con una cálida sonrisa por parte del menor, le extendía su mano para ayudarlo a levantarse, él la tomó y caminaron en silencio un poco más adentrándose en el lugar. Se sentaron en unas gradas cerca de una fuente, seguían en silencio pero seguían también tomados de las manos. Ninguno se atrevía a romper el hielo.
- Yo soy el que debería disculparse… - habló Kibum. – si te sientes de esa manera es porque he tenido reacciones contrariadas, perdón por no ser lo suficientemente valiente y aclararte mis sentimientos, pero… no quiero que dudes más de mí. – dijo con seguridad mirándolo a los ojos mientras los suyos empezaban a lagrimear.
- Kibum, no, está bien, yo… - acercó su mano a su rostro, desviando las primeras lágrimas del menor fuera de sus mejillas. – Confiemos el uno en el otro desde ahora, ok? – dijo suave y el azabache asintió.
- Jjong tu canción, yo… no tenía idea. Fue realmente hermoso, gracias. – a pesar de sonreír después de decir eso seguían brotando lágrimas de sus ojos.
- Me alegra que te haya gustado… y espero también poder componer muchas más canciones a tu lado… entonces… tú quieres…? – preguntó sonriendo y con un tono rosa en sus mejillas. No habituaba usar esas palabras, era un poco cliché y vergonzoso.
Pero qué más le quedaba, estaba loco por este chico.
- Jjong yo… – contestó riendo ligeramente. – quiero estar contigo. – finalizó con un tono serio.
Sus ojos conectaron, y de nuevo podía jurar que veía el universo entero reflejado en el brillo anhelante de su mirada.
Limpió sus lágrimas de nuevo y ambos rieron, felices de estar juntos y avergonzados a la vez por la situación. Jonghyun tomó el rostro del menor en sus palmas y se acercó lentamente, podía sentir su respiración inquieta y sus manos temblorosas aferrarse a su camisa.
Se acercó más cerrando sus ojos pero el menor bajo el rostro justo antes de tocar sus labios, frunció el ceño preocupado, Kibum tenía la cabeza baja y seguía agarrado fuerte a su ropa, podía notarlo muy ansioso y agitado, sonrió con ternura y volvió a posar su mano sobre su mejilla.
- Hey… - susurró en un tono cálido, esperando calmar al menor. – está bien… - le sonrió de nuevo y apartó otra rebelde lágrima que escapaba de sus ojos.
Se acercó de nuevo, besando su frente y relajándolo. Lo miró a los ojos y esta vez había algo que le decía que no se apartaría de nuevo; que si venía, él lo encontraría también. Así que bajo su rostro a la altura del suyo, acercándose a sus labios, pudo ver como el menor cerraba lentamente los ojos al mismo tiempo que separaba sus labios, esos hermosos labios de corazón que tanto deseaba; cerró sus ojos también al momento en que sus narices rozaron y sus respiraciones se mezclaron, sus labios se movían lentamente sobre los suyos, de una manera tan tímida y tierna que provocaba querer besarlo más y más.
Seguía acunando suavemente su rostro mientras lo besaba y el menor se atrevió a abrazarlo de la cintura, atrayéndolo más a su cuerpo. Se separaron poco después con la respiración agitada y sus palpitaciones erráticas. Sin embargo, ambos con una gran sonrisa en sus rostros y Kibum en especial con un sonrojo bastante notorio en sus mejillas.
El mayor se acercó nuevamente, besó tiernamente su mejilla y de forma rápida tomó sus labios una vez más; quizá tomando por sorpresa al menor pero este no tardó en seguirle el ritmo y continuar moviendo sus labios sobre los ajenos, parecía ir perdiendo su timidez poco a poco y comenzaba a abrir más la boca convirtiéndose en un beso más profundo.
Kibum se separó del castaño sintiéndose aún tembloroso, apoyó su frente en el hombro contrario y el mayor pasó sus brazos por el largo de su espalda, como si supiera lo que estaba sintiendo, confortándolo.
- ¿Lo ves? Todo está bien… me besaste y no se ha terminado el mundo ¿verdad? – el menor se incorporó en su asiento mirándolo con las mejillas coloradas.
- Tonto, no es eso… - comentó casi susurrando.
- Lo sé. – respondió Jonghyun, tomando su mano entre las suyas y sonriendo cálidamente.
De verdad que se sentía feliz. Feliz y afortunado, había tenido un día lleno de emociones y por si todavía le quedaban dudas con respecto a Jonghyun bastó con ver su sonrisa y notar esa absurda expresión de enamorado que tenía para que se esfumaran. No había manera en la que pudiera retractarse, dándose cuenta una vez más lo enamorado que estaba también del mayor.
- ¿Quieres volver? – preguntó Kibum, recordando que dejaron atrás a sus amigos y que seguramente lo molestarían por semanas después de lo que había pasado.
- No ahm, de hecho estoy exhausto, no quiero volver a entrar a ese ruido… - contestó el mayor.
- Tienes razón, yo también me siento cansado… entonces, ¿nos vamos? – preguntó mirándolo.
- Claro, llamaré un taxi. Primero te dejaré en casa y luego me iré yo, está bien? Quiero ver que llegues bien.
- Está bien…
Llegaron al edificio de Kibum, se bajaron del auto y pese a la vergüenza del menor, se despidieron nuevamente con un corto beso, el vocalista sacudió su cabello y lo observó entrar para luego marcharse en el mismo taxi.
Cuando cruzó la puerta de su departamento se encontró con un silencio total, menos mal parecía que sus padres estaban ya dormidos. Entró rápidamente a su habitación y apegó su espalda contra la puerta de la misma, tocando sobre su pecho y sintiendo sus agitados latidos.
Y no era para menos, nunca había besado a un hombre antes, a pesar de lo curioso que había estado en el pasado con respecto al tema. Siempre escondió esa parte suya que creyó no era normal, no era correcta. El pensar que por la culpa de su sexualidad sería etiquetado como un “raro” y sería menospreciado, lo destruía por dentro.
Pero apareció alguien que le hizo ver el lado bueno de las cosas, alguien que le enseño que amar no es un pecado, que no debían esconderse porque a un cierto grupo de personas no les parecía su relación. Gracias a este hombre, cuyo canto parecía el de un ángel, del cual se enamoró, pudo comprender sus verdaderos sentimientos y ahora estaba dispuesto a vivirlos al máximo y a defenderlos de quien sea.