Imperfect Puzzle
V
"Hari-kun"
Tratando de hacer su tarea, bajo la atenta mirada de tutor al tiempo que trataba de ignorar un mazo de casi media tonelada bien plantado en el puño de su endemoniado guía, el castaño de ojos caramelo sentía como poco a poco su 'intuición' de decía que se prepara para una visita anhelada. Un espadachín y un maestro en explosivos entraron a la habitación del castaño llamando su atención (y descartando su presencia con la advertencia de su intuición) justo antes de presenciar el tremendo golpe que el tutor le proporcionara por el error que cometería en sus ejercicios escolares.
Tras un sonido de dolor y un par de miradas con algo de disculpa, de la nada, la puerta del cuarto del castaño volvió a abrirse aunque con un poco de fuerza para esta vez darle paso a un moreno de ojos verdes que caminaba como si de su propia casa se tratara, un chico del que Reborn no había podido recolectar información, un chico que el castaño tan solo había visto en sus sueños/pesadillas... hasta ahora.
--Hari-kun... --susurró el castaño al tiempo que se ponía de pie y de frente al recién llegado.
--Tsu-kun... Hello. --contestó el moreno con una débil sonrisa, suprimiendo sus ansias por llegar al lado del castaño.
'Tsu-kun' observó a su amigo; lucía cansado, su pelo estaba más alborotado de lo habitual, su ropa estaba desarreglada, había raspones en sus manos, cuello y rostro, y, sus ojos parecían soltar el llanto en cualquier instante. Ignorando la mirada de advertencia de su tutor, el monólogo del experto en explosiones y la suspicacia en los ojos del espadachín... Tsu-kun se abalanzó al recién llegado... trataba de abarcarlo todo, trataba de transmitirle lo que su sola presencia pedía a gritos, se aseguraba que Hari-kun estuviera ahí frente a él de verdad y no en otro 'sueño' en el que no podía hablarle ni abrazarle. Entre sollozos el castaño hacía preguntas sobre su salud, si le dolía algo, si había descansado lo suficiente y si ya había comido.
El moreno de ojos verdes se regocijaba en las atenciones recibidas y entre los brazos del castaño que no tenían segundas intenciones... al fin estaba en un lugar que consideraba 'hogar'... ya estaba junto a la única persona a la que nunca le negaría nada, a la que protegería y no traicionaría con pleno conocimiento que esa persona haría lo mismo por él por el simple hecho de existir y ser llamado amigo... y así, sin previo aviso, se desvaneció por completo siendo sostenido por un escandalizado castaño.
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Fueron un par de horas las que el tutor y los demás chicos esperaron a que el castaño atendiera al moreno recién llegado. Luego que el 'extraño' se desplomara en Tsuna, fueron botados del cuarto, incluso Reborn, y sin dar explicación alguna más que la de cuidar del moreno de ojos verdes. ¿Que si se sintieron dolidos, desplazados u olvidados? La respuesta era positiva.
Fue hasta la tarde del siguiente día que el castaño salió de su cuarto en compañía del moreno de ojos verdes.
En la sala estaban el espadachín y la mano derecha del joven mafioso, Reborn hacía tiempo que estaba en la cocina haciendo compañía a Nana explicándole que Lambo, I-pin y Fuuta estaba de paseo con Haru y Kyoko; al ver llegar a si alumno y 'Hari-kun' notó que en el pálido cuello del moreno colgaba el medallón que Tsuna conservaba desde la última vez que lo vio; ambos chicos bromeaban y reían por comentarios que sólo ellos entendían, curiosamente, el moreno hablaba japonés tan claro y fluido que pareciera esa era su lengua materna. Reborn sospechaba la brecha del lenguaje no 'existía' a causa del medallón.
Gokudera y Yamamoto entraron a la cocina tras ellos, se sentaron con Reborn en lugar de su habitual lugar a los costados de Tsuna por lo que presenciaron 'el recibimiento' del moreno que Nana le mostraba. Pareciera que se conocían de años, tanta familiaridad, la confianza expedida por Nana no era la misma aceptación bondadosa que mostraba con todo aquel que su hijo le presentaba no, esa confianza era una que implicaba entendimiento, protección, agradecimiento... ese tipo de confianza que le tiene a su propio hijo. Entre el intercambio de noticias, el cómo estuvo la escuela, que si se había alimentado bien, que si no tenía heridas y que por cuanto tiempo se iba a quedar, Reborn y los dos guardianes presentes no tuvieron opción más que observar.
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--Creo que no nos han presentado --dijo el hitman cuando vio una oportunidad de intervenir sin verse forzado --mi nombre es Reborn.
¿Y no era eso extraño? Esperar, cuando Reborn hacía y decía lo que quería sin importarle lo que su intervención provocara desde que todos podían recordar... sin embargo, había algo distinto, el enigma del moreno y su trato con los Sawada era algo que, si no trataba con cuidado su instinto le decía que todo podría cambiar. Todo por lo que había trabajado hasta ahora podría irse por el drenaje si no actuara con cautela en ese momento.
--Ara, Reborn-chan, ¿no conoces a Hari-kun? Hari-kun y mi hijo son amigos desde la infancia, ¿no es así Hari-kun, Tsu-kun?
Bendiciendo el aire despistado de Nana, Reborn y dos guardianes presentes ya tenían mucho con lo cual trabajar ¿amigos de infancia? En el informe de Tsuna nunca mencionaron un 'amigo de infancia', en el tiempo que llevan de conocer a Tsuna personalmente nunca mencionó a Hari-kun a parte de sus pesadillas...
--Hai, Nana-san/kaa-san. -contestaron en sincronía el castaño y el moreno para el desconcierto de los guardianes y el tutor.
Puede que no... puede que Tuna nunca mencionó a Hari-kun ¿por su continua ausencia? pensaba Gokudera al notar que Hari-kun era extranjero: ¿tal vez no lo mencionó porque nunca le preguntaron por amigos fuera de la escuela? pensó Yamamoto recordando a sus propios amigos a los que solo veía en el parque; era el momento de 'saber' más sobre Hari-kun pensó Reborn.
--Mamma, porqué Hari-kun no te llama 'mamma' o 'kaa-san' como Tsuna y los demás? --preguntó Reborn lo que no encajaba según su criterio.
--Bueno, Reborn-chan, ¿por que no se lo preguntas a ellos? --dijo Nana con una sonrisa picarona en su rostro, algo poco común de observar en la mamá del décimo Vongola.
Los guardianes y el tutor miraban del moreno al castaño en espera de la respuesta, más que nada esperaban que su cielo les contestara.
--Ano... Hari-kun le dejó claro a kaa-san que no le llamaría 'kaa-san' hasta que... --intentaba decir el castaño un poco avergonzado, después de todo, 'esa aclaración' se había hecho en lo que todavía consideraba su niñez.
--Hasta que me casara con Tsu-kun. --completó el moreno totalmente serio --no antes. --ante la mirada atónita de los guardianes y la fría mirada del tutor, el moreno siguió.
--¿No es así, Tsu-kun? Cuando me sea entregada la mano de Tsu-kun en el altar es cuando podré llamar a Nana-san como tanto lo desea. --dijo con un extraño tono de superioridad, anhelo y tanta gracia como le fue posible.
Fue ahí que los Sawada, y el moreno dieron rienda suelta a sus risas.
Descolocados, algo confundidos y sin mencionar irritados, Reborn y los otros Guardianes intentaron sonreír por el ambiente agradable y hogareño de quienes parecían una familia... de la que curiosamente no se sentían parte en ese momento. La comida siguió en un extraño murmullo de conversaciones llenas de preguntas sobre lo sucedido en el tiempo que el castaño y el moreno no estuvieron en contacto, varias exclamaciones donde se aseguraban que estuvieran bien de salud y sin problemas que les nublaran el día.
Curiosamente, Nana y Tsuna no mencionaron a Iemitsu pero sí a los nuevos miembros de la familia Sawada; Tsuna interrumpía a Reborn cada que parecía hablaría sobre la Mafia, le llamaba la atención a Gokudera cuando era grosero con Hari-kun y, nunca mencionó sus pesadillas; Hari-kun lucía perdido en un mar de emociones, parecía una esponja que absorbía cada palabra y cada gesto de los castaños a sus lados, intentaba abarcar varios temas en una sola conversación y luego agregaba más y seguía la rienda en cada curva que la conversación tomaba.
En tan solo una hora con cuarenta minutos, Gokudera descubrió que a su querido Décimo le fascinaba la Astronomía y tenía cierta debilidad por los animales marinos que seguían descubriendo renombrados biólogos, Yamamoto aprendió que Tsuna sí practicaba deportes pero no los que eran comunes en la escuela, a Tsuna le gustaba jugar Tenis, Golf y Polo, lo que sea que eso fuera; y Reborn, Reborn aprendió que Tsuna aprende mejor cuando le encaminan poco a poco, con palabras positivas y con un buen razonamiento tras lo que se le va a enseñar, reacciona mejor a las muestras des cariño que a las amenazas y que va a asesinar al informante que supuestamente le brindó el informe sobre los Sawada antes de llegar a sus vidas.
Faltaba información.
Demasiada.
Y ni él mismo logró verlo... alguien tiene que pagar.
>>Continuará...