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Imperfect Puzzle por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Sigo viva.

 

Y el fic continúa.

 

Jueves, Octubre 11, 2018

 

 

Imperfect Puzzle


VIII


Diez Años Después

 

 

 

Fue un caos.

Estamos en el Futuro gracias a la Bazuka de los Diez Años de Lambo. Descubrí que, de alguna manera, sí tomé el camino de la Mafia. Soy... era, mi yo-Diez-Años-En-El-Futuro era el Don de Vongola.

Entre otras cosas (en ese Futuro) hice una base subterránea, me hice amigo de Varia, tuve varios enemigos fueran por mi posición o por mis ideales y uno de ellos me mató.

Bueno, mató al yo del futuro, mi Yo-Diez-Años-En-El-Futuro está muerto y de alguna manera alguien me trajo a mí, y a Gokudera-kun, Yamamoto-kun, Lambo, I-pin, Kyoko-chan y Haru... ¿en qué estaba pensando?

Si el Yo-Diez-Años-En-El-Futuro no pudo contra este enemigo, por lo poderoso que es, ¿cómo llegó a pensar que un puñado de niños sí podría? Eso es de locos.

Tengo miedo. Mis amigos pueden salir lastimados, por mi culpa, Futuro o no, sigue siendo mi culpa. Además, en esta época Reborn no está... también cayó en batalla. Sí está, sin embargo, el Reborn de mi época. Y por loco que suene, no lo quiero fuera de mi vista porque siento que no volveré a verle.

Perdí a Hari-kun, no quiero perder a Reborn, ni a mis amigos también.

 

II II II II II II

 

Hari-kun... aquí, frente a mí, está un hombre de edad similar a Dino-san, su pelo es negro, su piel es bronceada, y sus ojos son bastantes duros, parecen jade... son verdes... se parece tanto a Hari-kun.

Pero no es él. Hari-kun nunca me olvidaría. Este hombre frente a mí, no está de mi parte, no me mira con la misma ternura que Hari-kun me miraba, este hombre me mira con un profundo odio, ni siquiera puede mirarme a la cara.

Este hombre es un subordinado de Byakuran, mi enemigo, este hombre es la herramienta de Byakuran... este hombre asesinó a Reborn y a mi yo de esta época.

Este hombre, el arma de Glio Nero, ha lastimado a mis amigos... me parte el alma ver que se parece a Hari-kun. Puedo luchar contra cualquiera con tal de proteger a mis seres queridos, incluso con Byakuran por muy poderoso que sea pero, pero... no con alguien que podría ser Hari-kun.

Algo me dice, que aunque no lo parezca, Hari-kun no es quien está ahí al lado de mi enemigo, algo me dice, que si derroto a Byakuran, Hari-kun volverá a ser quien era, quien conocí en las afueras de aquel templo de Namimori.

Tan solo por esa pequeña esperanza... ganaré.

 

*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*

 

Desperté con una extraña sensación. Hace mucho tiempo que no me sentía así, hace tiempo que no despierto sin esa sensación de peligro, sin esa necesidad de despertar por completo debido a peligro inminente... hace mucho tiempo que no percibo ese calor, ese olor... ¿estoy soñando? siento la presencia de Tsu...

--¿Tsu-kun? --murmuro a abrir los ojos y toparme con el rostro de mi amigo.

--Hola, Hari-kun. --me dijo con una sonrisa tan dulce que podría sentir protestar a mis dientes.

--Tú... ¿Cómo...? Tsu-kun... --no me salían las palabras.

Tsuna se veía justo como hace varios años, justo como la vez en que me alejé de su vida. ¿Cómo? Miré al rededor, había más personas, estaban los amigos de Tsu-kun, su tutor malvado, y otras personas que parecen ser los adultos del lugar.

Por curiosidad miré mi propia persona, quizá los años que pasamos separados tan solo fueron ilusiones o fantasías hacia mi miedo de ponerlo en peligro al seguir asociándose conmigo. Pero no, yo sí me veo 'adulto', mis extremidades son más largas y no me veo tan flacucho, además mi voz se escuchó diferente.

Algo no anda bien.

Cerré mis ojos y poco a poco fueron acumulándose los recuerdos. Un lunático de pelo blanco y un nada sano gusto por los bombones llegó al Ministerio de Magia preguntando por mí.

"Era un día de informes del Departamento de Misterios hacia el Ministro Shaklebolt y como buen (casi Jefe) Auror debía estar presente para escuchar los descubrimientos de maleficios bajo investigación.

Una explosión en el Atrio resonó por todo el Ministerio, luego de retomar un poco de control ante el pánico de tantos burócratas aquel sujeto peculiar se concentró en mí. Recuerdo que mi último pensamiento coherente fue... el cómo detestaba su sonrisa."

Y luego... diablos. ¿Un Imperio? No, yo pude haber caído por un Imperio... entonces qué fue.

--Merlin... qué vergonzoso. --murmuré.

Me cubrí el rostro, vergüenza y rabia me consumían con cada recuerdo que a mí llegaba.

"Me comporté como un total títere en las manos de aquel desgraciado albino que hacía vulgares fechorías con y sin magia."

No puedo creer... ¿destruí el Mundo Mágico?

"El Callejón Diagón en llamas, Gringotts en ruinas, Hogsmade destruida... Hogwarts borrado del mapa. Y tantas muertes de magos y creaturas mágicas en mis manos y eliminados ante mis órdenes."

No, eso no puede ser cierto, digo tan solo soy yo... ah, ya, el maldito que controlaba sabía con precisión dónde atacar... demonios, me siento peor.

"En el mundo muggle perseguí sobrevivientes del mundo mágico, mate más personas, destruí al sonido de los dedos del alvino, extinguí Familias enteras..."

Aguarda... ¿Mafia?... Valla cosas, interesantes peleas, y... Tsu-kun, adulto Tsu-kun es... sus amigos... eso lo explica, eso también... y yo... yo qué...

"Un Tsuna mayor... acompañado de la versión adulta de su tutor... tan poderosos e imponentes que se miraban con cada paso de daban... eran el Don Vongola, la máxima resistencia en contra del canalla que me tenía bajo su poder..."

No, no eso no...

"...la sorpresa en el rostro maduro de Tsuna al verme, ilusionado, viéndose tan frágil como la primera vez que lo vi... yo no podía moverme, advertirle... que huyera de mí... y le lancé la maldición asesina...

su tutor se interpuso a penas a tiempo...

el rostro de Tsuna al comprobar que su Tutor no tenía pulso... su mirada profundamente herida al mirarme por segunda vez y sin la sorpresa de un agradable encuentro..."

No Tsu-kun,

"...Volví a pronunciar aquellas palabras que terminaban con la vida... y vi sus ojos perder el brillo definitivo...

¿Qué he hecho?..."

No Tsu-kun.

"Lo sostuve en mis brazos por un instante, luego me marché tal como se me había ordenado."

*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*

 

Hari-kun parecía estar recordando lo que le sucedió, sabía que no era por su voluntad que estaba junto a Byakuran... se le nota molesto y arrepentido y... cielos, está entrando en pánico. Está recordando lo que hizo a Reborn y a...

--Hari-kun... Hari-kun... mírame. --le decía mientras trataba de quitar sus manos de su rostro.

--No Tsu-kun, no Tsu-kun, no Tsu-kun --repetía una y otra vez.

--Mírame Hari-kun. --volví a pedir.

Me miró... se le veía devastado... sus ojos se veían nublados por la culpa y el auto desprecio y no dejaban de derramar lágrimas, ahogaba sus gritos y seguía negando su recuerdo.

Quiso alejarse de mí, con temor a lastimarme nuevamente, pero no se lo permití, lo sujeté de sus brazos y le demostraba que no le temía, que no lo quería lejos.

Al fin reaccionó.

Me abrazó, me pedía disculpas, y seguía repitiendo su negación a su recuerdo... no podía hacer nada por él más que estar a su lado. Lloré junto a él, por su dolor, por lo profundo que le estaba afectando los recuerdos de lo que hizo estando bajo el control de Byakuran.

 

*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*

 

Tsuna me explicó lo ocurrido. Me explicó lo que él entendía. Me explicó lo que quería que yo entendiera. Me explicó que yo no debería tener culpa alguna por lo sucedido al estar bajo el control de Byakuran.

Y luego se despidió. Debía 'regresar' a su tiempo.

Me negué, casi pierdo la razón al escucharlo decir adiós, pero no podía hacerlo en voz alta, no podía expresarlo, no si lo que quería era que él regresara a un lugar donde no correría peligro y sonde su vida sigue siendo plena y sin preocupaciones... me tragué las ganas de rogarle que se quedara porque si él se iba... cuando ya no estuviera aquí para aliviar mi dolor entonces recordaría lo que hice y ahora sí sucumbiría a la locura.

Ya no habría Tsuna.

Ya no estaría su presencia cálida ni sus sonrisas contagiosas ni sus ojos luminosos.

Yo los destruí.

Pero al verlo ahí, sonriendo al despedirse, con la ilusión de volver a su 'tiempo' y evitar toda esta pesadilla.

Haciendo acopio de mi entrenamiento de Auror, del tiempo de mi Guerra, le devolví una sonrisa y le dije adiós. Y lo vi partir. Y salí de ese lugar parecido a un loco laboratorio destruido y adentrándome al bosque me derrumbé. Mis rodillas y codos tocaron el suelo mientras mis emociones estremecían mi interior.

El problema de los 'viajes en el tiempo' es que al alterarlo un poco se crean nuevas líneas de tiempo. No se puede repetir el mismo instante más de una vez, no sin crear otra realidad donde la elección a cambiar sea la misma... en otras palabras, por más cambios que haga Tsuna en su tiempo (Diez Años Atrás) no afectará esta realidad.

El desastre creado por Byacuran seguirá aquí.

El mundo mágico seguirá desaparecido.

Millones de personas seguirán muertas.

Tsuna seguirá muerto.

Lloré y grité ahora sí en la soledad del bosque. No me preocupé porque alguien me encontrara y quisiera vengarse por el daño que directa o indirectamente le provoqué. No me opondría. Incluso le daría las gracias por acabar con mi existencia.

O quizá... le ahorre el problema a alguien más y sea yo mismo quien acabe con mi...

Escuché pasos cercarse, eran diez personas, se detuvieron a pocos metros de distancia, no supe si quedarme como estaba o si pararme al manos. No, no podría mirarlos a la cara, no después de haberles arrebatado a sus seres queridos. Alguien avanzó hacia mí, con paso firme, con cierta cautela, hasta que llegó a mi lado y por el sonido de sus ropas se sentó a mi lado... una mano, cálida, se posó en mi espalda y así sin prisas y en silencio me ofrecía consuelo.

Con esa curiosidad que me caracterizaba me volví a mirar a esa persona.

Mis respiración y mis latidos cesaron.

Unos ojos terriblemente familiares me miraban con preocupación. Quizá morí de sufrimiento y ahora me encontraba en una de las más hermosas fantasías. Una mirada chocolate intentaba transmitirme sosiego, cariño y un infinito afecto que me provocaba dolor en los trozos de mi alma.

--Hola Hari-kun, bienvenido a casa. --más que el sonido de la voz (más gruesa que la de su niñez) fue la calidez en ella la que me comprobó quién era el que estaba a mi lado

 

 

>>Continuará...

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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