Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL PROSTIBULO por mj15

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-          Eres perfecto – mientras se colocaba de nuevo encima de Afrodita, penetró en su interior una vez más. Era una sensación maravillosa que le prodigaba placer y lujuria. Comenzó a mover su miembro dentro y fuera mientras que el amor de su vida se aferraba a él.

Oír los ligeros quejidos que escapaban de sus labios fue, mucho más excitante. No pudo resistir más y besó a Afrodita de forma salvaje, un hilillo de sangre brotaba de  la fisura del orillo de sus labios, rosando su mentón y marcando su níveo cuello……… Los movimientos en sus caderas de Manigoldo se hicieron más frenéticos. Su amante no podía ocultar el placer que emanaba de su cuerpo. De pronto sintió como un  calor  lo envolvía.

 

-          Sigue, no te detengas – suplicaba Afrodita, casi desfalleciendo – Te amo.

-          Tus deseos, son ordenes

 

Las caderas de ambos seguían el mismo ritmo, fusionados los dos en uno sólo, los  amantes se amaban apasionadamente, el sentirse el uno al otro era indescriptible……… Manigoldo no deseaba detenerse e intensificó sus embestidas al cuerpo de su amante, haciendo que esté se aferrara a él no sólo con sus brazos también con sus piernas.

Ambos se aferraban uno al otro, pronunciando una y otra vez sus nombres. Ahora era Afrodita, quién dejaba ligeros rasguños en la espalda de Manigoldo.

 

Sintieron como la temperatura de ambos alrededor de su erección y de su abdomen se incrementaba, Manigoldo comenzó con las embestidas, haciendo que estas se profundizarán en el cuerpo de Afrodita. Lo excitaba oír como la persona que amaba enloquecía y gemía fuertemente. Unió sus propios gemidos a los de Afrodita hasta sentir cómo su interior se vaciaba en el de Afrodita, su hermosa rosa del desierto, quien no pudo ahogar un último gritó de gemido y moviendo su  cadera una vez más logró el placer deseado y el de su amor, haciendo que esté sintiera todo el calor de su amor en él.

 

Ambos trataban de recuperar las energía, por lo que permanecieron a sí por un tiempo, Afrodita sintió un poco de relajamiento al sentir como Manigoldo salía de él.

 

-          Te amo – mientras Afrodita se acomodaba en el pecho de  Manigoldo para poder oír los latidos de su corazón.

-          Y yo a ti – abrazando a la persona por la cual daría su vida y acobijándolo con sus brazos

Manigoldo comenzó a acariciar la espalda de Afrodita, prodigándole suaves masajes. Sintiendo que algo le preocupaba.

 

-          Que te preocupa, mi amor

-          Es Ikki, quiero sacarlo de este sucio mundo.

-          Entiendo, tal vez podamos hacer algo.

-          Hablas enserio, Manigoldo – Él comenzó a mirar a Afrodita con gran ternura

-          Jamás te he mentido

-           Lo sé, pero, no tenemos mucho dinero y su hermano está…….. – Fue interrumpido por un beso

-          No te puedo prometer nada, tal vez, ni resulte el negocio. Pero, si tengo éxito los cuatro podremos vivir como reyes.

-          Manigoldo, ¿en qué estás metido? – Mirándolo con preocupación

-          Sólo confía en mí. Ambos amantes volvieron a besarse apasionadamente, desatándose una batalla campal en sus labios.

 

Ikki estaba vistiéndose en el departamento de Saga, había terminado con él y se preparaba a salir cuando fue tomado de la cintura por éste.

-          Egeón, no me dijo que eras muy hermoso y apasionado en la cama. Te llamare seguido.

-          Sólo habla con él y vendré. Ahora tengo que irme.

-          No me darás un beso de buenas noches. En ese momento fue empujado por Ikki, quién lo miro de forma desafiante.

-          Termino tu tiempo, me voy

 

Saga observó como Ikki salía de la habitación, y con una media sonrisa en sus labios. “Claro que volverás  a ser mío, Ikki.  Eres mucho más dulce que Afrodita”

 

Ikki se dirigía a paso lento a la siguiente dirección, no quería llegar al apartamento. Hasta que algo brillante se le ocurrió. Averiguaría en la recepción de cómo era Asmita, sí se trataba del novio de su hermano, entonces, no pisaría su departamento. Así tuviera problemas después, con Egeon.

 

Llegó a la recepción y preguntó a  la señorita, ella le informó del aspecto que tenía Asmita, no había duda de qué se trataba del novio de su hermano. No podía creer que jugará así con los sentimientos de Mu. Era consciente que  él no los quería a ambos (Shun e Ikki), pero, jamás lo traicionaría de una forma tan vil.

 

Estaba por retirarse del hotel cuando se topó con su hermano mayor que estaba por ingresar.

 

-          ¿Qué haces aquí?

-          Vine a buscar trabajo, Mu. Hermano, Shun está empeorando, sé qué sí vas a verlo,  se alegrará mucho de verte.

-          Ustedes no son mis hermanos, no es mi asunto sí ese mocoso o tú se mueren. Se disponía a entrar, cuando fue detenido por el brazo

-          Ódiame a mí, sí quieres. Pero no lastimes el corazón de Shun.

-           Suéltame o gritaré.

-          Mu, te desconozco.

-          Soy un nuevo Mu, alejado de toda esa pobreza y miseria, en la que nos dejaron nuestros padres.

-          Ellos murieron en un accidente aéreo. No es su culpa que hayamos crecido en la miseria, Mu.

-          Lo es, es toda su culpa. Más de nuestro padre por enviciarse en los juegos y heredarnos todas sus deudas. Empujó a Ikki, quién cayó al suelo. Lo dejó allí y cuando estaba a punto de retirarse lo increpó por última vez.

-          Sé a lo que te dedicas, sí vuelves aquí de nuevo, haré, que Shun se entere de todo.

-          ¿Mu…….?

 

Ikki se quedó como  piedra, ¿cómo es que Mu, sabía lo que hacía él?.........Observó cómo su hermano entraba al hotel. Mientras se dirigía al local de Egeon no se percató que alguien lo seguía.

 

-          ¡Idiota! Ikki recibió un golpe directo a su estómago.

-          Lo siento, Egeon. Pero es mi hermano y no puedo acostarme con su novio. Mientras se levantaba a duras penas del suelo.

-          Yo te pagó para que te acuestes con los clientes,  no para que me des clases de moral. Iba a encestarle otro golpe, cuando fue detenido…….

-          ¡Alto, Egeón!

-          ¡¿Afrodita?!

-          Yo pagaré lo de Asmita.

-          Por esta vez aceptó, pero escúchame bien Ikki, no quiero que vuelva a pasar. Retirándose de su oficina.

-          ¿Estás bien, Ikki?

-          Sí, gracias Afrodita.

 

Afrodita, estaba conmovido  por la lealtad de Ikki hacia Mu. Sabiendo en su interior qué él no merecía tener un gran hermano como Ikki. Lo ayudó a llegar al lugar donde vivía con Shun y lo dejó allí. No pudo controlar su llanto, mientras se dirigía a la casa de Manigoldo.

 

-          Nissan, ¿qué te pasó?, preguntó al ver a Ikki, tambalear.

-           Sólo es un mareo, no pasa nada Shun.

-          Trabajas demasiado y todo por mi culpa. Soy sólo un lastre para ti. Tapándose su rostro para ocultar su llanto.

-          Eso no es cierto, eres lo más valioso para mí. Tomando las manitas de Shun y secando sus lágrimas. Además,  Shun, quiero que sepas que Mu, también me ayuda enviándome dinero.

-          ¿De verdad? Apareciendo una sonrisa en su rostro.

-          De verdad. Ahora preparare un delicioso desayuno y después toca un baño.

 

Mientras Ikki bañaba a Shun, en otro lugar, Manigoldo le daba las buenas nuevas a Afrodita. Su gran negocio había funcionado y que ahora en adelante sus vidas cambiarían de manera radical.

 

-          Mi amor, hay que elegir la mansión donde viviremos.

-          Manigoldo, ¿dime en qué te metiste?

-          Sólo confía, ahora podremos ayudar a Ikki  y a Shun. Los cuatro seremos felices. Comenzó a besar a Afrodita, mientras éste temía por Manigoldo y sus misteriosos negocios.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).