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Oblivion por Nikiitah

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Notas del capitulo:

Saint Seiya son propiedad de Masami Kurumada, yo sólo los utilizo por diversión :)

Chapter 02: Reencuentro

 

Había terminado de dar un sorbo a su taza de café cuando recibió la llamada de Shura. La tensión que hasta ahora había tenido se disipó y una leve sonrisa se asomó en sus labios, relajado y aliviado de saber que tenía el apoyo del español. Luego de intercambiar algunas palabras colgó, levantándose luego de pagar por lo consumido. Se dirigió hacia la puerta de la cafetería, esperando encontrarse a Shura por el camino. Ignoró los cuchicheos de las adolescentes que sólo reían coquetas por su presencia, sin embargo, obligó a su oído a agudizarse cuando escuchó una risa familiar, para luego regañarse mentalmente por la mala jugada de su mente.

 

El mundo había cambiado, las personas habían olvidado la existencia de Athena, no existía rastros de las guerras, ni había noticias de las inundaciones que sufrieron a causa de Poseidón. Los pequeños pueblos habían empezado a modernizarse y la tecnología estaba dando a conocerse más. Ya nadie iba a los templos a orar por sus pueblos, ya nadie los necesitaba.

 

Todos habían olvidado a los dioses.

 

Se detuvo cuando a lo lejos las risas de un muchacho castaño, que jalaba del brazo a un rubio, se dejaba ver en su campo de visión. Salían de un edificio gigante, que Camus reconoció como un Instituto, el uniforme de ambos lucía formal, quizás una escuela de ricos. El logo de la escuela, una mezcla de águila con espada, hacía presencia en el saco color negro. Camus enarcó una de sus cejas, asombrado por tan inusual escena. Había reconocido a ambos, Aioria y Shaka parecían no reconocerlo, y era lo mejor, habían sufrido mucho cuando eran aprendices en el santuario y ahora verlos como dos muchachos de quince años gozando de la juventud le parecía correcto.

 

¿Cuándo fue que vio a Shaka sonrojarse o sonreír?

 

Podía notar que se sentía libre, aunque también mantenía su esencia anterior. Aioria en cambio se veía más relajado, ya no existía la presión de mostrar ser un fiel guerrero de Athena, ni mucho menos salvarse de las acusaciones por ser un posible traidor.

 

Se preguntó si los demás estarían igual. Quizás sus otros compañeros gozaban en familia, irían a la escuela, reirían, esperarían ansiosos la llegada de las festividades como la Navidad.

 

Una fugaz sonrisa apareció de sólo imaginarlo. Sin embargo, mientras más recordaba, una mueca de dolor intentaba reemplazar su creciente felicidad. No todos se habían salvado, él y los traidores habían sido condenados, y debían vivir con ver a sus queridos amigos ser felices sin ellos. Camus sufría en estos momentos, saber que Milo ya no recordaría sus promesas, su compañía, mucho menos el amor que se profesaban, oprimía su corazón.

 

Sabía que no sería fácil encontrarlo. Habían pasado treinta años desde que se habían ido.  Y lo que más le sorprendía era ver a Shaka y Aioria con apariencia adolescente, quizás Milo también sería un muchacho.

 

Cuando los dioses había dejado liberarlos de su miseria, quizás aburridos de sus presencias, cada uno se había separado, naciendo en sus respectivos países. A diferencia de sus otros compañeros él no había vuelto a la vida con familia. El día que despertó estaba solo en medio de una cama que no recordaba. Cuando salió a explorar dónde había caído, la cegadora luz del sol lo había recibido, reconociendo la vieja calle donde vivía antes del santuario.

 

Empezó a caminar con dificultad, sin saber exactamente a donde ir, simplemente quería explorar, reconocer todo. Las personas que lo veían sonreían y le saludaban con confianza, como si lo conociera desde tiempo y no pocos minutos como creía. Su primera impresión era que los dioses fueron benevolentes con ellos y cambiaron su pasado, sin embargo, descartó la idea cuando el peso de la soledad caía sobre sus hombros.

 

No importaba donde fuera, no había nadie con quien pudiera hablar o siquiera poder relacionarse. Extrañaba a montones a Milo y su extraña habilidad de hacerlo sonreír con su presencia. No había día que no recordara a su amigo y lamentaba no haberle dicho lo mucho que lo amaba. Recordar los ojos acuosos de Milo el día que se separaron fue el peor castigo.

 

¿Hubiera cambiado algo?

 

Quizás. Tal vez Milo lo esperaría, como siempre lo ha hecho. Aunque si hubieran estado juntos cuando pasó lo de Asgard, Milo se sentiría tan herido que lo hubiera mandado al diablo apenas se reencontraran. Daba igual lo que hubiera pasado, ambos al final habían sido separados por el capricho de los dioses… y por sus miedos.

 

Camus ahora tenía una misión, encontrarlo y recuperar su amor, porque estaba seguro que muy dentro Milo lo recordaba y esperaba el momento para reencontrarse.

 

Sonaba tan fantasioso que quiso reírse de sí mismo por sus altas expectativas. ¿Dónde quedó el hombre que no dejaba que sus sentimientos lo controlaran?

 

Y su mente volvió a la oscuridad.

 

Aquella oscuridad donde sólo había dolor para sus almas.

 

Aquel lugar donde Milo y él fueron separados. Quedándose solo.

 

No. Él tenía a alguien que lo estaba ayudando ahora.

 

Había tenido suerte haberse topado con Shura cuando recorría la ciudad. Manteniendo el contacto hasta la actualidad. Ambos tenían algo en común: Buscar a sus respectivos griegos.

 

Nunca preguntó la relación que tenía con Aioria, y quizás Shura tampoco se lo diría, pero lo que estaba seguro era que ambos se habían reconciliado en Asgard. Aioria había apoyado a Shura cuando fue el primero en ser atacado, mientras que Shura lo alentaba para que siguiera con su fortaleza. Eran un dúo extraño.

 

—Se ve bien ¿no?

 

Shura había llegado, vestido con un impecable traje de oficina. Su rostro, marcado por las ojeras, le hacía lucir mucho mayor a la edad actual. Sacó un cigarrillo de su bolsillo derecho mientras sacaba un encendedor. Dio su primera bocanada de aire, soltando un largo suspiro desganado.

 

—No sabía que fumaras —comentó sin darle importancia. Se hizo a un lado cuando una señora de avanzada edad le pidió permiso. Sólo ahí se percató que estaba en la puerta de la cafetería.

 

—Sólo lo hago en ocasiones especiales.

 

— ¿Cómo ver a Aioria en uniforme? —Preguntó con asombro— Sonaste como un pedófilo ¿sabes que es menor de edad?

 

—Sabes a que me refiero —dijo mientras un tenue sonrojo coloreaba sus mejillas.

 

—Lo sé —susurró con una pequeña sonrisa— Shaka luce extraño con uniforme. Estoy acostumbrado a sus ropas indias que sinceramente verlo con uniforme escolar… es sorprendente.

 

—Shaka nos sorprenderá con toda clase de ropa que no sea de india. Además de sus sonrisas…

 

— ¿Celos?

 

Shura frunció el ceño intentando ver la burla en la mirada de Camus, sin embargo, al ver su seriedad sólo sonrió.

 

—Puede ser —dijo sin darle importancia.

 

— ¿Crees que Milo también tenga la edad de Aioria y Shaka?

 

—No lo descartaría —contestó, observando como el castaño se perdía al doblar la esquina— Quizás también estudie con Aioria…

 

—Sería mucha coincidencia.

 

Camus entreabrió los labios para poder seguir hablando, era cierto que sería demasiada coincidencia; sin embargo, no perdería las esperanzas. No podía permitirse creer que Milo no había reencarnado. Era en cierta forma una cruel burla hacia él, siendo el único que no podía encontrar a su escurridizo amigo.

 

¿Acaso su castigo era ese?

 

No, ya había sufrido. Entonces ¿Por qué…?

 

—Lo siento —dijo una voz a sus espaldas. Camus volteó para verlo molesto al ser interrumpido, pero el jadeo de sorpresa de Shura lo detuvo.

 

El tiempo se detuvo entonces.

 

Su cuerpo se paralizó por unos segundos que se le hacían eternos y su boca se secó al verlo.

 

Vestía unos pantalones negros ceñidos y una playera sin mangas color rojo. En su mano llevaba un vaso con la insignia de la cafetería. Su mirada reflejaba la inocencia de un adolescente y por los gestos confusos se dio cuenta que no importaba cuanto tiempo pasara, Milo siempre mostraría una mezcla de curiosidad y confusión a lo desconocido.

 

Se dio cuenta tarde que estaba a unos centímetros de distancia cuando éste carraspeó algo incómodo por la cercanía.

 

—Yo…

 

—Descuide —interrumpió con una pequeña sonrisa— Ya sé que el color de mi cabello no es muy común… nací en Milos, ahí la mayoría tiene este tipo de color.

 

—No es eso… —Shura le dio un golpe con su codo en sus costillas para que guardara silencio. Era mejor que no asustara a Milo— El mío tampoco es muy común.

 

—Es cierto —dijo con sorpresa. Milo tuvo la tentación de tocarlo pero se contuvo. Camus no pudo evitar sonreír al notarlo— Es muy bello —susurró— Eh… quiero decir su cabello, señor. No piense mal.

 

Ambos se quedaron callados por las atropelladas palabras. Mientras que Shura intentaba no reír por la bochornosa escena que ambos protagonizaban. Se preguntaba cómo era posible que Camus y Milo iniciaron su amistad.

 

— ¡Milo! —Gritó un muchacho de cabellos plateados— ¡Apúrate o te dejo!

 

La amenaza surtió efecto. Milo chasqueó la lengua ofendido, mostrando parte de su antiguo carácter.

 

—Ya lo sé, no te vuelvas pesado, pareces… —pero se detuvo, frunciendo el ceño al ver la cara burlona de su amigo. Volteó a ver a Camus y un tenue sonrojo se instaló. Era algo penoso que la gente viera su actitud malhumorada— Lamento el grito…

 

—Camus, puedes llamarme así —extendió su mano como saludo. Más animado, Milo la tomó, sintiendo cierta familiaridad en ella que no quiso creer.

 

—Yo soy Milo, espero volver a verlo pronto Camus —giró hacia Shura y lo saludó respetuosamente.

 

Se despidió con la mano, llegando donde su amigo esperaba. La discusión empezó entre ellos, pero ni Shura ni Camus logró escuchar.

 

—Hasta pronto Milo.

 

Camus sintió que el destino estaba de su lado.

 

Sin embargo, los dioses aún tenían muchos planes para ellos.

 

Notas finales:

¡Hola!

Primero, lamento la tardanza, estaba corrigiendo las faltas de ortografía y por eso demoré. También quiero decir, que... a partir del cap 3 ya empieza la angustia y el drama *-* <3 así que estén preparados :3

Segundo, como dije, no sé si colocaré parejas secundarias (aun estoy corrigiendo algunos cap, pero lo que sí voy a decir es que van a ver roces de algunas parejas, como el AioriaxShaka y el ShuraxAioria que hay en este capítulo) deseo enfocarme en Milo y Camus y su reencuentro(?) sin embargo, algunos personajes serán necesarios para hacer mucho drama C:

Ahora... a que no adivinan quien es el amigo de Milo :3 es un personaje de SS xD

Bueno, me despido, preparen sus pañuelos(?) okno xD

SÓLO CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS.

Saludos.


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