Solamente faltaba un día para la primera clase en el curso de repostería; así es, era Domingo. Chanyeol estaba preparándose para un encuentro con sus mejores amigos a lo que no veía hace un buen tiempo. Durante todo el fin de semana el chico de gran estatura había tenido algo en mente, “El chico Fresa”. Si, así es como lo había apodado a su profesor. No todo el momento pensaba en él… pero si una importante parte del día. Le preocupaba que dirían sus amigos al respecto, Chanyeol siempre había dado la imagen de líder rudo del grupo. Pero ¿Qué dirían sus colegas al respecto de ser un repostero? Estaba pensando seriamente en callar y no decirles absolutamente nada, pero si había algo fundamental para la confianza entre ellos: era la regla de decir la verdad y no tener secretos entre los integrantes. Por otro lado de su mente, vagaba un hermoso chico de cabello castaño claro, facciones de bebé, hermosa sonrisa, perfecta cintura, piernas del diablo, labios del infierno, ojos gatunos y… Demonios, ChanChan ¡Ya es suficiente!
En el interior de un imponente coche de color negro se encontraba un Chanyeol nervioso que estaba yendo al reencuentro semanal con sus amigos. Como siempre, todos los Domingos, se reunían en la mansión de Kris, su mejor amigo chino. Junto con él eran seis personas las que conformaban el grupo de los ricachones : Kris, Jongin (mayormente mencionado como Kai), Suho, Sehun y Chen.
No pasó mucho tiempo para que Chanyeol llegara a la casa de su “hermano” como le gustaba llamarle. Se bajó del auto con su estilo soberbio y se adentró en la mansión como si de su casa se tratase. Había sido el primero en llegar, Kris tampoco estaba en el living y luego pensó… “cierto, hoy tocaba en la sala de juegos.” Dicho cuarto se encontraba en el sótano de la casa, así que bajó hasta allá y efectivamente allí estaba su amigo.
-Hey, ¿Qué onda, viejo? ¿Todo bien?
Preguntó Kris levantando su perezoso trasero del sofá para acercarse a Chanyeol y hacer su saludo “rudo” de manos. Ante la pregunta, el orejón soltó un suspiro y se recargó pesadamente sobre la mesa de villar, preocupado un poco al chino.
-Se podría decir que si, bro. Pero…
Antes de que pudiera decir algo más, cayó todo el resto del grupo al sótano. “Tan callados como siempre…” renegó Chanyeol. Sus amigos eran “los machos” cuando salían, pero cuando estaban entre ellos eran peores que los niños.
- Hola, hola, hola… ¿Qué tenemos aquí? Al maestro Yoda y al Kris Grey.
Bromeó Chen, el drogadicto de los seis. Todos rieron a carcajadas, hicieron ruidos molestos y demás. Menos el dúo que estaba solitario anteriormente. Ellos no rieron.
- Chen, Estás demasiado obsesionado con esa película ¿No? ¿Tanto quieres que te azote?
Se defendió Kris con una sonrisa retorcida en los labios. Con el chino no podías bromear ni sanamente, simplemente te mandaba al diablo en cualquier oportunidad que se le presentara. Como si ya sus mentes lo tuvieran todo programado, callaron todos al instante en el que Yi Fan (Kris) terminó de hablar.
- Ya, Yi Fan… Cálmate un poco, estamos bromeando.
Suspirando suplicó Sehun, el típico chico tranquilo con rostro indefinido. Cero expresión, nuca sabes cual es su estado de ánimo.
Para volver a un ambiente alegre y que no volaran puños por la habitación de entretenimiento, Kai, el más moreno de todos, propuso jugar un buen partido de villar y tomar unas cervezas bien frías.
Pasó una hora entre charlas, bromas, pasándose números de chicos y chicas, hablando sobre qué cosas bonitas se habían tirado en el antro, etc. Todos era bisexuales, menos Chanyeol que… no sabía lo que era.
El comportamiento del líder no estaba siendo jodón como siempre lo era, su mirada estaba perdida y tenía el rostro pensante. Sí o sí debía decirles a sus amigos que nuevamente había reprobado y ahora sería un dulce repostero fresa. “Fresa… fresa…” otra vez esa palabra, otra vez Baekhyun aparecía en sus pensamientos.
- Chanyeol, ya suéltalo… ¿Qué diablos te pasa?
Cuestionó el más adinerado de los tres, el gran y poderoso Suho. La pregunta sacó a Park de sus pensamientos y fue obligado a sonreír un poco, pero en realidad estaba más nervioso que nunca .
- Yo… reprobé nuevamente el año de contador y… mi madre quiere que haga al curso de un año de Maestro Pastelero.
El silencio habrá durado diez segundos, pero para Chanyeol fueron los segundos más largos e incómodos de su vida. El primero en emitir algún ruido fue Jongin, soltando una risa algo ahogada. Vale, ahora todos empezarían a burlarse de él.
- Ajá… ¿Y cuándo empezarías, postrecito?
Preguntó burlón Kris.
- ¿Cuándo te pondrás un sensual delantal para hacernos un pastel? ¡Oh si, Chanyeol! Báteme la crema ~
- Ok. A nadie le habían causado gracia los simulados gemidos de Sehun; así que lo ignoraron por completo poniendo toda la atención en el futuro repostero. Menos el semejante al maestro Yoda, él si que tenía en la mira al chico con cara de póker. Seguramente en algún momento iba a partirle la cabeza con la bola ocho.
-Querido amigo, no creo que la cocina sea lo tuyo... así que ¿Qué es lo que te tiene tan pensativo o preocupado? No creo que estés pensando en como hacer un cupcake y que se te queme.
Bien. Su amigo Chen tenía un punto, así que ya era hora de contarles quien era el que estaba invadiendo sus pensamientos sin permisos.
- Se llama Baekhyun… y es mi profesor a partir de mañana.
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Baekhyun había pasado todo el Domingo muy inquieto; acomodando los libros, las máquinas, los delantales, los utensilios, absolutamente todo. Recién a las doce de la noche quiso irse del estudio, lo había limpiado más de cinco veces por completo, había agregado flores y demás. Quería que todo estuviera perfecto para su gran día. En su casa repasó la lista de sus estudiantes para más o menos tener en claro quienes eran, pero cada vez que llegaba al último nombre una sonrisa de idiota se formaba en sus labios. “Park Chanyeol” pensaba . Ese muchacho tan apuesto estaría cocinando mañana, ¡Tenía muchas ansias de verlo trabajar! Seguramente se veía aún más apuesto.
El pequeño Baek sacudió su cabeza para librarse de esos tontos pensamientos sobre el chico de las orejas. Ahora solo debía concentrarse en descansar y ser el mejor mañana.