Los dos tortolitos pasaron sus primeros tres días de noviazgo de la misma manera que aquella noche en la cual decidieron estar juntos. Chanyeol esperaba que Baekhyun cerrara el estudio en la noche, compartían unos cuantos besos y luego lo acompañaba hasta su casa.
Obviamente, los amigos de nuestros protagonistas ya sabían de su relación. Los colegas del chico de las orejas lo molestaron hasta más no poder, pero a la vez estaban felices de que el gigante cambiara un poco su estilo de Don Juan y realmente le dedicara tiempo y cariño a alguien. Por otro lado, Baekhyun le había comentado todo con lujo de detalles a su mejor amigo Kyungsoo, quien pegó el grito en el cielo de felicidad pero también prometió cerrar la boca; pues no querían que el hermano del chico fresa se enterara de lo que andaba pasando y separara a Baek de su novio.
El más bajito de la parejita se encontraba ordenando y aseando la casa, su hermano trabaja los fines de semana y él los tiene libres ya que no da clases de repostería. Justamente el día de ayer, habían intercambiado números con Chanyeol para organizar citas o simplemente tontear por mensajitos en las noches.
El tono de llamada interrumpió al profesor de sus tareas de hogar; resopló cansado, observó la pantalla de su celular y no pudo evitar sonreír todo sonrojado: era una video llamada de Chanyeol.
- ¡Hola, Yeol! ¿Cómo estás? -preguntó amablemente el pequeño, sonriendo ante la pantalla-
- Bebé, hola. Estoy bien, ¿Tú lo estás?
El docente le sonrió a su novio-alumno y asintió con un sonrojo en las mejillas. Hace poco que estaban saliendo… muy poco y todavía el más bajito de los dos no entraba en confianza, algo que era lógico.
Hablaron fluidamente por unos diez minutos, eso era algo bueno que tenían ambos… la comunicación era agradable. Los dos preguntaron lo que el otro hacía y rieron de cosas triviales hasta que Chanyeol decidió preguntar algo.
- Pequeño, ¿Quieres salir hoy? Vamos con mis amigos a comer unas pizzas en mi casa y quieren conocerte. Para no sentirte incómodo puedes traer a un amigo, ¿Qué dices?
- ¡Claro! Si quiero ir. Espera, ¿Dices que puedo invitar a un amigo? ¡Genial! Seguro Kyungsoo querrá salir.
Exclamó contento Baekhyun, no dudaría en escribirle al ojón y avisarle que hoy saldrían y que no aceptaría un no por respuesta.
- Perfecto, bonito. En teoría tendría que ir a buscarte a las ocho, pero tengo muchísimas ganas de verte… así que estaré allí una hora antes y nos hacemos un poco de compañía.
- Estás loco, Yeol. Pero también tengo ganas de verte y tener un poquito de tiempo para nosotros, así que te espero.
¿Ese era Baek? ¿Realmente? En esos tres días no se reconocía, estaba más contento, más feliz y todo gracias a su novio.
Entonces así acordaron; a las siete de la tarde se verían. Pero el tierno pastelero tenía un problemita con eso, no sabía que ponerse ¡Otra vez tendría que recurrir a su mejor amigo! De inmediato tecleó un mensaje a Kyungsoo diciéndole que hoy saldrían y necesitaba ayuda para su ropa. Obviamente, el chico de ojos grandes aceptó y le dio indicaciones de como debería lucir: sensual y adorable. Recordando conjuntos de Baekhyun y fotos que le mandaba el mismo, armaron uno muy lindo.
Por audios, Baek le explicó a su amigo que habría colegas de Chanyeol en su casa, por lo que le pidió que se arreglara bien y así tal vez consiga un pretendiente. Ambos rieron y se despidieron para poder continuar con lo que estaban haciendo.
El tiempo pasó como un relámpago, dieron las cinco de la tarde y esa noche Baekhyun quería estar radiante, así que se metió a bañar tranquilamente. Talló cada parte de su cuerpo con cuidado, lavó muy bien su cabello hasta oler a un dulce durazno ya que era la fragancia de su jabón de tocador y shampoo. Luego de cuarenta minutos salió del cuarto de baño y comenzó a prepararse porque quería estar listo apenas Chanyeol entrara por la puerta de su casa. Por su cuerpo pasó una loción de aceite de durazno también, hace un mes había comprado todo un equipo de belleza con aquel aroma del fruto. Quedó suavecito, como la piel de un bebé y Baek no podía dejar de sonreír.
Faltaba una hora, una hora exactamente para que su novio llegara y aún no se cambiaba. Un jean negro ajustado vistió sus contorneadas piernas, un sweater blanco que descubría su hombro se hacía lucir delicadamente en su torso y por último, unos botines a juego calzaban sus pies. Se observó en el espejo y se veía muy bien, toda su figura podía lucirse con ese conjunto, sin dejar de ser reservado obviamente. Contento comenzó a maquillarse; delineó sus ojos con un toque ahumado y se puso bálsamo de fresa en los labios. Desordenó sus cabellos y estaba listo.
El nerviosismo de Baekhyun había aumentado considerablemente, era la primera vez que un chico lo invitaba a salir y nada menos que su primer novio secreto. No sabia si iba a gustarle, no sabía como actuar… pero se mentalizó de que debía ser el mismo y que su pareja debía quererlo tal y como era. Mientras se seguía sumergiendo en sus pensamientos, el timbre sonó e hizo saltar al pequeño Baek en el lugar. Corriendo fue hasta la puerta y antes de abrirla se acomodó por completo. Cuando estuvo listo abrió lo único que lo separaba de su novio, encontrándose inmediatamente con un Chanyeol que robaba el aliento. El adverso traía puesto un jean con unas roturas en los bolsillos, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero de color negra. Su estilo era tan masculino y sencillo que le encantaba a Baekhyun. Este pudo sentir como era devorado por aquellos orbes oscuros y profundos, Chanyeol lo hacía sentir desnudo ante sus ojos. Le sonrió con algo de timidez al mayor y se cubrió avergonzado el hombro que dejaba expuesto su sweater; para su sorpresa, la mano de su novio no permitió eso y dejó que su piel quedara a la vista. Embobado, el alto se adentró en el hogar del pequeño aún sin poder quitar la vista de su cuerpo, cosa que al repostero le incomodaba y avergonzaba en demasía, haciendo que sus mejillas se pintaran de un color carmesí.
- Bebé, estas… tú estás… - Chanyeol trata de modular palabra alguna- Hermoso. -logró decir-.
- Gracias, cariño… tu estás muy guapo.
Con todo el esfuerzo del mundo, Baek pudo aceptar y devolver un halago tan dulce. Ambos tenían muchas ganas de besarse, abrazarse y aún no sabían porqué no lo estaban haciendo; así que Chanyeol fue el primero en romper el hielo. Con un sutil movimiento tomó al bajito de su pronunciada cintura y acercó su rostro al ajeno para poder besarlo, como si no lo hubiese hecho en años. El adorable Baek trataba de corresponder lo más que podía, pero es que su pareja estaba hecho una máquina de besos, pues no paraba de comerle la boca. Con sus pequeñas manos se sostuvo de los amplios hombros contrarios, arrugando la chaqueta de su novio. Lo único que se escuchaba en la casa, era el chasquido de sus labios cambiando de posiciones, sus lenguas danzando a un ritmo desesperado sacándole ruidos vergonzosos de la boca a Baekhyun. La situación se estaba poniendo candente: teníamos a un Chanyeol que no tenía acción hace un buen tiempo y un Baek virgen con hormonas alteradas.
- Ah… mh, Yeol… pa-para -susurró agitado el chico fresa sobre los labios del orejón.-
- Joder… no me hagas esto. Estas tan sexy, no puedo. -gruñó un excitado Park-.
Byun lo deseaba, siempre soñó con el momento especial de hacer el amor con la persona indicada. Chanyeol era todo eso, el problema es el tiempo de relación. Tres días… tan solo tres y no podían estar de esa forma.
Las manos del gigante parecían estar en una montaña rusa de curvas, tocando todo lo que se le ponía en el camino. Incluso tocó el trasero de Baekhyun, haciéndolo gemir suavemente y eso fue suficiente para que las hormonas de Park estuvieran por las nubes.
-No… no así, es muy temprano. Para… ahora no quiero.
Los susurros del menor no tenían fuerzas, pero de alguna manera hicieron volver al mayor a sus niveles. Un abrazo protector fue lo suficiente para que esas intenciones se fueran un poco. El más bajo alzó la mirada y tomó las mejillas de su novio para poder besarlo dulcemente en los labios.
- Quiero, Chanyeol. Lo quiero, pero estamos hace muy poco… y quiero que sea especial, no así.
Baek usaba los métodos de enseñanza para explicarle las cosas a Yeol cuando no estaba en sus cabales. Esa voz tan dulce y de terciopelo, calmaba de sobremanera al mayor.
- De acuerdo, amor. Lo siento… es que me gustas hace mucho y te vistes así de lindo para mi y wow… yo pierdo la cabeza. -murmuró apoyando su frente sobre la adversa, clavando su mirada en los ojos del bajito-
- Eres un lindo, no falta mucho para que suceda ¿Está bien? Déjame decirte que yo ya estoy listo. No tengo miedo porque sé que tú vas a cuidarme. -con una sonrisa, Byun dijo aquellas palabras derritiendo a Park enseguida.-
- Voy a protegerte de todo y de todos. Soy tu protector.
Las cosas se calmaron por los siguientes minutos que quedaban antes de partir. Kyungsoo llamó a Baekhyun para decirle que iba solo, que no lo pasara a buscar así estaba tranquilo con Chanyeol y le pidió la dirección de éste. El hogar estaba lleno de mimos, de besos y risas de los dos. No cabía duda de que ellos se estaban enamorando como dos locos. Muchos pensarán que están exagerando con tan poco tiempo de conocerse, pero para ellos… fue amor a primera vista.
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