Sí Minghao antes se sentía enamorado de Soonyoung, pues ahora lo odiaba por hacerlo correr durante veinte minutos seguidos y sin descanso.
– ¡Vamos, solo falta un minuto! – sentía que iba a morir, sus pulmones ya casi no podían albergar oxígeno, su pecho ardía con fuerza, estaba a punto de suplicar, pero solo faltaba un minuto - ¡Listo! Puedes detenerte Minghao, pero hazlo lentamente o... - no escuchó eso último porque ya estaba tirado en el suelo - ¡Minghao! – Soonyoung corrió para ayudarlo, pero no quería ni siquiera moverse, sintió que tomó su cabeza con cuidado para sentarse en el suelo y ponerla sobre sus piernas – No debes detenerte tan bruscamente, podrías lesionarte - dijo el coreano sonriendo, podía sentir las manos contrarias quitando el sudor y mechones de cabello de su frente con cuidado.
- A-gua... - dijo estirando su mano, Soonyoung abrió la botella para él y puede apostar a que la terminó en menos de un segundo, eso era un nuevo record.
- ¿Te sientes bien? – Minghao asintió, había pasado las últimas dos semanas entrenando con Soonyoung después de clases y había mejorado su tiempo notablemente con su ayuda.
- Sí... solo algo cansado –
- Has mejorado mucho Minghao, ahora puedes incluso correr más de quince minutos – el nombrado asintió aun con la cabeza recostada sobre las piernas del bailarín.
- Ha sido gracias a ti hyung, en serio te lo agradezco –
- Está bien, siempre es un placer ayudar – le dijo mientras ambos miraban hacia el cielo, eran los únicos en la cancha y al ser cerca de las cinco de la tarde el cielo tenía un color celeste algo opaco, el viento corría fresco en sus rostros – Minghao, Jun me dijo que yo te gustaba –
- ¡¿Qué?! – Minghao se levantó de golpe viéndolo con horror, Soonyoung no parecía molesto o disgustado, tenía una expresión de tranquilidad en su cara observando el atardecer.
- ¿Es verdad? – dijo con tono amable, Minghao abrió los ojos, maldito Jun y su complejo de cupido, de cualquier forma, ahora Soonyoung lo sabía, no tenía nada que perder.
- Es verdad – Soonyoung lo miró a los ojos con expresión seria, Minghao no supo que pensar, jamás había visto su cara seria, siempre estaba animado y sonriente, de pronto las comisuras de sus labios se elevaron de nuevo.
- También me gustas Minghao – eso no se lo esperaba, ¿qué seguía ahora?
- Oh... eso es... bueno – Soonyoung rió.
- No pareces muy feliz – dijo pensativo, Minghao suspiró.
- Quizá no lo parezca, pero estoy feliz de ser correspondido – dijo desviando la mirada.
- Entonces... ¿por qué luces tan abatido? –
- Es algo complicado – dijo jugando con la botella en sus manos, una manía que había adquirido después de empezar a beber agua como un loco en las practicas.
- Tenemos un descanso después de todo el progreso que has tenido - dijo encogiéndose de hombros - ¿te gustaría decírmelo? - con esa sonrisa claro que quería compartirle todas sus preocupaciones, pero... quizás no era lo correcto.
- No quisiera que las cosas se pusieran raras entre nosotros Soonyoung –
- Eso no va a pasar, te dije que me gustas y estoy actuando como siempre lo hago contigo – tenía razón, seguía hablándole amablemente y no estaba horrorizado por saber sobre sus sentimientos.
- Está bien – dijo resignado – tenía pensado este año presentarme en una prueba para la academia de arte más prestigiosa de Seúl – Soonyoung escuchaba atentamente – será a finales del año escolar y debo presentar una exhibición de pinturas impresionantes a los jueces para recibir una beca, mi padre no sabe nada sobre mi plan para este año, pero tengo una segunda oportunidad el siguiente año si no logro conseguirla este año, de cualquier forma cuando consiguiera la beca pensaba irme lejos del continente si es posible – Soonyoung asintió, ahora entendía la razón de su nerviosismo.
- Minghao, no tienes que sentirte presionado a tener una relación, también tengo planes para mi futuro y entiendo que yo no esté en los tuyos, no es algo que planeamos, los sentimientos son espontáneos –
- Me gustas hace mucho – se asinceró el chino, Soonyoung tomó su mano sonriéndole.
- Tú también Minghao, hace mucho tiempo, pero no voy a obligarte a nada, si tienes metas te apoyaré en ellas, puedes contar conmigo –
- ¿Qué hay de ti? No me has dicho nada sobre tus planes – Soonyoung inhaló profundo, se sentía muy cómodo con Minghao cerca.
- También daré una audición para una academia de danza, pero aun no me he decidido, quiero especializarme y quizás llegue a ser famoso – rió, Minghao asintió feliz.
- Te apoyaré también Soonyoung, estaré para ti cuando sea –
- Gracias Ming – dijo abrazando sus hombros.
- ¿Qué haremos ahora? –
- No lo sé, podríamos intentar algo... si así lo quieres –
- No quiero excusarme diciendo que no tendré tiempo porque estoy ocupado Soonyoung – el chico asintió.
- Está bien, podemos seguir siendo amigos – vaya, perdería su oportunidad de tener algo con Soonyoung por su pasión, pero era algo que había decidido hace tiempo.
- Te quiero Soonyoung y... claro que quisiera intentar algo contigo, pero esto es importante para mí y creo que debo terminar lo que empecé – sus brazos se aferraron con fuerza al cuello del coreano, este le correspondió abrazando sus cintura cerrando los ojos y disfrutando de la cercanía.
- Yo también te quiero –
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Las cosas pasaron normalmente después de esa plática entre los dos, Soonyoung lo siguió tratando tan amable y agradable como siempre, las mismas sonrisas y aun entrenaban juntos, no insistió nunca más en el tema, salían con sus amigos como siempre, la pasaban bien, incluso no le reclamó a Jun por haber ido de bocazas con Soonyoung, internamente se lo agradecía porque sabía que lo quería, se lo había dicho él mismo y lo había abrazado como nadie nunca jamás lo había hecho.
Todo estaba bien, los meses habían pasado más rápido de lo que pensó, también terminó el semestre de atletismo y continuó con baloncesto, digamos que había mejora lo suficiente en eso como para no pedirle más ayuda a Soonyoung, quien practicaba todo el tiempo para su audición, aun no tenía decidido un lugar pero quería tener todo listo.
Lo extrañaba, lo extrañaba mucho, ya no se veían como antes, ahora tenían exámenes a nueva cuenta y no podían reprobar al menos no él, la academia pedía notas de excelencia y debía esforzarse, comenzó a pedirle ayuda a Jihoon en algunas materias y a Jeonghan de último año quien era el vicepresidente del consejo estudiantil, las cosas iban geniales todo estaba saliendo perfectamente bien, hasta que el último día de invierno todos sus sueños se vieron teñidos de rojo.
Minghao jamás esperó que su carta de invitación para la prueba llegara por correo, ni tampoco esperó que su padre leyera la carta. Cuando llegó a casa solo pudo recordar la mirada de odio de su padre y su voz gritándole tantas cosas juntas que su cerebro no podía procesarlas tan rápido, la carta estaba en su mano y su rostro solo lo llenó de pánico, pero sin duda lo que jamás esperó es que su padre tomara su mano derecho y de un solo movimiento lograra romper el hueso de su muñeca con tanta facilidad como si fuera un palillo de dientes, causándole el dolor más agudo y traumatizante que pudo sentir en sus dieciséis años, luego sus ojos se cerraron sumergiéndolo en un mar negro estancando todos sus sentidos.
Cuando se despertó se encontraba en su cama y con la mano derecha enyesada hasta el codo, solo pudo llorar y llorar durante todo el tiempo posible, hasta que sus ojos quedaron sin lágrimas y lo único que podía hacer era sorber su nariz, Jun había llamado mil y una veces a su celular, escrito otros mil mensajes al igual que sus amigos, él había desaparecido unos días, pero no tenía ánimo para contestar, su padre se disculpó con él de manera fría, quizás en su momento de histeria no pensó que pudiera romperle un hueso y causarle un desmayo, pero no cambiaría de opinión con respecto a su opción por la pintura, no volvieron a hablar del tema porque según él le había hecho mucho daño a su hijo.
El lunes tuvo que volver a la escuela y todos sus amigos quedaron horrorizados al ver su yeso, ellos sabían que Minghao tenía planeado pintar algo nuevo para su prueba, pero ahora con un hueso roto en dos partes no se recuperaría a tiempo para eso, necesitaría rehabilitación al menos dos meses más los otros dos meses de yeso, estaba acabado y como amigos que eran no mencionaron nada al respecto, el único que no estaba enterado era Soonyoung porque se encontraba en un campamento corto con algunos coreógrafos que lo ayudarían, Minghao quería verlo y que le dijera que aún lo quería y ahora que su beca estaría en manos de alguien más hasta el próximo año podían intentar algo, lo que sea.
Soonyoung regresó un par de días después con una sonrisa que se desvaneció al ver a Minghao lastimado, lo abrazó fuerte y este volvió a llorar después de todos los días que había juntado fuerza de voluntad para detenerse, hizo lo que Minghao esperaba, le dijo cosas bonitas, que estaría bien, que el año siguiente podría intentarlo y que lo quería, se lamentó por no haber estado antes, pero se dieron ánimo mutuamente, ese ánimo que se le había acabado para consigo mismo, lo que quedaba se lo daría a Soonyoung para que realice sus sueños.
Ahora que no tenía absolutamente nada de lo que preocuparse además de sus asignaturas porque no podía escribir, y dejar que sus amigos lo alimentaran ya que no podía hacerlo sin tirar toda la comida con la mano izquierda, Soonyoung estaba más ocupado que nunca, tenía mil cosas que hacer, pero le había prometido que estaría con él siempre que lo necesitara, así que junto con sus amigos iban a las competencias de baile y practicas a verlo, a veces iba el solo y comían helado saliendo, no eran nada más que amigos, no había tiempo para eso, pero sabían que se quería y eso era lo único que necesitaban.