"¿Muchacho?"
Era la voz del jefe de aquel lugar
"Ah...es usted"-contestó con un hilo de voz.
“¿Qué haces aquí? ¿Quieres pescar una pulmonía? Me sorprendió que la luz de tu habitación estuviese encendida así que llamé a la puerta y como no contestabas abrí. Y al no dar contigo supuse que estarías aquí. ¡Pasa de una vez!"
Lentamente descendió de su lugar y obedeció las órdenes de su superior. Talvez en otra situación hubiese contestado algo pero en ese momento solo quería estar solo.
Al llegar a la habitación se quitó toda la ropa que tenía mojada. La dobló sobre una silla, cepillo sus dientes. Apagó la luz y sin más se metió debajo de las cobijas.
'¿Que estarás haciendo? ¿Alguna vez pensaste en esas letras en tu muñeca? ¿Me odias?'
De pronto como una respuesta a sus dudas escuchó un ruido proveniente del otro lado de la pared. Como si la cama se moviese. Y después....
"Zoro....e-esta es mi primera vez. Así que no seas tan rudo ¿me oyes?"
"Es lo mismo para mí. He trabajado en este restaurante desde los 10 años. Y en todo ese tiempo solo pensé en ti. No puedo creer que pueda tenerte así ahora"
"Seré tuyo de ahora en adelante. Date prisa"
"Ya que tanto lo pides"
"Ahh mmmm sí más fuerte"
"¿No dijiste que tuviese cuidado?"
"Olvídalo marimo. Solo hazlo"
"¿Así?"
"Sigue...hnnn~ Z-zoro hah soy muy feliz de que ah por fin podamos ser uno"
"Te quiero"
"Yo también te quiero"
El pelirrojo en ese momento solo quería dormir y ya no despertar. La realidad se había vuelto demasiado cruel para soportarla. Deseo por un momento creer que eso de las almas gemelas fuese solo una fantasía como decía Sanji. Pero sabía que nunca podría ver a nadie más de esa forma.
Al despertar el de cabellos carmesí se sintió con el cuerpo adolorido y con la garganta irritada. No le dio importancia y fue a iniciar su labor.
A media tarde después de unas horas de haber comenzado su turno se encontraba limpiando una mesa cuando de pronto...
Al entrar a la estancia del restaurante Sanji escuchó el sonido de un vaso rompiéndose y al aproximarse a la escena pudo ver a Ichiji mirándolo con una mezcla de miedo y resentimiento
"¿Se puede saber que estas...?"
"Lo siento enseguida lo recogeré"-respondió el más agachándose lentamente.
Y con sus dedos comenzó a recoger los fragmentos. No obstante en su apuro por quedar bien con su hermano menor se hizo un tajo en la mano que comenzó a sangrar profusamente.
"Dejalo yo lo haré. Si sigues cometiendo errores así tendrás que lavar los platos"
Con ayuda de una servilleta el de cabello amarillo limpió de manera experta.
"Dile a ese pelirrojo que deje de hacer el vago y lleve el pedido de la mesa 7"-le dijo uno de los que trabajaba dentro.
'¿Acaso piensa que este trabajo es un juego?'-pensó el rubio.
Ese tipo tenía algo que lo sacaba de quicio. Primero venía con esa historia de las marcas. Encima que tardó 18 años en aparecerse. Cuando el ya era feliz con Zoro y no tenía nada que ver con las letras.
Lo que sentía por el peliverde era algo más. Y después de rechazarlo en vez de irse se quedaba en el Baratie y encima era incompetente en su trabajo. Ya lo tenía harto iba a hacer que Zeff lo echara.
Y de pronto lo vio tendido en el suelo.
"¿Camarero?"- lo sacudió un poco con la mano pero no se movió.
"Oye maldito viejo ven aquí"
"¿Que sucede pequeña berenjena?"
"¿Porque no reacciona?
"Debe haberse desmayado por el agotamiento. Fíjate si ha subido su temperatura"
"¿Y por qué yo?"
"Porque yo lo digo"
El menor acercó el dorso de su mano a la frente de Ichiji
"Está ardiendo"
"Entonces llévalo a su habitación y cuídalo"
"¡¿Y porqué tengo que hacerlo yo maldito viejo?!"
"Porque tienen la misma edad. Y porque siempre ayudas a quien lo necesita"-fue lo ultimo que dijo antes de volver a la cocina.
'Maldito viejo'
Haciendo esfuerzo mitad llevo/mitad arrastró al de cabello escarlata a su dormitorio
'Muy bien ya te deje descansando. Es todo debo seguir trabajando'
"Sanji"-dijo en sueños el convaleciente.
"No, no quiero quedarme contigo...No pienso involucrarme más. Zoro podría pensar mal...No te conozco no sé porque llevo tu nombre ni porque tus cejas se parecen a las mías...Lo mejor sería que te fueras de aquí"
Y sin mirar atrás salió de la habitación.
Minutos después el pelirrojo abrió los ojos. Se sentía débil, adolorido y muy cansado. Observó el corte en su mano...no había sido atendido ni limpiado.
'Claro'
A continuación observó a su alrededor. La puerta estaba cerrada y el estaba solo.No había rastros de termómetros ni un paño con agua en su frente.
'Nunca me verá de la misma forma en la que yo lo miro'-aceptó alfan.
Mientras que las lágrimas empezaban a rodar por sus mejillas. Sintió como su corazón se iba resquebrajando pues su marca se había comenzado a borrar.
A su alma gemela no le importaba y se había enamorado de otro. Sí el desaparecía de este mundo probablemente el nombre en la muñeca de Sanji cambiaría y no estaría atado más a él....
'Al menos sé que no estarás solo y que esa persona cuidará de ti'
Debido a su alta temperatura vio una vez con ojos cuya luz estaba casi extinta, las letras, que ya realmente eran inexistentes en su muñeca, y las besó.