Al salir de la mansión y de su martirio rutinario, Aioria ya podía respirar aire fresco, sabiendo que Shaka parecía estar algo serio y aquello lo alerto un poco – Disculpa por todo el drama que viste en mi casa, nunca espere que este día llegaría, más sabiendo que mis hermanos tienen pareja y yo… - Ambos se detienen, pero el castaño observa que los ojos celestes de aquel chico se habían posado en los suyos, como si quisiera saber más al respecto o le estaban diciendo que no le contara toda su vida, lo único que hizo Aioria fue sacudir su cabeza ante sus locos pensamientos.
- ¿Tanto apuro tienes en buscar a tu media naranja? – Aioria rio nervioso al escuchar aquella pregunta, pero al dejar reír pudo notar que Shaka estaba algo divertido con la situación.
- Para las tradiciones de mi familia, sí, pero para mis propias tradiciones, no tengo apuro “¡Menuda mentira! Soy de lo peor, acabo de mentir, después de muchos siglos que no me como a un chico o a una chica” – El rubio esboza una sonrisa para después dejar salir un risa mientras se cubre la boca, escucharlo reír era algo lindo para Aioria, dado que siempre deseo ver aquel lado tierno e inofensivo de Shaka – Sera mejor que subamos al coche y larguémonos de aquí – Dice Aioria para así ambos ir directo al carro deportivo que tiene, para después irse de la mansión León.
Al estar en la carretera y escuchar un poco de música, los dos parecían estar cómodos con la compañía del otro. Shaka le hacía preguntas con respecto a los poderes de Aioria y de cómo los descubrió, algo que llamo muchísimo la atención al castaño.
- ¿Por qué te interesa tanto saber de mis poderes vampíricos, sabiendo que no te agrada la idea? – Shaka se gira para mirarlo destellando que no comprendía la pregunta, pero Aioria se dispuso a manejar y dejar su pregunta en el aire.
- Eso depende – Contesta a secas, mientras apoyaba su codo en el posa brazos de la puerta y observar como pasaban las vistas de las casas, hasta asombrarse de que estaban en la carretera – Más bien, diría que depende de la persona que me cuente – Aioria se asombra al escuchar aquella respuesta muy bien formulada y expresada, algo que jamás olvidaría.
- Entonces, a mí sí me dejarían contarte las grandes cosas que nosotros los vampiros podemos hacer ¿Cierto? – Le dice esto mientras se desvían del camino tomando un sendero que los llevaría a un lugar mágico, pero poder ver un rato el bello rostro y la sonrisa dibujada en aquellos labios, era algo que adoraba Aioria, pero debía contenerse, dado que recién empezaban a conocerse y no deseaba arruinar aquella oportunidad.
- Por supuesto que puedes, ya que te debo una por mi cuñado y por la travesura inmadura de tu hermano Regulus – Aioria esboza una sonrisa rebosante de felicidad, para después estacionar el coche a pocos metros de distancia del peñasco.
- Bajémonos, pero antes – Aioria cubre los ojos de Shaka con un pañuelo que se sacó del bolsillo para vendar sus ojos – Antes deseo que veas algo y sé que te encantara – Dice estas palabras, para bajarse rápido del auto para así ayudar a Shaka.
Estaba nervioso al ver que le hayan vendado los ojos, hasta que siente las manos de Aioria ayudarlo a salir del auto – No me sueltes – Le dice sin más, pero al sentir que él mismo se había aferrado más de la cuenta al torso del chico que estaba sintiendo cosas.
- Entonces te cargo – Le dice al momento que lo cargaba como si de una doncella se trataba, Shaka parecía estar disfrutando del momento hasta que siente es dejado en algo duro, sin embargo, al hacer aquello Aioria le saca las vendas para mostrarle las vistas - ¿Te gusta lo que ves? – Le pregunta en un tono algo tímido pero seguro de sí mismo.
- Es… Es… Es divino, nunca pensé que el pueblo se vea tan hermoso desde aquí arriba – Dice aquellas palabras con muchísimo esmero, ya que estaba impresionado con las vistas desde aquel peñasco.
- Recuerdo que hace muchísimo tiempo atrás, yo venía aquí con Milo y Deathmask para admirar el pueblo, ya que siempre nos escapábamos de nuestras obligaciones como personas nobles, con el fin de seguir con nuestra amistad y hermandad, algo que deseo recuperar – Mientras lo escuchaba muy atento, Shaka se acerca un poco Aioria y tomar una de sus manos entre las suyas, logrando que los dos quedasen mirando, pero el castaño estaba algo asombrado por el tacto.
- ¿Lo dices, porque sientes que su amistad esta por romperse? – Aioria asiente triste al recordar la primera discusión que tuvieron ellos tres, no obstante, Shaka le había picado el bichito de la curiosidad, dado que deseaba preguntarle algo – Cambiando de tema, ¿Cuántos años en verdad tienes Aioria? – El ahora heredero de los León esbozo una risa para posteriormente comenzar a reír bastante alegre, ya que nunca había dicho su verdadera edad.
- Shaka, no quiero que te asustes, pero – Suelta la mano del rubio para después abrazarlo por los hombros, ya que se sentía a gusto con la conversación casual – Yo tengo doscientos cuarenta y ocho años – El chico de cabellos rubios y mirada celeste, se queda asombrado al escuchar la verdadera edad de Aioria, era más grande que él y le seguía intrigando muchas cosas.
- Entonces ¿Participaste en la primera y segunda guerra mundial? – Aioria comenzó a reír y él también, ya que parecía poco probable para ambos de que el castaño haya participado en un acontecimiento como esos.
Continuaron con sus pláticas, sabiendo que descubrir del otro los estaba ayudando muchísimo. Aioria de en vez en cuando le hacía alguna broma de mal gusto a Shaka, pero las risas nunca paraban.
- Shaka, ¿Tienes miedo enamorarte de alguien? – Le había preguntado obteniendo así un acercamiento más íntimo por parte de Shaka.
El solamente esboza una cálida sonrisa, ya que era algo que se estaba preguntando desde que salieron de su casa, era lindo enamorarse de alguien, pero antes de responder a la duda de Aioria debía ser él quien se saque las dudas acerca de la persona que lo acompaña – No sé cómo responder a eso, pero en estos momentos, si tengo miedo enamorarme, ya que no tengo un concepto claro del amor – Gira un poco su cabeza para observar aquel muchacho que tiene abrazado por los hombros, pero de manera instintiva había bajado su brazo hasta la cintura del rubio – No obstante, quiero hacerte una pregunta intima Aioria, y deseo que me respondas con la verdad – El mencionado se distancia un poco del chico que tenía al lado, ya sabiendo lo que le preguntaría.
- Shaka, no quiero mentir y menos hacerte ver lo que soy en verdad, pero – Hizo una pausa ya que sus pensamientos estaban confusos, le costaba comprender la pregunta a medio formular por Shaka, pero se volteó para acercarse apresuradamente a Shaka tomándole por la cara – Lo que había comentado hace semanas atrás Albafica, es verdad, si, yo hace dos siglos atrás me acosté con mujeres, y una de ellas es la profesora de Ciencias – Shaka estaba asombrado por aquella confesión tan repentina y más sabiendo que ni siquiera le había preguntado – Pero en aquellos tiempos existía un método donde los vampiros de sangre noble, salen por estos bosques – Le soltó la cara para dejar que Shaka se girase para observar el bosque que había detrás de ellos, le daba miedo, pero estando acompañado por Aioria, aquel sentimiento se desvanecía por sí solo. Se vuelve a girar para ver la cara triste y culpable de Aioria, que le estaba haciendo daño, por el simple hecho de que sentía pena – Cazar animales, y no es una historia extraída de… Crepúsculo, pero es un método factible y es gracias a la familia Solo, una de las fracciones de las familias vampíricas de sangre noble – Ríe un poco al escuchar aquella justificación ante las palabras dichas por Aioria, pero estaba consciente de que no era mentira aquella, sino verdades.
- Vaya es muy revelador lo que me cuentas, pero me intriga acerca de ese método – Aioria por fin sonríe al escuchar las palabras de Shaka, lo primero que hizo fue abrazarlo fuertemente - ¿Me contarías eso? – El joven de cabellos rubios se sentía feliz al verse abrazado por el chico más popular de su salón, pero algo malo estaba pasando y era que sentía como Aioria lo olfateaba.
- “¡CONTROLATE!” – Se grita a si mismo mientras se alejaba de Shaka y se tapa con su brazo la boca, ya que sentir el aroma del joven de cabellos rubios había hecho que su mirada dejara de ser parda para tomar un color carmesí, sus colmillos habían aparecido, pero internamente y de corazón agradecía que no haya mordido aquel chico que poco a poco se estaba enamorando – ¿Te puedo pedir algo? – Le pregunta para después recibir un “Sí” algo asustado por parte de Shaka – Llama desde mi celular y pídele a mi hermano Aioros que nos recoja, pero si pregunta que sucede dile que se nos haberío mi coche – Shaka asiente para así ir al auto de Aioria, busca el celular del castaño y al encontrarlo busca en sus contactos el número de Aioros, lo llama y le dice todo, pero lo más impresionante era que Aioria había abierto la parte de adelante del auto y arrancar el motor completo de este, para después observarlo incrédulo por lo que veía y lo más bizarro de la situación era que el motor había sido lanzado lejos de ellos con dirección al bosque.