"Esa voz de mierda. ¿Ni siquiera puedo morir tranquilo? Miré hacia la izquierda y pude ver a un hombre de negro mirándonos; sin duda, era él. Estaba en la salida que llevaba al Parking.
"—Qué lamentables. —Dijo con asco."
Preferimos no responder. Teníamos claro lo que iba a pasarnos, pero...
—¿T-Tsukishima...? ¿N-Noya-san...? —Hinata había llegado.
"No me mires así... Me veo patético.""
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Capítulo 12: ¿Te quedarías conmigo?
~~POV Hinata~~
Bajé las escaleras lo más rápido que pude. Después de todo, me estaban esperando. Cuando llegué a la planta baja fui caminando por los pasillos y observando el interior de cada sala hasta encontrar a Tsukishima y a Nishinoya.
Lo que vi en ese momento fue algo que nunca podré borrar de mi mente.
—¿T-Tsukishima...? ¿N-Noya-san...? —Mis ojos se abrieron como platos al contemplar la situación en la que estaban.
Ambos se hallaban apoyados en paredes opuestas. Tsukishima no tenía piernas; Nishinoya no tenía brazos.
—Maldita sea... —Suspiró el líbero.— No quería que nos vieras así. —Finalizó con una triste sonrisa.
No sabía qué hacer. ¿Cómo debía reaccionar a lo que estaba pasando? Esto era un mal sueño, sí, tal vez solo sea eso... Pero por más que quisiera engañarme, era imposible.
Noté que había alguien más que pasó desapercibido a pesar de que estaba en frente de mí. Alcé la mirada y pude ver a un hombre vestido totalmente de negro. Era él.
"—Quiero decirte algo, Shouyou. —Comentó incitándome a seguirle."
Esa voz y esos ojos...
—Ve a por él... —Intervino Tsukishima en un susurro.
—Nosotros ya no... —Añadió Nishinoya.
El secuestrador no tardó en abandonar la sala e irse en dirección al Parking. Si no lo seguía, todo esto que estaba pasando no tendría solución.
"Al menos tengo que intentarlo."
—Lo sien... —Dije tratando de ocultar mis lágrimas pero fui interrumpido.
—Lo sentimos. —Intervino Tsukishima.
—Sentimos no haberte esperado. —Prosiguió Nishinoya.
Quería llorar. Quería abrazarles. Quería intentar salvar a ambos, pero... no podía.
Me guardé todo lo que quise decir y pasé de largo sin mirarlos.
"Debo seguir a..."
~~POV Kuroo~~
Antes de dar el alcance al pelirrojo, me faltaba una última cosa por hacer: desactivar las trampas. Cuando se fue, me dirigí a una sala en la que se hallaban diferentes herramientas que me servirían, por lo que luego de agarrar algunas, empecé a bajar hasta la segunda planta. Allí se encontraba una habitación específica para desactivar todo lo que estaba conectado con este edificio. Traté de hacerlo lo más rápido que pude y bajé la última escalera para encontrarme con los del Karasuno.
"He tardado demasiado, espero que estén bien..."
Entré en la sala que pasándola me llevaría al Parking, pero era tarde. Había llegado demasiado tarde.
Si tan solo hubiese logrado desactivar las trampas antes. Si tan solo les hubiese advertido más, o si hubiésemos estado todos juntos...
"Esto... ¿es mi culpa?"
Me dirigí lo más rápido que pude hacia el cuerpo de Tsukishima y nada más ver su rostro supe que había llegado tarde.
—¿Tsukki? —Susurré tomándole el pulso y sacudiendo suavemente su cuerpo sin piernas.
Tsukishima estaba muerto.
~~POV Hinata~~
Entré al Parking y pude ver al secuestrador haciéndome una seña. Comencé la persecución y me hizo volver a subir otras escaleras. Estaban en un lugar diferente, pero esta vez fueron menos. Parecía que me estaba llevando al lugar que él quería, pero no me importaba. Debía hacerlo o sino todo sería en vano.
Llegamos a una sala enorme sin salida. Yo estaba en la puerta y él ya dentro.
"—Por fin estamos solos, Shouyou. —Comentó con una sonrisa."
—¿Por qué...? ¡¿Por qué has hecho todo esto?! —Grité con toda la rabia que tenía acumulada y que había aumentado al saber quien era.— ¡Kenma!
Se quitó aquel pasamontañas y dejó ver su rostro por completo.
—¡No esperaba esto de ti! —Acusé con dolor.
—Shouyou... Sabes, —comenzó— siempre me has parecido una persona única. Siempre iluminas a la gente de tu alrededor. Transmites alegría y felicidad... y eso es lo que más me gusta.
—No me estás explicando nada de lo que de verdad quiero saber. —Interrumpí a punto de soltar todas esas lágrimas acumuladas.
—Está bien, te lo diré. —Aceptó.— Todo comenzó desde que noté que Kageyama tenía un lugar en tu corazón. Eso era algo que no podía permitir, pero no sabía qué hacer. Cuanto más tiempo pasaba, más dolor sentía. —Hizo una pausa para girarse, dándome la espalda.— Y entonces lo conocí. Oikawa Tooru compartía la misma frustración que yo. Lo noté en seguida y él también, por lo que llegamos a un acuerdo; él se quedaría con Kageyama y yo contigo. Pero... ¿qué mejor manera que secuestrando a todo tu equipo y asesinando a la mayoría? Así os haríamos saber el dolor que sentíamos.
—Eso es enfermo. —Agregué aún con frustración.
—¡Sí! —Se giró rápidamente y me miró con unos ojos llenos de locura.— ¡Estoy enfermo! Pero no es mi culpa; la tienes tú.
—¿D-De qué estás hablando? —Pregunté tratando de retrasar lo evidente.
—Estoy enfermo de amor, y es por ti, Shouyou. —Completó con otra sádica sonrisa.
No estaba preparado para lo que vendría a continuación.
—Así que, dime, Shouyou. ¿Te quedarías conmigo? Para siempre. Juro que daré mi vida por ti si hace falta, serás feliz a mí lado. ¡Te amo!
No sabía qué respuesta dar.