"Proseguimos hasta abrir la puerta que nos conduciría al siguiente escenario, que sinceramente, no pintaba muy bien. Nada más entrar la persona a la que vimos nos dejó de piedra.
—¿Asahi...? —Se sorprendió Sugawara al llegar y ver aquello que estaba sucediendo.
—T-Tranquilos, estoy bien. —Forzó una falsa sonrisa."
[…]
Capítulo 6: Es estúpido y sin sentido.
~~POV Narradora~~
Les costaba creer lo que estaban viendo. Hitoka fue la primera en reaccionar, abriendo la mochila que tenía aún en la espalda y sacando una botella de agua. Se dirigió hacia Azumane e intentó darle de beber, pero no llegaba; Asahi se hallaba crucificado en la pared de aquella habitación. Rápidamente Shimizu se acercó también y le siguió Koushi, el cual aún no podía asimilar tanto. Sugawara estaba demasiado afectado; perder a Daichi y ver como su amigo Asahi estaba en tal situación, le provocaba un dolor emocional indescriptible.
—Vamos a bajarte ahora mismo. —Informó Kiyoko analizando todo, tratando de no verse tan afectada y no perder los nervios como Sugawara.
"—Ni se os ocurra intentar algo. —Comentó aquel hombre que estaba provocando una pesadilla real a los chicos del Karasuno."
Shimizu se detuvo de inmediato. Yachi se veía preocupada, y Koushi seguía en shock.
—Esto es mi culpa... —Susurró la pequeña rubia lamentándose de ver a Azumane así.
"–Exacto. Ibas a morir tú, pero él se sacrificó por ti. Qué estúpido."
No había nada que se pudiera hacer. Aquel hombre había crucificado a Asahi; se hallaba con ambos brazos estirados y atravesados por grandes clavos. Sus piernas estaban juntas y también clavadas. Nadie sabía cuánto tiempo llevaba así; probablemente desde que Yachi se separó de él. De lo que sí estaban seguros, era de que debían continuar por más que les doliera. Estaban obligados, sentenciados a acatar órdenes.
[…]
~~POV Hinata~~
Desperté en una sala totalmente blanca, solo había una pantalla y otros detalles que preferí ignorar. Lo primero que se me vino a la mente fue el momento en el que se apagaron las luces cuando estábamos todos. Me levanté y me giré para ver con quien estaba.
—¡Kageyama! ¡Despierta! —Exclamé acercándome y zarandeando su cuerpo.
—¡Shouyou! —Escuché por detrás a Nishinoya, el cual se acercó rápidamente hacia mí.
—¡Noya-san! ¿También estás aquí? —Pregunté feliz al ver que no estaba solo.
—Tsukishima y Yamaguchi también. —Respondió señalando hacia atrás con el dedo pulgar.
—¿Dónde estamos? —Intervino Yamaguchi algo nervioso al ver que no había ninguna salida.
—Ni idea. ¡Nos han secuestrado! —Opinó Nishinoya con gracia y fingiendo dolor.— ¿Creéis que alguien pague nuestro rescate?
—No seas ridículo... —Replicó Tsukishima con su típico tono de voz.
—Pero antes creo que tenemos que despertar a Kageyama. —Comentó Yamaguchi.
Me volví a acercar a Kageyama y le pellizqué la mejilla. Puso cara de enfado pero permanecía con los ojos cerrados.
—¡Ka-ge-ya-ma! —Vocalicé gritándole al oído.
Nada. No se despertaba. ¡¿Qué rayos le pasaba a ese?!
—Tal vez está teniendo un bonito sueño. —Opinó Nishinoya.
"—No lo creo."
Esa voz... De nuevo pude recordar algo. Se me hacía familiar, pero, ¡¿de quién?!
"—Hola. Parece que ya habéis despertado. ¿Listos para la primera prueba?"
—¿Una prueba? —Dudó Yamaguchi.
—¡Oye, que no he estudiado! —Se quejó Nishinoya.
"–Tranquilo. En poco tiempo ya me encargaré de borrar esa sonrisa tuya. —Amenazó aquel hombre con un tono más serio."
~~POV Narradora~~
La alegre sonrisa de Yuu desapareció a los pocos segundos de escuchar aquello. Él sabía perfectamente que la situación en la que se encontraban no era buena, pero aún así prefería tranquilizar el ambiente con su alegría; cosa que ahora era imposible. Se puso serio y trató de dejar las bromas a un lado.
"—Haces bien en comprenderlo rápido. Bueno, ¿comenzamos?"
—Sigo sin saber la razón por la cual haces esto, pero es algo realmente estúpido. —Comentó Tsukishima.
"—No insultes que empeorarás las cosas. Qué problemáticos sois, maldita sea."
—El único problemático aquí, eres tú. ¿Quién en su sano juicio secuestraría a unos jóvenes que juegan voleibol en el instituto solo para encerrarlos y hacerles pruebas? ¿Tienes algún problema mental o algo? Es estúpido y sin sentido. —Replicó el rubio de lentes.
—Tsukki... —Susurró Yamaguchi jalándole un poco de la camisa. —Creo que es mejor no decir nada...
—¿Hah? No voy a quedarme de brazos cruzados. El tipo este es un imbecil que no sabe lo que hace. Al parecer no tiene nada mejor que hacer en su vida, qué triste. —Siguió Kei aún con más rabia en sus palabras.
"—... Bueno. Veamos qué tal te sienta perder a una persona importante."
Aquellas últimas palabras callaron a Tsukishima. Se había pasado de la raya y ya no había vuelta hacia atrás.
Kageyama seguía durmiendo, cosa que cada vez preocupaba más a Hinata.
"—Ahora sí, me estáis atrasando mucho con tanta palabrería. Hay que empe..."
—¿Y Kageyama? —Interrumpió Hinata con un tono de voz más serio. —Aún no ha despertado.
"—Siempre igual, Shouyou. Kageyama esto, Kageyama lo otro... En fin. —Aquel hombre parecía mucho más enfadado.— Me lo voy a llevar."
Un extraño humo gris empezó a salir, y a los pocos segundos todos cayeron al suelo. Cuando Hinata despertó, Kageyama ya no estaba. Lo buscó desesperadamente por toda la sala, pero nada. Solo estaban él, Nishinoya, Tsukishima y Yamaguchi.
—¡¿Qué has hecho con Kageyama?! —Gritó el joven pelirrojo reclamándole al secuestrador.
"—No estará con vosotros hasta el final. Sigue vivo... de momento. —Respondió quitándole importancia."
La ira carcomía por dentro a Hinata. No sabía dónde estaba Tobio y nada le aseguraba que lo volvería a ver. Nishinoya y Tsukishima lo sabían; sabían perfectamente cómo se sentía Shouyou, conocían sus sentimientos por Kageyama. Y dolía, aunque no lo demostrasen, dolía mucho.
"—Ahora es la definitiva. Ya no hay nada que me interrumpa, ¿verdad? —Preguntó aquel hombre con arrogancia."
—No te saldrás con la tuya. —Respondió Nishinoya con voz firme y una mirada decidida.
"—Quién sabe. Además, nada está decidido aún... Todo puede cambiar. —Finalizó."
—¿Qué tenemos que hacer? —Intervino Yamaguchi, el cual parecía estar de acuerdo en obedecer cualquier mandato.
"—Uno de vosotros tiene una bomba en el estómago; tenéis 25 minutos para desactivarla o moriréis todos. Que comience la primera prueba."