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-¡¿por que abandonaste a mamá?!- aunque la voz de la pelirroja había subido de tono no era el suficiente como para que fuesen escuchadas en aquel jardín, levantada frente a la señora de cabellos blancos, intentaba tener una explicación.
-¿bromeas?, ella es la que se fue para nunca volver- fue lo que la mujer mayor contesto con calma en sus voz y seriedad en su mirada.
-eso no...ella...ella dijo que tu no querías vernos- sus latidos se habían vuelto agitados, su mirada había pasado hacia el suelo intentando explicarse lo que su....abuela...le estaba diciendo
-el que yo no pueda entrar al bosque es...es a causa suya- cerro los ojos con fuerza y gran tristeza en su voz.
-¿de que estas hablando? - sus manos y piernas habían comenzado a temblar, todo lo que le estaba diciendo parecía una mentira, ¿entonces por que sonaba tan real?
-Aradia me prohibió entrar al bosque; oh pero no solo se quedo en palabras, tu "querida" mami creo un hechizo que me bloquea el paso si intento entrar ahí- sus palabras sonaban llenas de tristeza, mas que de molestia por lo que su hija le había hecho.
-eso no puede ser, mi madre nunca hubiera hecho eso...y...y si fuera así, ¡habría tenido un muy buen motivo!- aun con tales razones en contra, ella quería seguir creyendo en la imagen que siempre había tenido de su madre, una mujer buena, amable, cariñosa y siempre dispuesta a ayudar.
-si tuvo un buen motivo no lo se, solo tengo en claro que decidió expulsarme de su vida cuando me convertí en la nana de Gilia- moviendo la cabeza de forma negativa con gran pesar, la mujer de cabellos blancos mantenía su mirada en el suelo.
-¿y que tiene que ver Gil en esto?- si a tes estaba confundida, ahora lo estaba mas, ¿por que su madre tendría ese odio hacia Gil, como para cortar todo contacto con la abuela solo por hacerse cargo de ella?
-dímelo tú; ¿que le hizo una recién nacida como para tenerle ese rencor?- había volteado a ver a la pelirroja, que ahora mantenía una mirada llena de confusión, intentando procesar todas las noticias que esta recibiendo
-no lo entiendo...-
-yo tampoco -suspiro- Dalia...he estado los últimos 19 años preguntándome que fue lo que paso con mi hija; pero si algo tengo en claro...es que tu madre guardaba demasiados secretos; tal parece que no era...la blanca paloma que todos creíamos...-
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*****fin flash back******povs Dalia*****
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-Dalia ¿pasa algo? - la voz de Gil me saco de mis pensamientos, hacia horas que habíamos vuelto, después de que ella dejara una nota a su padre y que me llevara a dar una vuelta por todo el reino; al regresar ella me había ayudado a limpiar la casa, preparar la comida y demás pequeños detalles; justo ahora limpiábamos la mesa de la cocina.
-no, ¿por que...preguntas?- intenta que mi voz sonara normal pero aun tenia muchas cosas en la cabeza que me impedían mantenerme tranquila.
-porque has estado rara desde que llegamos...- la guardar silencio antes de mirarme con seriedad-acaso...¿mi nana te dijo algo?
-¿que? No, nada. -suspiro- solo....no se, creo que estoy algo cansada, hace mucho que no salía del...bosque- tenia demasiadas dudas, justo ahora toda mi vida parecía una mentira; y lo ultimo que necesitaba era tener a Gil preocupada.
-¿de verdad? ¿Hace cuanto?- su voz había sonado tan interesada, me senté en una de las sillas y le mire fijamente; estaba parada frente a mi del otro lado de la mesa con una mirada de completa curiosidad.
-11 años- fue lo que murmure antes de ver su mirada de gran sorpresa. Hasta yo sabia que tenia un buen motivo para sentirse así.
-....eso es...-intentaba decirme algo, tal vez que había otras personas que nunca habían salido de sus casas, o similar, algo que...que me "animara" seguramente. Ella...era demasiado amable conmigo y yo...yo no podía seguirle mintiendo...por que eso era para mi ocultar las cosas; mentir.
Me levante de la silla hasta acercarme y quedar frente a ella sin ninguna mesa de por medio; mire al suelo, tenia miedo pero...era lo mejor.
-es una larga historia...yo...Gil..hay...hay algo que tienes que...saber....yo...-intente decir con gran dificultad siendo callada por una de sus manos sobre mi boca; voltee a verla, me miraba con una gran sonrisa.
-no tienes que contarmela si no quieres - fue lo que menciono antes de destaparme la boca- Dalia, eres importante para mi y...nada cambiara eso; el pasado es solo eso, pasado. Nunca te juzgaría por cosas en el, por si eso es lo que pensabas ¿De acuerdo? - su sonrisa solo se había hecho mas grande y yo sentí que mis ojos empezarían a cristalizarse en cualquier momento, baje la mirada y sentí una de sus manos sobre mi cabeza
-¿por que eres tan buena conmigo? -sentí sus brazos rodearme en un abrazo y yo correspondí levemente, recargando mi cabeza en su hombro.
-tú...eres la primera amiga que tengo ¿sabes? Fuiste la primera persona que me tendió la mano y...que no me juzgo aun después de conocerme. No te cohibiste cuando supiste que era la princesa y guardaste mi secreto - escuche una pequeña risa de su parte, y una leve sonrisa apareció en mis labios- en resumen...Dalia, tú...siempre me has visto y tratado como una persona mas. Y eso, para mi es, después de haberte conocido, lo mejor que me ha pasado en la vida. - sentí mis mejillas arder levemente después de sus ultimas palabras.
-eres...muy extraña...- murmure con tranquilidad, esperando poder permanecer así con ella un poco mas. No podía comprenderlo, pero su presencia me llenaba de una paz y felicidad difícil de explicar.
-jajaja, ya lo he escuchado- después de unos momentos mas me soltó; su mirada...ya sabia lo que eso significaba, era...hora de irse.
-¿ya te vas?- la vi asentir levemente y un suspiro salió de mis labios, era verdad que ya era un poco tarde pero...espera poder tenerla conmigo un poco mas.
-¿necesitas mas ayuda?- negué firmemente y sentí su mano acariciar mi cabeza.
-no es eso...¿no quieres quedarte a cenar?- lo pensó por un instante antes de contestarme con una sonrisa.
-no hoy, tengo algo que hacer. Pero mañana me tendrás aquí a primera hora.- sonaba tan segura que no había forma de que dudara de sus palabras, ella me había dado la confianza necesaria...para creer en sus palabras...y en sus promesas.
-¿es una amenaza?- murmure intentando sonar seria mientras cruzaba mis brazos
-jajaja si, puede ser - la acompañe hasta la puerta, viendo como la abría- Que descanses Dalia
-tu...también...- vi como se empezaba a alejar hasta que recordé algo- ¡Gil!
-¿si?- se detuvo ante mi llamado volteando a verme con curiosidad, no pude mantenerle la mirada por mucho tiempo, volteando hacia otro lado.
-me...divertí mucho...gracias- mis mejillas aun se sentían calientes y yo seguía sin tener en claro porque era; la escuche decir un "gracias a ti" justo antes de irse.
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Después de que ella se había ido yo me había acostado en mi casa solo mirando a la nada y pensando en todo lo que había pasado ese día; la luz de la sala entraba levemente por la puerta de mi cuarto. Iluminándola apenas un poco.
No estoy segura de cuanto paso desde que Gil se fue hasta que vi a mi padre asomarse por la puerta de mi habitación.
-¿Dalia?- su voz sonaba preocupada, supongo que se asusto al no verme en la cocina o la sala como usualmente.
-oh, lo siento, no te oí llegar- me senté con lentitud al borde de mi cama, suspire, estaba cansada pero no tenia sueño.
-no te preocupes ¿que haces? ¿Te sientes mal?- se acercó hasta mi tocando mi frente con una de sus manos; lo estaba preocupando y eso no podía ser.
-no...yo solo...- me detuve antes de continuar, esta vez dandole una pequeña sonrisa para tranquilizarlo -tuve un dia pesado ¿quieres cenar?
-yo puedo servirme, no tienes que levantarte-
-no, no, yo voy; creo que ya...descanse bastante.- me levante de la cama, saliendo hasta la cocina donde comencé a servir la comida en dos platos; al terminar me acerque hasta la mesa poniendo uno frente él y otro frente mío.
No habíamos dado ni una cucharada cuando ambos hablamos al mismo tiempo.
-Dalia-
-papá-
-tu primero- sonreí ante la propuesta de mi padre pero prefería oírlo a el primero antes que preguntarle lo que tenia en mente.
-no, esta bien, ¿que pasa, papá?- sonreí y el pareció entender que no había problema en que el hablara primero.
-tendré que salir de viaje- de acuerdo, eso...eso no lo esperaba.
-¿te han pedido cosas?- intente parecer calmada; nunca me había molestado que él saliera de viaje, después de todo era su trabajo, pero justo ahora...creo que prefería tener a mi padre cerca, sin embargo no era como que lo fuera a obligar a elegir entre su trabajo o yo.
-bastantes...Tengo que recorrer varios países para poder traer todo lo que me han pedido; estaré fuera un mes, tal vez dos, si todo sale bien. Si algo se complica probablemente tarde un poco mas en regresar.- sonaba preocupado... No quería dejarme tanto tiempo sola.
Suspire, parecia que tendría que esperar a que el regresara para preguntarle sobre...sobre mamá...de hacerlo ahora, probablemente no querría dejarme sola después.
-ya...veo; ¿cuando te vas?- sonreí lo mas que pude para intentar darle confianza y me sentí satisfecha cuando la preocupación en su rostro bajo de nivel.
-mañana mismo.- suspiro con cansancio cerrando los ojos, abriéndolos nuevamente para verme con cariño mientras ponía una de sus manos sobre la mía- ¿estarás bien?
-si, no te preocupes; ¿me escribirás?- intente mantener mis expresiones en calma, si el se daba cuenta que estaba fingiendo todo se vendría abajo.
-cada semana; ¿de acuerdo?- asentí levemente a su pregunta comenzando a comer.
La cena paso en silencio, me sentía tranquila hasta cierto punto de él no se hubiera acordado de que yo quería hablarle; cosa que pareció opacarse cuando lo escuche hablar de nuevo.
- ¿que era lo que querías decirme, hija?- tome los platos vacíos con mis manos y me levante de la mesa antes de contestar algo
-...que...ya va a ser temporada de fresas.- mencione lo primero que se me ocurrió, intentando sonar emocionada y convincente, mientras dejaba los platos sucios en el lavabo.
-¿estas segura que eso era lo que querías decirme?- trague en seco aun sin voltear a verlo; debía pensar en algo mas.
-y...Gil te manda saludos...- esboce una corta sonrisa antes de voltear a verlo, sabia que con eso tenia asegurado el cambio de tema.
-jajaja, de cierto modo me alegra que se lleven tan bien, ese chico me da confianza- y en efecto; había cambiado de tema, ya no me preguntaría mas por si eso era cierto o no.
-si, el es muy..bueno conmigo; papá, ¿te molestaría si me voy a dormir ya? - me miro con tranquilidad y negó con calma mientras se levantaba de la silla
-no, claro que no, descansa, yo me encargo de los platos- me acerque hasta el para abrazarlo, definitivamente lo extrañaría.
-ten mucho cuidado papá, regresa pronto- me separe de él para verlo a los ojos, sonreía cálidamente.
-lo tendré, tu también cuídate y no hagas travesuras sin mi- me apretó la nariz levemente con cariño y no pude evitar reír levemente.
-jajaja, me portare bien, lo prometo- camine hacia la puerta de mi habitación, y me detuve en el marco para voltear a verlo.
-lo se, hija. Volveré lo mas pronto posible, ¿esta bien? Y te escribiré sin falta.-
-esperare tus cartas, ten un buen viaje.- le devolví la sonrisa que el me daba
-gracias; descansa Dalia-
-tu también- di media vuelta para entrar a mi habitación, deteniéndome un momento - y...papá
-¿si?-
-te quiero- murmure con cariño mientras volteaba levemente a verle
-yo también te quiero hija, ahora ve a dormir-
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