/-/- un mes después -/-/
Ryuichi y compañía hacían un arribo en el hospital Vongola donde estaban por dar de alta a Tsuna y a despertar a Lambo. Todos en la limosina iban en completo silencio y las miradas paseaban de vez en vez hacia Reborn quien miraba distraído por la ventana abrazando contra si al pequeño Lampo quien se había vuelto cercano al capo; aquello más que causarles ternura les daba escalofríos porque todo ese mes el pequeño le había aprendido “demasiadas” cosas del asesino, pero eso era tema aparte.
La limosina aparco en la entrada mientras todo el grupo se bajaba del automóvil y entraban al lugar, la secretaria les dio acceso; el grupo encabezado por el asesino de patillas llego hasta la habitación del capo Vongola el grupito se quedó atrás mientras el capo entraba.
-/-/ Con Tsuna /-/-
-hola-
-hola-
- ¿Cómo sigues? –
-mejor-
-eso es bueno, espero que dejes de ser tan dame-Tsuna-
-lo sé-
-toma, al rato voy a la mansión-
-si…Reborn…gracias-
-no tienes porque da…Tsunayoshi, solo regresa-
El mayor cubrió su cara con la punta del sombrero ocultando una media sonrisa que Tsuna pudo intuir mientras sonreía abiertamente la puerta fue abierta por el pequeño Giotto quien al recibir un asentamiento corrió a brazos de Tsuna teniendo cuidado de no lastimarlo.
-me voy-
-saluda a Lambo de mi parte y dile que espero que me perdone-
-yo se lo digo-
Sin decir mucho el grupo siguió al de patillas hasta la habitación de Lambo primero le dieron paso al de cabellos negros quien entro en el lugar dejando al hijo de ojos verdes al cuidado de los mayores, el asesino toco superficialmente su bolsillo mientras observaba el lugar, las maquinas habían desaparecido y solo quedaba la cama con un tripee de metal donde colgaba un suero, Shamal les había informado que habían despertado al de ojos verdes hacia unas dos horas, llego hasta su cama y lo observo.
-vaca-
-hola Reborn-
- ¿cómo te sientes? –
-como si me hubiera arrollado un camión-
-es lógico, eres un idiota-
-gracias, eso es lo que quiere oír un paciente recién salido del coma-
-sabes que digo la verdad…no tenías porque hacerlo además ¿EN QUE DEMONIOS ESTABAS PENSANDO IDIOTA? por un momento temí, temí que me quedaría con dame-lampo yo solo y no volvería a verte vaca estúpida –
-te preocupo-
-tsk, solo…sí, escucha de una vez idiota porque no lo volveré a repetir…muy a menudo…te amo Lambo-
-Reborn-
-calla, desde ahora eres mío y solo mío junto con dame-Lampo así que… ¿quieres casarte conmigo? -
Lambo se cubrió la boca con ambas manos mientras veía a Reborn quien inclinado sobre una de sus rodillas le mostraba un hermoso anillo de oro blanco con incrustaciones de esmeraldas y diamantes.
-y la respuesta no puede ser un no-
-si, si quiero; te amo Reborn-
-eso ya lo sé-
El mayor se levantó mientras tomaba la mano del más joven y deslizaba aquel anillo por su dedo anular; ahora ese chico era suyo para siempre, aquel bailarín que conoció en un día de aburrimiento y cuyas caderas ondulantes se volvieron su perdición; era la persona con la que compartiría su vida para siempre; sonrió de lado pescando los dulces labios del de ojos verdes en un casto beso, que él se encargó de pervertir al deslizar su lengua, las manos contrarias se apoyaron en su pecho mientras las suyas vagaban levemente por la delgada bata del menor.
Unos toques en la puerta los sacaron de su mundo para observar a Lambo exquisitamente sonrojado y respirando agitadamente, los toques se volvieron a repetir y maldijo por lo bajo el traer a todo el sequito consigo, pero no le había quedado de otra en cuanto subió al auto ya todos los demás estaban en él, abrió la puerta dejando que los tres chiquillos junto con Akihito y Yuri cayesen de cara al suelo siendo estos dos últimos sostenidos por sus respectivas parejas.
- ¿necesitaban algo?
-que no te comieses a nuestro amigo, Reborn-
-hm, aún sigue virgen; pero no por mucho-
- ¡Reborn! -
-papi ¿Qué es eso en tu mano? -
-eso es….
-un ¡ANILLO DE COMPROMISO! -
Los tres niños se amontonaron alrededor de Lambo mientras los mayores observaban sorprendidos a Reborn quien cruzaba los brazos a la altura del pecho y sonreía de forma orgullosa. Esquivo la mirada acusadora de los más jóvenes y miro directamente a Ryuichi y a Víctor.
-¿Qué esperaban? Lo quiero solo para mí-
-moo no es justo Reborn ¡te adelantaste! -
-claro que, si es justo, eres lento-
-Reborn malo, Ryuichi dile algo-
-parecen niños, aunque debo decir que si te adelantaste idiota-
-hm, ambos son muy lentos-
El ambiente entre todos mientras esperaban a Shamal era relajado; Víctor se encontraba deprimido en un rincón alegando cosas como que Reborn era un tramposo y demás intentado ser animado por Yuri mientras el pequeño Yurio lo insultaba, Akihito y Lambo platicaban relajadamente mientras sus hijos escuchaban atentamente, Reborn y Ryuichi fumaban cerca de la ventana.
La puerta se abrió y por ella entro una persona, no el doctor de bata blanca; sino Tsunayoshi Vongola los adultos de menor edad se pusieron a la defensiva mientras Reborn auxiliaba al joven capo.
-perdonen la interrupción-
- ¿Qué haces dame-Tsuna? apenas te han dado el alta-
-Tsuna-sama no debería estar caminando, kora-
Un hombre rubio entro apresuradamente al lugar cayendo de cara cuando Reborn le metió el pie, el sujeto era de la edad del de ojos negros y vestía un traje tipo militar; el mayor se levanto en posición de ataque hasta toparse con Reborn bajando su guardia.
-Reborn, kora-
-Colonello idiota…no deberías dejar al chiquillo caminando por ahí-
-ya no soy un niño-
-se me escapo, kora-
-no me ignoren-
El pequelo castaño hizo un adorable mohín a ojos de todos y luego recobro su compostura seria mirando fijamente a Lambo.
-perdona, por todo-
-no fue tu culpa ni la mía Tsuna, él simplemente era así-
-la familia Vongola te compensará por el daño causado, además la cuenta del hospital correrá a mi cuenta personal-
El joven jefe noto el anillo en el dedo anular del menor mientras miraba inquisitivamente a su primo el cual desvió la mirada.
-y debo felicitarte por hacer que este tonto siente cabeza-
-oye-
-mamá estaría orgullosa Reborn-
-lo sé, ¿Qué harás ahora? –
-ser para lo que fui entrenado, ser el 10° capo de Vongola; cuídense y estaré esperando mi invitación, tonto Reborn-
-hm, dame-
Shamal entro minutos después dándoles el alta y mencionándoles que ya se podían ir, todos abandonaron el lugar Lambo en brazos de Reborn a pesar de las protestas del primero quien alegaba que no estaba invalido, aun así y con un enorme sonrojo en las mejillas se dejó hacer; mientras su hijo miraba feliz la escena.
-/-/-/ Víctor /-/-/-
Después de haber llegado a casa había llamado a Yuri y a Cristophe a su oficina, y ahora con aquel aire serio que demostraba quien realmente era miraba a ambos su rubio amigo visiblemente nervioso y Yuri-sentado en sus piernas pese a sus protestas-más relajado.
-¿y bien? Te escucho Cris-
- ¿eh? -
-Yuri ya me conto su parte de la historia solo faltas tú-
-sabes que yo no tengo nada más que agregar, excepto un lo siento Yuri, siento todo lo que provoque-
-no hay problema Cris, es…cosa del pasado-
-no te despediré Cris al final de cuentas eres mi mejor amigo y mi mayor confidente; pero si vuelves a hacer algo tan irracional como esto…date por muerto-
La seriedad de su última frase provoco que el rubio asintiera repetidas veces más que asustado Víctor se levantó dejando a Yuri sentado en su silla y camino hasta su amigo quien retrocedía cada paso que él daba.
- ¿Qué pasa? -
-so-solo precaución Víctor, se de lo que eres capaz-
Una sonrisa adorno su rostro mientras lanzaba un puñetazo a la barbilla de su amigo quien no se quitó dejando que el golpe le diese de lleno y lo noqueara.
- ¡Víctor! -
-solo fue una pequeña venganza por lo que te hizo Yuri, no te preocupes despertara en unas horas ¿quieres ir a cenar? –
-no tienes remedio-
-te amo mi Yuri-
El aludido se sonrojo cuando Víctor lo abrazo depositando un beso en su mejilla sin más ambos salieron del despacho. Unas horas después Víctor, Yuri y Yurio se encontraban cenando en el restaurant más elegante de la ciudad, los tres captaban las miradas de la mayoría de clientes y no era para menos.
Víctor les había sorprendido con un traje echo a la medida para cada uno y la reservación que había hecho para aquel restaurante, sin más y a pesar de las protestas de padre e hijo, siendo convencidos por la faceta seria de Víctor-y un pequeño soborno de dulces a Yurio- quien dijo que no estaba a discusión.
Víctor traía un traje gris Oxford con camisa blanca, Yuri traía un traje negro con camisa azul claro y Yurio traía un traje azul claro con camisa blanca, Yuri se encontraba algo incomodo cosa que no pasó desapercibida para el de cabellos grises quien tomo su mano por encima de la mesa en busca de darle algo de calma, la cena paso relativamente tranquila hasta llegada la hora del postre, Yurio comía un pastel de fresas junto con una malteada de chocolate blanco-niño al final de cuentas- mientras Víctor degustaba un café cappuccino junto con un pay de mermelada de piña y Yuri tomaba un frappe helado de moka y esperaba un pay helado de limón.
La mesera, regreso con el pedido de Yuri y se alejó rápidamente, el de cabello negro miraba con curiosidad una cajita de terciopelo negro y una tarjeta blanca adjuntadas en su plato su corazón latió a mil cuando sus neuronas hicieron sinapsis y le dio una mirada a Víctor quien desvió la suya con una sonrisa traviesa en los labios, temblando tomo la tarjeta, la cual tenía un escueto “ábreme” en caligrafía.
Sus temblorosas manos abrieron la caja mientras sus ojos empezaban a nublársele dentro de esta había un hermoso anillo con un diamante azul y pedrería de diamante blanco, miro a Víctor quien se acercó hasta él tomando la caja de sus temblorosas manos e inclinándose al estilo príncipe hablo.
-Yuri Katsuki nuestro encuentro fue incidental y aunque al principio mis intenciones no eran muy buenas-
-lo sabía viejo-
-te amo, te amo más que a mi vida, tú y Yurio se han convertido en mi razón para respirar así que frente a estas personas y más importante frente tu hijo quiero preguntarte ¿te casarías conmigo?-
-papá, dile que sí; es un viejo idiota, pero…me agrada-
-Yurio-
Ambos miraban al pequeño quien estaba sonrojado desviando la mirada, Yuri temblaba y las palabras no salían de su boca así que simplemente asintió; Víctor dio la más grande sonrisa en su vida mientras abrazaba al joven y depositaba un leve beso en sus labios; el restaurante estallo en vítores y vivas.
-/-/- Ryuichi -/-/-
Nunca se había considerado una persona tierna o comprensiva, no había sido educado de ese modo; pero aun si no podía evitar tener a Akihito en sus brazos semi dormido mientras acariciaba su cabello en la orilla opuesta estaba Mia totalmente dormida.
-te amo-
Aquel susurro resonó en las paredes de la habitación, esa experiencia cercana a perderlo lo había ablandado un poco pero no lo admitiría abiertamente, Akihito sonrió eran pocas veces que podía escuchar aquello, el mayor tomo una de sus manos y deslizo un pequeño objeto en su dedo anular.
Akihito se despertó mientras observaba aquel objeto realmente sorprendido se trataba de un anillo en oro blanco con tres grandes diamantes azules e incrustaciones de diamantes pequeños, volteo mirando al mayor quien simplemente beso sus labios de forma calmada.
-ahora eres mío para siempre-
-te amo Ryuichi-