Parte 3
Se acerca hasta su cita, alza su mano y lo abofetea. Sin embargo, Death no salía de su estupor pero ver que solamente al sentir la a cercanía y voltearse, ya era algo que no comprendía del todo.
- Llegas tarde – Es lo único que escucho, hasta que ve como este chico le da la espalda. Death sale de su estupor para tomarlo de la muñeca y darlo vuelta, se acerca un poco para así darle un beso a un costado de aquella boca que ya había probado con anteoridad. Afrodita estaba muy sorprendido, siente como sus mejillas ardían y nota como se sonrojaba ante la atenta mirada del chico más problemático de su salón.
- Lo sé y me disculpo, pero justifico mi tardanza porque no me decidía que ropa usar – Comenta mientras ve como el joven de cabellos celestes lo observa con una sonrisa tímida, Death se acerca a él para así atraerlo hacia su pecho – No quería venir y presentarme ante ti con mala ropa – Afrodita comienza a reír, ya que le agradaba sentir el aroma del perfume de hombre.
- Para mí estas… estas… bien… vestido – Alza su rostro y se topa con la mirada azul de su cita, ambos se quedaron observándose para así sentir como la distancia de sus rostros se acortaba.
- Jamás pensé que tus ojos fueran más bellos que el mismo cielo – Afrodita se sonroja más ante el cumplido que le estaba haciendo, pero automáticamente se aleja de él. En cambio, Deathmask lo toma de la mano y lo guía hasta el otro lado del auto – Será mejor que nos marchemos y evitar que perdamos nuestro lugar – El muchacho de cabellos rizados y celestes, lo mira con curiosidad ya que jamás escucho por parte de su cita a donde lo llevaría.
Al ver cómo le abría la puerta del lado del copiloto, él únicamente le sonrió y se dispuso a subirse al vehículo de su cita. A simple vista todo en el interior del carro parecía ser en tonos oscuros, algo que a Afrodita le deprimía, no era de usar ropa oscura, solamente prefería los colores vivos.
- Muy bien ¿qué te parece mi bebe? –Le pregunta Death a un Afrodita que no parecía estar a gusto con los colores de su auto.
- No me agrada los colores del coche, detesto lo oscuro y prefiero lo vivo – Deathmask enciende el motor del coche para así comenzar avanzar rumbo al restaurante. Sin embargo, Afrodita se voltea para notar que su respuesta había hecho daño a los sentimientos de su cita, algo que no deseaba, menos ver la seriedad que portaba el joven de cabellos cortos y azules – Disculpa, si te ofendí – Death se gira un momento para esbozar una sonrisa descargando una felicidad fingida.
- No te disculpes, ya estoy acostumbrado a esos comentarios acerca de mis gustos góticos – Afrodita sonríe con tristeza deseaba remediar su error, pero no sabía de cual forma – Además las cosas son obvias, sabiendo que la cantidad de historias sobre los vampiros, siempre mencionan que usamos ropa de tonos oscuros o que nos cataloguen como seres góticos – De manera instintiva toma la mano libre de Death, haciendo que este quitara por unos segundos la vista del camino.
- ¿Eres vampiro? – Le pregunta con inocencia, ya que siempre escucha decir “Aquí todos somos vampiros” o “Ya convirtieron a otro humano en uno de nosotros”, pero siempre ignoraba esos comentarios retorcidos porque nunca estuvo interesado en eso y ahora el bichito de la curiosidad le acababa de picar.
Estaba sorprendido y solamente se dispuso a sonreír - ¿Y tú que crees? – Le devuelve la pregunta para así voltearse ya que había parado en un semáforo, se voltea quedando así los dos de frente.
- A simple vista no pareces ser un vampiro, sino un adolescente común y corriente – Le responde con confianza, ya que el ambiente tenso entre los dos estaba cambiando a uno más tranquilo.
- Jajaja, si claro, yo ¿Un adolescente común y corriente? – Le pregunta en un tono irónico, ya que no podía procesar correctamente lo que recién decía Afrodita – En eso te equivocas – El joven de cabellos celestes frunce su seño algo extrañado por lo que le decía Death, quien había girado su rostro hacia el frente y continuaba el camino cuando el semáforo cambio a verde – Jeje, soy más rico que tu niño – Se voltea para mirarlo por unos segundos y con lo que se encuentra era la cara de sorprendido que había puesto su cita, sonríe ampliamente ya que disfrutaba sorprender a las personas.
- Oh, me god – Trata de procesar aquella información, solamente de sus labios salió esa simple frase y en un tono algo aniñado - ¿Eres hijo de un magnate? – Le pregunta, pero Deathmask solamente se ríe a pierna suelta, por escuchar aquella pregunta, le parecía algo tonto e ilógico para una persona de su estatus social.
- Discúlpame precioso, pero soy un noble – Afrodita abre sus ojos enormemente al escuchar aquella respuesta y no entendía al cien por ciento lo que dijo – En palabras concretas, soy un vampiro con más años que tú, en un numero de deciento cuarenta y ocho años de edad, soy un noble italiano y el director de la escuela es mi familia paterna – Afrodita se asombra muchísimo, estaba nervioso al respecto, no le cabía tanta información a su cerebro, opta por mirar al frente y observar que ya habían llegado a un restaurante, y a uno de los más lujosos del pueblo.
- “Oh, por Dios… Esto sí que es una auténtica pasada” - Se gira para notar que Deathmask ya no estaba a su lado, sino escucha como le abren la puerta.
- Aquí será nuestra cita, cenaremos algo y disfrutaremos de la compañía del otro – Dijo muy alegremente mientras ayudaba a que la persona que amaba bajara de su auto, deseaba ya entrar al local, pero ambos se quedaron mirando por unos minutos.
- Entonces – Trata de respirar con normalidad, sentía como el nudo de su estómago apretaba más, estaba por demás nervioso, no sabía que decir, estaba sin palabras, hasta que se decidió hablar - ¿Me traes a un restaurante así? – Death asiente como respuesta a la pregunta, pero Afrodita agacha su cabeza un poco tímido, ya que había empezado a desconfiar su manera de vestir, al colocarse una camisa ajustada a su cuerpo, una chaqueta de cuero bordo, un pantalón de jean oscuro y ceñido a sus piernas, y un par de zapatos con un poco de taco – Es lindo de tu parte – Al reflexionar las palabras, Death solamente lo toma de la mano y lo guía hasta la entrada del restaurante.