Jimin's POV
–¡Yah te dije que no quiero! –Hizo un puchero y se cruzó de brazos.
–Vamos… no pierdes nada –Hice también un puchero.
Juró que por sus adentros estaba haciendo un berrinche pero ambos sabemos que le gustó y lo hará por mí aunque lo odié.
Demonios, me escuchó como todo un manipulador.
–Como sea –Bufó completamente molesto.
Lo tomé de la mano entrelazando nuestros dedos mientras corría hacia la parada de autobús. Estaba emocionado porque hace mucho no visitaba el parque de diversiones.
Él por el contrario, odiaba entrar a esos lugares porque odiaba a la gente, el ruido y la gente. Sí, lo dije dos veces porque él hacia lo mismo cuando se excusaba conmigo, realmente no le gustaban eso lugares conglomerados.
Nos sentamos en los asientos traseros y yo movía mis piernas completamente feliz.
Cuando algo me parecía lindo, lo miraba y sonreía.
Él siempre me miraba con ese rostro de impasividad pero sabía que por dentro quería besarme cuando lo veía mojar esos labios tan delgados y suaves.
–Oye… Deberías saludar también a los demás –Yo le había señalado un anuncio de un gato blanquito que estaba durmiendo que se parecía a Yoongi cuando de repente me sacó eso.
–Cierto… por andar contigo estos últimos días ni me había acordado –Puse las manos en mis mejillas en tono de sorpresa.
Después de regresar de Alemania, lo único que hice fue enfocarme en mi novio que olvidé que también tenía amigos que me extrañaban.
–Eres un mochi estúpido. Un completo mochi –Me regañó empujándome la frente con su índice.
Sí, porque le gustaba compararme con esos pastelitos japoneses que vendían en la cafetería.
–Así que hazlo pronto, o pensaran que no tienes modales –Seguía picando mi frente.
Lo aventé lejos mientras me sobaba con suavidad mi frente, de seguro me dejaba marca y lo odiaría toda mi vida por eso.
Hice un puchero y el rodó los ojos.
Pareció que estaba debatiéndose entre su moral o algo así pero me tomó sorpresivamente de las mejillas a lo cual lo miré sorprendido.
Sentí su respiración chocar con la mía, la gente nos veía pero llegados a este punto no había marcha atrás. Tan solo necesitaba que eso boca se juntara con la mía e hizo exactamente lo que quería.
Pegó mis labios con los suyos.
Eran tan suaves, tan cálidos que supe al instante que ahí pertenecía. Yo también quería tener el control del beso pero por supuesto que amaba cuando él lo tomaba por completo así que preferí cubrir sus manos con las mías.
Él sonrió mientras seguía jugueteando con mis labios.
Era muy atrevido decirlo pero Yoonie era mío. Solo mío y era tan afortunado de tenerlo solo para mí.
Mordió su labio inferior para que abriera mi boca, y de esta manera se hiciera más profundo el beso. Con delicadeza, o rudeza… No recuerdo, delineó mi boca de arriba abajo.
En algún punto nuestras lenguas se juntaron y comenzamos un juego que solo nosotros conocíamos. Intenté rodear mi lengua con la suya, y me reía porque podía sentir cosquillas cuando lo intentaba hacer.
Me dejé llevar por las emociones dejando escapar un suspiro que más bien se asemejaba a otra cosa.
Seguía sintiendo la mirada de la gente pero a Min no parecía importarle así que tampoco a mi me importó.
Nos seguimos besando hasta que casi perdimos el aliento, nos separamos, y nos miramos a lo ojos mutuamente.
Me hizo tanta falta el año pasado que tenerlo frente a mí era como un sueño.
Mi cara estaba completamente roja, tenía los ojos llorosos y aún le estaba dando calor a sus manos frías.
–Mochi, hemos llegado –Me dijo antes de juntar su nariz con la mía.
Asentí lentamente. Aún sentía el calor en mis mejillas y sonreía nerviosamente como la primera vez que nos besamos.
Bajamos y corrí como niño pequeño para comprar las entradas. Cuando regresé con las entradas, él me estaba esperando con las manos en los bolsillos y una gran sonrisa en los labios.
Entramos al lugar y fui corriendo por un algodón de azúcar en cuando lo vi.
Lo primero que quería hacer era subirme a la montaña rusa así que después de comprar uno azul para él y uno rosa para mí lo tomé de la mano para ir directamente al lugar.
Él lo acepto gustoso mi obsequio pero creo que estaba preocupado por el efecto que tendría subirse al juego después de comerlo.
Estábamos comiendo nuestro algodón mientras caminábamos cuando vi Yoongi se paró en seco mientras miraba fijamente hacia un lugar.
Así que pase mi mano frente a su rostro pero me ignoró, así que volteé a ver al lugar que lo mantenía tan entretenido cuando vi a lo lejos a Jin que venía de la mano con alguien, al principio no reconocí su perfil hasta darme cuenta que en realidad se trataba de un chico.
Espera… Solo me desaparecí un año. ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿No le gustaba Jun? De hecho siempre lo creí así y Yoongi tenía la misma expresión que yo así que seguramente estaba pensando lo mismo.
Jin también nos reconoció porque le susurró algo al chico y los dos se dirigieron a nuestro lugar.
–¡Wow! Jin –Fue lo primero que salió de mi boca.
Jin nos saludó y después se sonrojó mientras apretaba el agarre del chico.
Comencé a mirarlo fijamente porque su rostro se me hacia familiar.
–¡Eres tú! –Me quejé.
Todos parecían confundidos, incluyéndolo.
–Eres él que chocó conmigo en el cine la otra vez –Afirmo.
El chico no parece recordar.
–¿Cine? Disculpa… Yoongi, ¿Quién es este muchacho? –Pregunta extrañado.
–Es mi novio –Dice sonrojándose.
Es muy adorable así que sonrió cuando oigo como lo dice.
–Jimin, ¿Por qué no nos has ido a visitar? –Levantó mi rostro después de salir de mis fantasías y veo como Jin me mira enojado.
–Lo siento hyung, a decir verdad lo olvidé –Me apené –Todo fue culpa de Yoongi –Lo señaló.
Yoon me mira molesto y yo sacó la lengua.
–Como sea… Es raro verlos por aquí –Interrumpe nuestra conversación.
–Sí, Kookie nos regaló dos entradas –Dice Jin feliz.
Oh… Ese es uno de los amigos que no he ido a ver.
Antes de venir aquí los únicos que sabían de mi llegada eran Yoongi, mi cuñada y mi mejor amigo pero olvidé completamente a los demás.
–Los iré a visitar luego, en serio –Prometo.
–Es una promesa Jimin –Sonríe Jin –Y te queda bien el rojo –Se retiraron del lugar despidiéndose.
–Te lo dije –Suelta Yoongi.
Varios me lo habían dicho pero él único que podía sonrojarme era él.
–Sí… por eso me pinte de rojo, porque un chico me dijo que me vería bien con él –Me acaricié la cabeza.
–No me refería a eso –Me miró serio.
Entonces entendí que se refería, aún no había saludado a los demás por andar estos últimos días con él.
–¡Oh!..
–Y de qué chico hablas, dijiste que no me habías engañado –Me dijo segundos después frunciendo el ceño.
–No lo hice hyung, me refiero al lugar donde me hice el cambio de look.
Me miró con los ojos entrecerrados para después advertirme.
–Entonces queda prohibido que te acerques a mas de un metro a las personas.
–¡Hyung! –Me quejé.
–Cállate mochi estúpido.
Acercó su mano hacia mí pero yo me hice hacia atrás por instinto, él me hizo un ademán de que no me iba hacer algo malo así que me dejé.
Con sus dedos blanquecinos me tocó la comisura del labio para quitar un pedazo de algodón de mi rostro y después llevárselo a la boca.
Era demasiado vergonzoso si lo pensaba bien y nadie me dijo nada durante este tiempo.
Me toqué el lugar donde había tocado, él simplemente me sonrió acariciando mi cabello indicándome que fuéramos al juego que tanto quería subir.
Asentí gustoso.
Yoongi era un chico celoso pero también me cuidaba mucho, quizás por eso me enamoré de él y lo prefería de esta manera, no lo cambiaría por nada.