Jin's POV
Después de aquella cita recuerdo que nos quedamos a platicar durante toda la noche, había sido una experiencia muy buena y aún sonreía por los recuerdos.
De hecho, me sentía como en las nubes y varias veces me encontré sonriendo a mí mismo a la nada. Era algo vergonzoso de admitir pero estaba muy feliz porque al parecer la primavera había llegado para mí.
No llevábamos mucho tiempo como pareja pero al menos algunas cosas si habían cambiado en nuestra relación de antes.
Y aunque solo nos habíamos besado algunas veces, mis labios aún tenían la sensación de Nam de nuestra primera cita.
Todavía sentía las cosas extrañas, sobretodo porque él era el primer hombre al que me sentía atraído, sin embargo al llevar las cosas con calma me hacía sentir seguro y tranquilo a su lado.
Quizás mi parte racional tenía mis dudas de si estaba haciendo lo correcto pero mi corazón y mi yo en general querían disfrutar cada momento a su lado.
Aunque no estaba en mis planes que mi ex-casi-cuñado se enterara de esta nueva etapa de mi vida tan rápido. Me daba la sensación de que muy en el fondo, en alguna parte de su ser esperaba que Jun y yo termináramos juntos algún día.
Y de alguna manera yo también me lo esperaba, quizás por ver tantos dramas en la tele me lo llegué a imaginar incontables veces.
Contra todos los pronósticos, Nam apareció e hizo que todas esas fantasías fuesen borradas.
Es lo que llaman amor inesperado, ¿no es así?
–¡Ey!, ¿te pasas a mi casa? –Pregunté del otro lado del teléfono.
–¡Hyung! claro, ¿tenemos planes o solo porque sí? –Me contestó bastante animado.
Sonreí ante su respuesta.
–Solo porque sí, debo contarte algunas cosas así que pásate a mi casa –Dije igual de animado.
Al poco rato ya tenía a Jungkook tocando el timbre fuera de mi casa.
–Puedes pasar, esta abierto –Exclamé dentro de ella.
Él abrió la puerta observando todo el lugar como siempre lo hacía y me sonrió cuando me vio con una bandeja entre mis manos.
–¿Son galletas? –A lo que yo asentí.
Acomodó sus zapatos en la entrada y después paso bastante feliz.
A decir verdad estaba preocupado por todo lo que había pasado en casa de Jun, sin embargo parecía estar mejor lo cual me alegró mucho.
–Te oyes feliz, ¿es una ocasión especial? –Preguntó tomando mis hombros y entrando a la cocina conmigo.
–Algo así, ¿y tú como estás? –Jungkook me veía verter la mezcla en los moldes de osito.
Él levantó el pulgar en señal de que las cosas estaban bien mientras que con su índice probó un poco de la mezcla.
–Hyung, se ve que estarán deliciosas –Me felicitó a lo que yo sonreí orgulloso –¿Se las darás a alguien especial? –Afirmé con un ligero movimiento en la cabeza.
–¿Es a Jun? –Me miró sospechosamente y yo negué, dejándolo sorprendido.
–Son para Nam –Terminé de llenar los moldes así que las metí al horno.
–Oh.. ¿Acaso él…? –Pero no lo dejé terminar.
–De hecho ya estamos saliendo –Guiñé el ojo, porque claro, si Yoongi ya lo sabía… ¿no importaba que nadie más se enterase verdad? –Así que estaba haciendo estas galletas porque estoy muy feliz –Él me miró sorprendido –Solo llevamos una semana juntos pero puedo decir que ha sido mi semana mejor invertida –Me rió.
Yo estaba feliz por la notica y esperaba que él estuviera igual que yo pero por alguna razón su rostro denotaba preocupado.
–¿Pasa algo malo? –Pregunté nervioso.
–No es eso –Se mordió los labios –Pero, ¿se lo has dicho a Jun?.
Aún no había tenido el valor de hacerlo, no porque no quisiera sino porque ella era como una hermana para mí y no sabía que palabras utilizar.
–Aún no pero ya lo haré.
Nos fuimos a sentar a mi sofá para esperar a que se cocinaran las galletas mientras ponía una película para para matar el tiempo.
–Hyung –Lo había notado pensativo desde que puso la película así que me sobresalté cuando oí su voz –Alguna vez, ¿te llegó a gustar Jun? O ¿Tú alguna vez notaste si ella tenía una especie de atracción hacia ti?.
–Sí y…
Realmente no sabía como contestar a la última pregunta.
Alguna vez llegué a notar que teníamos cierta química pero nunca me atreví a confirmarlo, ¿por qué? Incluso yo me lo preguntó pero no sabría que responder.
En algún momento de mi vida llegué a pensar que era para no dañar nuestra amistad pero a veces pensaba que era un simple capricho de mío.
Son demasiados puntos por los cuales nunca lo hice y mi mente era un caos pensando cada uno de ellos, pero la mirada de Kookie estaba fijamente sobre mí y era mejor dar una respuesta antes de seguir enfrascado en el mismo tema.
–Sí, pero no estaba seguro ni tampoco me atreví a confirmarlo.
Mi celular se iluminó de la pantalla y luego sonó la alarma que indicaba que las galletas estaban listas.
Ambos nos levantamos para ir a ver las galletas, él permanecía callado y pensativo lo cual me estaba poniendo nervioso.
–¿Por qué la pregunta? –Rompí el silencio.
Él se sonrojó y evitó mi mirada.
–Solo me preocupaba por como lo tomaría Jun –Se metió las manos entre los bolsillos –¿Y si realmente le gustas?
Mi corazón comenzó a latir con fuerzas, eso no era posible ¿o sí?
–No lo creo Jungkook –Intentó aminorar el ambiente –Pero…
Sonará muy tonto lo que estoy a punto de pedirle, pero Jun es mi amiga y obviamente me importa.
–Si llega a sentirse triste por ello, ¿podrías consolarla un poco? –Lo miró expectante.
Él se sonroja y baja la mirada.
–Si tú lo dices hyung, lo haré por ti –Observó como mueve los dedos nerviosamente.
–Gracias Kookie, y tú… ¿cómo sigues? –Intentó cambiar el tema.
Él se acerca a mi lugar para intentar tomar una galleta que le quema los dedos.
–Ay –Se queja –Duele –Mira su dedo y me lo muestra.
–Porque está caliente –Me quitó el mandil rosa y voy a buscar mi botiquín –Eres un bebé –Me burló antes de salir y oigo como se queja por el apodo.
Cuando llegó, le aplicó un poco de crema para quemaduras y él me mira agradecido.
–Solo necesito tiempo para superar lo de Tae –Suelta –Así que no te preocupes –Yo le miro a los ojos y él me sonríe –Además Jimin-hyung ha llegado de Alemania así que eso mejora mucho las cosas.
Oírlo me hace sentir mejor así que le acarició la cabeza.
Terminamos de ver la película y le empacó algunas galletas para que se las lleve a los demás chicos.
Intentó no mostrar mi evidente preocupación pero definitivamente los estoy por sus palabras, dentro de mi cabeza aún resuena su voz “y si…”
Ni siquiera había pensado que las cosas podrían tornarse de esa manera pero se que no es algo completamente imposible, después de todo ambos somos atractivos y nos conocemos desde hace mucho.
Era mi amiga pero muchas veces me sentí atraído a ella (la mayoría del tiempo) aunque en algunos momentos no lo sentía de esa manera…
En conclusión, hablar de Jun era complicado, sobre todo cuando ya había muchos sentimientos implicados en nuestra relación.
Aunque debo admitir que Jungkook tenía razón, ella debía saberlo.