POV's Namjoon
Era imposible negar que nuestra relación se había afianzado más con el tiempo.
El tiempo que fuimos amigos nos sirvió mucho para conocernos mejor y por supuesto que el tiempo que ya pasábamos como pareja solamente logró unirnos más.
Quizás esta era mi primera vez enamorándome de una persona, tanto al punto de soñar y durante el día alegrarme por un solo mensaje suyo.
Así era mi relación con Jin.
Sin embargo había un pequeño problema con todo esto.
Ambos éramos jóvenes y por lo tanto a veces existen algunas necesidades que debes arreglar, sobretodo en las mañanas donde mi pequeño amigo se despertaba sin razón alguna.
Bueno… en realidad si existía una razón y se llamaba Jin.
Últimamente su comportamiento dejaba mucho que pensar, en especial cuando estábamos solos porque a pesar de que yo iniciara besándolo con ternura de alguna manera las cosas se tornaban más intensas.
¿O quizás yo era el culpable? Como saberlo cuando ni siquiera recordaba como llegábamos a ese momento, simplemente ya estábamos de esa manera y cada vez era más difícil controlarme.
Aunque aquí la verdadera pregunta era porque me frenaba y ni yo mismo lo sabía…
–¿Qué lees? –Me sobresalté y rápidamente bloqueé mi celular.
–Hola Jin… En realidad no leo nada importante –Sonreí falsamente.
Él me miró suspicazmente y me extendió la mano para que le enseñara el celular a lo cual yo me negué rotundamente.
–Ya te dije Jinnie… –Guardé el celular en mi bolsillo –Son tonterías.
Por supuesto que no se iba a conformar así que a regañadientes le entregué mi celular mientras el lo desbloqueaba.
–1-2-0-4 –Dijo en voz alta –Eres demasiado fácil –Hizo un puchero.
Yo rodé los ojos.
–De todos modos ya te la sabías –Bufé poniendo mi mano en la barbilla –Para ti –Levantó una ceja –Mi contraseña no es secreto –Y sonrió sonrojándose.
–Y un tramposo –Bloqueó el celular para aventarlo en la mesa.
–¡Ey! Que de por si ya tengo la pantalla rota –Lo tomé sobando una cosa inexistente de sensaciones.
–Sí y yo no sé inglés –Volvió hacer un puchero.
Vaya… de la que me salvé.
–Te dije que te enseñaba inglés pero no me pones atención –Contesté ahora si guardando mi celular lejos de sus manos.
–Es tú culpa por distraerme con tu voz y tu físico y tu todo –Se quejó recargándose en la mesa –Pues no me quedaré con la duda, ¿qué leías? –Ladeó su cabeza –Dime, no quiero morir con la duda –Sonreí.
–Bien, bien, bien…
Piensa rápido…
–Leía Kafka on the shore –Tomé su mano –De Murakami, mi escritor favorito.
Mentira
–¿En inglés? –Me miró sorprendido.
–Así es, a veces me gusta leer en inglés.
Esto no era una completa mentira.
Es decir, claro que me encantaba leer y por supuesto que amaba leer en inglés porque me sentía más intelectual o al menos porque los párrafos en inglés se me hacían bastante estéticos.
Es solo que no estaba leyendo a Murakami y por mucho se alejaba de una historia de ese tipo, pues se trataba de cierta historia en cierta aplicación que empezaba con W y todo por culpa del hombre que estaba frente a mí.
Ya que citando un comentario que leí por la red: Así era más explicito.
–Te creo –Se levantó del asiento –Ahora vamos a comer que me muero de hambre –Me sonrió.
Una manera de tranquilizar a Jin era darle de comer o dejar que te hiciera de comer, una manera muy adorable de olvidar los enojos si lo pensaba bien.
Teníamos hora libre así que fuimos a buscar en la plaza que estaba frente a nuestra escuela algo para comer.
Mientras caminábamos hacia el lugar vi que más adelante Hoseok estaba con Taehyung caminando tranquilamente.
Le sonreí a Jin y él imitó mi gesto así que lo tomé como una buena señal y les grité a los chicos desde nuestra distancia.
–¿También tienen hora libre? –Dijo un Taehyung bastante entusiasmado.
Después de los malentendidos que tuvimos en el pasado, ahora Taehyung parecía mirarme de mejor manera. Era un niño y obviamente estaba celoso por mi relación con Hoseok así que no lo culpaba en absoluto por su comportamiento.
–Así es Taetae –Sonrió Jin –Vayamos juntos entonces.
Taehyung asintió bastante emocionado a lo cual Jin y yo nos vimos con ternura. Hoseok estaba sonrojado por el comportamiento de su novio, porque a todos nos parecía lindo lo tierno que podía ser con sus mayores.
Los cuatro fuimos caminando felices para comer y aunque quería tomar la mano de Jin en ese momento para compartir mi felicidad, sabía muy bien que no podría hacerlo en ese lugar frente a tanta gente.