El resto de mi día no había sido nada agradable.
La gente me señalaba a mis espaldas cuando los profesores no veían o más bien, se hacían los ignorantes respecto a la situación.
Algunos soltaban comentarios homofóbicos y la situación ya me estaba hartando al pensar que Namjoon seguramente estaba viviendo la misma pesadilla que yo.
La reacción de las chicas no fue tan mala, pues ellas siguieron acercándose hacia mí sin comentar nada al respecto pero ya no se me insinuaban como antes (lo que era un alivio). Al contrario de los chicos, quienes me miraban con asco y burla cuando yo pasaba delante de ellos.
Los lunes Jun solamente compartía clases conmigo en la de laboratorio, así que de alguna manera me sentía aliviado que ni ella ni Nam vieran como los demás hacían burla de mi preferencia durante las otras clases.
Durante el mediodía un mensaje lleno mi buzón de correo donde explicaban el reciente spam de mensajes aunque no mencionaban el contenido recibido de ellos de manera textual.
Aviso de correos falsos
Estimada comunidad,
Solamente para hacerles el recordatorio sobre mensajes spam que últimamente se filtran en el correo electrónico. Se les recomienda no ingresar al link y eliminarlo de su bandeja de entrada.
Administrador de Redes y Telecomunicaciones
Departamento de Informática.
Me reí mientras lo leía.
Pedir que se le castigara a la persona que había filtrado nuestra privacidad a toda la comunidad era algo imposible cuando el correo utilizado era posiblemente falso.
Tenía que aplaudir la idea de Sohye, ni siquiera yo me imaginaba que sería capaz de ello con tal de vernos caer.
Y de esta manera, comprobé una vez más que no había cambiado nada desde que la conocí.
Mi próxima clase sería dentro de diez minutos.
Así que fui a mí locker para buscar el material de laboratorio de mi próxima clase cuando me encontré a unos chicos parados frente a él.
No conocía sus nombres pero sabía que estudiaban derecho porque los había visto pasar varias veces al edificio de sociales durante las mañanas.
–Miren quien llegó –Mencionó uno.
Tragué saliva al verlos porque ya me estaba imaginando sus intenciones.
Intenté acercarme a mi casillero pero era imposible cuando uno de ellos estaba parado burlonamente frente a el.
–Ya decía yo que era muy extraño que no te cogieras Hyeri –Se refería a una de las tantas chicas que me seguían.
Continué mirando fijamente al chico que estaba frente a mí mientras escuchaba parlotear al otro chico.
–Puedes hacerte a un lado –Le hablé firmemente.
Lo cual los hizo carcajearse todavía más.
Yo apretaba mi puño de ira porque estaba claro que yo no podría contra tantos chicos. Además solo tenía menos de diez minutos contando los cinco minutos de tolerancia para ir a mi clase en el otro edificio y si no me apresuraba podría quedarme afuera.
Un chico entonces me pegó con su índice en la sien y yo respondí mirándolo furtivamente.
Esto simplemente los hizo mofarse más de mí.
–Sosténgalo –Habló el chico más alto.
Mi corazón empezó a latir extrañamente pues presentía que algo malo estaba a punto de llegar. Uno me tomó por detrás tomando mis manos con ella sin soltármelas mientras otro tomaba mi cara para hacerla hacia atrás.
El chico del casillero entonces me alzó de la camisa, acariciando mi piel sin tacto alguno a lo que yo gruñí de dolor. Sus dedos paseándose sobre mi piel me daban tanto asco y repugnancia que simplemente grité.
–Suéltenme –Supliqué casi a punto de llorar.
Y mientras mas intentaba quejarme, más fuerte me presionaban los brazos para que dejara de hacerlo. El chico de mi lado intentó tapar mi boca pero yo estuve a punto de morderlo, así que él llenó de ira respondió dándome una patada en el estómago.
–Si a ti te gusta esto –Me susurró el mismo tipo –Gay de mierda –Me volvió a patear.
Yo saque una gran bocanada de aire cuando recibí los golpes de él y comenzando maldecir mi suerte por estar precisamente en ese edificio a esa hora.
–No te quejes –Me pateó otra vez aunque yo siguiera forcejeando –Te gusta que te prestemos atención bonito.
El lugar esta completamente vacío porque las clases de ese lado ya habían terminado así que a pesar de mis gritos, nadie podría salvarme.
Además los tipos no eran tontos porque no me golpeaban en el rostro, sino que lo hacían en el estómago y otras partes causándome hematomas por mi piel tan frágil.
Cuando se sintieron satisfechos, uno se acercó para tocarme sin escrúpulos a lo que yo respondí derramando lágrimas al sentir sus manos tan sucias rozar mi piel.
–Déjenme en paz –Solté entre sollozos.
No supe cuanto tiempo estuvieron de esa manera, pero yo ya me sentía débil y mi cuerpo entero ardía. Yo seguía suplicando para que algo o alguien me salvara de ese dolor pero sabía que era inútil.
Tenía las piernas débiles pero eso no impidió que sintiera como mis rodillas chocaban al suelo cuando me soltaron sin cuidado alguno. Aún con los ojos cerrados me quedé en el piso aún sollozando por la cantidad de golpes que recibí.
Mi cuerpo no tenía la fuerza para levantarse y decidí que no abriría los ojos hasta que se retiraran del lugar.
–Nos vemos después bonito –Dijo uno burlón –Luego será mi turno.
Dejé que las lágrimas cayeran de mis ojos liberándome del dolor que sentía en mi cuerpo y a pesar de que sentía repugnancia en los lugares que me habían tocado me abroché la camisa botón a botón cubriéndome del frío.
Me levanté con mucha dificultad mirando el reloj y me di cuenta que aún tenía tres minutos de tolerancia, así que caminé con todas mis fuerzas a mi edificio.
Nunca había sentido que el lugar fuera tan lejos pero internamente me animaba que cada vez faltaba menos tiempo para llegar. Ni siquiera tenía idea de cómo lograba caminar pero mi fuerza de voluntad era mayor para llegar a mi salón de clases y huir de todo.
Toqué la puerta del salón pero nadie me abrió, después de unos minutos volví a intentarlo. Mi cuerpo entero seguía débil pero no estaba dispuesto a faltar a mi clase de laboratorio aunque mi profesor todavía no me abriera la puerta.
Una tercera vez lo intenté.
El profesor salió molesto a recibirme.
–Joven Seokjin –Se recargó en la puerta con un libro –El que usted haya salido del clóset no quiere decir que tenga privilegios para llegar tarde como si fuese un héroe –Me miró burlonamente o quizás lascivamente… –Así que intenté para la próxima –Y dicho esto me cerró la puerta en la cara.
Pude oír como algunos alumnos se reían en el salón y yo simplemente me llené todavía más de ira. Estaba seguro de que Jun estaba preocupado por mí y por toda la situación en general, odiaba que me viera débil pero tampoco tenía las fuerzas para pedir su ayuda.
Me tiré en el suelo frustrado, herido y con ganas de olvidar todo, y tal vez lo habría hecho de no haber recordado que Nam posiblemente estaba pasando la misma situación que yo.
Saqué mi celular mientras decidía mi futuro y me percaté que tenía algunos mensajes de mi novio.
Tienes diez minutos libres, ¿verdad?
Aún no salgo de clase pero te amo
12:52
Bebé, no me has contestado. ¿Te
sientes bien?
12:56
Verás que podremos superar
esto juntos
12:59
No me preocupes…
En serio Jinnie
13:04
No es divertido…
13:06
Te amo
13:08
En serio te amo
13:11
Debía soportarlo, aún si fuera por Namjoon debía hacerlo.
No podía dejarme rendir por algo como esto.
No debía ni podía.