Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Acuerdo de matrimonio por Aya_Marise

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

[DONGHAE]
--¡¡¡WOOKIE!!!-- grito abrazándolo con fuerza a mi cuerpo. Sigue sin abrir los ojos y un terror se va colando en mi corazón. --Por favor, no me dejes.-- susurro meciéndonos de adelante hacia atrás. --Wookie, te lo suplico.-- las lágrimas siguen bajando por mis mejillas.
--Dong...-- oigo un suspiro.
--¿Eh?--
--Dong...Hae...--
Separo el cuerpo de mi hermano, apenas tiene los ojos abiertos. --¡Oh, Wookie!-- exclamo lleno de alivio. --Estás aquí.--
--No llores.-- sonríe débilmente y la respiración cortada. --Estoy bien.-- con una de sus manos me limpia los ojos, sonríe para calmarme pero es inevitable que siga llorando. Nos quedamos otros minutos ahí hasta que Henry se me acerca y me dice que lo llevemos dentro. Con su ayuda cargo a Wookie hasta la cama.
--Buenas noches.-- oímos una voz en la sala-comedor, salgo de nuestra habitación seguido de Henry y en la entrada veo a SungMin con un doctor. 
--Hola.-- respondo y le indico al médico donde está mi hermano. --Gracias, Min.--
--Todo bien.-- me responde sonriéndome.
Esperamos a que el médico haga su trabajo pero no le toma más de diez minutos cuando ya sale. --¡Ah!-- suspira cansadamente cerrando la puerta a sus espaldas. --Se ha dormido.-- 
--¿Cómo lo ve?-- pregunto preocupado. El médico me pide que le haga un resumen del historial clínico de Wookie, obedezco presuroso.
--Entiendo. Seré sincero, pequeño. Tu hermano está muy mal, si dices que tiene HPN precisa de inmediato el suministro de Soliris.--
El pecho me pesa, esa es la medicina que me dijera el doctor Kibum. Sin nada más que pueda hacer por ahora le doy las gracias por su visita y cuando le estoy por pagar él lo rechaza; debe darse cuenta de lo pobre que soy. Junto a SungMin y su esposa se va de mi casa dejándome a solas con Henry.
--Dijiste que conoces a alguien, ¿cierto?-- le miro preguntando por ese conocido suyo. No tengo que pensar mucho para saber que necesitaré un préstamo. 
--Sí.--
--Entonces mañana vayamos a verlo.-- asiente. --Buenas noches, Henry.-- me despido y ambos nos dormimos. Él en mi sala, yo con Wookie.
 
[EUNHYUK]
--Ya levántate.-- oigo a Kyu. Maldita sea, la cabeza me duele horrores por culpa del alcohol. --Levántate-- su voz es demasiado molesta para mis oídos.
--Uhmmm...-- 
--Vamos, flojo.-- jala mis piernas. Entre las cobijas encuentro el celular.
--Kyu, son las ocho.-- reclamo. 
--No me importa. Levántate.--
--Maldita sea, ¿debes ser así de molesto?-- me irrita. 
--Nadie te dijo que te fueras a emborrachar.-- jala mis cobijas hasta tirarlas al suelo. Me siento en la cama y aprieto mi cabeza con ambas manos, como si quisiera hacerla estallar. --Ahora que lo pienso, ¿qué pasó para que bebieras de esa forma?-- no contesto, Kyu no debe saber nada de lo que me ha dicho mi padrastro. --Como quieras.-- resopla llendose a mi cómoda. Me siento hasta culpable por ocultarlo pero no quiero preocuparlo. --Toma.--
--¿Eh?-- Kyu me extiende un vaso con un líquido blancuzco en el interior. 
--Bebélo, te hará sentir mejor.--
--Gracias.-- de un golpe me tomo el líquido, hago una mueca del asco y es que el maldito medicamento para el dolor de cabeza siempre me hace querer vomitar.
--Métete a bañar y luego iremos a desayunar.-- dice Kyu.
--No tengo hambre.--
--No me importa. Y apúrate que hoy tenemos junta.-- 
Es cierto. Como si tuviera un resorte me pongo de pie y corro al baño. Grave error. Al llegar al marco me detengo por el intenso mareo, creo que sigo un poco ebrio. --Sólo un segundo.--
--Lo que sea.-- responde mi hermano que ya escoge mi atuendo. 
 
[DONGHAE]
--Buenos días.-- saludo ingresando al café donde trabajo como mesero. Directamente voy a mi locker para ponerme el uniforme, por poco y no llegaba. 
--¿Todo bien, DongHae?-- me pregunta mi jefe. Esta semana es la segunda vez que llego en el límite de la hora pero no es porque quiera, él sabe que Wookie tiene una mala salud y se preocupa por nosotros. 
--Sí.--
--¿Cómo está tu hermano?--
--Oh, bien.-- miento un poco. Anoche tuvo un ataque. --Siento mi retraso, tuve que cubrir ruta y media.-- explico. Cada mañana voy a entregar periódicos y aunque no me toma más de unos cuarenta y cinco minutos, hoy uno de nuestros compañeros no fue y los demás nos hicimos cargo.
--Ya veo. Cualquier cosa que necesites, aquí estoy.-- 
--Gracias, señor Kim.-- sonrió amablemente y salimos a atender las mesas. 
Al mediodía, en mi descanso, le escribo a Henry. Hoy quedamos en ir a ver a ese conocido suyo. A los minutos me responde que sí y que pasará por mí a mi segundo trabajo.
 
[EUNHYUK]
--Parece que va a llover.-- dice Yuri, mi secretaria; sacándome de mis asuntos. Por el ventanal de mi oficina echo un rápido vistazo. 
--¿Qué hora es?-- pregunto al ver el cielo negro. 
--Casi las seis de la tarde.--
--Uhmm.-- asiento un tanto sorprendido, este día se ha ido demasiado rápido, después de la junta estuve concentrado en mis pendientes al igual que Kyu pero no creí que fuera tan tarde. --¿Hay algo más que sea urgente?--
--No, señor.-- 
--Puedes irte a casa.-- su rostro se ilumina por la emoción. Agradece entusiasta y se retira, es mejor que descanse si no hay más que hacer. --Seis de la tarde.-- repito suspirando. --¡Oh!-- recordé algo y salgo corriendo de mi oficina, hoy quedé de verme con Yesung, mi mejor amigo. El único que me queda, mejor dicho.
 
[YESUNG]
--¿Dónde vendrá?-- me pregunto impaciente mirando el reloj de mi celular. Eunhyuk y yo quedamos hoy en vernos para charlar como siempre, prometió contarme algo importante y ahora resulta que no aparece. La puntualidad y él no se llevan bien. 
--¿Desea ordenar o esperamos?-- pregunta el mesero. 
--Esperamos.-- asiente y se marcha. Sin algo más que hacer salvo esperar echo un vistazo al lugar. "Petals" es un sitio bastante bonito, un club que se distingue por su clase y buen trato. El ambiente es tranquilo y discreto, ideal para lo que sucede en su interior. Dentro puedes encontrar toda clase de entretenimiento, especialmente el sexual. 
--¡Yeye!-- oigo que me gritan, al girarme veo a Eunhyuk correr hacia mi mesa rechazando la ayuda de uno de los lindos anfitriones. --Lo siento, lo siento.--
--Aish.-- resoplo tornando los ojos. --Llegas treinta minutos tarde.-- 
--Lo sé, estaba muy entretenido con el trabajo.-- se sienta delante de mí.
--Ajá.-- 
--Ya, idiota.-- de broma tira un golpe al aire. --Estoy aquí, ¿no?--
--Como sea. ¿Qué ibas a contarme?--
--Deja pido un wishky.-- levanta la mano llamando al mesero.
--¿Tan importante es?-- enarco mis cejas, él asiente. Ordena un par de tragos para cada uno, al parecer sí es muy serio el asunto.
 
[HENRY]
--¿Listo?-- pregunto a DongHae que acaba de salir de la librería, su segundo trabajo a tiempo parcial.
--Sí.--
--Pues vamos.-- ambos comenzamos a caminar hacia el centro de la ciudad, el lugar al que iremos está unas cinco cuadras más lejos de "Strings", el bar que frecuentamos regularmente.
--¿Y precisamente con quién iremos?-- me pregunta. 
--Uhmm, iremos a ver al dueño de una casa de citas. La visitan hombres principalmente de clase alta así que el dueño tiene bastante dinero.--
--¿Y es malo? Quiero decir que si no se excede con los intereses y esas cosas.-- 
--Pues no lo sé. Nunca le he pedido nada, mis papás tampoco.--
--Ya.-- avanzamos un par de calles en silencio. --¿Casa de citas?--
--Sí, es uno de esos lugares donde los tipos ricos van por algo de diversión, ya sabes. Anfitriones, hombres y mujeres según el gusto, te atienden, cenan contigo, bailan, charlan y si quieres tienen sexo.--
--Oh, esa clase de casa...--
--Ajá.--
Cambiamos de tema y unos veinte minutos más tarde llegamos al lugar correcto. 
 
[DONGHAE]
--Llegamos.-- dice Henry deteniéndose delante de una puerta de cristal, como vitrina. Luce muy elegante.
--"Petals".-- leo el letrero dorado y negro que brilla encima de la puerta. Es un lindo nombre, creo que va bien con el concepto.
--Buenas noches.-- nos saluda una chica bonita en un entallado vestido negro y escote profundo. --¿Ya los esperan?--
--Sí.-- responde mi amigo.  
--Pasen por aquí.-- dice la chica y la seguimos hacia el interior. Nos lleva por un pasillo algo angosto por el que podemos avanzar uno a uno, está oscuro pero debe ser parte de la atmósfera del lugar porque además hay un aroma sutil a sándalo que se mezcla con una ligera capa de humo. Seguimos avanzando, nos llevan a otro lugar más privado porque pasamos de largo ante un gran salón de color rojo y negro en el que veo a muchos hombres siendo atendidos por otros más jóvenes. Algunos de ellos tienen poquísima ropa y otros, más vestidos, les sirven diferentes bebidas. También hay algunas chicas pero parecen ser escasas.
--DongHae.-- Henry me nombra, se adelantaron un poco así que corro para alcanzarlos, tal vez luego tenga tiempo de ver el sitio. Cruzamos lo que creo es el restaurante y subimos unas escaleras igualmente angostas.
--Servidos.-- nos sonríe la chica abriendo la puerta. --En un momento los atenderá el señor Kim HeeChul.--
Henry y yo entramos a una habitación de color púrpura, contrasta con la decoración del lugar al menos por los tonos. Los muebles son algo vintage y un fuerte aroma a lavanda flota en el ambiente.
--Pues esperemos.-- dice Henry tomando asiento en un sillón de respaldo alto, yo me acomodo en uno igual al frente de él. Pasan un par de minutos y una segunda puerta negra al fondo se abre. 
--Buenas noches.-- nos saluda un chico alto, delgado y cabello negro bastante largo. Viene vestido con una especie de túnica de color magenta, ese debe ser HeeChul o como se llame.
--Buenas noches.-- responde Henry que ya se ha puesto de pie y hace una reverencia. Torpemente me levanto para imitar su gesto.
--¿Y quién de los dos es el interesado?-- pregunta.
--Él.-- Henry me señala, el tipo me mira de arriba hacia abajo rápidamente. 
--Siéntense.-- obedecemos. --¿Quieren beber algo?--
--Agua, por favor.-- pido.
--¿No quieres algo más fuerte? La casa invita.-- me guiña.
--Ah...agua está bien para mí.-- afirmo. Henry pide una copa de vino y él llama a alguien para que nos atiendan.
--¿Cómo te llamas?-- me pregunta sentándose en un amplio sofá de color beige, al frente de ambos. 
--DongHae.--
--Bien, DongHae. ¿En qué puedo ayudarte?--
--Uhmm...verá...--
--Háblame de tú, cariño.-- lo miro extrañado. Sus palabras me causan un ligero impacto porque no estoy acostumbrado a romper esa barrera así de rápido. --No pienso morderte.-- se ríe. 
--Oh, gracias.-- desvío la mirada para no sentirme así de torpe. --Bueno, Henry me dijo que podías ayudarme.--
--Supongo que tú eres Henry.-- mira a mi amigo con picardía, él le asiente con una sonrisa. --¿Y cómo puedo hacerlo?--
--Verás...yo...-- retuerzo mis manos y procedo a explicarle con detenimiento mi situación, la enfermedad de Wookie y el dinero que necesito para comprar la medicina. Él me escucha atentamente.
--Lamentable.-- murmura cuando he terminado. --¿De cuánto dinero estamos hablando?--
--Uhmm...-- dudo. De mi cartera saco un pedazo de papel, en él, el Doctor KiBum había escrito la cifra correcta y se lo entrego.
--Por el infierno.-- medio grita al leer el contenido.
--¿Es mucho?-- pregunta Henry. Estoy preocupado.
--Sí.-- HeeChul se levanta de su asiento para pasearse de un lado a otro delante de nosotros. 
--¿Cuánto?-- pregunta mi amigo.
--¿Sabes cuánto son $400 mil dólares?-- ambos negamos con la cabeza. --Niño, esto no es para comprar medicina sino una casa.-- me dice, la quijada se me cae. ¿Tanto dinero es? Yo apenas y puedo mantenernos a Wookie y a mí como para hacerme cargo de ese gasto.
--¿Entonces no puedes ayudarnos?-- Henry cuestiona, advirtiendo mi preocupación.
--No, cariño. Sale de mis posibilidades.--
--No, por favor...-- le pido. Si él no puede nadie lo hará y Wookie, él podría... No, no es una opción dejarlo sin tratamiento. 
 
[HENRY]
--Yo necesito ese dinero, tengo que ayudar a mi hermano, él debe...yo...-- DongHae habla atropelladamente, veo miedo y tristeza en su rostro. Me siento mal, yo le dije que este hombre podría ayudarnos pero tal parece que no es así.
--Lo siento pero no puedo hacer nada.-- dice HeeChul.
--¡No! ¡Por favor!-- DongHae se tira al suelo de rodillas sin pensarlo, está desesperado. Me duele el corazón. --Se lo suplico...--
--Niño, no hagas eso...-- HeeChul se inclina para alzarlo pero DongHae se resiste.
--Es que si usted no me ayuda nadie lo hará...-- DongHae amenaza con llorar, sus ojos se han cristalizado y puedo notar cómo sus esperanzas se quiebran. --Por favor, por favor...-- HeeChul parece también advertirlo porque intenta levantarlo y me mira como pidiendo apoyo. Voy al lado de DongHae para sacarlo de ahí, no es culpa de este tipo no poder ayudarlo.
--¡No, Henry; déjame!-- DongHae me grita, retorciendose para liberarse de mis manos. Ha comenzado a llorar. --Es que si usted no puede...Wookie...Wookie se va a...-- la voz se le ahoga. --Necesito esa medicina, señor. Necesito comprarla para que se salve. Si mi hermano se va me voy a quedar solo en el mundo, no puedo perderlo...por favor, se lo imploro. Nunca podría pagarlo por mis medios...es...no...sólo necesito eso para un año de tratamiento y él se pondrá bien....eso dijo el doctor...por favor...-- sigue suplicando, las lágrimas le corren a rienda suelta por las mejillas. HeeChul y yo nos quedamos anonadados, DongHae está desesperado.
--Niño...por el cielo...-- susurra.
--¡Por favor!--
--DongHae, cálmate...-- le digo tirando de él hacia arriba para que al menos se siente en el sillón. Cede y empiezo a darle palmaditas en la espalda.
--Un año...-- HeeChul murmura y da vueltas sobre su eje, cabilando algo, sopesando la idea. Por el cielo, que se apiade de nosotros. --¿Por qué ese tiempo? Quiero decir que si no es por doce meses, ¿el tratamiento no funciona?--
--No. El Doctor dijo que es el tiempo para que él se recupere del todo pero que va a empezar a mejorar a los tres meses o cuatro, todo depende de cómo responda.-- explica rápidamente DongHae. Se ha calmado un poco más. HeeChul vuelve a moverse de un lado a otro, guardando silencio, mirándonos de a ratitos. Su actitud me da esperanzas, remotas y débiles pero es más de lo que mi amigo tiene en este momento. --Niño, seré sincero. Yo no puedo darte el dinero para ello...-- DongHae hace una mueca de dolor. --...pero...-- ambos lo miramos con sumo interés. HeeChul aspira tanto aire como puede. --...puedo prestarte una parte, al menos para los primeros meses de tratamiento.--
--¡Oh!-- DongHae grita un poco emocionado y está a nada de tirársele encima cuando éste se hace hacia atrás. 
--No te emociones, niño. Yo puedo prestarte esa cantidad pero tú me vas a pagar con intereses.-- su voz ha cambiado un poco, es más dura y fría. --Yo necesito recuperar mi inversión y ganar algo en el camino.-- DongHae le mira confundido y algo asustado. --Por la cara que pones creo que entiendes que aún así es bastante dinero y eso sin contar que te falta el restante para el tratamiento.--
--Lo sé.-- susurra DongHae cabizbajo de nuevo. Para gente como nosotros los finales felices no existen.
--En ese caso...-- HeeChul mira a mi amigo de tal forma que me pone nervioso. --Seré directo. Creo que eres lindo, del tipo al que mis clientes le gustan.-- por todo el cielo, ¿le está proponiendo algo? No me gusta este presentimiento. --Así que lo mejor es que trabajes para mí.-- mis ojos se abren tanto como pueden y miro a DongHae que reacciona de la misma forma. 
 
[EUNHYUK]
--¿Cómo ves la putada con la que el viejo me ha salido?-- pregunto a Yesung luego de narrarle toda la historia sobre mi matrimonio.
--Puff...-- resopla dándole un trago bastante grande a su vaso de wishky. --Está loco el maldito.--
--Lo sé.-- asiento. Ese infeliz ha encontrado una forma de joderme la vida. --¿Y piensas cumplir?--
--Pues sí, sabes que tengo que cuidar de Kyu.--
--Maldición. Ojalá se muriera de una vez, no entiendo cómo los puede tratar así.--
--El problema no es que ese sino que mi madre sea demasiado estúpida para confiarle todo su dinero, su poder.-- reclamo.
--¿Te pido algo más?-- Yesung me pregunta advirtiendo mi enojo y el vaso vacío que reposa en la mesa.
--Sí. Ahora vengo.-- me disculpo para ir al baño. Mis pasos se han echo un poco torpes por el alcohol, sé que emborracharme de nuevo no es la respuesta pero al menos me ayuda a calmar un poco la impotencia que siento.
 
[DONGHAE]
--¿Quiere decir?...-- ni termino la pregunta por el horror que me causa la idea.
Henry toma la palabra. --El punto es que quieres que DongHae sea...-- 
--Un anfitrión.-- suelta HeeChul con tranquilidad, justo como la que ya no siento. Henry y yo nos miramos como analizando si debo hacerlo. --Es tu mejor opción, niño. Estoy seguro que mis clientes pagarían muy bien por tenerte a su lado y si eres inteligente, te harás amante de un tipo rico que te ayude a conseguir el dinero restante. Nada les gusta más que un pequeño lindo e indefenso.-- trago saliva con dificultad, este tipo me propone trabajar aquí como una puta y venderme a algún tipejo que esté ansioso de poseerme. Es horrible siquiera pensarlo. 
--No lo hagas.-- me dice Henry.
No sé qué pensar. Estoy confundido y atontado. --Piénsatelo.-- HeeChul propone y me da una tarjeta con su número celular para que le llame si es que aceptó trabajar para él. Doy un suspiro largo, no tengo opcion y como dijera HeeChul es lo mejor que puedo hacer si quiero salvar a Wookie. --Lo haré.--
--¡No, DongHae!-- Henry me toma del brazo, apretándolo.
--¡Henry, es como dice él! ¡Tengo que hacerlo!--
HeeChul me sonríe. --Trabajarás aquí cada fin de semana, empezando mañana mismo que es viernes. No te preocupes por lo que debas hacer, el resto de los chicos te enseñará el funcionamiento de esto. Mañana te quiero aquí a las tres de la tarde para presentarte oficialmente.--
Algo muy pesado se instala en mi pecho, HeeChul sigue hablando sobre mi reciente trabajo pero dejo de oírlo, no quiero imaginarme nada hasta que tenga que enfrentarlo. ¿Qué he hecho? Me pregunta mi consciencia pero me respondo que esto es por Wookie. Sólo espero que mi sacrificio sirva de algo.
Henry y yo no demoramos en aquel sitio y regresamos a casa en completo silencio. ¿Cómo se supone que voy a trabajar como anfitrión? 
--Buenas noches.-- susurra Henry.
--¿Ah?--
--Que me voy a mi casa, DongHae. Intenta descansar y no darle vueltas al asunto, ¿sí?-- no espera mi respuesta y se despide agitando la mano, me quedo en la calle hasta verlo desaparecer. Estoy atontado. Sin saber cómo llego directo a dormir, no necesito pensar el asunto. 
Tan pronto amanece sigo mi rutina como si nada hubiera cambiado, sin embargo por la tarde en vez de irme a la librería regreso a casa para prepararme.
Falta media hora para irme y ese miedo que he tratado de evitar va dominando todo. --Por favor, no le digas nada a Wookie.-- le pido a Henry que me mira por el espejo del baño.
--Tú tranquilo que yo me encargo.-- responde dándome una palmada en el hombro derecho. Me termino de acomodar la camisa blanca en silencio. Hoy será mi primer día en aquel tugurio de primera clase y por supuesto que no quiero que mi hermano se entere, jamás me dejaría hacer algo así pero no tenemos opción. 
--Listo. ¿Me veo bien?-- pregunto. 
--Sí.--
--Bien, pues...creo que ya me voy.-- 
--Sólo recuerda, no hagas nada hasta que HeeChul te entregue el dinero.-- asiento al plan de Henry, si no fuera por él me habría desmoronado hace mucho tiempo. Me acompaña a la salida donde ato mis zapatos.
--Cuida bien de él.-- miro hacia la puerta de la recámara donde mi hermano duerme. Desde el ataque de ayer ha estado sumamente agotado.
--Sí, hombre. Wookie y yo estaremos bien. Tú eres el que debe cuidarse.-- Henry sonríe para darme ánimos. 
Me despido y salgo a la calle con rumbo al centro, vago sin fijarme en nada y me repito que esto es por Wookie, nada más debe importarme. A cinco minutos de las tres de la tarde llego a "Petals" y el hueco en mi estómago se hace más grande. Quiero salir de ahí, correr sin voltear atrás. 
--Hola.-- doy un respingo cuando una vocecita me saluda. --Lo siento, no quise asustarte.-- giro a la derecha notando a un chico bastante joven que me sonríe ampliamente mostrando una dentadura imperfecta pero agradable. Tiene el cabello algo largo, castaño claro, quebradizo. 
--Ah...hola.-- contesto en un hilo de voz, desviando mi mirada. 
--¿Vienes a ver a HeeChul?-- 
--Ah, sí. ¿Tú también?-- 
--No, yo trabajo para él.-- me sorprende la tranqulidad con la que habla, tanto que me es imposible no verlo con los ojos abiertos. Se ríe. --Sí, soy parte de su elenco, o eso dice que somos. ¿Difícil de creer?--
--Algo...-- bajo mi vista sumamente apenado, él no parece tener alguna clase de incomodidad, por el contrario, parece muy animado y feliz. --Bueno...¿y como es trabajar aquí?--
--¿Podemos entrar?-- frunce los labios y el ceño. --Hace algo de frío.-- asiento y ambos nos metemos, lo sigo de cerca y me lleva hasta un sofá de terciopelo negro. --¡Ah!-- se deja caer encima de él. --¿Qué me preguntaste?--
--Ah, que...¿cómo es trabajar aquí?--
--Oh, eso.-- cruza los brazos atrás de su cabeza y levanta la mirada al techo, pensativo. --Es bueno.--
--¿Lo es?--
--¿Por qué te interesa?--
--Es que...bueno...yo trabajaré aquí a partir de hoy.-- 
--¡Oh!-- se para y me toma las manos, retrocedo por el impacto. --¡Serás mi compañero! ¡Ya no estaré sólo!-- su sonrisa se ensancha y empieza a decir cosas extrañas sobre ello, apenas le entiendo porque habla con rapidez. ¿A qué se refiere con eso de que él me enseñará? ¿Qué él ya no será el menor? Estoy confundido.
--¡Onew!-- alguien grita, él detiene su jugueteo y al girar mi rostro a la derecha veo a HeeChul venir a nosotros con paso rápido. --¿Otra vez siendo molesto?--
--¡¿Ah?! ¡No!-- mi compañero suelta mis manos. --Yo no estaba siendo descortés, sólo me emocioné porque él dijo que trabajará aquí.-- doy un brinquito cuando me señala.
--Ya, ya; córtala, Onew.-- HeeChul levanta una mano como si le pusiera pausa. --Ya entendimos. DongHae, ¿estás listo?--
--Oh, ah...woah...-- me intimida la pregunta tan repentina. Los dos me miran entusiasmados. --Eso creo.-- susurro.
--Bien, síguennos.-- HeeChul se echa a andar hacia el fondo del sitio seguido de aquel chico extraño y al final voy yo. --Él es Onew, ya lo conociste.-- 
--Hola.-- Onew se gira a verme y con un movimiento de mano me saluda. HeeChul camina a paso veloz. Apenas reparo en la decoración del lugar y pronto llegamos a su oficina principal.
--Pasen.-- nos abre la puerta, casi me caigo de espaldas ante lo que veo. Es un cuarto amplio y lujoso de paredes grises y muebles negros. Hay espacio para una sala de cuero con ratonera de cristal y libreros enormes que llenan toda una pared. --Como ya te dijo, él será tu compañero. Oni; es de cariño, es prácticamente nuevo al igual que tú.--
--Oh.-- no sé ni qué decir. 
--Deja ahí tus cosas y vayamos a recorrer el lugar para que conozcas todo. Y de paso te explicamos cómo funciona.-- obedezco y los tres salimos de nuevo hasta la entrada. Ambos me guían por el sitio que resulta estar dividido en tres secciones. La primera es el bar, la segunda el restaurante y la tercera es el club nocturno como tal. Cada uno tiene un estilo diferente, por ejemplo el bar es de color negro y morado con una inmensa barra donde encuentras toda clase de bebidas alcohólicas. Hay sillas acojinadas y sillones para los visitantes, además de unas cuántas arañas que cuelgan del techo. 
El restaurante es dorado con negro y la cristalería parece hecha de diamantes porque brilla demasiado. En él se respira una atmósfera íntima y hasta diría que romántica. 
Luego está el club. De los trae sitios es el más impresionante.
Entrando puedes ver la barra de bebidas con algunas mesas, esta área no es muy grande porque justo a la mitad, el suelo se convierte en unas enormes escaleras de barandas negras de hierro que descienden a la planta inferior.
Ahí es donde la diversión se concentra. Todo el mobiliario es de colores negro, rojo y dorado para darle un toque místico y sensual. Al frente hay un pequeño escenario teatral, con cortinas de terciopelo rojo y hasta tiene los asientos en forma de gradas salvo que en ves de sillas son sillones. Ahí los anfitriones presentan algún espectáculo que cambia cada semana para no aburrir a los clientes según me cuentan. 
Al otro lado del salón hay una pista de baile con duela y enmedio de ambos están las mesas de diversos tamaños, ya sea con sillas o sillones y a la izquierda izquierda las cabinas privadas. Cuando llegamos a ellas un sentimiento de incomodidad se apodera de mí, con tanto había olvidado la razón por la que estaba ahí.
--¿No te parece hermoso?-- me pregunta Onew jugando con una de las cortinas negras de una de las cabinas. Guardo silencio. 
--¡Oh, niño! Pero no creas que aquí tienen sexo.-- dice HeeChul advirtiendo mi preocupación. --Esto es más como entretenimiento, aquí se hacen bailes sensuales y esas cosas, claro que hay besos y caricias pero si nuestros clientes quieren ir al siguiente nivel entonces los llevamos a otro sitio.-- suspiro, de alguna forma me siento aliviado pero ese sentimiento me dura muy poco. --Vamos a ver el área privada.--
--¿Quieres decir?...-- abro los ojos cuanto puedo.
--Sí, a las habitaciones.--
La sangre se me hiela y más por obligación que por gusto los sigo a otro lugar. Salimos del club por una entrada lateral, recorremos un pasillo angosto que me parece familiar y alcanzamos el piso superior, para mi sorpresa entramos a la sala donde ayer Henry y yo estuvimos, resulta ser uno de los cuartos para ese tipo de servicios. 
HeeChul se disculpa por meternos ahí en lugar de su oficina pero dice que estaba ocupado cuando llegamos. No quiero imaginarme qué hacía.
Damos un rápido vistazo y regresamos a la oficina, me siento tan cansado pero creo es por el impacto de la situación y no por el largo paseo.  HeeChul se sienta en el sillón acojinado atrás de su escritorio negro y Onew y yo nos acomodados en los otros dos. --Bueno, ya conociste el lugar. ¿Qué te parece?--
--Pues...uhmm...es agradable.-- 
--Y vaya que lo es.-- agrega Onew que se desparrama en su asiento. HeeChul se ríe.
--¿Dónde se supone que yo estaré?-- pregunto con algo de temor, este lugar es demasiado grande que podría hacer cualquier cosa.
--En el club, claro está.-- responde HeeChul. --Debes entender algo, el bar y el restaurante son servicios complementarios, realmente aquí se viene por el entretenimiento. Si llega un cliente uno de los anfitriones lo atenderá. Si esta persona quiere cenar, lo llevará al restaurante, si quiere beber, ahí está el bar; si desea bailar, bajarán a la pista y así según sus necesidades. Nosotros cumplimos todos sus caprichos.--
--¿Y?...Bueno...¿todos los anfitriones hacen lo mismo?-- las manos me sudan porque si es como él dijo, entonces tendré que aceptar todas las porquerías que quieran.
--No.--
--¡¿Eh?!-- grito.
--Que digo que no, no todos hacen lo mismo.-- HeeChul se pone de pie, con la mirada sigo sus movimientos. Se acerca a un librero donde abre una caja fuerte, saca un portafolio y regresa. Abre el portafolio y saca cinco estuches donde se guardan collares; uno a uno, revela su contenido. En efecto se tratan de gargantillas de plata pero todas tienen una piedra diferente en el centro. --Aquí cada anfitrión porta una gargantilla. Te preguntarás el por qué de los colores pero en realidad es muy sencillo; es un sistema de clasificación que todos, elenco y clientes, conocemos.-- 
--Nos seleccionan según nuestras habilidades y podemos subir de rango.-- interviene Onew, recordándome su presencia. --HeeChul nos evalua en la primera semana, luego nos asigna un color y trata de que mejoremos en nuestras áreas débiles.--
--Ya veo.-- 
--Si, obviamente todos queremos esforzarnos porque a mejor nivel, mayores ingresos.--
--Es cierto lo que dice Onew. Primero están los azules, ellos son como los novatos del lugar y los clientes tienen prohibido tocarlos. Se encargan de preparar las bebidas en la barra, nada más. Luego están los amarillos que fungen como meseros, tampoco tienen permitido tocarlos...--
--¿Qué pasa si alguien lo intenta?-- pregunto.
--Se muere.-- responde HeeChul con calma. --No permito que nadie se salte las reglas. Como sea, siguen los verdes, ellos son meseros pero ya se les puede tocar, algo ligero como tomar su mano o besos suaves, pueden compañarte a cenar o tomar una copa. Si un cliente quiere tener sexo con él es decisión del anfitrión aceptar o no pero es por fuera, en mi negocio no. Después están los rojos que son los acompañantes, bailan, charlan y hay sexo. Para eso son. Y al final están éstos...-- HeeChul toma un collar con una piedra transparente en el medio. 
--Los blancos.-- susurra Onew. 
--No son acompañantes ni nada, a ellos sólo se les escoge para tener sexo.-- dice HeeChul, trago saliva con dificultad. 
Entre los dos me cuentan detalles menores como la paga semanal, los horarios y las vestimentas que van de acuerdo al rango. Obviamente si eres azul comienzas con un traje de pantalón y camisa negros y va disminuyendo hasta usar sólo un suspensorio, atuendo de los blancos. 
Me siento mareado con tanta información, es un mundo aparte. ¿Dónde diablos se supone que quedaré yo?
--Onew, ¿puedes dejarnos a solas?-- mi compañero asiente y sale de la sala. --Ya sabes cómo funciona esto.-- me dice HeeChul poniéndose de pie para guardar el portafolio. --Ve a casa.-- 
--¿Cómo?-- pregunto porque creo que oí mal.
--Que vayas a casa, luces cansado.-- ya viene de regreso con un segundo portafolio en mano.
--Pero tú dijiste que hoy empezaría...--
--Lo sé pero no puedo tenerte aquí con todo este dinero.-- me estira el portafolio. --Toma, es lo necesario para la medicina de tu hermano.--
 
[HENRY]
--¿DongHae?-- oigo que Wookie llama a su hermano. Se acaba de despertar.
--Hola, ah, tu hermano no está.-- respondo entrando a su habitación. Tiene ojeras enormes.
--Oh...¿ya se fue a la librería?-- Wookie mira el reloj que marca las 4:45, siento una opresión en el pecho. 
--Ajá-- miento.
--¿Y si va a llegar? Hoy se fue más tarde.-- me quedo callado. Usualmente DongHae sale de la cafetería a las dos y entra a la librería a las cuatro pero hoy fue a otro sitio, obvio no puedo decirle a Wookie.
--Sí, el jefe le encargó un mandado, algo así, por eso se fue más tarde.-- miento por segunda vez.
--Oh...así que está haciendo cosas extra...-- baja la mirada hacia su regazo. La opresión aumenta, sé que a Wookie le duele esta situación y se siente mal por ser una carga para DongHae. Y hasta para mi porque yo lo cuido en las tardes. No me pesa pero él no lo siente así. 
--¿Tienes hambre? Estoy haciendo algo de ramen.-- cambio el tema para despabilarlo.
--Oh, sí...gracias.-- susurra, le sonrió y voy a terminar de cocinar.
 
[DONGHAE]
--¿De verdad puedo irme?--
--Que sí, niño.-- HeeChul torna los ojos. --Vete a casa, maldita sea. Mañana regresas a eso de las cinco.--
--Bien, gracias.-- salgo del lugar con el portafolio contra mi pecho, en él va el dinero para tres meses de tratamiento y aunque sé que he adquirido una deuda enorme, me siento feliz. Wookie tendrá su medicina. Llegó a casa una media hora más tarde y encuentro a mi hermano y amigo comiendo.
--¡DongHae!-- Wookie se emociona al verme entrar.
--Hola. ¿Cómo te sientes?-- saluda escondiendo el maletín tras mi espalda.
--Bien, muy bien.--
--¿Vas a comer?-- me pregunta Henry que ya notó el portafolio.
--Ajá.-- asiento. En un intento por ayudarme a que mi hermano no se de cuenta de nada se pone de pie para irme a servir, paso junto a él y logro escabullirme al cuarto.
--Ah, justo le decía a Henry que...¿pero qué haces aquí?-- grita Wookie desde la mesa.
--Este...¡pedí permiso en la librería para venir a casa y cuidar de ti!-- respondo metiendo a empujones el maldito portafolio dentro de una pila de mi ropa.
--¡No debiste hacerlo!..--
--¡No pasa nada, Wookie!-- regreso al comedor. 
--Henry dijo que hiciste un encargo especial para él y ahora sales con esto...-- ¿Qué le dijo qué? Maldición, si Wookie llega a sospechar algo estoy muerto.
--Así lo hice y mi jefe dijo que estaba bien. Mañana iré a cubrir el turno.-- sonrío falsamente, Henry coloca el plato en la mesa y con su mirada parece tranquilizarme. Los tres comemos de buena gana, disminuyendo la tensión que sentimos. Cuando todavía no termino Wookie se disculpa para ir a la cama. Está cansado.
 
[HENRY]
Echo un vistazo rápido al cuarto, Wookie se ha acostado y juro que cayó dormido. Corro hacia la mesa donde me siento a lado de mi amigo. --¡¿Qué diablos pasó?!-- en un grito bajo le pregunto a DongHae sobre su visita a ese tugurio.
--Oh, pues ya tengo el dinero.-- 
--Eso ya lo noté, idiota.-- le doy un golpe en el brazo. 
--Pues nada, sólo me enseñaron el lugar, su funcionamiento y HeeChul al final me dio el dinero.-- 
--¿Así nada más?-- susurramos.
--¿A qué te refieres?--
--Ush, idiota.-- lo golpeo de nuevo, él hace una mueca. --A que si no te hizo firmar un papel, algo que diga que te dio esa cantidad.--
--Oh...pues no.--
--¡¿No?!--
--¡Cállate!-- ahora es DongHae el que me pega. Guardamos silencio unos segundos escuchando cualquier ruido que indique que Wookie se ha despertado. Nada. --No me hizo firmar algo.--
--¿No te parece raro?--
--¿Por?--
--Sí que eres...normalmente cuando te prestan dinero firmas hasta tu certificado de defunción, con eso se aseguran que les vayas a pagar.--
--Oh.-- baja la mirada, analizando la situación. --Pero en ese caso es bueno, ¿no? Él no tiene pruebas y si yo quisiera...--
--Parece ser ventajoso para nosotros, a menos...--
--¿A menos?--
--DongHae, ¿por qué no te hizo firmar nada?-- silencio. --Esa clase de persona no puede darte el dinero así porque sí, dijo que te lo iba a prestar y ganar algo en el camino.--
--¿Pero yo qué le puedo dar si no es dinero?--
--Pues...llámame loco o lo que quieras, pero ese dinero o es falso o es robado y de ambas formas él puede acusarte de robo o fraude y si lo encuentran, acabarán contigo.--
--Estás demente, ¿para qué haría eso?--
--Simple, para lavarse las manos y echarle la culpa a alguien más.--
DongHae me mira asustado.
 
[HEECHUL]
--Señor, ha llegado.-- es JongHyun, mi secretario particular que entra a mi oficina.
--¿Quién?-- 
--Siwon Choi.-- 
--¡¿Choi?!-- medio grito.
--Sí, viene junto a Daniel Henney y exigen hablar con usted.--
--Demonios.-- paso mis manos por mi cabello. ¿Por qué vienen estos hombres justo ahora? Apenas ellos estuvieron aquì la semana pasada...esto es...
--Están en el bar, esperando.-- presiona JongHyun.
--Ya voy, ya voy.-- me paro de mi asiento sintiéndome como una gelatina, me tiembla todo. --¿Junsu y JaeJoong están aquí?
--Sí, llegaron cuando estaba con el chico nuevo.--
--Bien, diles que los atiendan.--
--En eso están.-- 
--Perfecto.-- voy al espejo del baño para arreglar mi apariencia y salgo presuroso hacia el bar, estos hombres odian que se les haga esperar. Al llegar los identifico de inmediato, ambos están en una de las mesas con mis dos anfitriones encima de ellos, trago saliva con algo de dificultad pero ahí voy. --Buenas tardes, señores.-- saludo con mucha energía, como si estuviera feliz de verlos aunque me siento morir de miedo. 
--¡Oh, pero si es HeeChul en persona!-- saluda sarcásticamente Siwon.
--Es un placer recibirlos.-- hago una amplia reverencia. --¿Mis niños los están atendiendo bien?--
--Muy bien.-- responde Daniel que le da un apretón a la pierna de Junsu. Éste sonríe sonrojandose un poco. Lo he entrenado bien, por eso es uno de los "blancos" favoritos. --Pero no venimos aquí por diversión.-- 
--¿Qué puedo hacer por ustedes?-- pregunto, necesito saber a qué vienen.
--Uhmm...-- Siwon frunce los labios, hace que JaeJoong, quien reposaba alegremente en sus piernas, se siente en el sofá permitiéndole inclinarse al frente y me dedica una sonrisa grande pero nada cálida. --Venimos por lo nuestro, HeeChul. Y bien sabes a qué me refiero.--
 
----------Continuará.----------
 
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).