Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ruleta del destino por AnonimoHarui

[Reviews - 178]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hooola Mis queridos lectores.

Lo se, lo se, me quieren matar, pero no pueden!! >:C Porque sino no sabrian que pasa antes del final :v o como sera el final jajajaja

Asi que tolerenme U.U no piendo abandonar el fic, voy a terminarlo.

Respondi sus comentarios!

Nos leemos abajo :D

A leer se ha dicho ^w^

T.2. Capitulo 3. La vida es un juego al azar ¿No?

 

 

- ¡No puedo créeme esto! – Se oía un hombre enfurecido. - ¡¡¿Cómo es posible que en menos de una hora de la apertura del evento pase algo así?!! – Agarrándose la cabeza como si la fuera a perder, poco importándole el peluquín – ¡¿Cómo se puede echar a perder todo en MENOS DE UNA HORA?! – Al pobre hombre le estaba por dar un ataque.

- Señor le sugiero que se siente y respire, no sea que le dé un ataque al corazón – El hombre pasito a pasito se fue a sentar al sillón. Se apoyo del brazo de mueble  con dificultad y agotado se sentó pesadamente. Exhalo un fuerte suspiro queriendo calmarse. Estaba alterado y rojo, hasta su gran nariz estaba roja del humo que echaba.

Y no era para menos. Su tan preciado evento se fue al carajo con el desastre producido que algunos invitados salieron corriendo. Y ahora estaba reprendiendo fuertemente al causante de esto, o los causantes, y más terriblemente eran dos simples donceles que si los ves cavilarían que no romperían ni un plato, pero estaba comprobado que un plato no les bastaba. No, ellos iban a lo grande y que mejor que el estanque y el salón. Que catástrofe.

- …Se-Señor nosotros…

- ¡CALLATE! – Le gritó el dueño. Naru respingó. Seguía todo sucio y mojado al igual que Deidara, pero este, con los ojos cerrados, callado aceptaba la situación aunque no significara que le afectaba menos. Hicieron grandes daños por millones y a saber cómo iban a pagarlo. Aun así no le gustaba que le gritara a Naruto.

- Señor, cálmese yo me encargo – El hombre saco un pañuelo quitando el sudor por su estado alterado. Dejaría todo a su asistente.

- Bien, si, iré a… a tomar aire – Y a paso tambaleante salió de la oficina acompañados de los guardias. Claramente se auscultaban de manera lenta los sonidos de sus pasos, la puerta siendo abierta y luego cerrada, era ensordecedor. Se quedaron los tres ahí, pero los donceles sabían que ese asistente podría ser peor que su jefe, estaba muy tranquilo.

El segundero del reloj quebraba con el silencio, creaba una atmosfera de tensión, llena de pavor al punto de que los corazones de los rubios latían atemorizados. El señor de cabello verde obscuro ajustó sus lentes y se acercó al escritorio. Del mueble abrió un cajón de la cual sacó una carpeta amarilla. Abriendo aquello comenzó a examinar el contenido en silencio. Pronto a los ojiazules se les vinieron ilusiones donde se sentían como en una prisión y ese sujeto los iba a interrogar de una forma no muy bonita, muchas películas hacen daño pero ya entienden. Difícil situación.

- Se darán al menos una idea de lo que procede ¿No? – Levantó la vista ligeramente afilando su mirada.

- Bu-Bueno, más o menos…

- Si no pueden ofrecerme una respuesta clara, por lo menos me deja en claro que saben que tan mal se ve panorama – Frío. Los rubios se encogieron y agacharon la cabeza.

- Nosotros…

- No hablen más – Ambos levantaron la vista.

- Pero…

- Dije que NO hablen. – Como si fuera y es una orden callaron. – Ahora… procedamos a ver los daños, antes que la policía se los lleven – Los ojos de ambos presentaron temor.

**--**--**--**--**--**

Mientras que nuestros rubios pasaban por aquel trauma los Uchiha estaban hechos un desastre solo en camisa con los sacos en brazos. Sasuke estrujaba su ya de por si arrugada camisa, ahí su pulcritud de la mañana. Obvio que estaba enojado, claro ¿Cómo pudo pensar que el día iba a ser tranquilo? No. Obviamente para él era mucho aquello, debían joderlo de alguna manera y que mejor que su dolor de cabeza numero uno. Esos donceles.

Menos mal que ya se los llevaron y ellos quedaron aparte de milagro, ahora lo único que quedaba era volver al hotel y seguidamente esperar que acabe aquellos otros dos días que le quedaban en aquella ciudad. En cuanto a Itachi este permanecía como siempre y aun así, hecho un desastre, mojado y con una estrella de mar en el hombro, el condenado se veía sexymente neutral. En la cabeza del mayor se le pasaba una cuestión.

- ¿Qué vas a hacer, Sasuke? – Este le miró con un serio presentimiento.

- ¿A qué te refieres?

- Los donceles – Tranquilo - ¿Vas a ayudarlos? – Miró a un lado viendo como la gente aun se recuperaba de la conmoción.

- ¿Hah? – Arqueando la ceja - ¿Por qué haría algo así? – Sorprendentemente lo decía muy enserio.

- ¿Eh? – Volviendo a mirarlo.

- Lo entendiste. No pienso hacer nada – Itachi abrió un poco sus ojos.

- ¿Cómo? – Aun seguía sin comprender la mente de Sasuke, pero ¿Era enserio?

- ¿Por qué debería? – Dándose la vuelta – Ellos mismo se buscaron aquello y nos metieron en su problema – Sacudiéndose al sentir algo de grava en su ropa.

-… - Aseverando la expresión - ¿Enserio?

- No veo por qué sí. – Mirando hacia atrás – Es la situación perfecta – Sus ojos se abrieron un poco – Claro, es la situación ideal para poner fin a toda esta pantomima que creé – Sonrió de lado – Él será castigado, nosotros separados y todo volverá a ser como antes – Miró otra vez a su hermano – Es completamente perfecto – Itachi no daba crédito. – Regresemos – Caminando.

–  Sas-  – Pero antes de empezar a regañar a su hermano alguien se adelantó a su llamado de manera más irritante.

–  ¡SASU-CHAN! ¡ITA-CHAN! – Ambos respingaron y petrificados giraron bruscamente hacia esa voz. – Que suerte que pudimos encontrarlos, se armó un gran desastre ¿No les parece? – Con una sonrisa el personaje se colocó frente a ellos y junto a él se posó otra persona más baja.

– ….

– ….

– ¿Los sorprendí demasiado, verdad? – Sin señal de lamentarlo y sin borrar su sonrisa. –  Por cierto son un asco – Alzando la cámara en sus manos, la cual colgaba de su cuello, y tomó una foto – ¿Sabían que hay algo llamado duchas, no? – Sasuke se enojó.

–  ¿Qué estás haciendo aquí Sai? – Logró hablar escondiendo la preocupación de que se llegara a enterar explícitamente de lo sucedido.

– Oh eso… - Mirando hacia alguna parte desinteresado y sacó otra foto –  Bueno, lo que sucede es que Gaa-chan quería venir – Volvió a mirarlo y luego al pelirrojo a su lado - ¿No es así, amor? – Este asintió adorablemente (para mí sí). – Ahí lo tienes – Dando finalizada su explicación.

Los dos azabaches quedaron callados.

– Pero  por lo que veo todo se fue al quinto pino – Miró alrededor finalizando en su  ojiaqua - ¿Lo dije bien? – Gaara alzó el pulgar - ¡Aww! ¡Tan lindo, te quiero! – Abrazándolo alrededor de los brazos. Gaara llevó sus manos a los brazos de Sai correspondiendo de esa manera.

–  Pero, no lo entiendo – Sobándose la frente - ¿Por qué querrías venir? A ti no te gustan este tipo de eventos – Sasuke quería que se fueran de ahí, pero esa pregunta hizo todo lo contrario.

–  Naruto-kun y Deidara-kun iban a venir – Aunque no cambio su expresión, sus ojos se agrandaron un poco, brillantes, y sus mejillas tomaron un ligero rubor, estaba feliz. Sasuke tragó, Itachi respingo aunque su cara seguía inmutable, y Sai, quien de la nada estaba al lado de ellos, sacaba fotos conteniendo el ligero sangrado de su nariz.

– Pero ¿Así de repente? – La pareja le miró curiosa – Porque… de saberlo hubiéramos arreglado de venir todos juntos – Inventándose una excusa que era raro de creer. Aunque Sai lo dejó pasar, más no lo iba a olvidar.

– Bueno realmente fue repentino – Sonrió sinceramente mirando a Gaara - Lo que pasó fue…

--------------------------------------- Pequeño Flash Back SaiGaa -----------------------------------

Un día antes esa misma noche.

Estaba en una hermosa sala de tonos claros y madera un muy atractivo pelinegro con lentes de descanso leyendo un libro de tapa dura azul. Frente a él en volumen casi nulo el enorme televisor plasma sintonizaba un documental de arte y aunque no parezca el hombre prestaba perfecta y correctamente atención a ambas. En aquella habitación se adentró a paso ligero otra figura quien se acercaba al que sería su amado esposo. Nervioso le quedó mirando no sabiendo como preguntarle.

Luego de unos largos minutos el azabache mira curioso al pelirrojo, no es que no lo haya notado antes, eso nunca, solo que esperaba que le dijera lo que parecía querer decirle pero ese no parecía ser el caso. Acomodándose mejor, ya que tenía las piernas cruzadas, se quitó los lentes y sonrió sinceramente como solo su esposo lo merecía.

 ¿Pasa algo, cariño? – Cálidamente le brindaba paciencia para que respondiera.

 Mmm – Gaara miró a su lado. Sai se preocupó. Su esposo no estaría así de nervioso por nada, pero no lo presionaría – Sai… - Volvió a sonreír conciliador.

 Si, dime – Tomando su mano y acariciándola. La otra estaba puesta sobre su libro que descansaba en su regazo.

Yo-o… Yo quiero…. – Sai parpadeó curioso – Quiero ir al e-evento-o… al evento del Hotel en Hiroshima – Los ojos de Sai se abrieron.

Esto… - No esperándolo – Claro. Quiero decir, yo no tengo ningún problema, no estoy ocupado pero… es muy repentino – Teniendo en cuenta que era mañana, más exactamente en 14 horas - ¿Puedo saber por qué? – Gaara apisonó el agarre del apretón de Sai y esta vez sin poder ocultar el sonrojo balbuceó.

 Po-Porque… - Bajando la mirada – Naruto-kun y Deidara-kun irán… - Sonrosándose más – Por eso yo… - No pudo decir nada más porque sin darse cuenta su marido ya no estaba.

- ¡No se diga más! – Apareció de la nada pateando la puerta del piso de arriba, que se veía desde las escaleras, y bajó con las maletas armadas – Nos vamos ya – La cara de Gaara era un poema, pero nada le quita el sonrojo, la sorpresa y lo maravillado que estaba.

- ¡¿Enserio?! – Sai, quien ya bajó las escaleras, se acercó lo tomó por los hombros y le dio un beso – Despierta mi cereza, hay que partir si queremos llegar – Obviamente iba a conducir, así no alquilaban un auto allá y se moverían con más libertad. El pelirrojo emocionado comenzó a preparar los detalles, ya que su marido se encargó de empacar (en segundos ._.) su maleta.

---------------------------------  Fin del Pequeño Flash Back SaiGaa -----------------------------

–  Y es por eso – Limpiándose con un paño, por el sangrado, la nariz – Que vinimos enseguida – Rascando su mejilla – Yo jamás le negaría nada a mi cerecita, lo pide y lo tiene – Enamorado como ninguno.

Los azabaches estaban que se los cargaba el mal agüero. Pero no había tiempo de cuestionar el amor ideal de la familia, porque salió el tema que más se quería evitar.

–  Por cierto – Mirando a varias partes – ¿Y Naru-chan y Dei-chan? – Preguntó Sai.

Mierda ¿Qué le dirían? “Oh, tal vez rumbo a la prisión donde se merecen estar por destruir el lugar” Si, esos eran los pensamientos que Sasuke no quería compartir. Mientras Itachi, siempre varios pasos delante de su hermano menor, antes de que éste siguiera llegase a hablar con alguna excusa o iniciar su falsa ruptura… habló.

- Hay un serio problema con ellos – La sonrisas se borraron y Sasuke le advertía con la mirada que se callara – Ellos están en un gran problema – Y Sasuke quería matar a su hermano.

**--**--**--**--**--**

Naruto y Deidara apretaban fuertemente en sus manos sus prendas conteniendo su temblor, sus ojos eran vórtices, cuerpos rígidos y labios oprimidos. No podían más que solo escuchar sus desafortunados destinos y lo que pasará una vez que ellos salieran por aquella puerta, o mejor dicho, cuando los escolten por aquella puerta.

- Luego de la sentencia con suerte podremos hablar del pago por los daños. Creo en para ese entonces ya las reformas habrán más que concluido. – Cerrando la carpeta. Miró a los rubios. – ¿Alguna cosa que quieran decir? – Apoyándose en el escritorio. Deidara, muy cauteloso como asustado, tragó disimuladamente saliva.

- No somos delincuentes – El peliverde de lentes arqueó una ceja. – Nosotros so-solo vinimos a la… a la reunión – Le costaba hablar por la garganta seca.

- Y esa reunión salió muy caro ¿No? – Apoyando una mano en el escritorio. – Escuchen, no sé cómo es que fueron invitados gente de su… - Rebajándolos con la mirada - … posición – Los rubios contuvieron la humillación – Pero se darán cuenta que no pertenecen aquí – Mostrando molestia – No solo arruinaron un evento que nos costó trabajo, esfuerzo, dinero y dedicación sino que también emocionales a los que si eran nuestros invitados – Levantándose del sillón. – Y esto no puede quedarse así – Rodeando el escritorio.

- No-o era nuestra intención lo que pasó… - Ese tipo no le dejaba hablar a Dei.

- Y en cuanto a la perla que está desaparecida, son cargos aparte que según el código penal deberán verse frente a un juicio – Aseverando la voz - ¡Por robo!

- ¡No! – Alterado – No es así, la perla no fue hurtada-ttebayo.

- ¿A no? Entonces ¿En dónde está?

-… - Murmura.

-… se la… comió… una trucha – Silencio.

- Ya veo. Vaya excusa más patética – Ajustando sus lentes – No veo la necesidad de alargar más esto de lo que debería, como saben, afuera es un caos y debo ir a ayudar a responder por sus actos. – Alejándose. – Créanme que esto estará en todas la noticias, sus caras, sus delitos, a donde vayan serán señalados por lo que son, y ese, es otro castigo – Saliendo por la puerta en busca de los policías.

Camino un pequeño trecho  cuando de frente se asomó otra persona que no esperaba.

Fue un corto tiempo en que procesaba el rostro ajeno.

- ¡Joven Sabaku no! – Inclinación. – No esperaba que se presentara, es un honor. Disculpe el desastre y la cancelación.

- Buenas, señor Faruka. Observé que hay una situación caótica afuera. – Mirando con su típica y seria expresión formal.

- Oh, no se fije en esta desgracia causada por bestias de bajo calibre – La cara de Gaara seguía sin cambiar.

- ¿Los responsables dónde están?

- Joven Sabaku, no debe preocuparse de esto. Le prometo que arreglaremos todo, no debe porque usted o su padre alarmarse por dos manilargos patéticos qu-

- Le recomiendo que deje de hablar, o puede terminar mal – El peliverde miró a un lado.

- Ah, joven Sai Uchiha Sabaku – El pelinegro se acercó con su cara de póker sonriente.

- Es lo malo de un nombre tan largo – Negando con la cabeza. – Pero aparte de eso, debe dejar de soltar tanta palabrería de más – Rodeando con un brazo al pelirrojo – ¿No ve que lo enoja? – Faruka arqueo un poco la ceja y miró al bermejo quien se veía tan normal como siempre, sin atisbo de disgusto alguno.

- Yo…

- Piense lo que va a decir a continuación, mi querido señor asistente, no vaya a ser que meta la pata – Agrandando su sonrisa. El tipo no entendía pero mejor se callaba.

- Le comentaba a su esposo que los raptores fueron retenidos y ahora serán llevados a comisaria. – Sintiendo una rara sensación en el ambiente.

- Si, sobre eso, no creo que deba ser esto más grave – Abriendo sus obscuros ojos - ¿Por qué mejor no conversamos en privado?

- ¿Conversar? – Sai cerró sus ojos y volvió a sonreír ante la confusión del tipo.

- Si, conversemos – Mirando a un lado. Ahí estaban saliendo de las sombras Itachi y el señor Fujizaki. – Habrá mucho de qué hablar. – El asistente no intuía nada bueno.

 

 

 

 

Naruto y Deidara mientras estaban muy asustados, el menor no dejaba de culparse, esta vez sí que la había cagado en grande.

- Lo siento, en verdad lo siento Dei – Quería llorar.

- No llores Naruto, yo sé que fue un accidente…

- ¡No! – Se agachó por el impulso del grito – No es así, es mi culpa – Miró al mayor – Te prometí algo, te lo prometí y aun así… yo… yo rompí esa promesa – Se sentía peor que un estúpido, ya sea un pequeño vistazo sin tocar aquello contó como una traición a sus palabras y solo ahora que el desastre estaba hecho es que se daba cuenta.

- Naruto… - Dei sabia que nada de lo que dijera lo haría sentir bien, sabía que lo que más atesoraba el menor era la fuerza de sus promesas – Aun eres joven Naru, deja de comerte la cabeza, si ya entendiste de una vez por todas entonces deja de hacer estupideces – Que mejor que la sana verdad. El rubio lo miró mal. – Jaja, vamos, como si no hubiéramos estado en otras peores – Naru desvió la mirada – Claro que no nos habían atrapado hasta ahora, ya nos tocaba ¿No? – Suspiro por parte del menor – Naruto, quiero que sepas que no importa lo que pase…

- No digas nada cursi – Molesto.

- Déjame hablar – Cansino – Naruto, no importa lo que pase, las cosas son claras – Naru le miró confuso, Dei le sonrió tan cálidamente que el corazón del doncel brincó – No importa que hagan contigo, lo viviré por igual; ya sea que este bien o este mal, mientras este a tu lado, no importa – Ensanchó su sonrisa. Naruto le brillaron los ojos en verdad quería llorar.

- Tonto, menos mal que te dije que no quería nada cursi-ttebayo – Esnifando fuerte. Unos segundos después devolvió una sonrisa – Gracias – Muy agradecido. – No importa qué te sacare de esta Dei.

- Espero que sea pronto, los colores de la prisión son horribles – Ambos rieron. Aunque no había tiempo de reír pues por la puerta entraron el de gafas junto a su jefe. Alertas esperaban a los oficiales pero nadie más entró.

Hubo un silencio grande, la tensión se podía cortar, había algo incomodo en el ambiente. Había algo raro. Ambos hombres que hace no mucho no dejaban de minimizarlos con la mirada, ahora ni siguieran cruzaban sus ojos y se enfocaban en el suelo con expresiones inconformes y casi avergonzadas.

- Bueno, ejem – Se aclaró la garganta meditando sus palabras – Esta situación es bastante descabellada y casi excéntrica, por lo que comprendan nuestra posición – Los donceles cada vez estaban más confusos – Al parecer su situación hizo un giro completo y serán juzgados privadamente sin necesidad de un tribunal. Será todo a puerta cerrada – Los ojos de ambos se abrieron ante tal cambio.

- ¿Por qué? – Dei no estaría conforme con que solo los dejaran ir después de un pacifico acuerdo, que con anterioridad les fue rechazado cuando ellos insistían, quería respuestas.

- Ya se solucionó por así decirlo el tema principal, y los pormenores serán vistos por abogados. – Naruto y Dei estaban más confundidos – Ahg – Se notaba en la cara del asistente que le costaba también todo aquello. -  Que no presentaremos cargos, exposiciones innecesarias y todo quedara en completa privacidad.

- ¡No me trago eso! – Naruto también quería respuestas – Hace nada nos tachaban de ratas callejeras, nos expondrían a las masas y que nos íbamos a podrir en la cárcel ¿Qué pasó con todo eso? ¿Heh? ¿Por qué el cambio? – Naruto hizo un ligero puchero porque aquella situación le ponía las emociones al límite. Hace nada estaba triste y tenía miedo y ahora le daban pase libre así como así ¿Qué estaba pasando?

- Verán, nosotros no queremos impunidad por nuestros actos, queremos hacernos responsables – Dei se adelantó para hacer que Naruto volviera unos pasos atrás – Pero que vengan de la nada con esto, nos gustaría saber que paso en el transcurso después de que saliera por la puerta – El de pelo verde analizaba la situación.

- Faruka, solo diles -   El jefe habló ya también cansado con lo larga que se hacia la situación.

- Okey. Respondieron por ustedes, así que solo hagan caso y ya salgan. Seguro ellos les explicarán mejor – Los donceles aun quedaron quietos – Que ya pueden marcharse. Al pasar por la puerta los escoltaran a una salida de emergencia para que nadie los vea – Ajustando sus lentes.

- Ya márchense, esto es difícil también – Suspiró el jefe. Ambos donceles asintieron y comenzaron a ir hacia la puerta, pero antes frenaron frente a ellos.

- No sabemos lo que pasa, pero no queremos dejar las cosas así – Dijo Deidara.

- Tal vez no nos crean y nos detesten – Dijo Naruto.

- Pero enserio, nunca fue nuestra intención hacerles mal… - Dei.

- Por eso… - Naruto.

- Lo sentimos – Inclinándose ambos terminaron la frase. Alzaron sus miradas expresando su completa sinceridad. A ambos hombres de negocios les palpitó el corazón ¿Era el cansancio o de repente los donceles se volvieron adorables? Sin más ambos rubios salieron por la puerta.

Una vez fuera unos policías vestidos casuales los escoltaron por una puerta de atrás y allí había un auto BMW azul con vidrios obscurecidos, los ojiclaros ya no estaban seguros. Cuando les abrieron la puerta para pasar ya había unas personas dentro.

- ¿La fiesta fue divertida? – Los ojos de los donceles brillaron.

- ¡Gaa-chan! ¡Sai-kun! – Los dos a bordo, Sai de chofer, saludaron con sus manos. También estaba Itachi de copiloto.

**--**--**--**--**--**

- ¡Ah, ya veo-ttebayo!  - Naruto tomaba una taza de chocolate caliente luego de una buena ducha. Tenía una toalla de color lavanda en la cabeza y ropa cómoda.

- Con que eso fue lo que pasó – Dei bebía té verde para calmar estrés. Igual con ropa cómoda solo que de manga hasta los codos, Naruto playera normal, y su toalla color hueso alrededor del cuello, el cabello suelto y húmedo, fleco despejado así que se veía completamente el rostro.

- Debieron ver las expresiones de los tipos, se veían que no sabían dónde meter la cabeza – Burlándose. – Pero enserio que armaron un caos total, ya hubiera deseado llegar antes, ver peses y pulpos caídos del cielo es algo que solo pasan en los videos por-¡Ak! Digo, ciencia ficción – Sobándose la costilla que le golpeo su hermoso esposo.

- Cuando me enteré que ustedes estaban próximos a la penitenciaría me… asusté – Gaara bajo la mirada y sorbió tímidamente su té blanco.

- Oh Gaa-chan, no deberías haberte molestado en esto, digo, si estamos muy agradecidos, pero… nos da vergüenza-ttebayo – Rascándose la mejilla.

- ¡No! – Se coibio un poco por gritar – Ustedes son, mis primeros amigos de verdad y… Naruto pronto será parte de mi familia… por eso… - Naru sintió escalofríos pero se los sacó de encima y sonrió.

- Entiendo Gaara – Mirando a Dei beber su té. – Se lo que es cuando tienes a alguien importante – Dei le miró y ladeo la cabeza.

- ¿Eh?

- Nada Dei. Que hay que agradecer mucho a Gaara – Sonrió más.

- ¡Por supuesto! Pero primero debemos ver cómo pagar el desastre del hotel – Suspiró.

- Eso lo verán los abogados, por lo que no deben interferir hasta que se llegue al acuerdo. Después de eso, lo hablaremos mejor – Itachi, quien siempre estuvo allí, habló por fin él y Sai aun no habían tocados sus infusiones.

- Aun así, seguimos apenados por arruinarles el día a la gente y a los organizadores, queremos  enmendarnos – Dei estaba determinado, Itachi suspiró.

- Como dije, véanlo después del acuerdo – Ahora si bebiendo su té.

- A todo esto ¿Dónde está Sasuke? – Sai por fin bebe su café.

- En el hotel. Confirmó hace 17 minutos que había llegado.

- Si que se demoró – Sonrió.

- ¿Qué anda haciendo el Te…? Digo ¿Mi novio? – Tragando duro.

- Bueno, eso es algo que no sabemos. Pero cuando decidimos intervenir por ustedes el quedó pensativo y dijo que debía hacer otra cosa así que nos dejaba a cargo su situación – Gaara hacia memoria.

- Ese maldito, dejándonos a la deriva – Murmuró, los ajenos al plan le miraron – Digo, necesitaba consuelo y el no estaba… aparte les dejó a ustedes una tarea ajena –Suspiró. Hasta cuando ese bastardo pretendía ser un patán.

- La verdad estamos sorprendidos que Sasuke nos haya dicho eso – Gaara asintió.

- Por lo general el no deja que nadie se encargue de sus problemas – Habló el ojiaqua. – Pero esta vez lo hizo, y parecía realmente importante aquello que debía hacer – Bebiendo de su taza.

- Así que no seas tan duro con el Naru-chan, seguro que lo que sea que tuvo que hacer fue por ti – Sonrió Sai.

-… Gracias – Actuando bien. Ya que estaba seguro que ese maldito lo último que haría es mover un dedo por él. Seguro que si por él fuera ya estaría metido en la prisión y seria librado de cualquier trato. – Imbécil – Susurró esta vez bebiendo su chocolate con un sentimiento de decepción.

**--**--**--**--**--**

El sonido del agua de la ducha lo calmaba, el agua caliente recorriendo su cuerpo lo relajaba, quitando todo el estrés del día. Si que fue un día difícil. Uno lo que menos espera es que medio acuario inundara un evento y que él seria participe de ello. Suspiró. Realmente aquellos donceles sí que sabían dejar su huella.

Abrió los ojos recordando la situación después de discutir con su familia.

-------------------------------------------- Flash Back -------------------------------------------

- ¡¿Qué?! – Gaara y Sai estaban impactados, raro en ellos pero lindos - ¡¿Y que hacemos aquí?! ¡Hay que ayudarlos! – Dispuesto Gaara empieza a caminar al interior.

- ¡Mi amor espera! – Deteniéndolo.

- Pero…

- Lo sé. Pero antes debemos hacer unas llamadas, aparte no puedes presentarte así como así. El novio debe venir con nosotros – Mirando serio a Sasuke por quedarse quito. - ¿No vas a hacer nada?

- ¿Mmm? – Mirándolo indiferente.

- Porque antes de encontrarnos parecías como que ya te ibas – Aseveró su mirada.

- ¿Qué insinúas? Se directo como siempre – Creándose una tensión.

- Ibas a abandonar a Naruto-kun y Deidara-kun – No era pregunta.

- Sai, no creo que… - El pelinegro tomo su mano delicadamente, Gaara comprendió que debía quedarse al margen.

- Hmph, piensa lo que quieras. No me importa – Dándole la espalda.

- ¿Te irás? – Enojándose.

-…

- ¿Dejaras a Naruto así como así? ¿A tu prometido? ¿Acaso no lo quieres? – Silencio – No lo quieres – Perplejo.

- Espera Sai, creo que estás muy sensible, Sasuke no planea hacer eso – Intervino Itachi.

- ¿Entonces como lo debo interpretar? – Llenándose de cólera. – Si lo estoy malentendiendo entonces explícamelo para que pueda entenderlo – Intentando calmarse.

- Sasuke debe hacer otras cosas – Mirando al menor esperando que dejara de quedar en evidencia.

- ¡¿Qué es más importante que tu pareja?! – Queriendo agarrar al idiota.

- ¡Sai! – Gaara lo agarró del brazo, solo por él Sai se contuvo.

- ¡Sasuke! – Ver a Sai enojado era tan  increíble y poco común que intimidaba. El Uchiha quedo en silencio. – Tks – Ahora si le pegaba.

- Necesito buscar algo – Todos quedaron callados. Sasuke luego de unos segundos de silencio – Es importante porque justo afecta a mi prometido – Miró a Sai – Así que… - Puso una cara como si le costara suplicar – Se lo encargo… ayúdenlo mientras busco eso, confíen en mi – Todos quedaron en silencio.

- Haah – Sai suspiró – Si era así, entonces haberlo dicho antes hombre – Rascándose la nuca – Me estresé por nada – Gaara abrazó el brazo de su esposo y sonrió.

- Nosotros nos encargamos, Sasuke, si es realmente así de serio por Naruto, entonces te daré mi apoyo – Sasuke asintió y comenzó a correr hacia la dirección en la que iba antes de ser obstaculizado por su hermano y cuñado.

Itachi no entendía que pretendía su hermano, sabía que unas cosas eran actuaciones forzadas pero… una cosa era cierta.

Que en verdad iba a ayudar a los donceles. Y al parecer desde el principio fue así.

-------------------------------------------- Fin del Flash Back -------------------------------------------

Recordar aquello le daba jaqueca y lo que pasó después asco. Ni el mismo sabia el porqué de sus acciones pero ya estaba hecho. Más aparte lo pensó bien y no le convenía que su prometido fuera a la cárcel, su mamá se volvería mil veces más paranoica. Así que ahí había una justificación adecuada y se quedaba con ellos, no quería indagar más.

Salió de la ducha y comenzó a secar su cuerpo, amarró la toalla color vino alrededor de su cintura y tomo otra más pequeña para el cabello. Salió del baño y se sentó en la cama continuando con sacar el agua de su cabellera. Abrió sus hipnóticos ojos obscuros y miró la vista por los ventanales.

¿Se enterarían?

-… - Lo pensó mejor - ¿A quién le importa? – Dando por sentado el asunto y queriéndose cambiar fue hasta el armario. Pediría servicio a la habitación, tenía ganas de un té y calmarse.

**--**--**--**--**--**

Ya se estaba haciendo tarde y los invitados emprendían marcha. Estaban en casa de Naruto. Dei podría quedarse pero necesitaba volver a su casa para organizar su trabajo para cuando se retomara.

- No olviden que mañana nos reuniremos – Sonrió Naru.

- Por supuesto que no, ahí estaremos – Sonrió Sai.

- Lo espero con ansias – Secundó Gaara.

- También iras ¿Eh, robot?

- No lo soy – Negando – Y no quiero, más aparte tengo…

- No, nada de trabajo. Vamos a pasear, confío en que Sai te traiga – Sai tomó el hombro de Itachi.

- Tu déjamelo a mí – Miró a Itachi y este a él. El mayor no se inmuto pero si sabía que era mejor no dejar que este tratara de convencerlo, seria agotador.

- Der acuerdo iré – Puntualizó.

- Woh, y ni siguiera tuve que pedírselo – Orgulloso. Gaara negó con una sutil sonrisa y los rubios rieron.

- Jaja, bueno es hora, me marcho – Dei se despidió.

- Te llevamos, no puedo dejar que un bello doncel ande solo por la calle – Sai hizo una pose como de mayordomo – Si me permite señorito – El rubio se le resbaló una gotita pero asintió con una sonrisa.

- Nos vemos mañana – Se despidió Gaara agarrándole la oreja a Sai.

- Pero nadie es tan bello como tú mi cereza – Aguantando el jalón y siendo arrastrado – Buenas noches Naru-chan -  Los tres se adelantaron.

Naruto los saludo desde la puerta. Luego su mirada se hizo un poco amarga. Aun no podía creer que Sasuke…

- No lo malentiendas – Itachi habló. Naruto quedo confundido.

- ¿Qué quieres decir?

- La razón de Sasuke para irse fue…

-------------------------------------------- Flash Back -------------------------------------------

En la sala de reuniones mientras se debatía fieramente la situación de los donceles, se  interrumpían y contradecían tratando de llagar al acuerdo por parte de los Sabaku y Uchiha.

- ¡No! – El de lentes se hartó – Aunque sean sus familiares o amigos deben acatar la ley. Si fue un accidente tal vez ¡Pero son ladrones! No se puede negociar aquello – Exasperado. Los otros guardaron silencio. – Ejem, no es mi intención ofender a ustedes o sus familias, lo que menos quisiera es eso. Pero el hurto de esa perla está más allá de nuestra consideración – Ajustando sus lentes.

- Entienda que un acto así no puede quedar sin castigo. Deberían entender que no tratamos de hacer algo por maldad, estamos haciendo lo que se debe hacer. Violas una ley y se debe pagar por ello, sino hay una irresponsabilidad – Con aquello no podían argumentar.

- … No creo que se pueda llegar a un acuerdo de liberación. Pero si podemos hacerlo privadamente y reducir lo más que se pueda su sentencia, pero en lo que a mí respecta no puedo hacer nada más – El ambiente se hizo denso. – Si eso es todo, es mejor que va-

De repente alguien entró por la puerta de manera brusca. Todos quedaron callados, sorprendidos y algunos con la boca abierta. Ahí, quien cerraba la puerta tras de sí estaba Sasuke Uchiha con una cubeta en la mano, bañado en babas de distintos colores y apestando terriblemente a pescado podrido. Se acercó a la mesa y todos hicieron caras de asco, Sai rápidamente sacó un pañuelo y cubrió la nariz y boca del pelirrojo protegiéndolo mientras él se aguantaba tal peste mientras el maloliente depositaba el balde en la mesa de café.

Todos quedaron expectantes. El Uchiha oloroso inclino la cubeta mostrando una trucha dentro que nadaba lentamente, como descompuesta. Los organizadores arquearon la ceja confundidos.

- Dentro de este pez estaba lo que tanto buscaban – Alzando su mano y lanzando algo al de lentes quien desprevenido logró de forma torpe sostenerlo.

- Ah, la… la perla – Viendo que efectivamente era la perla que ellos alegaban robada.

- La próxima vez que mi pareja les diga una cosa – Aseveró fríamente su mirada – Más le vale que le crean – Los cuerpos de ambos señores temblaron – Aun si es así de descabellada – Caminando hacia la puerta – Más les vale que no les digan nada – Viendo a Sai y a Gaara – Que no se enteren de esto ¿Entendido? – Iban a decir algo pero - ¡¿Entendido?! – Ambos asintieron aun impresionados – Bien…. Estoy del asco, no quiero que mi… mi querido me vea así – Arrastrando un poco la voz, pero los demás lo acreditaban a que era porque estaba hediondo. – Me voy al hotel – Y se fue.

El lugar quedo en silencio con el sonido del pez nadando y el reloj. Sai despertando del asombro sonrió de manera macabra.

- ¿Decían? – Los hombres no sabían que decir, estaban que no se lo creían.

-… Que… - Costándole - ¿Cómo querían arreglar esto?

Todos sonrieron triunfantes.

-------------------------------------------- Fin del Flash Back -------------------------------------------

- Por eso no vino con nosotros – Naruto estaba sorprendido mirando el suelo – Así que no pienses mal de él, puede que a veces actúe como patán. Pero él sabe lo que hace – Rememorando que también creyó que abandonaría a los rubios. – Eso es todo, descanse Uzumaki-san – Inclinándose.

Naruto hizo lo mismo y después de ver que bajaba las escaleras entró a su hogar y cerró con llave y pasador. Pegó su frente unos segundos en la puerta pensando. Se alejó y una vez lavado todas las tazas apagó las luces, se puso su sombrerito y se acostó en la cama. Aunque no podía dormir, aun le daban vuelta tantos pensamientos.

**--**--**--**--**--**

Apagó las luces y se acostó en la cama. Aunque se sentía cansado no podía conciliar el sueño ¿Qué pasaba? El pensamiento de saber en qué había quedado la situación le llegó como también la necesidad de preguntar… ¿Qué debía hacer?

El sonido del celular lo alertó, el tono del tonto. Alargó su brazo para tomar el aparato y comprobar el mensaje.

--**-- Mensaje nuevo de: Usuratonkachi.  Asunto: Hoy.--**--

Podían ser tantas cosas que ese le podría decir lo cual sería una sabia decisión ignorarlo. Si podía mandarle un mensaje significaba que estaba bien ¿No? aun así no hizo caso a esa lógica y abrió el mesaje.

--**-- Idiota >:C --**--

Si, debió ignorarlo. Su cuerpo reaccionaba de inmediato, por lo cual ya estaba respondiendo.

--**-- Tu lo serás más, dobe --**--

Debía irse a dormir, pero aun esperaba una respuesta sin darse cuenta. Cuando esta llego ya estaba preparando un insulto como contraataque pero cuando lo abrió…

--**-- Gracias……………Buenas noches, Sasuke --**--

Eso lo dejó sin defensas, no sabía que decir. Aparte de eso, sentía una impresión anormal, sabía que el dobe jamás le diría aquello sarcásticamente, por lo que esa genuinidad le causaba una rara sensación en el pecho, era incomodo por ser nuevo pero de alguna manera ¿cálido?

No supo más porque de golpe le cayó todo el peso del sueño. Llego a contestar algo y de la nada quedó dormido. Pero aunque resulto extraño, se sentía ahora muy tranquilo.

**--**--**--**--**--**

Naruto se sentía como un tonto al leer el mensaje. Con una extraña sensación similar a la de Sasuke dejó el teléfono en la mesa de luz, apagó el velador y se dispuso a dormir. Igual que su receptor, de repente se sentía más calmado y con el sueño a mil. Inconscientemente su último pensamiento giraba en ese mensaje.

--**-- No fue nada, es bueno que ahora estás bien. Buenas noches, bobo --**--

Suene locura o no, ese “bobo”, lo sintió cálido.

 

 

 

 

Continuará…

 

 

 

 

Notas finales:

De la que se libraron xD Osea no del todo, pero si que es una suerte jajaja 

Ese Sasuke es un maldito a veces pero tiene esas pequeñas muestras que lo hacen tan aksdjslaldka que hdp xD

SaiGaa!!!

Ohhh Dei me dara un ataque de amor, como quiere y protege a Naru UwU demasiado ¬¬ jajaja aunque no es lo que creen... ¿o si? :0

Como vieron a  veces resucito, arriba esa fe!! que no se quedara en hiatus jajaja.

Gracias por seguir leyendome y por ser pacientes. Si les gusto el cap o no, dejenme comentarios buenos, malos, con criticas, insultos y eso, yo los leo con amor  :'D

Un gran abrazo

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).