Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ruleta del destino por AnonimoHarui

[Reviews - 178]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaa mis amados lectores, esta vez no he tardado mucho, asi que no me maten xD

Respondi a todos sus cometarios!


Tambien quiero decir que Ya me hice el Twitter para los que le interese claro :'3 Pero les dejo el link, pronto comenzaré a subir escenas y dibujos,

NO PROMETO QUE SEAN HERMOSOS Y PROFESIONALES, pero si entre todo lindos, iré mejorando :3

https://twitter.com/HaruAnoni

 

Sin mas, a leer se ha dicho jejeje

T.2. Capitulo 5. Play.

 

 

Ya era de mañana y la oficina estaba muy movida por los nuevos proyectos que estaban entrando para, como se refieren ellos, el nuevo comienzo de estrés y realización mejor dicho de una manera, “el nuevo ciclo”. Todo debía ser un poco movido al principio pero era normal, siendo que era lo más tranquilo, el inicio… pero, oh sí, hay un pero, y eso era que no estaban llegando los documentos del proyecto.

Para dejarlo claro no se podía iniciar absolutamente nada sin los documentos del proyecto. Sin ellos era quedar en la nada, no se podían mover, no era como una receta, no era como quedarse sin gas, no se podían buscar alternativas para lo que se refiere a este trabajo.

- A veces me pregunto por qué  no fui solo un contador – Apretándose el puente de la nariz.

- Porque aun así ibas a hacer todo lo que haces y teniendo un sueldo de contador – Entró su hermano – Tú querías trabajar en la empresa, Sasuke, papá no nos ha obligado – Sasuke  le miró mal.

- Dirás que a mí no me ha obligado. – No queriendo añadir nada más.

- No empieces otra vez – Sereno como sabio se sentó el sillón, porque más que una silla era un cómodo sillón, frente al escritorio – Tiene tiempo, sabes que…

- No quiero hablar, sé lo que es, ya lo habíamos discutido.

- Y si ya lo discutimos ¿Por qué lo vuelves a mencionar de manera mezquina? – A Itachi no se le escapa nada y eso a Sasuke, aunque lo sabe y admira, le molesta.

- Creo que me cayó muy mal el estrés innecesario – Suspirando – Los documentos no llegan ¿Alguna noticia del departamento de arquitectura?

- No, y el departamento de ingeniera se está poniendo ansioso. El tiempo corre para terminar las obras.

- Es un problema, entre más ansiedad se genere en las oficinas…

-… Será un caos – Terminó Itachi con su cara de neutral y voz profunda.

- Si…

- Pero como jefes nuestro trabajo es controlar y mantener la paz – Levantándose gallardamente – Aun si debemos ensuciarnos nosotros mismos – Dijo grave. Sasuke arqueó la ceja.

- Eso es extremista, pero acepto que si las cosas no se mueven las tendré que mover – Levantándose. – Iré a corroborar que sucede con el departamento de arquitectura y luego me comunicare con los ingenieros para reunirnos con los contratistas. – Se puso el saco pero no pudo pasar de la puerta cuando Itachi le tendió una carpeta color azul.

- Aquí hay un permiso del contratista del edificio MD, no estaba feliz que la reunión sobre la respuesta del proyecto se atrasara un par de semanas, pero conseguí que firmara para una prorroga. – Sasuke impresionado tomó los papeles.

No era nada fácil que un cliente quiera extender la fecha de una reunión para el inicio de una edificación a largo plazo y se reajustara. Como siempre Itachi era impresionante. Que bastardo.

- ¿Cómo lo haces? ¿Acaso eres mafioso? – Itachi no contesta - ¿Itachi?

- Si fuese mafioso ¿Sería más fácil o seria más libre?

- ¿Qué?

- Lo saqué de un libro de Sai.

- ¡No leas sus estupideces! No digo que sean basura los libros, pero no sé dónde saca las estupideces que lee. Que no se te pegue – Apuntándolo.

- Este era interesante. Te lo traeré.

- Por el santo, no. – Sacando su móvil cuando recibió una llamada, se sintió algo decepcionado por algún motivo pero contestó ya que seguía siendo vital – Dime ¿Dónde están mis benditos documentos? – Encabronado sale de la oficina. Itachi le da paso con ojos cerrados porque su hermanito se enojó.

Iba a salir también porque aun no le quedaban muchas cosas pero recibió un mensaje. Lo leyó rápido e iba a guardar el celular, pero frenó su acción y respondió un “Trabajando” y ahora si se fue.

**--**--**--**--**--**

La mirada fruncida de Naru no cambiaba con nada, oculto tras una de las paredes miraban los tres al causante de que algo no cuadrara en el mundo. Desde temprano que había un ambiente raro, y el que lo proporcionaba era el siempre correcto y arrogante Shii, quien hoy tenía un semblante calmado,  tranquilo, casi como un irreal y  hermoso cuadro detenido en un tiempo mágico… ¡Era aterrador!

- ¿Qué le pasa? – Matsuri puso sus manos en sus mejillas, su expresión era aterrada.

- Desde que llegó ha estado muy… - Temerosa Sari cubrió sus labios con el puño de su mano.

- Para mí que lo secuestraron los aliens y este no es Shii-ttebayo – Naruto achicó sus ojos y alineó sus labios, expresión de suspicacia o mejor dicho, “No me lo trago wey”.

- Me pregunto si le he dado mucho trabajo – Sonreía Hotaru ya que aunque ese fuese el caso no le quitaría responsabilidades – Tal vez un día más de descanso – Lo pensaba llevando su puño a su mentón.

- Bienvenida ¿Qué le puedo ofrecer? – Atendía como siempre pero aquella aura le daba distancia, y las féminas quedaban fascinadas.

- Ah, te… te puedo pedir a…

- ¿Hm? – Asintiendo suavemente.

- … a ti ¡An pan! – Reaccionó la chica.

- Claro – Sonrió ligeramente - ¿Qué tipo y cuántos?

- Tres de chocolate y una de anko por favor – Llevando un mechón de pelo atrás de su ojera.

- Enseguida. – Empaquetando el pedido. La chica lo veía embelesada y los otros trabajadores estaban atónitos. - ¿Desea algo más?

- Amm…. No, nada más – No queriendo arriesgarse… por ahora.

- Serian ¥167 – Sonrió.

- ¡Sí! – Un poco más y parece que le tiraba todo el bolso.

- Gracias por su compra, que tenga un buen día – La cliente se retiró y él borró su sonrisa, solo estaba neutro, y siguió lo suyo que era corroborar los pedidos de hoy y revisar si hacían falta ingredientes.

Unos segundos después volteó cuando sintió cuatro pares de ojos viéndolo.

- Ustedes tienen mucho tiempo ¿Eh? -  Mirándolo a todos con cierto desdén.  – Jefa, debería estar más ocupada que yo, debería ir a hacer lo balances que tenemos una reunión sobre los pasteles frutales. – Había reproche.

- Si jefe – Sonrió – Aunque no quisiera sacar ninguno de nuestros postres, pero la fruta se hace cada vez menos rentable – Suspiró.

- Busquemos otro proveedor, o ir al mercado a pelear por ellas – En la zona de frutas los precios eran mejores pero se llevaban todo lo bueno muy rápido, era casi todos los días navidad.

- No quiero perder guerreros, ya lo hablaremos. Sari acompáñame al depósito, Matsuri, barre la vereda y limpia los vidrios. Naruto, la mañana pasó, limpia el piso y las mesas y luego si Matsuri sigue con las ventanas ayúdala ¿Sí?

- ¡Hai! – Fue la respuesta de todos y se pusieron en marcha.

Naru después de ponerse los guantes y traer los artículos de limpieza miró a Shii, este le daba la espalda. El ambiente era frío

Rápidamente levanto todo de las mesas en la bandeja, la dejó en la barra, roció a todas las mesas con el limpiador y fue de mesa en mesa para limpiarlas. Luego barrió y ya solo quedaba trapear. Naruto era gritón, torpe y algo travieso, pero hacia bien su trabajo.

No podía dejar de mirar de vez en vez al rubio varón.

- ¿La jefa muy dulce pero con carácter, no? – Sonrió ampliamente.

- …

- … ¡Oye! ¿Crees que retiren el pai de banana? Sería el fin para muchos-ttebayo jeje – Rascándose la nuca.

- …

- … Es… ¿Es un lindo día, no?

- …

- ¡Muy bien hasta aquí! – Dejando el secador y enfrentándolo, sus ojos se encontraron por fin durante toda la mañana.

- ¡¿Se puede saber qué te pasa?! ¡¿Qué pulga te mordió el trasero?! – Disgustado.

-…

- ¡¿Ahora de repente te arrancaron la lengua y no puedes responder?! No pensé que fueses tan cobarde Shii. Si tienes un maldito problema conmigo solo dilo-ttebayo. – El enojo subía pero trataba de controlarse.

- … No todo gira a tu alrededor.

- ¡Gracias! – Alzando sus brazos con sarcasmo - ¡Muchas gracias! Parece que necesitaba dejar de ser un narcisista-ttebayo, ahora que aclaramos eso ¿Qué cojones te pasa? – Acorralándolo, bruscamente pero efectivo, con sus propias palabras – Si no soy yo o alguien de aquí… ¿Qué te pasa?

- … - Shii movió levemente su mirada a otro lado. A veces Naruto era tan… - Solo… algunos problemas, pero no es importante.

- ¡Es importante! – Serio. Shii se sorprendió – Has estado estreñido toda la mañana – La cara de Shii se desfiguró de la selección de palabras de Naruto.

- Mira, si es importante o no, eso no te incumbe – Ahora Naruto se sorprendió. – Sigue trab- ¡Ah! – Naru le tiraba el rociador con alcohol diluido. - ¡¿Qué carajos haces?!

- ¡Te desinfecto el cerebro! Trato que te entre por los ojos o la nariz-ttebayo – Shii agarro el rociador y las manos de Naru entre las suyas.

- ¡Ya para! ¡¿Por qué hiciste eso?!

- ¡Porque dijiste que no me incumbe! – Forcejeando el rociador.

- ¡Porque es verdad! – No cediendo.

- ¡Pero somos amigos! – No rindiéndose.

- ¡No somos tan cercanos! – Buscando quitárselo.

- ¡Idiota! – Herido lo soltó. Shii casi cae pero el rociador cayó al piso.

- ¡Oye! – Frenó al ver los ojos azules del doncel. Lo miraban determinados pero heridos.

- Aun si fuese cierto que no seamos amigos, aun así no puedo ignorarlo. Porque soy esta clase de idiota que no puede dejar pasarlo – Apretando su delantal. – Shii, si algo te molesta, al menos como compañero, confía en mí, te ayudaré-ttebayo – Finalizó con una carita adorablemente melancólica pero decidida.

Shii perdió. Quería ignorar la situación hasta que el pudiera actuar normal, pero no podía, no si eso significaba lastimarlo así.

- Lo siento. En verdad no es nada, solo que… - Sus ojos se enfrentaron mandando diferentes sentimientos, uno de ellos de manera codificada – Solo ayer viví una situación desagradable con mis amigos… se podría decir que el espíritu se contagió. – Obviamente no iba a decir que le pasó a él y ni muerto iba a decir el qué – Es personal, por eso no puedo ir diciéndoselo a todos. No es correcto – Naru pareció entenderlo, mejor dicho lo creyó.

- ¿Fue muy grave? – Preguntó - ¿Tú amigo necesita ayuda? – Shii se sorprendió. Claro, solo Naruto podría soltar algo así.

- Estará bien, es un idiota. – Ambos se miraron - ¿Estamos bien?

- No sé, ya que no soy tu amigo – Haciendo pucheros.

- No hagas un berrinche por un comentario fuera de contexto – Haciéndose el petulante.

- ¡Tú! ¡Nunca más me voy a preocupar por ti! – Apuntándolo.

- Jah, ya veremos. Eres un metiche – Sonriendo con sorna. Naru bufó y miró al suelo, Shii igual, el pobre rociador seguía en el suelo.

- Oh no – Agachándose.

- Si se rompió te lo descuento del sueldo – Agachándose también.

Ambos lo tomaron al mismo tiempo para levantarlo. Un estremecimiento recorrió el cuerpo de ambos. Se miraron y se perdieron en los ojos del otro, absortos en una mágica burbuja.

- Shii ¿Estás ahí? Necesito que vengas al depósito – La voz de Hotaru se escucho por el teléfono intercomunicador y ambos reaccionaron. Shii se aclaró la garganta y respondió a la dueña que ya mismo iba. Naru avergonzado jugaba con el rociador.

- Bueno, seguire con mi labor porque pornto debo ir aq mis clases-ttebayo – Juraria que tenia las mejillas rojas.

- Si, si… Naruto…

- ¿Si? – Contuvo el aliento por alguna razón.

- Gracias. – Sonrió.

- ¡Ah! – Un latido – No fue nada-ttebayo – Acomodando su cabello con nerviosismo. Shii no podía creer que este idiota fuese tan, pero tan endemoniadamente adorable.

- Pero deberías usar esa preocupación con tu amante – Apretando con disimulo su ropa.

- ¡¿Eh?! ¡Yo no tengo pareja! – Con cara de confusión y sorpresa.

- ¿Eh? ¿No? – No creyéndoselo.

- ¡No! – Increíblemente seguro - ¡Si lo tuviera lo haría venir a que te partiera la cara cuando eres un desgraciado-ttebayo! No sería mala idea ya que… – Distraído comenzó a divagar pensando cómo sería divertido atormentar a Shii que no se dio cuenta que este tenía una enorme sonrisa de alegría. Solo se cayó cuando sintió los brazos del rubio, lo abrazó tan de repente que no reaccionó a nada, fue fugaz pero la sensación se hacía eterna - ¡Pobre de ti! – Rió para sí mismo. Ese pobre no era para Naruto, era para él.

- ¡¿Cómo que pobre?! – Ya malinterpretando.

- ¡Sigamos trabajando! ¡Demos nuestro mejor esfuerzo! – Ya yéndose con la jefa.

- ¡Espera Shii! ¡No entiendo que pasa!

- ¡Nunca lo haces! ¡Ayuda a Matsuri! – Perdiéndose de su vista.

- ¡Oye! ¡Pero no…! ¡Ay! Como sea, esta es la última vez que me meto ¿Cuándo aprenderás, Naruto? – Sus mejillas se sonrosaron de pena, era la primera vez que un varón lo abraza, que vergüenza.

No puedo evitar pensar en Sasuke ¿Sus abrazos contaban? De ser así entonces ese que recibió ahora no sería el primero. No. Aquellos eran actuaciones, no contaban… pero…

- ¡Ay! Ya no entiendo nada, mejor seguiré con lo mío – Ahora su cabeza se pregunta qué haría el bastardo ese, seguro apilándose en trabajo.

**--**--**--**--**--**

- Como se esperaba de ti Dei, todo listo antes de tiempo – Sonreía Nagato.

- Te odio.

- Ya me lo has dicho. – Sin quitar su sonrisa.

- ¡No aceptes más trabajos! ¡Me siento explotado! Debo concentrarme en los trabajos de la facultad – Ansioso de que se acercaba el semestre de exámenes.

- Lo harás bien – Llevándose las prendas.

- ¿Qué clase de monstruo eres tú? – Desplomándose en la mesa.

- El que confía en ti – Saliendo feliz.

- Un día le voy a coser la boca – Ya lo estaba agregando a la lista de a quienes le haría eso. Quedó solo, Konan fue a hacer entregas.

Sacó su celular e hizo un mohín al ver la respuesta del mensaje de la mañana… “Trabajando”¡Trabajando! ¡Le responde trabajando el robot! Un día a él lo iba a cocer a una silla así se estaba quieto… se notaba que estaba agotado con la costura que todo lo que pensaba era cocer esto y aquello. Necesitaba urgente un descanso.

Miró el calendario, y se dio cuenta que estaba llegando la celebración popular del 28 al 31 de octubre ¡Halloween! Qué suerte y que injusticia que el robot de Itachi viviera en Tokyo, el puede ir a Shibuya a celebrarlo.

- ¡Malditos Uchihas tokiotas! ¡Qué suerte! – Volvió a desplomarse. Quería celebrar Halloween, era divertido.

Se levantó de un brincó como quien recibe una descarga.

- ¡Se me prendió el foco!

**--**--**--**--**--**

- ¡! – Sus ojos se agrandaron levemente.

- …  ¿Sucede algo señor Uchiha? -  Preguntó preocupada la hermosa asistente de Itachi.

- No… solo sentí un escalofrió – Volviendo a su trabajo de mirar los planos enganchados en la pizarra. La rubia se sorprendió.

- ¿Usted? – Bajó la cabeza al ver que dijo un comentario inapropiado.

- Bueno, me puede pasar – Respondió tranquilamente Itachi no afectándole. – No te preocupes, no dijiste nada malo – Mirando atento cada detalle de los dibujos.

- Claro – Sonrió aliviada y sonrojada.

- Hay lagunas cosas que no me cuadran – Liberando un poco de aire, un hombre comenzó a retirar los planos de la pizarra – Asistente Suiren.

- ¡Sí! – Despertando de su ensueño de telenovela.

- Llama al departamento de ingeniería y al arquitecto que diseñó los planos. Diles que me aparten lo más pronto posible una reunión para hablar sobre unos ajustes al proyecto.  – Recibiendo el plano enrollado del hombre.

- Enseguida Señor Itachi – Sacando su teléfono celular de oficina para realizar las llamadas dictadas – Buenas tardes, le habla la asistente del señor Itachi, Suiren Kirigaha, para informarle que…

Mientras la joven realizaba la tarea Itachi sacó su celular y suspiró. Un mensaje de Sasori no era lo que necesitaba ahora, él necesitaba trabajar. Cada vez el pelirrojo aumentaba los mensajes, de lo que era uno cada dos semanas se volvieron a uno todos los días. Estaba cansado y sobretodo aun le hería.

¿Qué buscaba de él? Que se fuera a realizar sus sueños. Ahora era libre sin la carga de conllevar una relación con él que era lo que lo retenía, debería exageradamente estar celebrando que todo le salió bien.

Al parecer a todos les salían las cosas bien pero a él no, nunca.

- Señor Itachi.

- Dígame.

- Ya se ha programado una fecha ¿Le parece bien el martes a las diez de la mañana o el jueves a las cuatro de la tarde? – Le habló profesional y dulce.

- Que sea temprano.

- Martes. Entendido – Apuntándolo en su agenda electrónica.

- ¿Qué falta en la agenda? – Saliendo para ir a su oficina.

- Solo queda que vea la videoconferencia que se hizo entre el consejo y los coordinadores – Siguiéndole el paso atrapando la mirada de todos.

No era de extrañar que se rumoreara que pronto la asistente hermosa y el semental presidente empezaran a salir. Ella era tan dulce y el tan serio, harían buena pareja.

- Que pesado – Odiaba esas charlas. Horas debatiendo y nunca llegando a nada.

- ¿Quiere que se lo resuma yo? – Tímida oculto su boca con la tablet.

- No, ese es mi trabajo. Tú ya puedes ir a casa. Buen trabajo como siempre – Viéndola serenamente.

- Claro – Enrojeciendo. Todos estaban enternecidos y expectantes.

- Hasta mañana – Entrando a su oficina y cerrando la puerta.

Los empleados veían aquello como un tipo desastroso que no iba a avanzar si seguía siendo una roca, pero a Suiren le brillaban los ojos. Ella en verdad admiraba y porque no decirlo le gustaba el señor Itachi. Pero era consciente de la diferencia de estatus y que su jefe no la vería de esa manera, más porque aun era muy reciente la ruptura de su amor el doncel Sasori. Su amor era puro, tenía una ligera esperanza que como una novela pasara pero si no, entonces deseaba que llegara alguien que si sepa cuidar y entender el corazón de Itachi. Ella pese a su amor, no podía admitir que entendía al 100% al primogénito Uchiha, eso sería una burda mentira.

- Ni siguiera sé que piensa lejos del trabajo – Suspiró. Mejor se iba a casa y dejaba de estar paradota ahí pasando vergüenza.

Saludó a todos y se retiró.

**--**--**--**--**--**

- ¡Maldición, estamos tarde por tu culpa! – Ino se quejaba mientras arrastrando a un desganado Shikamaru.

- Pero si fuiste tú la que tardó maqui-

- ¡Pero tú te quedaste dormido y despertarte fue un problema! – Agarrándolo del cuello – Si me pierdo esto te voy a matar. – Shika le miró aburrido y suspiró.

- ¿Y no puedes hacerlo ya?

- ¡No! Sería piadoso ¡Vamos!

Lo siguió arrastrando y llegaron a una tienda de tickets.

- ¡Espera aquí y no te duermas! – Entrando.

-… Que gritona – Destensando su cuello. Miró las nubes, culpables de que estuviera en esa situación. Caminó unos pasitos para no dormitar pero algo lo chocó - ¡Ahg! – Al piso – ¿Qué ca-?

- Uy, que golpe – Sobando su cara - ¡Oh! ¡Shikamaru-kun! – Sonrió en otro en el piso.

- …Deidara-san…

- Ay no llames así, ya te dije – Viendo que se le cayó sus cosas de la caja, comenzó a recogerlas.

- Ah, lo siento – Ayudándolo.

- No, fue mi culpa, la caja no me dejaba ver – Restándole importancia. - ¿Qué haces por aquí? – Metiendo las telas.

- Bueno, fui arrastrado por Ino para ir a una rebaja exclusiva de una de sus tiendas favoritas – Metiendo las cintas.

- Te perdiste otra vez en las nubes y aceptaste una locura ¿No? – Shika sonrió.

- Me conoces tan bien – Por ultimo las cintas métricas.

- Jeje, no tienes remedio – Levantándose – Pero me alegra encontrarte – Sonriendo dulcemente.

-… ¿En serio? – Sintiéndose inquieto.

- Sip – Tomando un papel de la caja y tendiéndoselo.

- ¿Eh? – Leyendo – Repito ¿En serio?

- ¿Qué opinas? – Ansioso.

- ¿Esto? Creo que e- – No pudo seguir al ver la carita entusiasmada del lindo doncel. – A-A... Asombroso – Sintiendo las mejillas arder un poco.

- ¡Gii! Lo sabia – Abrazando a Shikamaru quien quedó estático –  ¡Entonces vas a ir! – Separándose y acomodando su sedoso cabello.

- A-A… Bueno, no sé… – Se limitó a responder. Maldita sea, se sentía idiota que no coordinaba sus palabras.

- Vamos, tienes que ir. Será divertido – Amplió su sonrisa como niño.

- … Lo pensaré, pero creo que no sería tan malo – Se limitó a sonreír un poco.

- Entonces lo tomo como un sí – Aplaudió entusiasmado.

- Pero yo no di-

- Me pondré a ello y le diré a Naruto que ya uno está de acuerdo. – Agitando los puños motivado.

- ¿Eh? – Shikamaru en ese momento reparó en el aspecto del doncel. – Tienes ojeras – Inconscientemente acarició el contorno de esos pozos.

Deidara lo vio curioso más no lo apartó, Shika le pasaba por 5 centímetros así que levantó su mirada y solo sonrió dulcemente. Shika se sorprendió y apartó su mano.

- Oye, que no soy tan feo jeje – Soltando una bella risa, hasta sus cabellos se movía con gracia a sus movimientos.

- Esto…

- Estoy emocionado – Tomando la caja de repente - ¡Te prometo que haré un gran esfuerzo para que sea increíble! ¡Así que tienes que ir! ¿Prometido? – Si no tuviera la caja haría la promesa del meñique como con Naru.

- … Descansa como corresponde, pide ayuda, come apropiadamente y me tendrás ahí – Sonrió como quien acorrala a alguien.

- Jo, lo que debe uno hacer para que vengas – Protesto sabiendo que Shika también lo conocía bien. Luego sonrió – Bien ¡Hecho!

-  Tenemos un trato, veo algo malo en ti y se canceló todo – Serio.

- Que aguafiestas, déjame sin helado pero no me condenes así – Inclinando su cabeza apoyándose en la caja mientras reía.

Shika sentía mariposas.

- Entonces nos vemos. Luego hablamos y ve pasando la voz. Nos vemos – Dei emprendió camino.

- ¿Ne-Necesitas ayuda? – Viendo lo cargado que estaba.

- Nah, mejor concéntrate en lo tuyo o Ino te mata antes del evento ¡Adiós, Shikachin! – Guiñándole un ojo.

- N-No… me llames así – Susurró avergonzado. Miró a Dei hasta que este se perdió de su vista y suspiró. Al girar casi se lleva un susto al ver a Ino parada ahí con cara de picardía - ¡Por Dios, Ino, no me asustes así!

Pero Ino no cambiaba su expresión, es más, se bajó sus lentes de sol y movió sus cejas con sugerencia mientras chasqueaba la lengua juguetonamente, como una niña.

- ¿QUÉ? – Teniendo un mal presentimiento.

- Oh nada – Cantarina. Shika le miró con desconfianza – Pudiste decírmelo – Alzando los hombros.

- ¿Eh? ¿El qué? – No entendiendo pero su corazón estaba inquieto.

- Bueno, te daré tiempo jiji – Tapando su boca elegantemente con los dedos.

- Cada día más chiflada, Ino – Ella solo se rió.

- Vámonos, que se hará tarde – Y continuo su camino para ir a la estación del metro.

Shika quedo ahí parado tratando de comprender qué demonios había pasado, aunque se daba una ligerísima idea, la rechazaba por completo. Sin más solo siguió su camino.

**--**--**--**--**--**

Naruto estaba picando algunos vegetales para acompañar a las habas y que su plato tenga más color. Ya había marinado el filete de atún en miso, la cocción era rápida así que la haría a mitad del salteado.

Su mente estaba divagando en cierto Uchiha. Su “suegrita” recientemente le había llamado por teléfono para saber cuando los visitaría de nuevo o al menos cuando iría a ver a Sasuke, Naruto quedó en blanco, pero decidió no decir nada que no sea cierto, por lo cual fue honesto y le dijo que no estaba en condiciones para ir de visita por los estudios, y el dinero, por lo cual no sabría cuando estaría cien por ciento libre.

Mikoto se oyó decepcionada pero lo entendía, los estudios eran importantes, pero no dejaba de decir que su hijo otra vez se estaba metiendo de cabeza en el trabajo y que su otro hijo igual… estaba asustada por ellos dos. Naruto no podía cerrarse el corazón a pesar del chantaje emocional, pero no podía seguir refutando o quedaría sospechoso que el amante (que asco) de su segundo hijo pusiera miles de excusas para no verlo, así que viéndose encerrado le pidió un tiempo para confirmar una visita corta. Ella se oyó feliz.

- ¿Por qué no solo puedo hacer la vista gorda y listo? – Terminando de picar y colocando la sartén en la hornalla. La cocina era linda pero era a gas, y eso es lo que a Naruto mas le gustaba. No hay nada mejor que el placer de ver la flama, al menos para él.

Justo cuando iba a encenderla el timbre se escuchó con ahínco sorprendiendo a Naruto. Qué el supiera no invitó a nadie. Dejando de lado que sean vendedores a las siete de la noche se acerco al intercomunicador.

- ¿Quién es?

- ¡Un ladrón!

- Oh, espere un minuto. – Toma la llave y abre la puerta – Hola.

- No puede ser que en verdad hayas abierto, un día será un ladrón de verdad jeje.

- Es imposible no identificar tu voz Deidara, te conozco desde que tengo memoria – Sonrió grande. Dei también sonrió con dulzura. - ¿A qué viene tu visita? ¿No me digas que en verdad me vienes a robar la comida? – Cruzando los brazos – Desde ya te digo que debo cocinar más, ya estaba todo preparado.

- Oh, no te preocupes, es algo que puede tomar unos minutos – Sonrió.

- ¿Y qué es? – Empujándolo para que entre  y cerrar la puerta con llave.

- Bueno, he estado esclavizado en mis estudios y en mi trabajo. – Dejando con cuidado una caja más pequeña de la que tenía en la tarde.

- Pues somos dos. Extraño a mis amigos-ttebayo – Llegando junto a él.

- ¡Por eso mismo se me ocurrió una idea! – Giró ágilmente sorprendiendo a Naruto y alzó ambas manos no pudiendo contener la emoción.

- ¿Una idea? ¿Cuál?

- Estaba ahí yo muriéndome después de días y noches de aquí para allá sin rumbo ni final, pensé que me iba a desgastar – Dei se puso en modo dramático – Perdiendo el sentido y el espacio, antes de siguiera permitirme caer en la inconsciencia decidí al menos ubicarme en el tiempo. – Abrazándose a si mismo muy actoral.

- Aja ¿Y entonces? – Sonriendo con nervios.

- ¡Y entonces me llegó la revelación al ver la fecha! – De nuevo se acercó tan repentinamente que asustaba.

- ¿Cuál? – Desesperándose por tantas vueltas.

- ¡Esto! – Entregándole un folleto.

- ¿Eh? – Leyéndolo - ¿La celebración de Halloween en Tokyo Shibuya?

- ¡Sí! Pensé que sería un gran evento para relajarnos. – Extendiendo sus brazos a los lados como quien dice algo grande.

- … - Aunque quisiese saltar y decir ¡Sí! No podía – Dei, enserio me encantaría ir, pero no tengo mucho dinero para ir viajando y mucho menos tiempo. Además, la madre del bastardo me llamó para concederle una visita – Poniéndose triste por sonar tan borde – Lo siento, estoy algo varado. – Bajando la mirada.

Dei puso cara curiosa y luego sonrió. Se acercó a Naru y le acarició la cabeza. Naru miró a Dei quien se agachó un poco para estar a su altura.

- Ya, ya – Su sonrisa no se borró – No lo decía para ir. Comprendo, estoy en las mismas  - Naru agrandó los ojos.

- ¿Entonces? – Ahí la sonrisa de Dei se ensanchó muy grande.

- Pensé – Alejándose - ¡Hagamos nuestra propia fiesta de Halloween! – Feliz.

- ¡¿NANI?!

- Imagínatelo ¡Disfraces, comida, amigos y todo cerrado a un circulo! Tampoco invitaremos a medio barrio – Naru comenzó a comprender.

- ¡Ya veo! Para no ir hasta allá a celebrar la noche de brujas…

- Haremos que la noche de brujas venga a nosotros – Completo con una sonrisa cómplice.

- ¡Dei eres un genio! – Abrazándolo.

- ¡Yay! – Apretando al menor – No despilfarraremos mucho, haremos una canasta y será muy divertido – Sonrió Dei.

- ¡Sí! ¿Ahí trajiste cosas para eso? – Dei miró la caja y sonrió con pena.

- No queda mucho tiempo, así que quiero ponerme ya mismo con los diseños y disfraces jeje – Rascándose la mejilla.

- ¡¿Dime en que te ayud-?! – *Gruñido de estomago* - … ¿Eh?

-… Jajaja, primero come Naruto.

- ¡Quédate a cenar y hablemos de los detalles!

- ¡Sí!

Estaba decidido sería la mejor fiesta para ellos, iban a echarle ganas y nadie los podía frenar.

Todo saldría de diez.

 

 

 

 

Continuará…

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Jooooooo ya empiezan las cosas!!!! Como dije habrá caps antes de los eventos o despues, incluso ambas, asi que verás los avances y el pasar del tiempo jejeje, obvio no descuidaré nada, pero ya saben que me lo pueden decir!! :D

Ahora con el twitter me lo pueden incluso dejar y me llegaran la notificacion para leer WIII!! jejeje

Una vez más lo dejo

 

https://twitter.com/HaruAnoni

 

Espero que les haya gustado y me dejen comentarios con opiniones buenas o malas, las recibo con mucho amor aunque me digan cosas horribles xD

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).