T.2. Capitulo 4. Hagan sus apuestas.
Ya siendo casi medio día se encontraban en el parque conmemorativo de la paz. Naruto presionaba varias veces en la pantalla de su celular dando a entender que escribía un mensaje.
--**-- Mensaje nuevo para: Flojera 2.0. Asunto: Salida.--**--
--**-- Amigo, muero por salir con ustedes :’c Pero el trabajo y la facultad me tiene encadenado, más encima que consigo un par de días libres ayer lo pasé fatal y hoy tengo un compromiso, que no es del todo malo, pero habrá un demonio. Sigue sintonizándome para saber si seré un asesino o me asesinan. :D --**--
Hace mucho que no se juntaba con su grupo de más íntimos amigos, pero es que todos estaban ocupados. Ser estudiante de universidad es difícil, el primer año es pasable pero a partir del segundo comienza la carrera y a cada año era peor. Pero no lamentaba nada, ya que era algo que, aunque difícil en algunas asignaturas, lo quería con todo su corazón. Era…
El sonidito del móvil interrumpió aquellos pensamientos y dio paso a la curiosidad de quien podría ser. Antes de abrirlo llegó un mensaje nuevo. Iría en orden.
--**-- Mensaje nuevo de: Flojera 2.0. Asunto RE: Salida.--**--
--**-- Que problema con tu vida amigo ¿Está ese demonio bien? Porque al conocerte mejor creo que él va a querer suicidarse primero. Sinceramente también espero librarme del viejo y poder recostarme todo lo que quiera. Hablamos luego para organizar alguna cosa el próximo fin de semana. Saludos --**--
El hermoso puchero a juego con la carita de berrinche daba a entender muy bien lo ofendido y resignado estaba nuestro rubio. Quería salir con sus amigos, y le gustaría mucho presentarles a Gaara y su esposo pero no podría sin que aquello tuviera consecuencias. Abatido abrió el segundo mensaje.
--**-- Mensaje nuevo de: Hina-chan Asunto: Proyecto --**--
--**-- Naruto-kun, no olvides que pronto debemos terminar aquel proyecto para Asuma-sensei, no quiero presionarte pero él últimamente está siendo muy severo. Mañana en el campus reunámonos para conversarlo ¿De acuerdo? Ten un lindo día ^^ --**--
Si, definitivamente pensar mucho en la universidad invoca a más asuntos relacionados con ella. Lo mejor solo por hoy seria descasar y en lo que respecta pasarla bien. Asintió con una mano en su barbilla. Por supuesto, hay que ser positivos, digan al mismo tiempo “Hoy será un buen…”
- ¿Por qué haces tantas caras? – “…día”. Vaya, no pasó ni un segundo y ya le cae una cara fea – Esa expresión es desfavorable, cámbiala – Naruto tenía cara de que llegó el asno que menos quería ver.
- ¿Por qué llegas temprano? – Cruzando los brazos e inclinándose ligeramente de lado - ¿No hay una regla para gente con tú de llegar al último? – Increpándolo con la mirada.
- No hay tal regla absurda – Le pegó con una carpeta roja – Y te dije que cambiaras de cara, tonto – Naru se sobó la nariz del dolor.
- ¿Qué es eso? – Viendo, aun con carita de dolor, la gruesa carpeta que el bastardo abrió como si nada con ojos cerrados.
- Trabajo ¿Qué más podría ser? – Comenzando a leer.
- ¡¿Trajiste tu trabajo a una salida en domingo?! – Retrocedió creyendo que se podría contagiar.
- Claro que no – Naru suspiró – Solo es una pequeña parte - ¿Cuánto era una pequeña parte para él? Viendo con miedo el grosor de todas las hojas.
- Oye estás demente bastardo – Sasuke arrugó la nariz y le miró molesto. Cerró la carpeta con cierta fuerza.
- Ya que nos reunimos con anterioridad nosotros dos, es momento de dejar algo claro – “Ay no” pensaba Naru – Créeme que si – Adivinando sus pensamientos, la cara del rubio era un poema.
- Bueno – Se pasó la mano por la cara no pudiendo evitar blanquear los ojos – a ver con que pendejada me sales ahora bastardo – Mirándolo mal.
- Esa boca tuya es un problema, al igual que tu cara – Cruzando sus brazos con cara de fastidio.
- ¿A shi? No me gigash. Pues… te lo aguantas como yo a ti-ttebayo! – Colocó los brazos tras su cabeza después de estirarse.
- Mira Caturo ¡Akg! – Esquivó una piedra.
- La sigues y no respondo-ttebayo – Apuntándolo muy molesto mientras en su otra mano hacia saltar dos piedras más.
- Okey, mmm ¿Ushasami? – Naru ya estaba por tirársele a cuello - ¡Ahg! Como sea, con el incidente de ayer… Sai sospecha – Naru frenó cualquier intento homicida.
- ¿Sai-kun? ¿Pero por…?
- Pensé que había lograrlo despistarlo ayer – Pensando en aquel debate – Pero luego me interrogó por los anillos – Naru parpadeó y miró su mano, no estaba.
- ¡Cierto!
- Ninguno de los dos tenemos puestos… “nuestros anillos”. Es tan trivial pero aun así en lo que dura esta mentira – Mirando a un lado como quien no quiere la cosa – Debemos… ponérnoslo – Naru tenía cara de terror.
- ¡¿Estás loco?! No pienso llevar eso a la universidad ¡Dañaría mi estilo! – Palmeando su pecho consternado.
- Tú solito lo haces. Seguramente lo único que lograrás es llamar la atención de cómo alguien siguiera te propuso matrimonio. – Naru se mordió la lengua porque era lo que todos le decían.
- De todas formas no quiero. Esa cosa después se aferra a mí como sanguijuela –Apuntando con su índice de la mano derecha al anular de la mano izquierda.
- No crees que será, no sé ¿Por tu peso? ¿No deberías quizás ponerte a dieta tragón? – Naru abrió la boca indignado.
- Ahora si yo te voy a… - Queriendo darle una buena cuando.
- ¡Naru-chan, Sasu-chan! – Sai llegaba a todo pulmón con su pareja.
- ¡Ah hola! – Entrando en pánico abrazó a Sasuke para disimular sus ganas de matarlo. – Que bueno que ya llegaron-ttebayo – Pegando su cabeza en el pecho del pelinegro, el bastardo era alto, y rogando porque no hayan visto…
- ¿Estaban peleando? – Suavemente preguntó Gaara.
- No, claro que no – Respondieron ambos y a su vez Sasuke rodeó a Naru con un brazo.
- Pero Naru-chan parecía a punto de asesinarte – Sai se llevó la mano a la barbilla.
- No eso era… por… - “Engranes muévanse” pensaba Naruto - ¡Ah! Bueno está bien, si estábamos peleando – Sasuke le miró desconcertado pero no se apartó.
- ¡Oh! Nosotros no queríamos meternos tan así – Gaara se sentía algo apenado.
- ¿Es tan grande como para querer matar a Sasu-chan? – Sai los vio detenidamente.
- ¡Por supuesto, porque…!
- ¡Amor! ¿Enserio debemos decirles a otros sobre nuestras discusiones? – Manteniendo como podía la calma.
- Pues sí – Sonrisa maliciosa. Oh no, Sasuke sabía que nada bueno iba a pasar. – Verán… - Actor mode “on” – Quería enserio aprovechar la sorpresiva visita de mi cariñito – Llevando las manos a la boca haciéndose la víctima – Pero él, muy descaradamente, trajo en este paseo el trabajo – Ahí se hizo notar la carpeta gruesa del Uchiha – Y no quería entender que había que pasarla bien todos – Muy triste. Que buen actor ¿No? – Por eso me enojé, trato y trato. Quiero forjar recuerdos juntos pero…él… - Volteando la cara queriéndose reír, pero los demás lo interpretaban que iba a llorar. Excepto Sasuke e Itachi y Deidara que llegaron justo para la función, sin mencionar algunos metiches que circulaban y quedaron mirando.
Todos miraron mal a Sasuke. Este con cara de “¿Khá?” no procesaba la situación. Itachi viendo en el lio que puso el menor de los rubios a su hermano suspiró. Se acercó a ellos y le quitó de las manos aquella cosa a Sasuke.
- Tomaré esto y vamos a guardarlo – Dándosela a Sai.
- Sé donde guardarla – Y la tiró en un pequeño cesto de acero que sacó por ahí y le prendió fuego.
- ¡¿Estás loco?! ¡Eran papeles importantes! – Agarrando de la camisa a Sai.
- Y al ser tan importantes me imagino que no eran los originales ¿A que sí, Sasuke? – El pelinegro chasqueó la lengua al ver que aun con esa actitud idiota que tenía su hermano este no lo era para nada.
- Pero es cierto, eso fue peligroso – Gaara apagó el fuego con un pequeño extintor.
- ¿No es hermoso cuando se inclina para apagar el fuego con el extintor? – Enamorado con las manos en la cara.
- Claro, lo digas – Sasuke ya se quería ir.
- Naruto te pasas – Se acercó Dei.
- Pero fue genial ¿No? – Burlesco.
-…- Igualando la sonrisa – Pero fue genial – Y se rieron bajito.
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- Así que Itachi no quería venir ¿Eh? – Naru no le sorprendía. Tampoco que ambos hermanos Uchihas vinieran semi formales ¿Qué no conocían lo casual? Sai era un ejemplo de una moda fortuita y con estilo, al igual que su esposo.
- Le he estado persuadiendo desde la mañana, pero finalmente tuve que ir a buscarlo – Negó el rubio mayor.
- Con lo de ayer, únicamente quería descansar un poco – Con ojos cerrados y acomodando su elegante chaleco.
- ¿Cuánto seria un poco? Seguro ibas a trabajar. – A todo esto los seis estaban en unas bancas cerca del punto de encuentro.
- Aun así, es bueno que hayas venido. No siempre tenemos la oportunidad de pasear todos juntos – Gaara miró a todos y sus mejillas se sonrosaron tenuemente.
- ¡Y si Gaa-chan está feliz yo soy ultra feliz! – Abrazándolo. Los rubios sonrieron enternecidos, el mayor de los azabaches tenía sueño y el último chasqueaba la lengua desinteresado.
- ¿Y a donde vamos? – Sai deposito un beso en la cabecilla de su esposo, se apoyó en ella e hizo esa pregunta mirando a los donceles.
- Bueno aunque hay varias cosas que ver, tampoco son demasiadas – Naruto pensaba que podrían hacer.
- Es cierto que son pocas las cosas extraordinarias que hay aquí, pero sí que toman tiempo y son hermosas – Dei estaba en verdad emocionado de poder salir con todos, le habría encantado que Sasori hubiera podido venir.
- Pues no perdamos tiempo. – Sai se levantó dejando su mano tendida hacia atrás, Gaara le siguió y tomo aquella mano, ambos esperaban a que los demás hicieran lo mismo.
- ¡Claro! ¡Andando-ttebayo! – Naruto dio un saltó de la banca y feliz trotó adelantándose a todos.
- ¡Espera Naruto! No sabes a donde vamos – Dándole alcance.
Itachi y Sasuke quedaron atrás y suspiraron. Adiós a su día tranquilo.
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- ¡Vamos!
- No.
- ¡Por favor!
- No.
- ¡¿Sí?!
- No.
- ¡Por fiii!
- Nooo.
- ¡Ay! ¡Qué amargado!
- ¿Verdad, no?
- Por eso no tienes pareja.
- No la necesito.
- Pero bien que te gustaría ¿No?
- No sé de que hablas.
- ¡¿Lo vas a negar?!
- Creo que estás loco.
- ¡Shii!
- ¿Puedes dejar de gritar como un lunático?
- ¡No! ¡Porque eres un tirano malhumorado que sorpresivamente es un idiota tímido frustrado! ¡Aayy! – Le apretaban la cabeza con los puños.
- ¡Di-je que te ca-lles! – Enojadísimo. – Hombre, que ganas de joderme.
- Eso es verdad – Habló otro sujeto.
- ¡Ayúdame, Darui! – El morocho albino no contestó - ¡Malvado!
- Ya paren – Habló una mujer alta, hermosa y de figura voluptuosa. De cabello rubio con un corte recto que enmarca su rostro; de corto a largo partiendo desde atrás. Ojos celestes y piel blanca.
- ¡Hermana! – Aliviado.
- Voy al baño un momento y pasa esto – Cerrando sus ojos. – Atsui, ya para.
- ¡¿Qué?! Pero hermana…
- Dije que pares – Separándolo del otro rubio. - ¿Por qué no interviniste Darui?
- Que aburrido – Solo dijo.
- No tengo tiempo para esto. Karui y Omoi me esperan – Miró a Shii - ¿Y bien?
- Solo quería que me ayudaran a darles una lección a esos bastardos en el parque – Intervino el rubio hermano.
- …Eran niños…- Se defendió el de ojos grises obscuros.
- ¡Se burlaron de mí! – Interrumpió de nuevo al rubio.
- Solo se rieron de tu pelo cuando el viento…
- ¡No me importa!
- Atsui – La mujer reprendió tanto con la voz como con la mirada.
- …Tks, bien. Como digas, Samui, me calmaré – No contento.
- Bien – Creyendo que habría paz.
- Pero no se puede negar que este tipo es un malhumorado frustrado en el amor – Apuntando a Shii. Samui bajó la cabeza resignada. Shii estaba por matarlo pero Atsui se escondió detrás de Darui.
- ¡Ven aquí! ¡Te voy cortar la lengua! – Cabreado.
- Aw, el niño se enojó porque mencioné a su crush – Puso su mano en la mejilla e hizo poquita de pescado, cantarín de burlarse.
- ¡Ahora sí! – Haciendo una maniobra impresionante para apartarlo de Darui y comenzarlo a ahorcar. – Le hago un favor al mundo si te mato bastardo – Mientras tanto la rubia observaba aquello contemplando que sería hija única. - … voy a matar-
- Oh ¿No es ese su crush? – Shii detuvo en seco toda acción y miró paranoico a la dirección donde apuntaba el morocho albino.
En la otra calle se podía ver un grupo muy animado que poco a poco se iban acercando; y en ese grupo estaba…
- Wow, pues si que se la pasa muy bien – Atsui llevo una mano a su frente de visera – Y está muy bien acompañado – Sorprendido de ver tanto varón atractivo – Que pena por ti – Con una manito en la boca riéndose entre dientes. – No eres riv- - Lo golpearon en la cabeza.
- ¡Hermana! – Sobándose.
- Cállate – Le dijo muy seria. Él iba a preguntar, pero se dio cuenta y calló toda broma o comentario. Todos miraron a Shii.
Este estaba atento pensando en posibilidades pero todas se quebraron cuando uno de esos varones le tomó de la mano a esa persona y ésta persona respondía por igual con una sonrisa. Apretó los labios y los puños.
- Bueno, vamos. Nos están esperando – Comenzando a caminar rápido.
Los tres amigos miraron a Shii sintiéndolo por él. Pero no cuestionaron nada y lo siguieron.
Mientras en la otra acera. Las manos de aquella pareja apretaban tan fuerte que parecían que buscaban la forma de que la otra se rompiera. Camuflando el desagrado de la batalla con una sonrisa forzada, ya saben, para no levantar sospechas.
Porque desde hace un rato tenían la mirada penetrante de Sai encima suyo. Es como si de repente el moreno observara atento los detalles que antes a cualquiera le pasaban desapercibidos, como fue el caso de hace un rato cuando menciono el “¿Por qué no se tomaban de las manos?”
Sasuke y Naruto no han, ni querían, perfeccionado su actuación porque no lo necesitaban antes, pero ahora de la nada y de golpe debían hacer en un día todo lo que las parejas se van acostumbrando a hacer en meses o años. Y una de ellas era andar de manitos tomadas. Qué asco. Pero no quedaba de otra.
Con todo el ajetreo asumían que podían recorrerse dos o tres cosas en Hiroshima. Primera parada es La Torre Conmemorativa a los estudiantes movilizados. Naruto y Deidara querían mostrar las cosas divertidas, obvio, pero nunca venia mal ver las memorias, tristes y trágicas, de aquellos que lucharon y trataron de sobrevivir a las tragedias. Sai y Gaara estaban maravillados viendo y oyendo cada una de las historias y significados. Ya sabían todo aquello, pero en cada uno de esos monumentos se sentía una energía…. Definitivamente Naruto y Deidara sabían expresar bien las emociones ajenas.
Luego de eso ahora paseaban por los alrededores para llegar a la estación donde abordarían el metro que los llevarían a la calle Hondori, cerca de ahí había varios puestos de comida y helados; que tentador, pero esas cosas se dejan al final.
- La calle Hondori es genial, lleno de bares y restaurantes – Naruto ya tenía hambre.
- También hay tiendas de todo tipo donde hayas lo que sea; es un lugar perfecto para hacer compras – Dei ya se hacía a la idea de aprovechar la ocasión.
- ¡Wow! – Tomando una foto – Me pregunto si puedo jugar con las ilustraciones cuando lo pinte. – Sai tampoco lo desaprovecharía - ¿Tú qué dices mi cereza? – Gaara asintió con una sonrisa pequeña.
- Me gustaría probar luego el famoso okonomiyaki – Sus ojitos color agua brillaron.
- ¡Buena elección-ttebayo! – Naru ya saltó emocionado – Aunque déjame decirte que si algo debes probar, es el ramen del puesto Ichiraku – Puso su mano en el mentón de manera crítica – Créeme cuando te digo que nunca habías probado nada que se asemeje. No hay punto de comparación-ttebayo – Cruzando los brazos como si lo que contara fuese una hazaña suya.
- A Naru le encanta el ramen, si un día no saben que darle de presente solo denle eso, lo amará. – Dei reía.
- Oye no me vendas tan barato – Haciendo mohines. De pronto sus ojos fueron cegados por una luz. - ¿Qu-?
- Perdón, te veías tan tierno – Sonreía como si nada Sai.
- ¿No le molesta? – Dei le habló en tono suave a Itachi quien negó con un gesto leve.
- De unas pocas que puede tomarte por sorpresa tiene miles de su esposo – No era broma.
- Oh – Impresionado. Sonrió ampliamente y sus mejillas se sonrosaron – Que lindo debe ser que te amen tanto – Murmuró. Ahora era él quien quedo cegado.
- Otra imagen maravillosa – Sai se sentía en el cielo de ver a su belleza extraordinaria rodeada de más bellezas, nótese por Naruto y Deidara. – Aunque nada supera a mi bebé – Tomando como 5 de Gaara quien no cambio en ningún momento de posición.
- Tu hermano es raro – Naru le habló a Sasuke.
- Por fin en algo concordamos. Aunque también es irritante – Bufando.
- Bueno pero al menos es más humano que tú, bastardo jeje – Riéndose mientras le picaba con el codo el brazo. - ¿Me pregunto si tú muestras cariño?
- Tks, cállate, bobo – Ladeando la cabeza.
- Que no te apene – Con una sonrisa abierta.
- No me apena – Aun así agachó la cabeza comenzando a replantearse la respuesta a aquella pregunta.
- Ah no, no te sumerjas en ti mismo, vamos – Tomándolo del brazo. Sasuke reaccionó – Los demás se adelantan – Feliz lo guiaba hacia los demás.
- Oe, puedo caminar – Aun así no lo apartó. Los demás esperaban algo divertidos por la “pareja”.
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Se oía algo burbujeando en una olla. La mujer comprobaba que no se estropeado ya que era tan delicado.
- Bien, apenas vamos un minuto, debo… ¡Ah! Que tonta me falta…
- Mamá – Entró su único hijo. – Papá pregunta ¿Qué habrá de cenar?
- ¿Oh? Ese vago no puede pararse a preguntar por sí mismo – Bufó.
- … - No queriendo empezar una pelea sinsentido.
- Oh, dile que haré una tarta de espinaca y tofu acompañado de tonkatsu (chuleta empanada) – Controlando – Okey, faltan dos minutos – Volteó a ver a su hijo y sonrió – Shikamaru ¿Podrías hacer un mandado para mí? Es para la cena – Revolviendo la olla.
- … - Él sabía que “podrías” significaba “debes o…” y la verdad no quería ser regañado - ¿Qué necesitas mamá? – La mujer sonrió.
- Me faltan huevos para la tarta. Ve y compra una docena así tendremos para el desayuno mañana – Apagando el fuego.
- Okey – Saliendo de la cocina y dirigiéndose a la sala donde su padre estaba tirado viendo la televisión.
- Viejo, cenaremos tarta de espinaca y tofu con tonkatsu – Abriendo el fusuma (puerta corrediza).
- Oh genial. Estoy ansioso – Rascándose la barriga con cara desganada.
- También madre me ha mandado a hacer un recado – Suspirando.
- Okey – Dejando el dinero en la mesa y volviendo a su posición en el tatami.
- … Viejo, das pena. Has algo – Quejándose.
- No seas aburrido y ya ve o tu madre nos va a regañar a ambos –Riéndose.
- Ah, que problemático – Saliendo cerrando la puerta corrediza.
Se calzó y se abrigó para salir.
El clima estaba fresco, ya estaban por la primera semana de octubre, las épocas de otoño de noche eran frescas. Caminó un poco y pasó por un parque, lugar donde jugaba mucho con sus amigos de niño, y miró unos minutos el árbol donde siempre se trepaban. Siguió su camino a la tienda.
- Gracias por su compra – Sonrió la vendedora neutralmente y luego puso un tono “lindo” para otro cliente que era de buen ver.
Shikamaru es muy apuesto pero su cara de aburrimiento extremo le quitaba encanto para quienes no lo conocían, porque si se daban un tiempo de saber de él incluso amarían esa cara. Pero eso le daba igual al moreno, también era despistado en ese aspecto.
A pocos pasos de la tienda miró al cielo, las primeras estrellas en el cielo lleno de gamas entre rosas, naranjas y azules, otra forma de decir que estaba por ocultarse el sol completamente. Últimamente se sentía un poco… solo. No sabía si era carencia de un afecto conyugal o debido a la incomprensión de su persona. También puede ser alguna faceta atrasada de su adolescencia que se manifestaba ahora.
- Que problemático – En su mente apareció una persona y sonrió – Bastante problemático – Siguió con su regreso a casa.
Al llegar le dio los huevos a su madre, dejó el cambio en la mesa y se encerró en habitación. Acostado en la cama, luego de un día entero de estudios y ayudar a su viejo con su trabajo, se estiró agradecido de estar vivo para disfrutar su cama.
Sonó su celular. Lo tomó
Mensaje nuevo de: Chillona Asunto: No olvides.
**-- ¡Hey flojo! Ya descárgate el Line, esto de los correos es muy anticuado. No olvides que mañana a primera hora debes pasarte por mi casa por eso ¡¿Entendiste?! ¡A PRIMERA HORA! No estás ahí y te mato. Buenas noches. Besos (^-^)/ --**
Suspiró, otra histérica. Ya suficiente con las maestras y su madre que debe tener una mejor amiga así ¿Sería algo de familia? ¿Atraer a gente así?
- Dios, espero que no – Murmuró.
- ¡SHIKAMARU A CENAR!
- … (Podría no gritarme y mandar al viejo a buscarme) – Pensaba. Se levantó luego de responder a Ino que dejara de joder pero que iría.
Shikamaru era también bastante perceptivo. Cuando llegó al marco de la puerta giró para mirar hacia la ventana que estaba en frente.
- Siento que mañana será un día problemático – Cerró sus ojos cansado. Salió y cerró la puerta tras de sí.
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- Waaw, fue una gran comida – Se estiró Naru.
- Voy a matarte, de nuevo lo mismo – Sasuke se puso a su lado favoreciéndose de la perspectiva y le jaló con fuerza la mejilla. Naru se quejó en silencio lo más que pudo.
- Vaya, jamás vi a alguien comer tanto y fueron dos – Sai sonrió impresionado, como niño que ve una comedia.
- No hables demás – Gaara le advirtió antes que soltara cosas de la nada.
- Pero si es verdad, hasta tenía ganas de hacer apuestas con las otras mesas que miraban – Tomando una foto al restauran.
- Habría sido divertido verlo – Dei se unió a la charla – Más porque Naru es competitivo – Itachi ladeó un poco la cabeza pensando que eso sería grotesco.
- Sasuke debe querer mucho a Naru-chan, para pagar por todos – Tomando una foto a los dos que parecía compartir un “cariñito” según su visión.
- ¡¿Verdad?! – Mirando a Sai y con disimulo torcer el brazo de Sasuke quien se quejaba internamente con una expresión dura.
- Igual ya se hizo tarde. Debemos volver – Lamentó el pelirrojo.
- Cuando podamos volveremos de visita, no estés triste amor – Acunó el rostro de su esposo y le sonrió serenamente. - ¿Podemos? – Mirando a los donceles.
- ¡Claro! Siéntanse bienvenidos incluso en nuestras casas – Sonrió alegre Dei.
- No quisiéramos molestar – Gaara en el fondo estaba emocionado de pensar en algo así como una “piyamada”.
- ¡No digas tonterías-ttebayo! Serán mas que bien recibidos – Apartándose del gruñón que tenía como “pareja”.
- Eso… seria genial – Sonrió suavemente. De esa sonrisa le siguió una ráfaga de luces.
- ¡Es tan hermoso! – Sai veía y sentía flores por doquier.
- Creo que quedé algo ciego – Frotando sus ojos.
Ya luego de una leve caminata por la cuidad nocturna, llegó el momento para que nuestros personajes se despidieran y volvieran a su vida. Cada quien su camino otra vez. Dei le dio golpecitos a Itachi para que este se aflojara de ser tan firme, Gaara y Sai hablaban con Naru sobre como la próxima no olvidaran que irían por ramen y visitarían mas sitios. Sasuke miraba todo aquello sin ápice de emoción, solo ya quería irse a su tranquila casa, sola y tranquila casa.
- ¡Ey! – Como si alguien lo sacudiera de un mundo negro se encontró con el rostro del rubio quien lo miraba curioso.
- Oye, si que te pierdes en tus pesares, hasta allá se sentía tu aura negra – Señalando al grupo que lo miraban como bicho raro.
Esas eran las expresiones que él más aborrecía, que lo miraban así, una mezcla de preocupación y rareza… estaba ya tan cansado.
- Ahí ya vas otra vez-ttebayo – Naruto colocó sus índices en las comisuras de los labios de Sasuke y lo estiró a los lados y un poco arriba. – Así, sonríe – Naru sonrió y sus ojos brillaban – Estás vivo – Como si adivinara lo que iba a decirle “¿Por qué sonreír?” le soltó aquella palabras.
- Vivo – Había algo en esas palabras, un trasfondo que lo obligaba a quedarse callado, en su interior lo sentía. Era muy personal preguntar, por eso prefirió guardarse quemante duda. – Vivo y aguantándote – Se limitó a decir, aligerando el ambiente.
- Oye – Haciendo puchero y retirando sus manos.
- Hmph – Por raro que parezca, hasta para él, sonrió. Un toque juguetón y de burla, pero al fin y al cabo una sonrisa. – Vamos, tonto.
- Te sigo, bastardo – Sonrió cómplice y se juntaron con los demás.
Ya en casa de Dei hubo una corta despedida y los cuatro restantes partieron al hotel donde mañana se debía levantar temprano para volver a casa.
Naru quedó mirando un poco la lejanía y luego miró a Dei quien hacía lo mismo. Sus ojos se encontraron y sonrieron. Caminaron dentro de casa.
Aun quedaba más de un año de aquel trato absurdo, pero ¿Por qué no llevarlo con calma? ¿Y por qué no? ¿Disfrutar como amigos o compinches?
Hoy se abrió algo nuevo, se sentía en el aire. En el mundo y en el universo de cada uno.
Una nueva etapa donde a partir de ahora se compartirán más cosas. Más expresiones, más conocimientos como sentimientos…
Una etapa para aprender del otro. Porque sí, cada día se aprendería algo nuevo estando juntos, solo hay que tener los ojos abiertos y el corazón abierto para aceptarlo.
Continuará….