Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ruleta del destino por AnonimoHarui

[Reviews - 178]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HoooOoolaaa mis amados lectores! :3

Muchas gracias por recibir de buena manera mi corto fic!! >w< me hace feliz que les gustara jejeje.

Respondi a todos sus comentarios!! :D


Muchas gracias por dejarlos ^w^ En cuanto a mi otro fic. Lo actualizare este finde :3 asi que esperenlo con ansias!!

Sin mas, a leer se a dicho!! :D

Nos vemos abajo.

Capitulo 2. Otro día.

 

 

Naruto permanecía mirando aquella pieza como si fuera un objeto del mal. Ahí en su dedo, fijada como una maldición y la única solución para sacársela fuese entregarle su dedo al diablo. Obviamente ni cojones haría algo como eso.

¿Cómo es que su día había terminado así? No podía creerlo, su tutor siempre se lo dijo, “Naruto, con tus disparates terminarás haciendo un compromiso eterno”, y aunque se lo decía en modo de regaño, jamás pensó que debía tomárselo como algo que literalmente te pueda pasar. Solo decía, ya que se metió en problemas como siempre, terminó peleando con un pez, casi pierde un dedo y ahora una sortija de compromiso estaba atascada con toda la fuerza del mundo en su dedo anular ¡Justo el anular! ¿Era enserio? ¿Qué clase de retorcida coincidencia era esta? De encontrar un anillo no era de todo imposible, pero que ya se te atore en un dedo y sea justo el anular por culpa de un pez que de todos tus dedos seleccionó ese, es que vamos hombre, que aquí estaba pasando algo.

Ya había intentando todos los trucos. Desde jabón y crema corporal hasta grasa y manteca y las últimas le dio un terrible asco. Solo quería sacarse eso e irse a casa y dormir como nunca.

- Déjame verlo mejor Naruto – Llegó Ino y miro de nuevo la pieza metálica – Vaya, no es que sea una experta en joyas, pero si sé lo suficiente como para decirte que este anillo es caro, mira nomas los diamantes – Mirando aquella pequeña piedra multicoloreada.

-  Me parece más una baratija de fantasía -   Arqueo la ceja al ver los brillos de arco iris que se formaban dentro de esa joya color verde agua.

- Pues te aseguro que es autentica, yo como debo mantener una imagen, puedo reconocer cuando algo es original y algo es pirata. – Sintiéndose algo ofendida por la duda en su amigo.

- Bueno, ya sea un juguete o hasta la misma piedra del faraón, me quiero quitar esta maldita cosa-ttebayo – Haciendo un mohín al sentirse un prisionero.

- Por dios ¿Qué voy a hacer contigo niño despreocupado? – Apoyando sus manos en la cadera.

- Naruto no puede quedarse siempre con ese anillo – Llego Kiba y se sentó junto a Naruto – Imagínate si vuelve a la universidad con eso. Seguramente llamará la atención de todos. – Todos asintieron.

- No veo como es que esta cosa llame la atención, pero me la quiero quitar – Mirándolo de nuevo y deprimiéndose por su suerte.

- Es obvio que llamaras la atención Naru – Ten-Ten se posiciono frente a él - ¿Quién creería que alguien pudo pedirte matrimonio? – Dijo burlonamente.

- ¡¿Qué cosa?! – Se levanto enfadado.

- Jaja, es verdad. Solo piénsalo, Naruto Uzumaki, el doncel más imperativo y problemático consiguió marido – Se burló Kiba.

- Maldito…

- Ciertamente es algo sorprendente que pasase eso –  Ajustándose los lentes.

- ¡¿También tú Shino?! – Sorprendido.

- No puedes negar que la persona que acepte ser tu marido tiene muchas agallas – Se sumo Neji expresando sus pensamientos.

- ¡¿Pero qué?! ¿Por qué piensan eso de mí? – La moral del rubio estaba bajando.

- Porque eres ruidoso, terco, busca pleitos, no muy listo, pesado, infantil, impulsivo, quisquilloso, sentimental, exagerado y peor aun ¡Eres un mojigato! – Todos comenzaron a enumerar sus defectos y la frese final solo vino de Ino, Kiba y Ten-Ten, los demás pensaron que ese último sobraba.

- ¡¡¿Eehhh?!! No es cierto ¡Y ese último esta demás-ttebayo! – Avergonzado hasta las orejas.

- En eso concuerdo, creo que ser virgen esta demás – Dijo Lee sin medir sus palabras, así que recibió un golpe con una sandalia en la cara.

- ¡¿No tienes otro lugar donde decir estupideces?! – Ahora rojo como fruta.

- Jaja, no te enojes Naruto, ya te llegará tu hora de debutar – Naruto rojo de enojo le jalo la mejilla a Kiba - ¡AAAAUUUSHHH!

- No quiero que alguien como tú me diga eso – Con cara de diablo.

- Ya, ya. Estamos haciendo mucho escándalo y no estamos solucionando nada – Intervino Neji.

- Lastima que justo hoy Shikamaru no pudo acompañarnos – Se lamentaba Ino pensando que su inteligente amigo ya habría hallado una solución.

- Bueno, el tipo también no estaba muy feliz que digamos. Es decir, perderte la playa para ir con Chouji a una convención – Lee rezaba porque su amigo tuviera paciencia.

- Eso le pasa por no prestar atención y hacer compromisos – Ten-ten reía – Aunque quien sabe, tal vez se esté divirtiendo – Todos rieron pensando en lo irreal que sonaba aquello.

- Volviendo al tema principal – Shino tomo la mano de Naruto con delicadeza – Hay que ver qué hacer con la sortija – Mostrándole la mano con el objeto en cuestión a los demás.

Todos volvieron a quedar callados pensando que podrían hacer para quitarle esa cosa a su amigo sin tener que cortarle el dedo. Tan silencioso estaba todo que uno queriendo romper aquello, se sentó en la banca de piedra al lado de Naruto y abrazo sus hombros con un brazo.

- Bueno Naruto, viendo que no hay salida, solo debemos aceptar la innegable verdad – Sus ojos miraron fijamente a los azules de Naruto, con una seriedad tan abrumadora que todos se tensaron expectantes. Kiba radicalmente dejo salir un resoplido que contenía una risa – Te comprometiste con un pez – Y estallo en carcajadas.

El Uzumaki se le sonrojaron las mejillas de la pena y cólera. No era un asunto de risa, pero nada pudo evitar que los demás comenzaran a reírse y hacer bromas.

- Naruto de pescado – Se rio Ino.

- El futuro sireno Naruto – Kiba se agarraba el estomago de la risa.

- ¿Me prestarás tus escamas algún día? – Ten-Ten tampoco paraba.

- Hay que un día hacer una competencia de nado Naruto. Yo vs tu cola de pez – Lee se mato de la risa pero no bromeaba del todo, aquello le pareció un reto.

- Jeje, Naruto tendrá que acostumbrarse al plantón – Incluso Hinata se unió.

- ¡También te burlas de mi, Hina-chan! – Descolocado totalmente.

- Debes admitir que es divertido – Sonrió a más no poder Neji, y eso ya era raro.

- Imaginarlo se me hace muy cómico – Shino compartió también su opinión muy animado, también extraño.

Naruto hizo un mohín pero termino por reírse.

Nada se podía hacer por ahora, así que solo lo dejaron pasar hasta que terminara su día en la playa.

**--**--**--**--**--**

Tecleaba en su ordenador como poseído. Sin pausas, ni errores, moviendo sus dedos ágilmente como si en su memoria supiera donde estaba cada botón. No miraba hacia abajo ni una vez ni para responder el teléfono. Todo lo hacía mecánicamente y no paraba,  salvo cuando sentía que comenzaba a tener errores en las palabras y en ese entonces se daba cuenta que ya era de noche y estaba cansado.

Ese no era el caso ahora. Se encontraba muy activo y despierto para hacer correctamente su trabajo. Justo en eso su móvil sonó y el atendió en tres segundos.

- Uchiha Sasuke al habla – Sin parar su trabajo de escribir en el ordenador, lo cual lo realizaba perfectamente con una mano. – Señor Tokzume, buenas tardes ¿En qué puedo ayudarle? – Dejo de teclear para levantarse e ir hacia un gabinete de donde extrajo una carpeta verde – El Marketing ya está en marcha para la compra venta del lugar, estará todo listo para la construcción  – Revisando unas hojas – No debe preocuparse de minorías, pero si le surgieron interrogantes con los precios…

Toc toc toc (Malos efectos ¬¬)

- Un momento – Tapando el celular con su hombro – Adelante – Y volvió a llevarse el móvil al oído – Si, aquí estoy – Miró a su hermano quien iba decirle algo, pero él levantó el dedo para que esperara y le indicó que se sentara en el sofá – Bueno, veremos ese tema después, ahora enfoquémonos en el diseño, ya he hablado con el arquitecto a cargo… - Tomo un bolígrafo y comenzó a anotar – Ajam, ya lo estoy anotando. En la compra de materiales podemos ofrecerle buenos precios si nos deja la cuenta a nuestro cargo, pero eso depende de usted….Nosotros trabajamos con diferentes compañías que nos brindan sus servicios a precio por ser nosotros – Sonrió de medio lado – No tengo ningún problema que quiera encargarse usted de la compra de materiales si cree que podrá realizarlo de una mejor manera de la que yo  hacer, así que…- Volviendo a escribir en las notas – Oh, entonces perfecto, hablaré con el maestro de obra mayor para que busquemos los tres los materiales que usted quiere y que sean de calidad. Porque nosotros solo queremos su complacencia total – Anotó algo más y luego su mano se situó en el mouse de la computadora e hizo un par de clics – Si, el viernes no podré ¿Le parece mejor el lunes? – Tecleo de nuevo – Si, lo que pasa es que este fin de semana debo preparar otros proyectos. No se preocupe, tengo el tiempo necesario para el suyo – Gracias a su silla giro en su eje hacia la ventana atrás suyo y sonrió de lado de nuevo – Perfecto, entonces el martes al medio día. Veremos eso y almorzaremos. Es un placer, para servirle, buenas tardes – Y colgó. Largo un sonoro suspiro y cerro sus ojos.

- Me complace ver lo excelente que siempre trabajas – Itachi se levantó del sillón para acercarse a su hermano cruzándose de brazos.

- Itachi, siempre soy excelente en mi trabajo – Miro a su hermano con desgana y luego miro al cielo a través de su ventana – Al menos en eso si soy afortunado – Murmuró bajito en un aire melancólico.

- Ya ha pasado más de un año, Sasuke ¿Aun no lo superas? – Preocupándose por el bien estar de su hermanito.

- ¿Qué estás haciendo aquí, Itachi? – Su tono de voz se volvió arisca.

- Hmph – Arqueando la ceja – El sábado habrá en casa de mamá un cena. Debes ir – Dijo tratando de no pelear por la reciente atmosfera que creaba su hermano menor.

- Estoy ocupado. No tengo tiempo para ir a una cena – Volviendo a girar hacia su computadora para continuar.

- Lo sé. No has hecho nada más que trabajar como loco desde hace más de un año – Dijo enojándose. Sasuke le miro molesto también.

- Si vienes a amargarme el día, por favor retírate – Itachi chasqueo la lengua.

- Por todos los cielos Sasuke, mírate – Lo volteo para verlo a la cara – Te has convertido en esclavo de tu trabajo y todo porque no puedes superarla. Todo el tiempo es trabajo, trabajo y más trabajo. Nunca sales, jamás nos visitas, si no fuese porque nosotros tenemos que venir aquí para saludarte ni siguiera sabríamos de ti – Itachi estaba enojado.

- Si ya terminaste, vete. Mi vida privada no es asunto tuyo, yo estoy bien – Serio.

- No puedes ser así. Desde que te pasó eso, nosotros hemos sido reducidos a nada en tu vida ¿Tan alta la tenias que es más importante que tu familia, que tus amigos? – Itachi trataba de mantener la compostura, pero su límite llegaba.

- ¡Cállate! En vez de estar criticando mi forma de vivir ¿Por qué no mejor te vas a hacer tu vida? Tienes a Sasori ¿Ya hace cuanto tiempo están juntos? ¿No es momento para que se casen de una vez? Ya deja de estar jodiéndome la vida y enfócate en la tuya. Tal vez si haces eso y Sasori te rechaza sentirás lo que sentí yo, que quiero dejar en claro, ya no me importa – El mayor reprimió darle una cachetada al menor.

- Pensé que cuando estabas con Sakura eras odioso, pero me doy cuenta que ahora que ella te dejó y te pateó el orgullo en verdad eres así de odioso – Sasuke enojado tomo un libro y se lo lanzó, afortunadamente Itachi lo esquivo y camino hacia la salida.

- No es este sábado. Es dentro de dos semanas sin contar este. Has recapacitar esa cabeza seca que tienes y haz memoria – Sin más, salió.

Sasuke se quedo ahí pensando en lo idiota que era su hermano. Hablar de cosas que solo le traían dolor no era comprensivo ni ético. Suspiró y se dejo caer en su silla, aquella pequeña riña sí que lo dejo cansado.

Odiaba descansar. A penas su mente se veía libre de trabajo esta pensaba en cosas inútiles. Como Sakura. Aquella mujer que logró traspasar sus barreras y logró enamorarlo. Siempre esta le decía que era frio pero que lo amaba así, con esa linda sonrisa. Sus manos que lo acariciaban con cariño, su suave cabello, su dulce voz que lo llamaba y sus ojos, esos bonitos ojos. Aun sentía cosas por Sakura ¿Cómo no hacerlo? Prácticamente ella lo siguió hasta que le dio una oportunidad y le nació el amor con el tiempo. Pero todo ese bonito collage que creaba con memorias del pasado se quebraba y se rompía al llegarle como bala el recuerdo de ese verano.

Sakura rechazándolo, gritándole, despreciando sus sentimientos, dejándolo ahí con el corazón roto y luego cuando supo que lo abandonó se terminó rompiendo.

Se levanto como rayo, no quería pensar en nada más, hace mucho que se dijo que no iba a permitir que Sakura estropeara su vida sin estar allí. Ni ella, ni nadie. Ya no necesitaba el amor, prefería estar solo. Con ese pensamiento que era su mantra, continúo trabajando.

Pero no supo porque, en medio de sus tecleteos, un pensamiento fugaz le atravesó la mente. El momento en que se deshizo del anillo ¿Por qué recordaba eso ahora? No lo había hecho hace mucho ni cuando pasaba Sakura por su mente ¿Por qué ahora? Un presentimiento invadió su pecho.

Volvió a mirar por la ventana. Algo en su pecho revoloteaba como alerta de que algo iba a avecinarse, algo grande ¿Qué sería? ¿Por qué sentía pavor? ¿Sería Sakura?

- Suficiente ya basta – Se golpeo el rostro – Sakura ya es el pasado. Sakura ya no está aquí. Ella ya no es parte de mi vida y está bien así. Estoy bien solo. No necesito amor – Inhalo y exhaló aire y calmándose un poco siguió con su trabajo, volviéndose a perder en esa seguridad que le daba un respiro a su ser al llenarse de deberes.

 

 

- ¿Cómo esta? – Preguntó el bermejo tranquilamente.

- Igual de irritante que siempre – Dijo no menos enojado. Sasori suspiró cansado, aquellas riñas entre ellos eran comunes y últimamente aun más. Ya casi ni se trataban y siempre terminaban peleándose.

- ¿Va a venir entonces? – Preguntó igual de calmado, Itachi le miro arqueando una ceja – Debo intuir que no – Dijo como si nada.

- Sasori, no lo tomes con tanta calma – Rascándose la cabeza al sentir que le daría una ulcera – Es el cumpleaños de mi padre, Sasuke tiene que estar ahí. No siempre se cumplen 53 años estando “rebosante” de salud – Con sarcasmo, pero notándose lo afligido que estaba.

- Fugaku es fuerte. Saldrá de esta – Apoyando su mano en el hombro de Itachi – No será su último cumpleaños, y Sasuke puede asistir al próximo. Solo necesita algo más de tiempo – Ita le miro algo mal.

- ¿Más tiempo? Ya va más de un año así. Falto al cumpleaños de mamá, al mío, al tuyo y ahora al de papá ¿Qué clase de persona hace eso? – Itachi se deprimió – Cada vez lo perdemos más, Sasori ¿Qué podemos hacer? – Apretó los puños de frustración.

- Ya, ya – Le acaricio la espalda – Mejor vamos, hay que hacer los encargos ¿Si? Luego hallaremos una solución – Le sonrió muy suave, casi imperceptible. Itachi le contesto igual.

- Si. Vamos – Y se subieron al auto para ponerse en marcha. En el camino Sasori miro el semblante de Itachi, se veía mal. Pero decidió dejarlo tranquilo, seguro se le pasaría.

**--**--**--**--**--**

Ya era lunes a la mañana y Naruto tuvo que hacer un mundo para levantarse. Vamos a recapitular. Naruto el viernes se fue con sus amigos a la playa muy feliz como cualquier joven en vacaciones, de repente algo llamo su atención en al agua y él como buen metiche se a investigar, tuvo una batalla a muerte con un pez por aquello cosa y termino con un anillo de compromiso en su dedo anular y ahora debía levantarse en sus vacaciones muy temprano para ir a una joyería para hablar con el experto y que le quite esa cosa.

- Bien Naruto. Cada día te superas – Dijo con ironía terminando de alistarse para reunirse con un amigo que lo iba a acompañar.

Salió de su pequeño departamento y se fue a paso lento hacia el garaje en común donde guardaba su bicicleta.

- Buen día Naruto-kun – La anciana dueña de los departamentos le saludo con una sonrisa.

- Buen día Chiyo-san – La saludo alegre.

- ¿Estamos madrugador? – Se rió la mujer mayor.

- Se podría decir que me metí en líos otra vez y debo solucionarlo-ttebayo – Rascándose la cabeza.

- Oh, pobre, siempre haciendo disparates – La mujer comenzó a caminar – Debo hacer mis labores. Naru, lindo ¿Me podrías hacer un favor? – El rubio asintió.

- ¿Podrías llevar este paquete al correo? Necesito que lo sellen para que lo envíen a Tokio – El rubio tomo el paquete.

- Ah ¿Un regalo a su nieto? – Colocándolo con cuidado en su cesta.

- Hai. El debe estar dando lo mejor en su trabajo, así que le envío un pequeño presente. No es mucho, pero espero que le guste – Dijo pensando en lo simple que debía ser aquello en comparación de lo que su nieto podía comprarse.

- ¡Yo creo que le encantara! Si es hecho a mano por su abuelita, lo atesorara-ttebayo – Le sonrió abiertamente – Yo lo haría, jeje.

- Eres un buen joven Naru. Y un hermoso doncel. Si mi nieto fuese varón te lo presentaría – La cara de Naru se sonrosó.

- No tiene que hacer eso. Aunque fuese varón el debe encontrar a su persona especial. Además seguro que la tiene allá en Tokio.

- No me ha dicho nada similar, solo que salía con un muchacho, pero no volvió a mencionarlo… - Pensado en las cartas.

- Tal vez espera su momento para presentarlo – Sonrió ampliamente – No te preocupes Chiyo-san, me encargare de este paquete – Alzando el puño determinado – Bueno, me voy. Hasta luego – Comenzando a pedalear.

- Que te vaya bien – Saludo la anciana.

 

Naruto recorría la zona tranquilamente. Ahora que eran vacaciones ya no había prisas, podía ir tranquilo al centro. Vivía algo apartado del centro, así que debía siempre salir dos horas antes de lo acordado si quería ir con calma, como ahora, pero como siempre se le hacía tarde en días escolares, pues, debía batir su propio record muy seguido y siempre llegaba cansado y hambriento, sin mencionar desalineado. Pero cuando no era así, entonces podía disfrutar del recorrido y la fresca brisa veraniega matutina.

Ya había llegado al punto de encuentro, solo debía aparcar su bici y listo. Iba a realizar eso cuando vio en una vidriera de aparatos electrónicos, en una tele, un comercial de un nuevo tipo de ramen y que estaba en oferta por lanzamiento.

- ¡Una oferta de ramen! – Grito emocionado asustando a los transeúntes cerca de él. Corrió como loco pegándose al vidrio – Guau – Con sus ojos iluminados de emoción - ¿Dónde, dónde? – Anoto mentalmente la dirección que le fue dicha por el comerciante y sonrió muy feliz.

- Oye niño – Alguien le toco el hombro.

- ¡No soy un niño! – Le corrigió exaltado.

- Creo que se roban tu bicicleta – Naruto proceso lentamente aquella información y su cabeza giro tan rápido que pareció que se le saldría. Un encapuchado tenía entre sus manos el paquete de Chiyo  y sostenía su bici.

- ¡Oe, eso es mío! – Grito fuerte. El desconocido respingo y a toda velocidad se monto en la bici y comenzó a pedalear - ¡¡Ay no puede ser!! – Grito horrorizado.

- ¡Te presto mi bici, apúrate! – Le dijo el señor pasándole la bicicleta.

- ¡¡Gracias!! ¡¡Ya se la devuelvo!! – Y salió a toda prisa por el ladrón.

En ladrón iba de lo mas campante con su botín que no se daba cuenta que le pisaban los talones.

- ¡Oye! – Grito Naruto atrás de él cuando lo diviso. El ladrón y impresionó y alterado fue con más velocidad - ¡Ah no, no te me escapas! – Aumentando la velocidad. Naruto llego al lado del delincuente - ¡Robar es contra la ley, imbécil! – Le dijo enojado.

- ¡No me digas! – Sacándole la lengua.

- ¡Te voy a moler a golpes! – Y siempre siendo tan precipitado se lanzo contra él y ambos cayeron fuertemente al piso, sin perder tiempo se jalaron las greñas. Fue hasta que vieron al paquete y ambos comenzaron a forcejearse para ser el primero en atraparlo. - ¡¿Qué no te enseñaron a no tomar las cosas que son tuyas?!

- ¡Sabes, creo que falte a esa clase!

- ¡Bastardo! – Seguían peleándose hasta que una tercera persona tomo el paquete. Ambos miraron al sujeto, Naruto feliz decidió ponerle fin a aquello y le dio tremendo golpe al hombre dejando K.O - ¡Dei-chan!

- Siempre haciendo drama, eh, Naruto – Dijo Dei desganado. Ambos rubios se miraron y comenzaron a reír. – Enserio eres un payaso Naru – Dándole el paquete.

- No es mi culpa – Haciendo un pechero – El baka me quiso robar.

- Me pregunto ¿Cómo terminó teniendo tu bici? – Mirándolo atentamente.

- No tengo idea – Mirando hacia un lado con los ojos bien abiertos, haciendo sus labios a un costado y comenzando  silbar.

- No sabes mentir – Dijo Deidara con tres goterones en la cabeza.

 

- Muchas gracias señor. Si no fuese por usted me habrían robado – Le agradeció muy contento el rubio.

- Jo jo, no hay problema. Esas ratas no saben por donde aparecen, me alegra que no lograra quitarte nada joven – Muy jovial el señor con mostacho.

- Enserio lamento que mi amigo le haya dado problemas tan temprano, señor – Se disculpo el otro rubio al ser el mayor se sentía responsable.

- Ya, no te preocupes está bien. Veo que son dos bellos donceles, seguro están para hacer compras. No den tanta importancia a este divertido asunto y vayan a hacer lo suyo jóvenes – Los rubios sonrieron contentos creando una atmosfera encantadora de la que cualquier persona se quedaba prendada.

- ¡En vez de coquetear con los jóvenes, ayude a su esposa en la tienda, viejo verde! – Una señora algo robusta llegó a jalarle la oreja a su marido – Jo jo, disculpen a mi esposo, se pone molesto a veces – Los donceles quedaron algo impresionados. – Bueno buena suerte en su día. Nos vemos. Vamos don Juan, si tienes tiempo para flirtear, tienes tiempo para ayudarme a mi – El hombre lloraba de pensar en el castigo que le tocaba. Los rubios rieron y decidieron seguir con lo suyo.

 

Caminaron un rato por el centro para mirar algunas cosas, entregaron el paquete de Chiyo al correo, pasaron por algunas tiendas y comieron un helado.

- Oh, así que este es el famoso anillo que te regalo un pez – Viendo con emoción aquella joya.

- Si bueno, al menos el pez no era tacaño – Se permitió bromear, ya había pasado lo malo, ahora solo quedaba solucionarlo.

- Jaja, no voy a la playa por trabajo y mira lo que me pierdo – Dijo divertido y lamentándose por no ir.

- Créeme que se rieron mucho de mí – Dei y Naruto reían de las cosas que pasaron ese viernes. Ambos daban una linda vista. Dos rubios hermosos y riéndose muy felices, era una escena muy inocente y jovial de la que muchos de los jóvenes que pasaban no perdían detalle.

Deidara, un doncel de 26 años, muy bello y un artista explosivo. Conocía a Naruto desde que este tenía 9 y el 14, se podría decir que ambos se amaban como hermanos.

- ¿Y has pensado que hacer cuando te quiten el anillo? – Naruto miró a Dei curioso. – Digo ¿Qué harás con el anillo? ¿Te lo vas a quedar? ¿Lo vas vender o solo lo vas a tirar? – Naru miró el anillo.

- ¿Lo quieres Deidara?

- Por supuesto que no. Yo no querría una sortija ajena, no me parece ético… además – Picándole la mejilla – Aquel pez te la dio con tanto amor, seguro tuvo que hipotecar su casita en el mar  - Burlándose.

- ¡Jaja, no molestes! – Apartando la mano de Dei. Miró de nuevo la sortija – La verdad, no sé qué hacer con él. No lo había pensado – No perdiendo detalle de aquella pieza – Ino me dijo que era caro… pero venderla… no sé porque, pero no me apetece algo así. Tampoco podrá quedármelo, no es mío y tirarlo o regalarlo tampoco me parece buena idea. No sé qué hacer  – Mirando suplicante a Dei para que le dé una respuesta.

Dei suspiró, su pequeño amigo era así. Honesto como un niño y bueno hasta la medula. Deidara sabría que Naruto no podría hacer las cosas que una persona normal haría si se encontrara con una joya tan cara.

- Y ¿Por qué no hayas a su dueño? – Naru miro al mayor – Verás, si es una pieza de joyería tan cara como dice Ino, seguro que tiene un código de serie oculto. Generalmente se hacen para que la gente pueda devolverlo al dueño, pero también sirve por si se pierde en una escena de crimen – Dijo como si nada ganándose una mirada de piedra de Naruto. – Bueno el punto es, que si es invaluable, podemos saber de quien es, y podrás devolvérselo – Sonrió el mayor.

A Naruto le latió el corazón. Deidara siempre estaba ahí para darle la respuesta que el deseaba. Ahora estaba seguro de lo que quería.

- Deidara ¿No querrías casarte conmigo? – Le sonrió risueño y juguetón.

- Por supuesto. Sería un honor. Pero tengo una condición – Naru ladeo la cabeza – Cómprame una joya más cara que esa – Ambos explotaron en risas.

- Eres malo, Dei-chan ¿Quieres que venda mis órganos?

Así que los donceles luego de tanta risa se pusieron en marcha para ir a la joyería.

**--**--**--**--**--**

- Así que no vendrá ¿Eh? – Dijo Mikoto, dejando de picar verduras, muy triste de pensar que su retoño no asistiría al cumpleaños de su padre, más aun viendo que su marido estaba enfermo.

- Ese Sasuke, siempre fue algo egoísta, pero ahora… - Itachi reposaba e la mesada de la cocina y estaba enojadísimo.

- Ya, ya, tesoro, no te frustres. Sasuke pasó por un momento que no solo hirió su orgullo, sino que rompió su corazón – Acariciando el brazo de su hijo – Esa Sakura – Frunciendo el ceño – Si la vuelvo a ver, le daré una tremenda paliza – Ita miró a su madre con impresión y luego rió quedito.

- No te manches las manos mamá. No lo vale. Ella se pierde de estar con un buen partido como Sasuke. Aunque ella nos dejo un cascaron gruñón, así que estoy tan enojado como tú – Mikoto sonrió. Su mirada se poso luego hacia abajo abatida.

- Se siente, aunque no lo diga, traicionado. Se siente débil y patético, por eso esta así, no se soporta él mismo y aleja a todos. – Ita miro a su sabia mamá con cariño y comprensión – El solo necesita volver a confiar en el amor. Seguro hay alguien que lo amará con una fuerza desmedida – Pronuncio con ansiedad.

- Debe ser una gran fuerza para soportar su mal genio. Ni Sakura aguantaba su frialdad y humor, bien que se desahogaba con nosotros – Recordando lo descarada que era una mujer. Diciéndole a su hermano que lo amaba como era, pero bien que cuando él no estaba se quejaba de él con gran teatro para que sintieran pena por ella y no odio – Si que supo manipular – Murmuró, aunque él lo tomaba como broma cuando pasaba, con el tiempo comenzó a sentarle mal, porque ella no reía con honestidad, ella se quejaba de verdad de su hermano y buscaba cambiarlo. – Y bien que huyó cuando la trato como tanto ella deseaba. – Volvió a murmurar. Su madre lo miraba interrogante.

- ¿Itachi?

- No es nada mamá – Besando su frente.

- A propósito ¿Sasori vendrá a la celebración? – Dijo con una sonrisita pequeña.

- Claro, él dice que no se la perdería – Mikoto sonrió.

- Que bien. Es un chico muy bueno y comprometido. Sin duda encontraste a alguien que pegue contigo – Volviendo a cortar las verduras.

- Hai. Con Sasori estoy bien. Él es el indicado para mi – Su madre le vio emocionada.

- ¿Vas a casarte con él? – Ita sonrió un poquito.

- Probablemente. Últimamente parece algo más neutral de lo normal, pero seguro es porque comenzó a realizar su trabajo para exponer en la galería – Mikoto sonrió.

- Seguro será precioso. Siempre hace esculturas muy lindas – Volviendo a cocinar y metiendo un cucharon de madera en la cazuela y revolviendo la salsa blanca.

- Todo lo que hace es perfecto – Dijo con calma y orgullo. – Vaya, me está dando hambre. Creo que comeré hoy aquí – Su madre asintió feliz de oír eso.

**--**--**--**--**--**

- ¡Fascinante! Sin duda una pieza original y a mano. Reconozco el trabajo bien hecho y la firma. El que hizo este anillo es un famoso orfebre – Miro al rubio menor emocionado – Jovencito ¿Dónde encontraste tan bella joya? ¿Piensas venderla? Te pagaría bien – Naruto no entendía nada de lo que ese hombre decía, ya que hablaba por los codos y sin respirar.

- Eh, disculpe, mi amigo quisiera que leyeran el código de serie para devolverla – El hombre miro desilusionado al los dos jóvenes.

- Oh bueno, se nota que son gente de buen corazón. Claro, le sacare esto y les daré el nombre del dueño – Suspiró y se levanto para ir detrás de la tienda a buscar algo.

- Vaya, no sabía que era tan invaluable. Con más razón quiero regresarla. Mira si el pobre tipo quiso pedir matrimonio a su pareja de manera romántica y se le cayó al agua. Pobre, seguro que lo pasó mal-ttebayo – Acariciando la sortija. Dei sonrió, el no tenía el corazón tan pequeño como para decirle que tal vez el “pobre hombre” era millonario y podía comprar cien iguales a esa. Pero lo entendía, si el  hombre lo hizo con amor, una nueva joya no serviría para el consolar la dedicación y el amor que puso en la creación de la primera.

- Aquí estoy, por favor pon tu mano aquí – Colocando en la mesa un recipiente con un liquido blanquísimo – Es un removedor de anillos, puede que te queme un poco la piel, pero es por efecto para que la masa muscular se contraiga un poco, y ya que es resbaladiza saldrá rápido. – Naruto tragó duro y coloco su dedo ahí. Le ardió un poco pero no estuvo ahí mucho tiempo, unos diez segundos. El hombre como si fuese un mago le quito el anillo como si nada.

- Wow, salió – Miro sorprendido el anillo - ¡Ay duele! – El hombre la paso un pañuelo.

- Espera unos cinco minutos antes de lavarte con agua, la reacción inmediata con el agua y este líquido es aun peor que solo, así que aguarda – Tomo el recipiente y se fue de nuevo atrás.

- No era tan malo ¿Verdad? – Dei tomo el anillo que ya fue limpiado y se lo entrego a Naruto.

- Y pesar que esta cosa me hizo rabiar el viernes – Miro aquella joya y noto en el interior del anillo un grabado <I love you, Sasuke> lo leyó – Que lindo – Dijo conmovido – Con más ganas quiero devolverlo-ttebayo – Dei sonrió.

El hombre volvió y se llevó el anillo y le dijo a los donceles que volvieran en tres horas que era cuando tendría el nombre del dueño. Ambos rubios asintieron y fueron a pasear un poco más. A almorzar y jugar unos juegos en un salón acarde. Al regresar el hombre ya los esperaba.

- Muy bien. Aquí está la dirección. Les deseo mucha suerte, jóvenes – Dijo feliz – Si el dueño no lo quiere aun puedes vendérmelo después – Naru asintió no muy convencido y se despidieron.

- Muy bien ¿De quién es y dónde está? – Preguntó emocionado el rubio mayor, armándose una novela en su cabeza, de que ese anillo viajo mares y fronteras para llegar a Naruto.

- A ver… su dueño es del centro de Tokio. – Dei sonrió.

- Wow, Tokio. No mucho pero sí que viajó – Riéndose de su pensamiento.

- Su dueño es… Uchiha Sasuke

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

OMG! Ya sabe de quien es!! Ahora solo falta que se conozcan!! *---*

Jajajaja mas tiernus los amigos de Naru, me matan de risa! xD Veo que le es impresionante e irreal que Naru se comprometa y se case xD

Naruto, futuro sirenito :v

Pobre Sasuke, se llena de trabajo solo para olvidar el dolor y no pensar en tonterias :C debio querer mucho a la Sakura ¬¬ sinseramente yo creo que esta mucho mejor sin ella, pero alla el, aun no conoce a su destino *---*

Pobre, como lo trata a Ita, aunque me hace feliz que este logrando poner a Itachi en un punto medio con su personalidad real *o* ¿Ustedes que dicen? Ademas de eso ¿Que piensan de la relacion de Sasori e Itachi?

Mikoto debe estar pasandola mal ¿Y Fugaku? D: ¿Se nos muere? :'c

Jajaja Naruto, enserio te pasas con tus locuras, mira que dialogar con el ladron y perseguirlo xD La bici!! D: Dei!! *---* Oh dios ya lo extrañaba. Es tan lindo ¿Que opinan de como es el caracter de Dei? :3 Cabe decir que aun no lo completo del todo, falta su explosividad xD

NarutoxDei :v Jajaja, es broma xD solo juegan. Me encantan como son.

Espero que lo hayan disfrutado!! :D espero sus comentarios, opiniones y criticas, yo lo recibo con amor! :'3

Un gran abrazo y nos leermos pronto!

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).