Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ruleta del destino por AnonimoHarui

[Reviews - 178]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis amado lectotes!! :D 

Jajaja, perdon la demorita pero ya saben, cositas por ahi y por alla, pero ey no tarde tanto! :3

Aqui otro cap y RESPONDI A TODOS SUS COMENTARIOS!! :D pasen a leerlos jejejeje

https://www.facebook.com/Amor-por-el-Yaoi-Semexuke-625708280811080/?ref=aymt_homepage_panel Esta es la pagina de Facebook qua manejo y pongo mis cosas, cosas zukulenthas y estados de los fics y publicaciones! Espero que me sigan xD

En fin, sin mas, a leer se ha dicho!! :3

Nos vemos abajo!! ^w^

Capitulo 5. Torbellino de disparates.

 

 

- ¡Itachi! – Se llevó las manos a la boca – Me dejas… anonadada… - Parpadeo un poco – Yo pensé… bueno… por lo de…. Pero veo que te recuperaste rápido – Sonrió algo nerviosa por haber “interrumpido”

- ¡No! Es un malentendido. Solo nos caímos – Se levantó y alzo las manos como preso.

- Ay Itachi. Yo a tu edad daba mejores excusas cuando me encontraban con tu padre así – Y con las manitos en sus arreboladas mejillas se ensimismó en un mundo de suculentos recuerdos.

- Madre – Avergonzado. No quería saber eso.

- ¿Qué? Así viniste al mundo – Posando las manos en la cintura.

- ¡Madre! – Ahora cubriéndose las orejas. Dei no pudo evitar soltar un soplido de risa, eso llamo la atención de Mikoto por lo que puso rígido.

- A ver tú – Dijo despectiva la mujer comenzando a rodear al rubio que se sentía presa de un tiburón. - ¿Cómo te llamas?

- ¿Eh?

- ¡Responde! – Dei volvió a endurecerse como soldado.

- ¡Deidara Katzuki!

- ¡¿Cuáles son tus intenciones con mi hijo?!

- ¡¿Qué?! – Anonadado.

- ¡¿No sabes qué responder?! – Claramente molesta y asombrada por aquella respuesta.

- ¡Pero es que no sé lo…!

- ¡¿Cómo que no sabes?! – Le encaró.

- ¡No me grite!

- ¡Ah! ¡¿Te crees que por ser la pareja de mi hijo me puedes hablar así?! – Dei de pronto sintió que la mujer creció mil metros y se asusto.

- ¡No! ¡Yo no lo decía por…!

- ¡¿Te crees mejor que YO?! – Ahora había llamas a su alrededor.

- ¡No espere!

- ¡¡RESPOOONDEEEE!! – Ahora sus ojos eran rojos.

Dei completamente aterrorizado tuvo el impulso de esconderse y lo hizo atrás de Itachi, buscando refugio aferrándose a su espalda. Itachi miró atrás suyo y vio la carita de pánico del rubio con sus ojitos fuertemente cerrados, ligeramente temblando y balbuceando a saber qué. Algo en su interior hizo badum, pero sacudió un poco la cabeza recobrando la razón. Miró a su embravecida madre y viendo como estaban las cosas, decirle la “verdad” no era una buena elección  en este momento.

- Madre…

- ¡¿QUUUUUEEEEEEÉ?! – Furiosa. Ita tragó grueso, pero trató de mantenerse fuerte.

- Madre… él no es mi pareja – Mikoto no se calmaba – Es un amigo – Le costó decir aquello que no era verdad.

Pasaron unos segundos  en el que madre e hijo no despegaban la mirada del otro, ya que si uno vacilaba podía ser el fin. Al cabo de unos minutos Mikoto volvió a la normalidad.

- Oh ya veo. Jijiji. Lo siento tanto, que vergüenza. – Más risueña y normal no podía estar. Itachi giró un poco para que un aun asustado y lindo Dei enfrentara a su madre. – Ara ara, lo siento tanto Deidara-kun. Es que una madre solo protege a sus polluelos. No quise tratarte así – Tocando el hombro del rubio, quien al ver la sonrisa radiante de Mikoto se sonroso un poco y bajo la mirada.

- No. Yo lamento haberle levantando la voz, señora – Apartándose de Itachi.

- Ay no me digas señora, soy aun muy joven. – Itachi debía reconocer que su madre era de temer, en un segundo estaba que echaba fuego por la boca y ahora estaba de lo más alegre.

En cambio Dei se sentía avergonzado y algo intimidado por aquella mujer que… solo le hacía recordar cosas que no quería.

- Bueno yo… yo ya me voy – Dando media vuelta.

- Oh no te cortes por mí. Solo vine a avisarle a mi hijo que ya no debemos preocuparnos de su hermanito menor – Ita se sorprendió.

- ¿Por qué?

- Ah, bueno. Digamos que Sasuke no ha estado encerrado en su amargura. Solo quería un tiempo a solas con… alguien – Sonrió picarona.

 -… ¿Qué?

- ¡Ay! Que tu hermano tiene pareja – Dijo de golpe impresionando aun más al azabache. – Un tierno chico. Me gustaron sus marquitas – Al oír eso las alarmas de Dei se encendieron. – Bien ya me voy. Porque no debo preocuparme. Ya que Sasuke tiene a su pareja y mi Itachi tiene a su amigo que lo despejará de sus pesares – Yéndose a la puerta – Yo por mientras debo informarle a tu padre y hacer las cosas para la fiesta. Tengo mucho por hacer ¡Adiós amor!

La oficina quedó en un silencio.

- ¡Naruto! – Dei reaccionó y quiso irse, pero frenó y miró a Itachi - ¡Tú! ¡¿Quién es Sasuke?!

Itachi reaccionó también y con las palabras de su madre salió de su oficina rumbo a un destino principal.

**--**--**--**--**--**

Naruto y Sasuke aun estaban algo tiesos ¿Qué había pasado?

- ¡Esto es tu culpa! – Apuntó al rubio.

- ¡¿Mi culpa?! – Se apuntó indignado - ¡Tú empezaste con tu malditos disparates agrediéndome! Si hubieras tomado esta porquería desde un inicio ESTO jamás hubiese pasado-ttebayo – Ya muy irritado y cansado.

- ¡Pero si tu no hubieras traído esa cosa tampoco NADA de esto hubiera pasado! Debiste solo tirarla a la basura, regalarla o venderla – Muy molesto por cómo le pasaba las cosas.

- ¡¿Cómo iba a hacer eso?! – Le gritó tan fuerte que Sasuke se tapo los oídos. Iba a gritarle igual pero vio la cara del rubio, una mirada afligida  mientras apretaba la mano donde estaba el anillo - ¿Cómo crees que iba a hacer eso a algo que fue hecho por amor? – Y cerró sus ojos y tristemente recordaba cosas que no quería.

Sasuke se sintió perdido ¿Qué hacer? Frente ahí había un doncel en estado “vulnerable y herido” ¿Qué demonios debía hacer en un momento así? ¿Y por qué quería hacer algo? Miró de nuevo ese rostro invadido en desolación y sintió un punzón en su corazón ¿Culpa? Quiso acallarlo pero sin que se diera cuenta ya estaba cerca del ojiazul. Sus brazos se alzaban con duda ¿Debía abrazarlo o no? Se subían y bajaban indeciso hasta que solo opto por palmearle el hombro.

-  ¡No quiero tu consuelo! – Aunque dijo eso no lo aparto. Los ojos de Naruto eran una mezcla de molestia y dolor. Sasuke se dio cuenta. Ambos estaban cerca y Sasuke no apartaba su mano.

Abrió los labios para decirle algo pero por la puerta entró su hermano.

- ¡Sasuke/Naruto! – Dei apartó a Itachi  y se acerco al menor. - ¡¿Estás bien?! – Alejándolo del ojinegro con sus manos en los hombros ajenos. - ¿Te hizo algo? – Naru negó.

- No mucho. Solo peleamos – Con mucha  pereza por tan alocado día. Dei resopló con gracia.

- Pues los dos estamos artos – Dijo comprensivo con una sonrisa cansada.

- ¿También tu Dei? – Sonrió igual llevando una mano a la muñeca de Deidara quien aun lo sostenía de los hombros.

- Ni te lo imaginas – Juntando su frente con la del menor – Hoy fue como una terrible película – Y se rió.

- Si, y de bajo presupuesto – Y se rió también. Una linda escena que los hermanos Uchiha se sentían confusos de ver. Dei miró la mano de Naru y se sorprendió.

- ¡El anillo! – Tomando la mano del rubio - ¡¿Por qué volvió?! – Pensando que esa cosa estaba maldita.

- Bueno… al parecer en el forcejeo de la pelea… se me atoró de nuevo-ttebayo – Lamentándose con su nube de desgracia.

- ¡¿Pero en el mismo lugar?! – Impactado de que sea tanta la coincidencia.

- ¡Suficiente! – Sasuke cansado de tanta charla se acerco un poco a los donceles - ¡¿Quién cojones se creen ustedes para entrar como se les da la gana y arruinar mi vida?! – Ahora que tenía a ambos culpables del crimen iba a desahogarse. Ambos rubios lo miraron curiosos.

- ¿Quién es él? – Preguntó Dei sin apartar la mirada de Sasuke.

- El dueño del anillo – Dijo neutral.

- ¿Y qué le pasa? – Arqueando la ceja.

- Al parecer él no quería este anillo de nuevo, y me grito en la cara que solo soy una vil cucaracha avariciosa que venía por dinero… o algo así-ttebayo – Rascándose la mejilla tratando de hacer memoria.

- Ah ya veo. Espera ¿Qué? – No creyendo lo que oía.

- Si – Solo asintió.

- ¡Maldito! ¿Cómo le dices esas cosas a alguien que quiso hacer un bien sin malos sentimientos? – No creyéndose esto.

- ¡Basta! – Sasuke ya estaba perdido. Por lo cual se apretó el puente de la nariz buscándose sosiego – Voy a hablar lento para que sus huecas cabezas rubias entiendan – Ambos donceles respingaron, Itachi hizo un gesto de que su hermano habló de más – Yo   NO   Quiero   Ese  anillo – Apuntando la mano de Naruto – No sé que han venido ustedes a hacer aquí, pero no conseguirán nada. Así que lo repetiré – Su mirada se torno seria y molesta – El amor es una mierda – Los ojos azules de ambos se abrieron más – Y ustedes son peor que una mierda. Hacer creer que tienen buenas intenciones cuando todos sabemos… - Sonrió de lado – Que ustedes par de rubios oxigenados solo quieren dinero – Todo quedó en silencio – Ahora váyanse antes de que llame a seguridad.

Deidara y Naruto estaban quietos pero comenzaron a caminar hacia el menor. Itachi retrocedió un poquito. Sasuke pensaba que sería un arrebato igual que antes, pero…

- Escúchame bien – Dei lo agarro del cuello de la camisa – Maldito engreído gruñón… nosotros no queremos nada de ti. Ya que al parecer estas mas vacio que la cabeza hueca de estos rubios – Sonrió torcidamente haciendo estremecer a Sasuke – Nos iremos, pero antes…

- Antes debemos cobrarnos algunas cosas – Naruto completó la frase sacando de quien sabe donde una soga.

- Itachi… llama a seguridad – Pero su hermano mayor solo se sentó a escuchar música con sus auriculares - ¡Serás cabrón!

- Oe teme – Naruto le tomo el rostro, el doncel se veía enojado – Esto es por las estupideces tuyas – Se tronó los dedos.

- Veremos cómo tu bocota te salva de esta – Sacando una bolsa de su bolcillo y de esta una masa blanca.

- ¡Esperen!...NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

**--**--**--**--**--**

Dos rubios salían de las oficinas siendo lanzados otra vez por los guardias. Cabe decir que estaba atardeciendo.

- ¡Y no vuelvan! – Dijo la secretaria esa odiosa y una pelirroja con lentes.

- Malditas locas – Dijo Dei levantándose. Estaba desalineado agitado por la actividad de recién.

- Pero no volveremos. De eso puede estar tranquila aquella bruja – Naruto en igual condiciones se limpio la cara que tenia restos de masa blanca.

- Jeh, esta es una historia que hay que contar a los demás – Sonrió Dei.

- Si. Y de nuevo tengo que sacarme esto – Mostrando el anillo.

- Bueno al menos sabemos que no hay que preocuparnos por el – Tomando la mano de Naruto y viendo el anillo – No vale nada – Dijo algo triste.

- Si – Bajo el rostro – Vámonos. Tengo hambre y estoy cansado.

- Si. Esto nos tomó más tiempo del que pensábamos – Comenzando a caminar – Lo bueno es que jamás volveremos a ver a esos locos estreñidos – Sacando la lengua.

- Jaja. Ya deben ir al baño – Y ambos rieron rumbo a su posada para darse un baño y comer algo.

**--**--**--**--**--**

En la oficina bañada en los colores rojizos del atardecer. Sasuke estaba sentado en la silla cerca de su escritorio y maldecía por lo bajo quitándose como podía los rastros de arcilla y las cuerdas que aun estaban en su cuerpo porque hace poco se había liberado.

- ¡Eres un bastardo! Me dejaste solo – Mirando rencoroso a su hermano quien estaba sentado en el sillón de lo más tranquilo.

- Pero yo tampoco me libré ¿No? – Desalineado y con arcilla pero en menos cantidad que el menor.

- ¡Pero a ti casi ni te tocaron! – Enredándose de nuevo con la soga.

- Te pasa por decir estupideces – Bufó Itachi – Mira que decir eso, hasta yo te hubiera dado una paliza, suerte que a mí me decías cosas menos groseras. – Acomodándose y sacando rastros de aquella cosa de su saco.

- Ese dobe. Pega duro – Sobando su estomago. – Y el otro tiene buena puntería – Recordando como lo habían usado de tiro al blanco con la arcilla cuando estaba de cabeza.

- Tengo buenas fotos de eso ¿Quieres ver? – De lo más neutral sacando su celular.

- Más vale que las borres maldito – Gruñó, pero la soga le daba batalla y terminó cayendo al suelo de su silla.

- Debes admitir que te cambiaron la rutina – Mirando plácidamente a su hermano retorciéndose como lombriz.

- ¡Atrasaron mi trabajo! -  Gruñó. – Al menos nunca más lo voy a ver y menos a ese usuratonkachi… y a ese anillo – Arrodillándose y logrando sacarse una parte del torso.

Itachi jugaba amasando un pedazo de arcilla pero su mirada era dirigida a la nada, hundido en sus pensamientos rememoraba los sucesos. Dos donceles queriendo devolver un anillo bastante caro sin segundas intenciones, era un hecho extravagante pero no imposible, como tampoco que un anillo tirado al mar sea devuelto. Todo era confuso, extraño e imposible, pero no por nada se le llama inverosímil.

Miro a su hermano quien ahora trataba de desatar sus pies y luego miró al suelo desinteresado.

- Es la primera vez que madre llega y se va rápido – Pensado como su madre malinterpretó todo y se fue sin que le dejaran exponer nada. – Además dijo que como ya no debía preocuparse no necesita venir a vernos – Recostando su cabeza hacia atrás cansado.

- Esa mujer. Siempre viniendo a molestar y quedándose horas buscando charla, pero claro, cuando uno trata explicarle las cosas se va y dice eso – Viendo la ironía del asunto. El siempre queriendo que su madre lo dejara en paz pero esta seguía molestando como mosca, y cuando quería que se quedara para advertir el asunto ahí sí lo deja en paz, valga la redundancia. – Y todo solo porque ella creyó que… - De pronto una idea fugaz se le prendió en la cabeza como foco y le llegó un momento de revelación.

Itachi quien miraba el techo sin ningún interés volvió a sumergirse en tristes anécdotas con su ex pareja. El ya había ido a buscar sus cosas ayer, así que se quedó solo ¿Por qué le había hecho aquello? ¿No lo estaba haciendo feliz? ¿Se equivocó en algo? Preguntas y más preguntas se formulaban en su mente, agotándolo, quebrándolo y dejándolo sumamente molesto y abatido. Suspiró y levantando la cabeza se masajeo la sien con los ojos cerrados. Al abrirlos se impresionó de ver a su hermano parado frente a él mirándolo fijo.

- No me asustes así Sasuke – Apartando su cara con la mano – ¿Qué te pasa? – Arqueando la ceja.

- Creo que se me ha ocurrido una idea – Llevando su mano al mentón pensando seriamente.

- ¿Una idea? – Mirando imperturbable - ¿Se puede saber que estas tramando ahora? – Conociendo que las ideas de su hermano son un problema para todos.

- Bueno, solo te puedo asegurar… que me darán por fin tranquilidad – Mirando a un lado sin cambiar la posición, solo se agacho en cuclillas. Itachi tuvo un mal presentimiento.

- Dime que no involucra a ninguno de los donceles – Ya sabiendo para donde iban los tiros. Sasuke no respondió solo se levantó y caminó lejos de su hermano - ¿Estas demente? No puedes hacer eso, no es moralista – También aparándose del sofá. El menor seguía sin responder e Itachi se cabreaba, aun así permaneció con su serio rostro molesto – Sasuke, escúchame bien. No lo hagas. Ni siguiera sabes donde están– Flexionando los brazos en una expresión de obviedad.

- Eso no será un problema – Mirando por el enorme ventanal la puesta de sol.

- Ashk, muy bien. – Sobándose la frente – Suponiendo que lo permito ¿Dónde los vas a encontrar genio? – Cruzando los brazos frunciendo el ceño aun más.

- Hmph, créeme… – Sacando algo de su bolsillo – Que se donde hallarlos – Y sonrió de lado perversamente. Itachi solo arqueo la ceja y se acerco a su hermano, su mirada se sorprendió.

En la mano de su hermano menor, se hallaba una billetera que no era suya.

**--**--**--**--**--**

Ya era de noche y ambos rubios caminaban con la cabeza gacha descontentamente ¿Quién los podía culpar? Naruto había dejado su billetera en la posada y  por mala suerte de la vida, Deidara había perdido la suya. Por lo cual ambos no tenían dinero para un taxi. Lo peor es que dentro de la billetera del mayor estaba la llave, que era una tarjeta electrónica, de su habitación y sin ella no podían entrar. Así que fueron y buscaron como pudieron, pero Deidara estaba en verdad consternado ya que no sabía donde pudo parar. En los ductos, en la alcantarilla, en la calle cuando corría, en el parque, en el auto donde lo metieron, en algunas de las oficinas, aunque la ultima lo descartaba ya que él antes de que los de seguridad los echaran se fijo bien en el suelo que no se le haya caído nada y no fue así.

Estaban perdidos, no sabían que hacer o donde más buscar. Así que estaban volviendo a la posada para explicar a la anfitriona lo sucedido y ver que harían. Seguro tendrían que pagar algo.

- ¡Ah! Maldita sea, todo por culpa de este anillo – Mirando su mano con enojo e impotencia.

- ¡Ah! No grites, que creo que me dará migraña – Masajeando su frente – Me duelen los pies – Se dejó caer abatido.

- ¡Estoy arto-ttebayo! – Aleteo sus brazos como pollito, Dei le miró como con resignación a que haga un escándalo en la calle - ¡Me meto en problemas, me maltratan, gasto dinero haciendo cosas innecesarias, hago horas de viaje y por luchar con cretinos perdimos la llave!... ¡Además me duelen las pompis! – Y todo berrinchudo se sentó en el borde de la acera.

Dei le miro cansado y rodó los ojos largando un suspiro. Se sentó a su lado y se rio sin ganas.

- También estoy cansado – Recargando su cara en sus manos – Hoy no salió nada… de acuerdo al plan – Miró a un lado con una sonrisita triste.

- Si – Suspiró Naruto apoyando su mejilla en su mano derecha y miró su mano izquierda donde el anillo brillaba con burla. Largó un suspiro – Lo siento Dei – El mayor le miró – Te hice venir hasta aquí y solo te cause molestias y que te maltrataran – Se sintió triste. Lo que menos quería Naruto era molestar a alguien y menos a Deidara.

El mayor lo miró conmovido por esa carita triste. Sus ojos celestes brillaron con cariño y le dio un golpecito en la cabeza, Naruto le miro sorprendido y confundido por ver aquella sonrisa.

- No digas tonterías – Sonrió abiertamente encantador – Puede que este día haya sido un completo desastre, pero… - Miro a Naruto – No lo cambiaría por nada – Muy conciliador sonrió. A Naruto se le aguaron sus ojos.

- ¡Pero Deidara! – Le tomo de los hombros repentinamente,  con una de sus manos apartó el cabello del rostro sorprendido y dejó al descubierto un moretón rayando entre rojo y morado. La carita de Naruto se contrajo y liberó un jadeo lastimero – ¡Te hirieron! ¡Te dañaron por mi culpa! – Apoyo su cara en el pecho del mayor – Lo siento. Enserio lo siento, esos bastardos… - Apretando los puños en la ropa ajena.

Deidara miró al menor tranquilamente y acaricio su moretón con una ligera sonrisa.

- Si. Esos malditos sí que se pasaron, ahora van a obligarme a que use maquillaje – Con delicadeza aparto solo un poco el cuerpo de Naruto – Pero créeme que yo tampoco los dejé ilesos. Créeme que uno tiene una buena mordida mía – Rio travieso. Naruto ladeó su cabeza confundido. Dei le dio un golpecito en la cabeza – Además… ¿No suena genial? Suena a que tenemos una buena historia que contar – Lanzó una risilla, pero se puso serio – Pero te niego decir que esto fue tu culpa. Si hay un culpable es ese perverso Uchiha dueño de ese anillo y su hermano, hum – Cruzándose los brazos – Si los vuelvo a ver voy a patearlos, y tú vas a acompañarme en eso ¿De acuerdo?

- ¡Hai-ttebayo! – Respondió emocionado.

- ¡Bien! – Acariciando sus cabellos - ¿Estás más tranquilo? – Naru asintió con una sonrisita apenada – Que bueno. Porque se me congela el trasero – Viendo que ya había anochecido y ellos aun sentados en la vereda - ¿Entramos? – Sonrió condescendiente.

- Ya que. La doña seguro que no echa una buena – Levantándose.

-  Más vale que no nos eche porque le demandaré. Ya pagamos, hum -  Con ojitos enojados.

A penas dieron la vuelta para entrar en el establecimiento un auto paró cerca suyo.

- No puedo creer que esa cosa volviera a tu dedo anular ¿Estás maldito? – Burlándose.

- Ni yo lo creo. Probablemente lo esté, pero ¿Sabes? Prefiero mil veces al señor pez. – Y ambos soltaron una risa que frenó de golpe.

Los donceles sintieron una presencia atrás suyo por lo cual al voltear solo encontraron una figura negra. Antes de poder siguiera decir o reaccionar de alguna forma, ambos fueron amordazados y los metieron en un saco a lo peliculón.

**--**--**--**--**--**

Dentro de un bello auto que parecía limosina, se encontraban cuatro personas.  Dos de ellos expresaban diferentes estados. Uno estaba muy tranquilo bebiendo una copa de vino, y el otro estaba que se lo llevaba el diablo.

Itachi miró a su hermano con cara de circunstancia expresando un “¿Es enserio?”, a lo que su hermano menor le contesto arqueando la ceja en un gesto de obviedad. Los otros dos pasajeros cómicamente se retorcían en sus sacos dando brinquitos y rodando por el asiento y el piso. Los morenos sudaron gotita.

Gracias a un bache en el piso el auto dio un sacudón, cosa que hizo que los empaquetados saltaran y chocaran con el techo de la limosina. Al menos quedaron quietos.

- Si se quedan quietos los sacaré de ahí – Siguiendo en lo suyo tomando vino. Itachi solo blanqueo los ojos y recargó el rostro en su palma muy crispado. - ¿Qué deciden? – Las bolsas de tela gruñeron. – Bueno si quieren quedarse ahí ya podría tirarlos a un rio ¿No? – Ambos sacos se irguieron, por la forma se deduce que están sentados, y quedaron tan firmes como rocas.

- Te pasas Sasuke – Le murmuró al menor quien se encogió de hombros y se acerco a los sacos. Tenía dos opciones, izquierda o derecha. Según lo que dijo uno de los guardias que trabajaban para ellos uno de ellos mordía – Itachi elige uno – Apunto a las bolsas que se movieron y gruñeron como protestando.

- A no. Si tú lo hiciste, tú mismo te haces cargo – Negándose a siguiera a acercarse a esos peligrosos donceles.

- Bueno, creo que llamare a mamá y le diré quien usó su vestido favorito para que el gato juegue – Itachi se tensó.

- ¡Eso fue cuando tenía 12 años cabrón!

- Bueno, creo que entonces no te importa – Sacando su celular y empezando a marcar.

- Le dices y le digo lo que estás haciendo.

- Ay aja ¿Y a quién crees que le creerá? – Señalado la descabellada situación de ahora. Itachi apretó los dientes, era verdad, entre su vestido y que su hijo menor estaba cometiendo secuestro, era muy obvio a cual no iba a creer.

- Hijo de…

- No insultes a mamá o se lo diré también – Negando con el dedo sintiéndose poderoso.

- ¡Maldita sea! – Se levanto y se acerco a los sacos, los cuales uno tenía venitas y otros goterones. – Bien, toque quien toque también te conformaras con el que te toca – Sasuke alzo su pulgar e Itachi solo quería golpearlo. Ahora… ¿Cuál elegir? Siguiendo su instinto usó el truco que durante años se desarrolló para la elección aleatoria que requería de suerte y buena mano - … De ti marin de do pingüe, cucara macara  títere fue… - Alternando su dedo de uno en uno. Ahora el saco izquierdo tenía más venas y el derecho más goterones pero también apareció una que otra vena. Sasuke comenzó a jugar al tetris en su celular mientras esperaba.

- ¡Para hoy! – Le apuró aunque no dejaba de jugar - ¡Uy casi pierdo! – Con expresión grave.

- …Que ella fue – Señalando al saco derecho. Se acercó y lo abrió. De él salió la cabeza de un muy cabreado Deidara con cara de “¿Enserio?” – Vaya, creo que me salvé el que estés amordazado – Dei frunció mas el ceño e hizo varios gruñidos que Itachi dedujo que eran bellos insultos a su persona. Miro a su hermano – Ahora abre el otro – Sasuke, quien perdió el juego y estaba haciendo berrinche, se acerco al saco izquierdo y lo abrió de mala gana. Nada lo preparó para un cabezazo.

Deidara cerró un ojito y se encogió un poco sintiendo el dolor del moreno menor e Itachi achico los ojos y frunció los labios también sintiendo el dolor de su hermano.

Sasuke estaba sobándose la frente con fuerza, de esta casi le salía humo. Naruto estaba con una expresión enojada y ojos blancos soltando a saber qué, pero también seguro eran insultos.

- ¡Usuratonkachi! ¡¿Acaso quieres dejarme tan dobe como tú?! – Naruto furioso se le fue encima, Sasuke lo esquivo, pero aun así Naruto culebreaba para llegar a Sasuke y atacarlo como le fuera posible siendo solo una cabeza fuera de un saco.

Itachi y Dei miraban aquello,  respectivamente uno con pesadez y cansancio y el otro parpadeaba los ojitos consternado.

- Bueno, acabemos con esto – Quitándole la cinta a Dei con delicadeza para no herirlo.

- ¡¿Por qué nos secuestraron?! – Espetó enojado - ¡No me digas! – Ahora encogiéndose con pánico - ¡Vienen a cobrar venganza y piensan traficar nuestros órganos a los caníbales y a los misioneros! – Itachi le quedo viendo con cara de “¿Khé?”

- No sé de qué demonios hablas o que tantas películas dañaron tu cabeza, pero no.

- ¡¿Y entonces?! – Recobrando un poco la compostura y la seriedad, o la poca seriedad que pueda causar una cabeza fuera de un saco.

- Yo no quiero nada, pregúntaselo al loco de allá – Señalando a su hermano quien se sentó sobre Naruto y este parecía un toro queriendo derribar a su matador y perforarle el estomago con sus cuernos. – Si es que tu hermano lo deja explicar – Dei omitió corregirlo y se concentró en Naruto.

- Naru – El rubio de marquitas le miró atento – Ya, déjalo explicar – Haciendo graciosamente señas dentro del saco para que volviera su lado – Ya luego lo matamos – Naruto gruñó pero hizo caso y rodando, haciendo caer a Sasuke, llegó junto a Dei. Itachi le quito la cinta a Naruto quien no hizo ni pio por petición del mayor, a Sasuke le pareció injusto - ¿Y bien?

La tensión se reinaba en ese vehículo lujoso, los rubios miraban a Sasuke y este a ellos, mientras Itachi solo observaba el espectáculo esperando que los rubios ataquen a su hermano.

- Hagámoslo simple – Sacando de su saco algo, la billetera de Deidara.

- ¡Teme ladrón! – Le señaló cómicamente, por tener el brazo aun dentro del saco. - ¡Y luego andas acusando a otros, hipócrita-ttebayo!

- ¡Te callas, no me compares a ti, dobe! – Apretando con una mano la cabeza del rubio enojado porque lo interrumpieran.

- ¡Suéltalo y ve al grano! – Empujo con su cuerpo al Uchiha lejos del menor. Sasuke solo bufó.

- Contigo no tengo ningún asunto, pero ya que estabas ahí… - Alzando los hombros.

- ¡Serás!

- Podría lanzarte por la ventana – Eso no asustó a Dei pero si a Naru.

- ¡No! – Poniéndose delante de Dei. El artista se conmovido y suspiró para calmarse.

- Ya termina de una vez que el capitulo se hace largo – Apoyando la cabeza en la de Naruto. Los Uchiha vieron esa tierna escena algo desubicados pero lo dejaron pasar.

- Bueno… quiero que tú – Señalando a Naruto – Seas mi prometido.

El tiempo pasó lento. Los rubios estaban atónitos e Itachi solo negaba orando por paciencia. Los ojos azules del menor se agrandaron más y más procesando aquello que oyó.

- ¡¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

WOW WOW WOW WOOHH, QUE Pazo que pezo? vamos ahi jajaja

Ese Sasuke si que se pasa 0.0 Mira que pedir esas cosas D: Wow, ya de aqui empieza lo bueno? quien sabe xD

Wooow! Mikoto si que se la puso dura a Dei D: pobre, al parecer ahora Dei estara bajo el ojo critico de Mikoto y sera su objetivo de ataques ;---; Aunque fue gracioso xD

Sasuke no sabe como tratar a los donceles 030 jajaja se lo merece xD aunque quiso consolar a Naru, eso es bueno UwU

Sasuke se pasa en sus planes, e Itachi ahhh usando la vieja confiable para elejir xD, menos mal que no le toco el cabeszazo, se esperaban que Dei atacara? :v

Bueno, ya esta todo lanzado en la mesa, ahora que pasara? :0 eso veanlo en el proximo capitulo xD 

https://www.facebook.com/Amor-por-el-Yaoi-Semexuke-625708280811080/?ref=aymt_homepage_panel 

Ese es el facebook que manejo :D Ahi subire mis estados y cuando publicare sin mencionar cositas randoms y zukulenthas 7w7 Por favor, espero que me sigan asi saben mejor que onda con los fics!! ^w^ Fin de estacio publicitacio ?) :v 

Espero sus comentarios con de todo :'v los recibo con amor :3

Un gran abrazo

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).