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LO QUE SE PERDIO por Amaya Kurau

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XII

REDESCUBRIR

 

 

 

Zero se detuvo a mitad de las escaleras y se recargó sobre la pared. Su pecho dolía al igual que su garganta debido a las lágrimas contenidas desde que se separó del sangrepura.

—Soy un imbécil.

Apretó con fuerza la mandíbula. A pesar de todo una parte de él quería volver arriba, partirle la maldita cara para desquitar su coraje, pero suplicarle que le dijera porqué había pasado todo aquello, preguntarle si sentía algo por él, y si era así, le diera una maldita explicación, y si no, que simplemente le hiciera olvidar lo que sucedió; el dolor, la humillación y la culpa lo estaban asfixiando, y no podía ver a Yuuki a los ojos sin sentir asco de sí mismo. Sin embargo, otra parte, la que aún conservaba un poco de dignidad, se negaba a seguir sirviéndole de juguete a ese vampiro idiota, le gritaba que él era Kiryuu Zero, que había soportado cosas mucho peores y que esto lo superaría de igual manera, que no era alguien débil.

Se llevó una mano al pecho, pero no por dolor; éste al igual que la sed habían desaparecido, sin embargo, ahora podía sentir como su cuerpo estaba asimilando la sangre de Kuran, era como sentir mucha energía recorriéndolo, sofocándolo, haciendo latir con fuerza su corazón y provocando que fuera más consciente del sangrepura tambien. Por eso sabía que aún permanecía en su habitación.

Apretó con fuerza sus dedos contra la pared y estos se hundieron unos milímetros en ella, entonces miró hacia lo alto de las escaleras por unos segundos, y a pesar de saber que se arrepentiría, haciendo a un lado su sentido comun, regresó sobre sus pasos.

Si, en definitiva era un imbécil.

—¿Zero?

La repentina voz detuvo su intención apenas un par de peldaños arriba y le hizo girarse inmediatamente, al pie de las escaleras se encontraba Luka, lo miraba con preocupación.

—Luka-san —susurró.

Mientras observaba al pelinegro subir, pudo sentir como la energía del sangrepura se elevaba y posteriormente se alejaba rápidamente del lugar. Volvió la vista arriba y tuvo el impulso de subir corriendo y detenerlo, pero su razón se impuso y se contuvo.

—¿Qué sucede? —El Opast se paró junto a él y se inclinó ligeramente para ver mejor su rostro. —¿Por qué estás fuera de la cama, Zero?, deberías estar descansando.

—Ya estoy bien —respondió.

—Pero justo hace...

—No te preocupes, Kuran me ayudó y ya estoy bien.

—¿Dónde está él?

Zero sintió una sacudida en el estómago y miró a Luka intentando mostrarse tranquilo.

—Se ha marchado.

—Ah...

—¡Kiryuu-kun! ¿Por qué te has levantado? —La voz del director atrajo la atención de ambos, el hombre subió rápidamente las escaleras y puso una mano sobre la frente de Zero. —Ya no tienes fiebre. El veneno ha desaparecido.

—Eso parece.

—¿Y Kaname-kun?

—Se ha marchado. Tengo hambre.

Después de decir eso, Zero bajó las escaleras lentamente. El director y Luka se quedaron mirándolo unos segundos, luego el primero bajó tras él aprisa.

—Ya te doy algo. Acabo de preparar la cena.

Luka volvió la vista hacia lo alto de las escaleras, luego hacia las marcas que Zero había dejado sobre la pared; se sentía repentinamente molesto y no sabía exactamente por qué. Inconscientemente se sujetó la muñeca, justo donde Zero había bebido de él.

 

 

[....]

 

 

—¿Kaname oniisama?

Kaname se detuvo en medio del vestíbulo y levantó la vista hacia las escaleras; no había sentido a Yuuki al ingresar a la mansión, pero la joven se encontraba parada a mitad de ellas e iba vestida como si se dispusiera a salir, lo miraba un tanto preocupada, pero físicamente se veía mejor, inclusos sus mejillas tenían un poco de color.

—Yuuki, ¿Qué haces levantada?

La joven se mostró un poco nerviosa y sonrió.

—Yo, ya estoy bien, no te preocupes oniisama; no hace mucho que desperté y gracias a tu sangre mis heridas han sanado completamente.

—Aun así, deberías estar descansando.

—Lo siento, no quería preocuparte.

—Está bien.

—¿A dónde fuiste tú, oniisama? —preguntó ella mientras terminaba de bajar lentamente las escaleras.

Kaname dudó por un instante en decirle, desde su perspectiva no era como que hubiese hecho algo malo, había ido a asegurarse de que la persona que amaba estuviera bien; sin embargo, tambien sabía que la situación entre los tres era más complicada que limitarse sólo a eso; aun así respondió.

—Fui a casa del director Cross.

La expresión de Yuuki cambió al escuchar eso.

—¿Sucedió algo?

Kaname la observó un instante, entonces suspiró.

—Yuuki... Kiryuu-kun fue herido durante el ataque.

La joven guardó silencio y apretó un poco los puños, él se percató de eso y se acercó a ella.

—¿Lo sabías? —Ella asintió —Yuuki, yo...

—Ruka-san me lo dijo mientras atendía mis heridas —intervino rápidamente —¿Cómo está?, quisiera ir a verlo ahora que estoy mejor.

—¿Por eso estás vestida así?, ¿pensabas salir sin consultármelo y sin guardián?

—Yo... —. Yuuki bajó el rostro —lo siento, yo sólo quería averiguar cómo se encontraba Zero.

—¿Sabes lo peligroso que sería para ti salir?

La voz de Kaname tenía un sutil tono severo, ella no respondió, pero él pudo percatarse que se mordió el labio inferior intentando contener las lágrimas; volvió a suspirar, sentía una punzada de celos, pero tambien la comprendía.

—No es prudente Yuuki —dijo, —y además no tienes de que preocuparte, él está mejor.

—¿De verdad? —Ella finalmente volvió a mirarlo, esta vez claramente sorprendida y casi de inmediato sonrió abiertamente; eso lo molestó, aun a pesar de que sabía a la perfección que era absurdo sentir celos o enojarse por supuesto, pero no podía evitarlo, aún estaba susceptible por lo sucedido allá.

—Sí, lo está —confirmó —sin embargo, no voy a mentirte Yuuki, durante el ataque sus heridas fueron hechas con armas de cazador.

—¡¿Qué?! —Al escuchar eso, Yuuki, ansiosa, lo sujetó del abrigo. —No es posible. Fue grave ¿cierto?, por eso fuiste... tengo que verlo...

—Tranquilízate Yuuki.

Kaname la sujetó por los hombros y ella lo miró inquieta.

—¡No puedo!, ¡fue herido por protegerme!

—Ya te dije que él está mejor.

—¡¿Lo viste?!

Kaname la observó detenidamente, no podía decirle exactamente lo que pasó allá.

—No, no lo vi, estaba descansado.

—¡¿Entonces cómo puedes saberlo con seguridad?!

—El director se hizo cargo de sus heridas y fue él quien me dijo que está bien. Yo fui hasta allá para devolver la Bloody Rose que dejó en el lugar del ataque, creí que era lo más correcto y razonable dado lo sucedido. Fue por eso que me enteré.

—Ya veo, pero aun así quisiera comprobar por mí misma como está.

—¿No confías en lo que te digo?

—No se trata de eso oniisama, es solo que...

—Comprendo, pero aun así no es oportuno.

—¿E-eso es lo que te tiene molesto?

—¿Qué?

—Lo parecías, cuando llegaste. ¿Estás molesto por que Zero salió lastimado?

Kaname la observó, ¿Cómo se dio cuenta?

—Por supuesto que estoy molesto Yuuki, —dijo lo más calmado que pudo —Por todo. Hubo armas de cazador en ese ataque; por fortuna no te hirieron con ellas, ni a Ruka ni a Akatsuki, pero Kiryuu no corrió con la misma suerte. Que los cazadores puedan estar involucrados en los ataques es preocupante; implicaría un asunto grave de traición a los acuerdos. Podría incluso desatarse una guerra a causa de eso.

—¿Tan serio es?

—Me temo que sí.

—Pero... la Asociación es nuestra... Ellos...

—¿Aliados?, te lo he explicado y ahora sabes bien que eso no es completamente cierto. Durante años hemos mantenido con ellos una relación de conveniencia tan frágil que puede romperse en cualquier momento dependiendo del interés de uno u otro. Además, estos ataques fueron hechos directamente a mi prometida, quien no está inmiscuida en asuntos políticos, así que es fácil deducir que todo ha sido hecho para afectarme a mí, el representante de los vampiros.

>>Mientras no dé con el responsable, la situación con la asociación puede volverse tensa. Así que sí, lo sucedido es muy serio.

—Hablaste con el director, ¿Qué dice al respecto?

—Me pidió tiempo para hacer las investigaciones pertinentes en la asociación.

—Ya veo.

—Lo siento Yuuki, tengo que revisar varios asuntos, voy a mi despacho.

—Eh... está bien.

—Quiero que estés tranquila, le pediré a Seiren que vuelva a ir a casa del director y se informe de la condición de Kiryuu-kun y te la haga saber.

—Gracias oniisama.

—Y con respecto a tus clases en la universidad...

—Lo sé, Ichijou-san me lo dijo. Supongo que es lo más sensato.

—Lo siento, me gustaría que no hubiésemos tenido que llegar hasta este punto, pero dada la situación, tampoco podrás salir por un tiempo.

—¿Eh...? —Ella pareció querer protestar, pero finalmente asintió —Si, oniisama.

Yuuki le sonrió cálidamente, él solo le hizo una caricia en la mejilla y luego dejándola subió aprisa las escaleras hasta perderse de vista en el pasillo superior.

Kaname no se sentía de humor, ni siquiera para continuar hablando con ella, aunque si lo hacía, era un hecho que ella tampoco comprendería del todo la situación en que se encontraban.

Aquel vampiro dijo que seguía ordenes de una mujer, así que ella, quien quiera que fuera, o estaba usando a cazadores o estaba aliada con ellos. Para un vampiro era muy difícil acceder a sus armas, la asociación tenía un estricto control de ellas y aun así, la mayoría de las veces a los vampiros les era imposible utilizarlas.

Todavía no podía dilucidar por completo la situación. Ningún noble, incluyendo Ichijou con todos sus recursos, había logrado obtener alguna pista que lo llevaran a descubrir la identidad de su enemiga; lo que si estaba claro era que esa mujer no podía acercarse a él directamente, por eso atacaba a sus personas importantes para poder debilitarlo. En un principio creyó que los ataques serian exclusivamente en contra de Yuuki y por eso había renunciado a Zero para protegerlo; ahora sabía que Zero era el objetivo principal. Desafortunadamente, no era tan simple como el solo involucrar sus sentimientos, si lo pensaba con la cabeza fría, Zero era lo más importante para él, sí; pero aun si eso no fuera de esa manera, o si el enemigo no tuviese conocimiento de su apego hacia él, para desestabilizar su posición y hacerse con el poder, atacar a Zero tenía incluso un impacto aun mayor que atacar a Yuuki, ya que el joven era actualmente el cazador más poderoso y el próximo presidente de la asociación de cazadores, dañarlo podría desestabilizar a toda la organización y fracturar sus relaciones con él por ser el representante de los vampiros.

Otra pregunta clave era, ¿Estaría el senado también inmiscuido en todo?, ¿Querrían derrocarlo o manipularlo como a los anteriores reyes? A su mente vino la imagen de Haruka y Juri; luego la de Zero con una mano en el costado sobre su herida. Frunció el ceño.

Ingresó a su despacho privado y cerró la puerta tras de sí, sus ojos se tornaron carmesí en medio de la oscuridad reinante de la estancia. Por sorpréndete que pareciera, en este momento agradecía que ese hombre hubiese llevado a Zero a casa del director, allá podría recuperarse y nadie en la asociación tendría porque enterarse de lo sucedido; pero aun si ya lo sabían, porque ellos mismos estaban involucrados, era más seguro que Zero permaneciera cerca del director Cross y regresara a sus funciones totalmente restablecido. Con respecto al senado, ya vería como averiguar si estaban involucrados.

 

 

[...]

 

 

La sutil luz iluminaba apenas el corredor, el silencio reinante era roto por el sonido de sus pasos y el suave roce de su capa al andar era claramente perceptible para sus oídos. Afuera los arboles se agitaban como figuras siniestras en medio de la noche a causa del viento; algunas de sus ramas arañaban o golpeaban de vez en cuando los cristales de los ventanales.

Al llegar al final del desierto corredor, se detuvo unos segundos frente a una puerta de madera y miró por donde había llegado para asegurarse que no había sido seguida. El murmullo de un ave nocturna fue la única respuesta obtenida a su precaución, así que finalmente abrió la puerta y comenzó a bajar las escaleras que se encontraban detrás.

El lugar parecía un pozo negro y profundo, pero no se inmutó por ello; su visión de sangrepura le ayudaba a ver con claridad, por lo que no llevaba lampara o antorcha alguna.

Al finalizar su trayecto se encontró en lo que parecía un pasillo subterráneo, quizá cercano a un rio ya que lograba escuchar el fluir de la corriente; pero como conocía a la perfección su destino, no amaino en ningún momento el pasó hasta que a lo lejos se pudo ver una luz tenue y oscilante que iluminaba las paredes de gruesos ladrillos.

En cuanto la vieron llegar, los dos encapuchados que aguadaban se descubrieron e hicieron una pronunciada reverencia de inmediato. Uno era joven, alto y pelirrojo, el otro era un poco mayor, con el pelo negro entrecano; ambos eran vampiros.

—Mi señora.

Fue el saludo que ambos le ofrecieron al unísono.

—¿Por qué sigue vivo?

Ella no se descubrió, ni respondió a su saludo. Su voz era de molestia y su fría aura agitó la flama de la lánguida antorcha. Ambos hombres se miraron entre si con nerviosismo.

—Mi señora, hi-hicimos todo lo acordado —replicó el mayor.

—¿Ah si?, ¿lo hicieron?, creí que habíamos acordado claramente que se eliminaría al amante.

—Kiryuu Zero es demasiado poderoso, mas de lo que se presume. Contenía cada uno de los ataques y a parte la protegía a...

—Miserables excusas. Creí que nuestra alianza me sería más conveniente, pero estoy comenzando a dudar de ello. Si no hubiese tomado mis propias precauciones, en estos momentos Kaname sabría todo.

—Sentimos nuestra incompetencia.

Hmmp... Si, claro. Como sea, supongo que tendré que recurrir a nuevas medidas, pero tambien tendré que ser más precavida.

—Esta vez no le fallaremos. Se lo juramos. En cuanto Kiryuu Zero abandone la academia, nos ocuparemos de él.

—¿A caso son estúpidos?, es obvio que Kaname lo tendrá más vigilado.

Los vampiros se tensaron nuevamente.

—Lo sentimos.

—Lo que espero de ustedes es que sean capaces de manejar a Ichijou y Aidou que están comenzando a meter la nariz en el senado.

—No se preocupe por ellos, ya estamos en eso. Por más que busquen no encontraran nada.

—Bien. Entonces yo me ocuparé de Kaname. Aguarden mis órdenes.

Ambos hombres hicieron una reverencia, ella simplemente les dio la espalda y emprendió el camino de vuelta. Una sonrisa ladina se formó en sus labios mientras avanzaba por el oscuro corredor.

—Veamos si funciona lo de dividir para vencer. Te pondré entre la espada y la pared. Me pregunto a quién elegirás, ¿a tu querida a hermanita o a tu insignificante amante? 

 

 

[....]

 

 

—Yuki, ¿puedo pasar?

El joven dio un ligero respingo,

—Si, claro —dijo al tiempo que cubría el talismán y cerrando la caja frente a él se giró en la silla.

—Buenos días, veo que ya estás levantado.

—Buenos días Takashiro-san. Si, no hace mucho que lo estoy —dijo, pero vio que el hombre desviaba la mirada hacia la pequeña caja. Un tirón agitó su estómago — Takashiro-san, ¿Cuándo llegaste?

—Por la madrugada.

—¿Has sabido algo de Luka? —preguntó a ínstate con esperanza, pero tambien para atraer su atención. El hombre volvió a mirarlo a los ojos y agitó la cabeza.

—Lo siento, todavía no.

—Pero... no es posible que haya desaparecido tan repentinamente sin dejar rastro. Ya pasaron tres meses y seguimos sin saber de él... me he preguntado, ¿Podría ser posible que haya vuelto a su mundo?

—Me temo que no, si ese fuese el caso, lo hubiese sabido de inmediato. Además, él detesta ese lugar y debido al contrato que tiene contigo puede salir de allí sin ninguna restricción.

—Entonces, ¿dónde puede estar?

—Eso quisiera saber yo tambien. Zess es un Opast muy poderoso, pero si se enfrentó solo a Reiga, tambien cabe la posibilidad...

—No... —La voz de Yuki resonó con fuerza en la habitación. No iba a permitir que ni él ni nadie dijera o insinuara eso. Luka estaba bien, algo dentro de él se lo decía y se aferraría a ese presentimiento, aunque fuese lo único que le quedara.

—Yuki, no podemos...

—Él está vivo, lo sé...

El joven, obstinado, miró al hombre con firmeza y luego se dirigió hacia la ventana y observó el exterior, era un día cálido, pero se sentía demasiado preocupado como para disfrutar de eso. Ya habían pasado prácticamente tres meses desde que Luka había desaparecido y no había señales de él, nada absolutamente, parecía que la tierra se lo había tragado. Deseaba más que nada salir de este lugar sin temor a ser seguido e ir con Reiga, estaba seguro que él sabía dónde se encontraba Luka, habían peleado justo antes de desaparecer, así que era el único que debería saberlo, pero tambien temía que eso complicara más las cosas o que de hecho él lo tuviese cautivo. Pese a todo no quería pensar en que Reiga fuera malo, para él seguía siendo Kanata, al menos una parte de él lo era. Por eso su corazón se rehusaba a creer que fuese alguien capaz de dañarlo y eso incluía a las personas importantes para él.

Ese día tambien se lo había preguntado a Luze-san, pero él parecía ser el menos interesado en el bienestar de Luka, pese a ser su hermano. Aun así, algo dentro de él le decía que el Opast estaba vivo.

—¿Yuki?

Al escuchar su nombre se estremeció, sin pensar había descuidado la caja. Volvió su vista hacia el mayor pensando lo peor, pero éste continuaba observándolo.

—¿Sí?

—¿Qué fue lo que sucedió en el parque?

El estómago de Yuki volvió a agitarse, Reiga le envió ese mensaje, hizo todo aquello para dárselo, y le dijo que fuera discreto...

—No estoy seguro —dijo haciendo acoplo de todo el autocontrol que le quedaba —Touko-chan y los demás, ellos saben más que yo.

—Ellos me comunicaron lo sucedido por teléfono, pero quisiera escuchar tu versión, para terminar de comprenderlo.

—Bueno, pues, estábamos paseado por el parque, habíamos comprado algunas golosinas para Tsukumo-kun y de pronto aparecieron varios Duras que nos atacaron, y repentinamente me encontré en el mismo parque, pero separado del resto. No había nadie junto a mí, tampoco escuchaba nada, ni las voces de las personas, ni del tráfico; incluso el viento parecía haberse silenciado, pero podía moverme con libertad, así que corrí hacia el mirador para buscar a los chicos; nadie apareció para atacarme mientras me dirigía allí y de pronto ellos aparecieron y me llamaron, eso es todo. No sé lo que pretendían esos Duras.

Takashiro lo miró de manera inquisitiva, pero él no rehuyó su mirada, así que Takashiro suspiró sutilmente y miró tambien hacia el exterior.

—Quizá algo salió mal con los planes de Reiga y no pudo capturarte. Aunque si te soy sincero, me parece difícil que eso haya sucedido. En fin, cualquier cosa, lo que sea, sabes que puedes confiar en mí, ¿cierto?

—Lo sé, pero no comprendo por qué me lo dices.

—Solo quería recordártelo; me ausentaré por unos días nuevamente, iré a la mansión de Kioto, te quedaras aquí, Kuroto, Senshiro, Touko y Tsukumo se quedarán para protección; pero aun así te pido que no salgas de la mansión Crepúsculo por el momento. Zess era un poderoso aliado que se ocupaba exclusivamente de tu protección; al no estar no podemos bajar la guardia.

—Está bien.

Yuuki bajó la mirada, una opresión se instaló nuevamente en su pecho. Takashiro se percató de eso.

—Te prometo que estoy haciendo todo lo que esta en mis manos para localizar a Zess, pero también, quiero que sepas que debemos estar atentos a cualquier movimiento que haga Reiga.

Dicho esto, el hombre se dio la vuelta y salió de la habitación. Yuki volvió a mirar por la ventana, se sentía preocupado y solo. Tampoco podía hablar con nadie de aquel talismán, aunque todavía no supiera su uso. A parte, Sodom también había desaparecido, Touko le dijo que se debía a que su tiempo en esta dimensión había concluido y debía volver a su mundo porque Luka no estaba para renovar su invocación.

—Luka, ¿Dónde estás?, ¿Con quién estás?


 

 

 

Notas finales:

No he estado publicando muy seguido y esta pagina la tengo casi en total abandono. Una disculpa a todos. Les mando un beso y gracias a aquellos que todavía me siguen aquí.


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