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LO QUE SE PERDIO por Amaya Kurau

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VI

ASALTO

 

 

 

-    ¿Qué rayos fue eso?

-    Sólo se me ocurrió, parecías algo incómodo frente a ellos.

-     Yo no… – Zero guardó silencio y lo miró sorprendido, pero casi de inmediato apartó la vista y continúo andando. Luka lo observó por un instante.

-     ¿Es porque ambos son vampiros? – preguntó.

-     ¿Cómo lo supiste?

-     Aún me cuesta trabajo detectar el tipo de aura que despiden, pero en ellos ese tipo de sensación era más claro.

-     Supongo que eso es porque ambos son sangrepura.

-     ¿En serio?, ella parece alguien gentil.

-     Lo es.

-     Y tú eres considerado con ella.

-      ¿A dónde quieres llegar?

-     Bueno, por como hablaste hace rato creí que te desagradaban los vampiros, en especial  los sangrepura.

-     Es algo complicado.

-     ¿Por qué es tu hermana?

-     No es mi hermana.

-     Pero creciste con ella.

-     Es la hija adoptiva del director Cross y hermana de ese idiota.

-     Hermana, ya veo, creí que había comprendido mal, pero ¿no se supone que son pareja?

Zero no respondió de inmediato, escuchar aquello le había provocado una punzada en el pecho.

-     Lo es – dijo al fin, esforzándose por que su voz no sonara trémula - y yo he… ya te lo dije, es complicado de explicar, no me interesa hablar de eso precisamente hoy. Tengo hambre, ¿qué te parece si nos pasamos por algunos locales?

-     Claro.

Observó el perfil de Luka, que ahora miraba hacia los puestos y reanudó la marcha. El demonio lo siguió y no insistió más en el tema; él no pudo menos que agradecerlo.

La verdad es que efectivamente era una historia complicada la suya con los Kuran, siempre lo había sido; pero ahora con lo sucedido en su apartamento se había puesto peor, al menos para él. Apretó los puños; Kuran se veía bien con Yuuki y ella parecía tan feliz... Maldito chupasangre, lucía tan tranquilo, pero ¿qué podía esperar de alguien como él?, ¿que se disculpara o al menos pareciera un poco avergonzado?, no, Kuran no era de esos. Como todos los sangrepura era manipulador y tomaba lo que deseaba por simple capricho. ¿En qué momento se dejó arrastrar?, ¿Cómo había permitido que aquello sucediera?, ¿Cómo llegó a pensar que él era diferente?, ¿Cómo incluso pudo pensar siquiera que lo que había sucedido era real u honesto?; había sido un idiota, un completo estúpido. Se había entregado a un maldito vampiro,  y no a uno cualquiera sino a uno de sangre pura; había traicionado no solo a los cazadores sino a Yuuki y sobre todo a su familia muerta. Ahora ni siquiera estaba seguro cómo o desde cuando se sentía a si por ese sujeto. Estaba furioso y avergonzado consigo mismo.  

La opresión que se había instalado en su pecho dificultó por un momento su respiración; sin embargo, se esforzó por alejar a Kuran de sus pensamientos y miró nuevamente al hombre que caminaba a su lado observando los puestos. Quizá debería centrarse en ayudarlo a regresar a su mundo para mantenerse ocupado y así olvidarse, aunque fuera sólo un poco, de sus propios problemas.

Luka se giró repentinamente y lo miró a los ojos sonriendo ligeramente mientras le señalaba un puesto de ramen.

-     ¿Qué te parece ese lugar?

Zero le devolvió el gesto.

-     Me parece bien, me gusta el ramen, vamos.

Luka con expresión amable asintió y se dirigieron hacia ese local. Así la noche continuó su curso y el tema de los Kuran no volvió a salir a relucir.

Después de cenar pasearon por otros locales y participaron en algunos juegos de tiro o vieron como lo hacían los niños en otros juegos. Al final, volvieron a lo alto del mirador y allí se quedaron contemplando la plaza.

-     No es muy diferente a mi dimensión.

Al escuchar eso, Zero observó a Luka y pudo percatarse que emanaba cierta calidez.  Sonrió.

-     ¿Ah sí? – respondió y volvió a mirar hacia la plaza.

-      Si. Y aunque lo dudes porque soy un duras, no me desagrada. El mundo del que provengo es oscuro, durante siglos viví solo para luchar en las guerras de alguien más sin cuestionar, hasta que de alguna manera fui cautivado por la luz; entonces me convertí en un traidor que deshonró a su familia sin el permiso de volver.

-     ¿Extrañas tu mundo?

-     No, juré mi vida a Yuki, juré que la protegería y jamás la traicionaría.

-     Hablas de él como ella.

-     Cuando conocí a Yuki, era mujer; y aunque ahora haya reencarnado en un chico mi juramento no cambiará en absoluto. El año pasado me pidió que fuera con ellos a visitar el templo Chion-in, hicieron sus plegarias tradicionales y escuchamos las ciento ocho campanadas para recibir este año. Él uso un kimono azul claro.

-     Lamento que no estés en este momento con Yuki-san. Prometo que te ayudaré en lo que pueda para que vuelvas a él – Luka volvió el rostro hacia él y lo miró sorprendido.

-     A pesar de que acabas de conocerme, tu…

-     También acabas de conocerme y aun así me ayudaste hace un rato.

-     Gracias, Zero.

-     No tienes que agradecerme nada.

Por alguna razón no se atrevió a mirar al opast después de decir aquello, en cambio pensó que ese chico, Yuki. Era afortunado por ser amado con tanta intensidad.

Pensaba en esto cuando de pronto hubo mayor agitación en la plaza y supo que estaba por concluir el año y recibir el próximo.

Levantó la vista, ambos lo hicieron; entonces los fuegos artificiales comenzaron a iluminar el cielo nocturno y las campanas comenzaron a resonar en la catedral. Miró nuevamente al opast; sus fríos ojos plateados refulgían debido al destello de los fuegos artificiales y volvían a lucir cálidos, debería estar pensando en su persona especial.

 

[….]

 

-     Feliz año nuevo!!!

La música cesó y la tradicional frase resonó en la terraza y las copas comenzaron a chocar entre sí. A lo lejos pudo ver como los fuegos artificiales refulgían con sus diversos colores en medio de cielo nocturno y las campanadas hicieron eco.

-     ¡Kaname-oniisama¡

Yuuki se acercó felíz a él y lo abrazó. Él no pudo rechazarla y correspondió a su abrazó.

-     Felíz año nuevo Yuuki – dijo con suavidad y le dedicó una sonrisa gentil. Ella se sonrojo sutilmente.

-     Felíz año nuevo Kaname-oniisama.

-     ¿Lo estás pasando bien?

-     Si, muy bien. Gracias. ¿Pediste tus deseos?

-     ¿Eh?

-     Si, los deseos para año nuevo. Es una tradición.

-     Lo siento, creo que no. ¿Tú lo has hecho?

-     Por supuesto. Aunque sólo he pedido uno.

-     ¿Ah sí?

-      Si, y es el poder estar a tu lado siempre.

-     Yuuki…

-      Gracias por todo Kaname-oniisama.

Kaname la observó por unos segundos y volvió a sonreírle.

-      No tienes que agradecer nada, Yuuki – dijo.

Ella volvió a sonrojarse y avergonzada desvió su vista hacia el cielo.

-     Mira los fuegos artificiales. Tantos colores hermosos.

Él la imitó y al ver los destellos no pudo evitar pensar que sólo había un color que era hermoso para él, el de los ojos de Zero. ¿Podía sentirse ahora más miserable?, ella estaba allí a su lado y él solo podía pensar en Zero y en la mirada de desprecio que le dirigió.

Le había mentido a Yuuki, estúpidamente si había pedido un deseo; el mismo que ella; pero no era estar a su lado lo que deseaba, sino al lado de Zero. Volver a tocarlo, besarlo, hacerle el amor. Una desagradable sensación de pérdida oprimió su corazón.

-      ¿Kaname-oniisama? –. Volvió a mirar a Yuuki - el año posterior a dejar la academia fue algo complicado, pero éste que terminó ha sido perfecto.

-     ¿En verdad lo ha sido Yuuki?

-     Si, y esta noche lo ha sido más. Nuestros amigos están aquí. Incluso los amigos del director que son cazadores y los vampiros, lo están pasando bien y no parece que quieran matarse. Yori-chan y sus padres también lo están pasando bien. Estoy muy feliz.

-     ¿Aunque Kiryuu-kun no haya estado presente?

-     ¿Eh?... bueno, no puedo ser egoísta –. Ella sonrió con melancolía. - Es claro que han pasado muchas cosas entre nosotros; él aun es algo distante, pero parece tolerar mejor el hecho de que ahora soy un vampiro y no quiero presionarlo, estoy segura que poco a poco podremos volver a como era antes.

No Yuuki, nada podrá volver a ser como era antes.

-      Estoy seguro que sí.

-      Si, además, si él es feliz yo lo soy también -. La sonrisa de Yuuki se transformó ahora en una nerviosa. – Por eso me alegra mucho que haya encontrado a alguien; aunque si te soy sincera, no imaginé que también le gustaran los hombres. Su novio es muy apuesto ¿no crees?

-      ¿Su… -. Kaname no pudo terminar la frase, sintió un nudo en el estómago y una punzada en el pecho - ¿Creí que eran amigos?

-     Bueno, eso dijeron; pero tú lo viste, Luka-san dijo que recibirían el año juntos y Zero dejó que lo abrazara. Él por lo general no deja que nadie lo toque. Además, yo no había visto a ese chico, ni escuchado hablar de él antes; el único amigo que le conocía a Zero era Kaito-san.

-     ¡Oh, es una noche esplendida! –. La voz de Cross atrajo la atención de ambos y Kaname lo agradeció, su humor estaba amenazando con ensombrecerse por completo.

-     Lo es, director – respondió intentando apartar de su mente lo que Yuuki acababa de decir.

-     Me gustaría que esto llegara a reproducirse a gran escala. Imagínense, vampiros, cazadores y humanos conviviendo. Sería algo maravilloso ¿no creen?. ¡Oh, estoy tan feliz!

-     Yo también – intervino Yuuki - Le decía a Kaname-nii lo feliz que estoy. Y además la cena de Zero estuvo deliciosa.

-     ¿Verdad que sí?, es realmente talentoso en eso. Me costó mucho trabajo convencerlo, en especial porque se trataba de cocinar para muchos invitados, pero hizo un gran trabajo. Es una lástima que no haya estado hoy aquí, de lo contrario quizá Yagari y Kaito-kun estarían de mejor humor.

-      Pero él está con Luka-san – Kaien miró a Yuuki sorprendido y luego sonrió.

-      ¿Los vieron?, entonces ya conocieron a Luka-san – Kaname se tensó.

-      Si, en la ciudad. Se ve que se llevan muy bien.

-     Jajaja…Claro, son muy buenos amigos, hasta duermen juntos.

-      ¿En serio?!!!

Kaien rio despreocupadamente y las mejillas de Yuuki se ruborizaron por completo. Kaname sintió un leve mareo y entonces repentinamente se escuchó el sonido de cristal al estallar y todos se giraron. Un joven del servicio, que salía a la terraza y que era quien traía la charola cuyas copas habían estallado, palideció, pero no fue el único afectado, Aidou, que estaba más cerca del chico y cuya copa también había sufrido lo mismo, no supo que hacer, solo enrojeció e hizo una inclinación rápida.

-      Lo siento, yo no… no fue mi intensión, por favor discúlpenme.

-     Está bien, no pasa nada Aidou-kun, fue un accidente – dijo Kaien sonriendo – por favor hazte cargo – le pido al chico de servicio y éste de inmediato fue por lo necesario para limpiar.

En cuanto a Kaname, dejó de prestar atención a lo sucedido y se giró hacia el jardín; sus ojos despedían ligeros destellos carmesí y no podía permitir que los demás se dieran cuenta de eso. En todos sus años no recordaba haber necesitado de tanto autocontrol como ahora y aun así había dejado escapar algo de su energía sin intención. Para su suerte había golpeado la copa del más leal de sus subordinados. Estaba seguro que Aidou se dio cuenta que fue él quien hizo estallar las copas, pero de todos modos asumió la responsabilidad.

-     ¿Por qué no volvemos adentro? – dijo Kaien repentinamente. La música comenzaba a sonar de nuevo y los fuegos artificiales habían cesado.

-     Si, vamos - dijo Yuuki tomando a Kaname de la mano. Sin embargo, él no avanzó.

-     Perdóname Yuuki, los alcanzo en un momento. Tengo que hablar con Seiren.

-     ¿Sucede algo malo? – Kaname pudo ver una ligera tensión en ella.

-     No te preocupes. Solo trajo una información que le solicité –. La joven lo miró un tanto extrañada, pero lo soltó

-     Ya veo, bien, te espero dentro – dijo y siguió al director.

Cuando todos volvieron al interior, él finalmente suspiró aliviado. Estaba harto, se sentía asfixiado.

-      Novios… - susurró y frunciendo el ceño miró hacia el pueblo en la lejanía - ¿Seiren?

-     Si, Kaname-sama.

La vampiro, cual sombra apareció repentinamente a su lado, silenciosa e inexpresiva.

-     ¿Averiguaste algo?

-     No mucho – respondió al instante – al parecer nadie del personal sabe quién es en realidad o de dónde viene. Lo único que pude averiguar fue su nombre y que llegó hace casi una semana con Kiryuu-san, se llama Crosszeria Luka.

-     Crosszeria Luka.

Tan solo pronunciar su nombre le hizo sentir nuevamente mareado. ¿De dónde había venido?, era obvio que ese sujeto no era alguien normal. Poseía colmillos, pero no era un vampiro, sus ojos no habían cambiado de color al mostrarlos, además, de serlo habría sabido cuál era su lugar, y sus ojos, esos también eran extraños. ¿Qué hacía con Zero?, ¿Qué relación tenían?, ¿Por qué no sabía nada de él hasta hoy?. Si fue hace casi una semana que llegaron aquí, debieron venir posterior a la noche en que estuvo con Zero en su apartamento. Apretó el barandal de mármol donde estaban posadas sus manos. ¿Por qué Cross no le dijo nada de él cuando se reunieron en la ciudad y mencionó que Zero estaba quedándose en la academia?, y… ¿Por qué dijo que dormían juntos?. Apretó con fuerza el mármol y éste se fracturó. Seiren como de costumbre no se inmuto.

-     ¿Desea que siga investigando Kaname-sama?

-     No, por ahora no. Ya me encargaré yo. Continúa ocupándote de la seguridad de Yuuki.

-     Como ordene.

La vampiro hizo una nueva reverencia y desapareció.

 

 

[….]

 

La noche repentinamente se había vuelto algo silenciosa, especialmente por la calle donde ellos andaban. Desde hacía rato las luces, voces y risas habían quedado atrás y ahora se encontraban dirigiéndose a las afueras del pueblo para tomar el camino que llevaba a la academia Cross. Sus voces y pasos eran lo único que resonaba entre las paredes y adoquines y el frio viento golpeaba contra sus mejillas.

Si no se equivocaba ya todos allá deberían haberse marchado. Solo esperaba no encontrarse con nadie en el camino.

-     Lo que no comprendo, Luka – dijo volviendo a su conversación - es por qué Reiga te envió aquí en vez de intentar eliminarte, es decir, son enemigos y ¿no se supone que es muy poderoso?

-     Hmmp… ¿me tomas por alguien débil?

-     No, no es eso, es solo que…

-     ¿Preferirías no estar lidiando conmigo?

-     Tampoco se trata de eso, es decir… olvídalo.

Luka sonrió y detuvo su marcha sobre el puente y miró hacia el rio en cuya agua se reflejaba la luna.

-     Tienes razón, Reiga es muy poderoso, actualmente más que en cualquier otra de sus reencarnaciones; sin embargo, a mi parecer creo que esta vez en su interior hay dos personalidades, la del nigromante Giou Reiga y la de Wakamiya Kanata que no ha logrado hacer desaparecer. Como Kanata creció al lado de Yuki y era como su hermano mayor; lo protegía y apreciaba. Así que supongo que, aunque haya despertado sus recuerdos como Reiga, no puede eliminar por completo aquello que es importante para Yuki.

-     Ósea, a ti.

-     Hmmp… Solo es una suposición. Aunque también podría ser que sólo se trate de una manera de torturarme.

-     Eso suena muy lógico.

-     ¿Eso crees?... Hmmp, si, supongo que sí. Mandarme aquí sabiendo que no podré volver por mí cuenta mientras me desespero por no poder proteger a Yuki; si, creo que tienes razón.

Un copo de nieve descendió lentamente frente a ellos hasta desaparecer. Ambos levantaron el rostro al cielo al mismo tiempo. Más copos caían.

-     Está comenzando a nevar nuevamente.

-     Deberíamos darnos prisa, no quiero congelarme en el camino.

Zero reanudo su marcha y Luka lo siguió. Justo cuando descendían del puente, vieron como dos autos elegantes pasaron de largo por la carretera, sin duda en dirección a la ciudad.

-     ¿Vienen de la academia?

-      Eso parece – dijo y siguió andando sin amainar el paso, aunque un ligero cosquilleo se había instalado en su estómago.

Al parecer no tendría tanta suerte como había deseado. Permanecer en el pueblo por casi cinco horas no había funcionado del todo, a menos que ellos se hubiesen marchado antes, pero lo dudaba. Por lo que pudo percibir en esos autos no iban ellos, sino nobles, y conociéndolos, estos no se marcharían sin ellos dado lo sucedido recientemente con Yuuki; así que sin duda probablemente se los cruzaría en el camino o incluso en casa del director. Odiaba sentirse nuevamente nervioso.

Mientras pensaba en esto, lo que habían sido solo unos pocos copos de nieve cayendo se estaba convirtiendo poco a poco en una tormenta. Nuevamente un auto paso de largo a su lado. En este tampoco iban ellos ni vampiros, sino humanos. 

-      Debí traer mi motocicleta – se quejó mientras se arrebujaba en su cazadora y avanzaba cuesta arriba.

-      Quizá, pero querías hacer tiempo para no toparte con ellos – Un ligero rubor casi imperceptible se instaló en sus mejillas ante el comentario del opast – Aunque ahora podríamos correr, tu velocidad es asombrosa.

-     No, estoy bien.

Por un momento se sintió molesto. Este hombre era capaz de leerlo de una manera que lo inquietaba. Le inspiraba confianza y su presencia era sosegada y parecía no inmutarse por nada; sin embargo, pese a despedir una sensación de frialdad en esos ojos plateados, también podía trasmitir calidez que hacía que en su interior sintiera que si se descuidaba podría llegar a ver a través de él y leer su alma.

-     ¿Zero, estás bien? - La repentina voz de Luka le causó un ligero sobresalto - ¿dije algo que…

-      Estoy bien, sólo…

Una sensación de opresión lo invadió cortando de golpe lo que iba a decir, y seguido de eso una fuerte explosión resonó. Vampiros, fue lo que de inmediato le gritaron sus sentidos y sin más hecho a correr cuesta arriba. Luka lo siguió de inmediato.

Una nueva explosión resonó con fuerza; pero ahora la energía despedida era una que conocía bastante bien. Kuran estaba peleando. Olvidándose del camino se adentró al bosque para acortar distancia. Las ramas de los arboles golpeaban contra él y una que otra le causaba cortes en el rostro pero que dada su condición sanaban casi de inmediato, así que no se detuvo y siguió subiendo lo más rápido que podía; y mientras más se acerba podía percibir un gran número de vampiros rodeando al sangrepura. ¿Qué hacían allí?, ¿intentaban a tacar la Academia o a los hermanos?; si era esto último sin duda debería haber un sangrepura dirigiéndolos, pero no podía sentir a ninguno aparte de Kuran y Yuuki.

El repentino aroma a sangre le hizo detenerse de golpe.

-     ¿Qué sucede Zero? – preguntó Luka tras de él.

-     Sangre.

-     ¿Qué?

Sin responder, nuevamente hecho a correr, esta vez a mayor velocidad dejando atrás al opast; y mientras más concentrado estaba en llegar hasta aquel lugar del cual provenían aquellas presencias, el sonido de varios disparos le hizo detenerse nuevamente.

¿Cazadores?... Imposible…  ¿Qué está sucediendo?

Otro despliegue de energía hizo vibrar el suelo con fuerza haciéndolo casi perder el equilibrio y un nuevo aroma a sangre conocida llegó hasta el descolocándolo, era la sangre de Kaname. Se obligó a controlarse y sujetándose de un árbol se impulsó nuevamente.

Al salir finalmente al camino, pudo ver parte del área destruida; árboles destrozados y fuego rodeándolos y a varios metros de donde se encontraba, Kaname parado frente a su auto destruido,  protegiendo a Yuuki que yacía en el piso temblando con una expresión sumamente asustada y sujetándose un hombro; era ella quien sangraba más, pero también Kaname tenía un corte en la mejilla, en el brazo y en un costado. Seiren se encontraba de rodillas al lado de Yuuki intentando detener el sangrado.

Zero no se detuvo a pensar, apretó la mandíbula con fuerza y sacó su arma del interior de su cazadora. El número de vampiros era considerable, pero eso no lo detuvo; se dirigió hacia donde se encontraban.

Un nuevo despliegue del poder de Kaname hizo explotar a varios vampiros convirtiéndolos en cenizas al instante, pero algunos lograron esquivar su poder mental y rodeándolo saltaron sobre Yuuki, parecía que ella era su objetivo; sin embargo, el sangrepura no se inmutó y en un rápido movimiento sin descuidar su posición, cortó la cabeza de dos de ellos y arrancó el corazón de otro más. Eso debería de haber sido suficiente para hacer desistir a los atacantes, sin embargo, no fue así; se reagruparon y volvieron al ataque.

Desde su posición era evidente que Kuran no se movería para no desproteger a Yuuki y también era evidente que los ataques no cesarían. Un vampiro de nivel inferior jamás atacaría a un sangrepura a menos que su maestro u amo se lo ordenara, así que sin duda estos vampiros estaban bajo las ordenes de un sangrepura. No había más remedio que acabar con todos.

Un nuevo par de disparos resonó y fueron a impactar contra el piso cerca de donde se encontraba el sangrepura. Zero se giró para averiguar de dónde habían provenido, pero no pudo ver a nadie. Tampoco Kaname pareció darle importancia porque se giró para atrapar a otro vampiro y destruirlo.

-      ¡Kuran…! - le gritó en un impulso.

Al escucharlo, Kaname pareció quedarse de pronto estático y levantó la vista buscándolo hasta toparse con la de él y abrió los ojos sorprendido, no se había dado cuenta de su llegada al parecer.

Al percatarse de esa distracción, igual que antes varios vampiros se fueron contra el sangrepura, pero éste, en una nueva demostración de su poder, volvió a convertirlos en cenizas; sin embargo, también varios lograron pasar su defensa y se lanzaron de nuevo contra Yuuki, Zero entonces hizo varios disparos y esos mismos vampiros desaparecieron. Los demás vampiros, pese a que había gritado antes, parecieron reparar también por primera vez en su presencia.

-     ¿Qué diablos está sucediendo aquí, Kuran? – cuestionó al vampiro desde la distancia.

-     Eso quisiera saber también Kiryuu-kun y solamente ellos podrían decírnoslo, pero me temo que no lo harán.

-     Es una lástima, entonces solo hay que eliminarlos y buscar al maldito sangrepura que está usándolos.

-     Eso sería una buena idea, pero desafortunadamente no está cerca y hay algo más de lo que preocuparnos ahora, entre ellos hay…

Kaname detuvo su frase cuando el repentino sonido de varios disparos resonó y abrió los ojos desmesuradamente; pero antes de que Zero siquiera reaccionara que los disparos se dirigían precisamente hacia a él. Luka apareció tras él y colocando su espada a manera de escudo, bloqueó las balas, las cuales sacaron chispas doradas al impactarse contra ella.

Zero se giró lentamente hacia Luka. Las armas, ¿Cómo había sido tan estúpido como para olvidarse de ellas?

-     ¿Estás bien? – preguntó el pelinegro tranquilamente – eres más rápido de lo que creí, apenas pude darte alcance, pero creo que llegué justo a tiempo. Esas balas se dirigían hacia ti, pero se han desvanecido.

-     Eran balas de cazador.

-     ¿Cómo?

Antes de poder responderle a Luka, la onda expansiva de un nuevo despliegue del poder de Kaname,  golpeó contra ellos agitando su pelo. En un abrir y cerrar de ojos el sangrepura desapareció de donde estaba para volver a aparecer varios metros lejos de ellos sujetando a un hombre del cuello. Zero supo que era quien había disparado pues dejó caer su arma. Sin embargo esta acción de Kaname dejó desprotegida a Yuuki y varios vampiros al instante se lanzaron contra ella, Seiren se puso en guardia frente a ella y Zero, olvidándose del sangrepura se dirigió hacia ella también y disparando varios veces logró eliminar a los atacantes que Seiren no pudo detener, luego ocupó el lugar de Kaname y se giró para mirarla.

-     ¿Yuuki, me escuchas?, ¿Yuuki?...

-      Está en shock – fue la respuesta de Seiren – y también le dispararon, por eso no para el sangrado.

Zero la observó. Él sabía lo que debería estar sintiendo, había sido herida con un arma de cazador y eso era sumamente doloroso para un vampiro.

-     Bien, quédate con ella - dijo dándoles la espalda y apuntando nuevamente su arma al frente.

Pudo ver como Luka también estaba peleando. Con rápidos movimientos de su espada, cortaba la cabeza de los vampiros o atravesaba su corazón. Fue así que pudo darse cuenta que los atacantes no eran nobles sino vampiros normales. ¿Dónde estaba el sangrepura que los controlaba?. Miró al frente, en algún momento Kuran había eliminado al sujeto que le había disparado; ¿Qué hacia un cazador allí?

-     ¡Kaname-sama!  

Aquella repentina voz atrajo su intención sobresaltándolo ligeramente. Era Aidou que había aparecido seguido de Kain y Takuma y que de inmediato se enfrentaron a los atacantes. Segundos más tarde, también pudo sentir la presencia de Cross acercándose. Entonces los vampiros comenzaron a huir.

-     No dejaremos que se vayan – gritó Aidou disponiéndose a ir tras ellos.

-     Está bien –. La repentina voz de Kaname le hizo detenerse - déjenlos, no tiene caso seguirlos, no nos dirán nada estando bajo el influjo de un sangrepura.

El noble rubio se volvió hacia Kaname y al observarlo, se sobresaltó.

-     ¡Kaname-sama! – gritó y fue corriendo hacia él e hizo una reverencia. – Está herido, lo siento, lo siento, no debimos dejarlos atrás, perdónenos por favor, quisimos volver antes pero el auto del senador Wakaba iba muy cerca de nosotros y hasta que se desvió logramos detenernos y volver.

-     No te preocupes por eso Aidou, 

-     ¿Kaname, estás bien? – preguntó Ichijou al llegar a su lado - Esas heridas parecen haber sido hechas...

Antes de que Ichijou terminara su frase, Aidou miró las heridas del sangrepura y abrió los ojos desmesuradamente y luego se giró furioso hacia Zero.

-     ¡Kiryuu, le disparaste a Kaname-sama!, ¡¿Cómo te has atrevido?!

-     No hice tal cosa – respondió éste con total tranquilidad y sin mirarlos mientras volvía a colocar el seguro de su arma y la guardaba.

Kaname lo observó por un par de segundos y luego se dirigió hacia él. Había tenido tanto miedo. Zero se inclinó hacia Yuuki.

-     ¿Yuuki, me escuchas?

-     Necesita descansar – dijo Kaname inclinándose a su lado haciéndole tensarse; y colocando una mano en la cabeza de Yuuki, irradió energía y ella se desvaneció siendo sostenida por Seiren.

-     Llévala a un auto por favor – le ordenó a la vampiro. Seiren tomó en brazos a la joven y se alejó hacia uno de los autos que estaba llegando en ese momento.

Zero no se movió, pero Kaname podía percibir su tensión, así que lo miró y entonces pudo ver un corte en su mejilla que le causó una punzada en el pecho. Ese hombre no había podido parar todas las balas y una había rozado la mejilla del joven. Comenzó a levantar la mano en un impulso de acariciarlo y sanarlo, sin embargo, repentinamente los pasos y la presencia del director atrajo la atención de todos y Zero se puso de inmediato de pie y se alejó de él. Kaname sólo cerró su puño con fuerza.

-     ¡Kaname-kun, Kiryuu-kun!, ¿Están bien?!, ¡¿Qué ha sucedido?!, ¡¿Dónde está Yuuki-chan?!

-      Ella está bien director, ahora descansa en aquel auto. Desafortunadamente nos atacaron repentinamente, pero ya todo está controlado.

-     ¿Pero quién los atacó?

-     No lo sé.

-     Había un cazador entre los atacantes – dijo repentinamente Zero y Kaien lo miró sorprendido

-     ¿Un cazador?

-     Si. Está por allá – dijo señalando hacia el lugar donde yacía el cuerpo. Kaien miró hacia ese lugar con expresión bastante seria y de inmediato se dirigió hacia allá.

Luka, en tanto, se acercó y se paró al lado de Zero. Ese gesto no le pasó desapercibido a Kaname quien sintió un hueco en el estómago.

-      ¿Estás bien? – le preguntó el joven cazador.

-     Si, gracias. ¿Y t.. – Luka frunció el ceño al mirar la mejilla de Zero y al instante llevó una mano hasta ella y con el pulgar limpió la sangre que había brotado de esa herida. Zero se tensó con incomodidad.

-     Estoy bien, esto no es nada – dijo alejándose – sanará en unos minutos –. Luka lo miró extrañado, pero no dijo nada. Entonces Zero se giró hacia Kaname y lo miro fríamente.

-     ¿Por qué eliminaste al cazador, podríamos haberlo interrogado?

-     No tenía caso. Era un ex humano.

-     ¿Qué?

-     Como lo oyes. Aunque no tenía mucho de haber sido transformado. Por eso aún no se convierte en cenizas.

-     ¿Sabes lo que eso significa, Kuran?

-     Mejor que nadie.

 

 

Notas finales:

Hola a todos, he aqui un nuevo capítulo. Con todo lo que pasó en mi pais realmente no creí publicar este mes, pero aquí está. Espero que les haya gustado, agradezco de antemano sus comentarios y gracias por leer. Les mando un beso.


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