VII
RED
La nieve había desaparecido por completo y ahora del invierno sólo quedaba el ambiente un poco gélido.
El suave viento golpeó contra él nuevamente, agitando su pelo. Ya había pasado un mes y aún no había señales de que la puerta de Zafiel hubiese sido activada, pero como no podía quedarse sin hacer nada, había comenzado a echar mano de todos sus recursos.
Volvió a concentrarse y recitó las palabras de invocación de una manera diferente. Un circulo de runas de luz azul claro apareció de nuevo en el piso entorno a él y luego varias líneas se entrecruzaron bajo sus pies hasta formar una estrella que emitió una onda de energía luminosa hacia el cielo, sin embargo, ésta pronto desapareció.
Respiró profundamente y apretó los puños. Seguía sin funcionar. Cross Kaien ya se lo había vuelto a repetir hacia unos días, el portal sólo podía ser abierto desde su dimensión; pero aunque eso fuera cierto no podía simplemente quedarse sin hacer nada, en especial ahora que Zero había regresado a sus actividades. Miró su reloj. Hablando de Zero. Caminó hacia el borde del techo de la torre y se paró allí. Pudo ver como los estudiantes comenzaban a desplazarse por los corredores y bajaban las escaleras.
En un parpadeo desapareció del lugar donde estaba y reapareció en el jardín trasero de uno de los edificios. Caminó tranquilamente por el hasta llegar a la jardinera frente al edificio principal. No pasó mucho tiempo cuando vio a Zero bajar la escalinata acompañado de un joven y una chica, quienes al verlo a él sonrieron y le dijeron algo. El muchacho levantó la vista hacia donde él se encontraba, y luego la volvió hacia los chicos negando con la cabeza mientras decía algo y se despedía.
El sol aún se encontraba en lo alto y como de costumbre no le pasó desapercibida la molestia que había provocado al joven cuando dio de lleno contra su rostro. Seguía preguntándose si se debía a las pocas o casi nulas horas de sueño que últimamente tenía. Una parte de él optaba por esta posibilidad ya que con eso evitaba pensar que pudiera deberse a que estaba enfermo, pues recordaba las tabletas que le había dado el director aquella mañana; sin embargo no lo había visto consumirlas una sola vez y aún no sentía la suficiente confianza como para atreverse a preguntarle directamente, así que no sabía exactamente que pensar.
Desde aquel ataque a los Kuran, Zero había vuelto a sus funciones como cazador y también había vuelto a su apartamento y aunque el director insistió en que él se quedara en la academia, prefirió irse con el muchacho. Zero no había puesto objeción y eso pareció sorprender al director que no insistió, pero aun así prometió que lo ayudaría en lo que pudiese para que volviera a su mundo.
Como fuera, desde entonces había días en que Zero no regresaba al apartamento o en los que sólo llegaba y dormía dos o tres horas y volvía a marcharse. Se había percatado que llevaba a cabo muchas misiones y todas involucraban cazar a algún vampiro; y a diferencia de otros cazadores que por lo general desempeñaban en su mayoría misiones de investigación, a Zero parecía que le asignaban las más peligrosas. Eso a él le generaba extrañamente cierta ansiedad y aunque más de una vez se ofreció a acompañarlo, Zero se negó en cada una alegando que no debía involucrase en una lucha que no era suya. Sin embargo, aunque eso fuera cierto él aun quería apoyarlo, pero había dejado de insistir en ir con él. Al principio se ofrecía porque no podía simplemente quedarse a esperar y la inactividad en este lugar lo estresaba demasiado, pero para Zero dejarlo acompañarlo representaba una carga; lo comprendió una noche en que llegó completamente manchado de sangre y herido debido a que su misión fue en conjunto con otros cazadores y por proteger a uno de sus compañeros, un ataque dio de lleno contra uno de sus costados. Desde ese día, pese a que seguía deseando acompañarlo, desistió.
- Hola.
- ¿Qué haces aquí?
Abrió los ojos sorprendido, era la primera vez que Zero cuestionaba que lo esperase a la salida de sus clases; aunque tampoco era como que lo hiciera siempre, de hecho, solo lo había hecho cuando se percataba que el muchacho estaba más cansado.
- Yo... si te molesta que...
- No... olvídalo, tuve un día pesado - Lo observó. Efectivamente, Zero parecía muy cansado.
- Pues entonces será mejor que vayas a casa. Andando...
Ambos se pusieron en marcha hacia el estacionamiento. Pudo percibir que Zero estaba tenso y eso no desapareció hasta que después de haber abordado sus motocicletas, se alejaron.
Después de un rato de conducir, aparcaron en un parque y Zero descendió para ir a sentarse en una banca bajo la sombra de un gran árbol que, pese a que apenas comenzaba a reverdecer, impedía el paso de la luz.
- ¿Acaso no iremos a tu apartamento?
- No tengo tiempo, debo ir a la asociación. Descansaré un poco aquí -. Lo vio frotarse el pecho un poco y luego recargar la cabeza en el respaldo de la banca mientras cerraba los ojos.
- ¿Te sientes mal?
- Estoy bien.
- No creo que sea bueno para tu salud que no duermas bien. Si no es tu trabajo en la asociación, son tus clases en la universidad, llevas varios días sin descansar como es debido.
- No puedo darme ese lujo - dijo sonriendo sin abrir los ojos.
- ¿Sigue habiendo muchos ataques?
- Sí.
- Zero, si me lo permites yo podría ayudarte a... -. El cazador abrió los ojos y lo miró con severidad.
- Ya hablamos de eso, no quiero que te involucres, no tiene que ver contigo.
- Lo sé, pero...
- Tu prioridad es otra. Si resultaras herido no podrías volver a tu mundo para seguir protegiendo a Yuki-san.
Luka guardó silencio. Últimamente Zero usaba eso para evitar que insistiera en involucrarse en actividades de cazador.
- Bien, como tú digas.
- Hmmp... ahora me das por mi lado.
- Ya aprendí - Zero volvió a sonreír.
- Estoy seguro que pronto la situación se normalizará, ya que no es que siempre haya sido así, es solo que desde el ataque a los Kuran no pudimos controlar la información y ésta se filtró; aún no sabemos cómo, pero debido a eso se han estado registrado más ataques a humanos de los que normalmente se daban. Muchos malditos vampiros se han vuelto osados, más al suponer que si hay alguien que se atrevió a atacar a su rey es porque pronto se desatará una guerra de poder y por consecuencia nadie prestará atención a sus ataques individuales. Es por eso que debemos demostrarles que ni en sueños eso sucederá.
- Bueno, pero Kuran les pondrá un alto ¿no?, es su rey después de todo.
- No es tan fácil. Aunque es su rey sigue siendo un sangrepura.
- ¿Y no se supone que son la elite?
- Lo son, pero los vampiros en apariencia se rigen por normas y jerarquías basadas en el poder, sin embargo, aunque los sangrepura pertenezcan al nivel más alto, son presas más tentadoras para el resto de los vampiros, que los mismos humanos.
- ¿Cómo es eso posible?
- Debido a que son pocos y aunque pueden ser poderosos, no son invencibles. Casi todos los vampiros de menor rango sienten debilidad por su sangre, así que ansían probarla y con ello obtener el poder que reside en ella.
- ¿Entonces es posible que aquel ataque haya sido obra de vampiros así?
- Posiblemente, pero sería muy osado y estúpido. Kuran no se caracteriza por ser alguien amable o despreocupado, conociéndolo estoy seguro que hará algo al respecto. Lo que me preocupa es la forma en que lo hará y lo que resultará de eso... Como sea, en lo que él decide en si o no actuar, los cazadores debemos seguir haciendo nuestro trabajo.
- Deberías entonces dejar de asistir a la universidad, al menos hasta que todo se calme, así podrías...
- No tienes de que preocuparte, estoy bien, pero tú eres quien debería dejar de hacer lo que haces.
- ¿Venir a buscarte? - Zero pareció dudar un segundo.
- No me refiero a eso, sino a lo que haces en la azotea del edificio principal. Alguien podría subir allá y verte.
- Tengo cuidado de que nadie lo haga.
- También está el haz de luz que emites.
- Eso... bueno, las invocaciones siempre la producen; por eso preferí hacerlo durante el día ya que la luz se difumina con mayor facilidad, pero supongo que tienes razón, alguien podría tener una visión bastante buena como para notarlo; sin embargo, necesito de un lugar abierto y hay pocos lugares aquí donde puedo hacerlo. El campus de tu universidad es amplio y el edificio principal es lo suficientemente alto, la catedral también y uno que otro edificio en la ciudad, intento no hacerlo siempre en el mismo sitio. La Academia Cross al estar situada entre las montañas estaba bien y lo intenté, pero allá las chicas parecen tener un sentido muy superior al de los vampiros y demonios porque siempre me topaba con alguna.
- Jajajaja... ¿por eso te negaste a quedarte allá?, eres su tipo ¿sabes?... Recuerdo cuando era prefecto y tenía que impedir que se lanzaran sobre los de la clase nocturna.
- ¿Ah sí?, pues hasta donde me di cuenta, tu tampoco quisiste quedarte allá por lo mismo. Vi a varias chicas acercarse a la casa del director a hurtadillas solo por verte.
Zero se ruborizó un poco y desvió la vista.
- Mentira.
- Si tú lo dices. Por cierto... - Zero levantó la vista de nuevo hacia él y lo vio ir hacia su motocicleta y abrir el compartimento para luego regresar con una bolsa. - Traje esto para ti -. Zero la tomó, dentro había una caja de almuerzo y una botella. - Tampoco desayunaste esta mañana así que supuse que no estaría mal traerlo para ti.
Zero lo miró detenidamente.
- ¿Acaso eres una especie de ama de casa, procurándome?
Luka no se incomodó al respecto. Solo se encogió de hombros.
- Estoy viviendo en tu apartamento gratis. Pero, no te acostumbres.
Zero volvió a sonreír.
[...]
- ¿Estás segura Yuuki?
- Sí. Es la mejor universidad de la ciudad y salir al extranjero por ahora no es una opción; no pienso irme y dejarte. Además, este lugar me gusta.
- Pero no hay necesidad, podrías seguir tomando clases en casa.
- Sí, pero estoy cansada de estar enclaustrada y creo que si hago esto podré ayudarte más.
- ¿Cómo podría ser eso?, has sido atacada. En este lugar mi alcance disminuye. Estaría más tranquilo si te quedas en casa donde pueda controlar mejor tu seguridad.
- Tengo claro todo eso, pero también sé que en este momento tu credibilidad ha decaído porque muchos creen que hay alguien que quiere arrebatarte tu posición y además, piensan que no eres capaz de protegerme.
- Aidou hablando de más de nuevo - Kaname frunció el ceño.
- No te molestes con él. Agradezco me lo haya dicho; y no podemos negar que eso está sucediendo.
- No me importa lo que los demás piensen. Me preocupas tú y tu seguridad.
- Y por eso mismo. No podemos dejarles ver que una sangrepura es incapaz de protegerse a sí misma. Si ellos lo creen seré el blanco de muchos otros. No quiero que eso suceda, no quiero darte más preocupaciones y no quiero demostrarles que estoy asustada y que soy débil. Además, estoy segura que los senpai harán todo lo posible para protegerme.
Kaname miró al exterior, al lado de la puerta principal se encontraban Ruka y Akatsuki esperando. Eran el centro de atención de todos los chicos humanos que entraban y salían del lugar, pero ellos se mantenían estoicos aguardando.
- Aun no estoy de acuerdo con esta idea, Yuuki.
- Serán clases de día. No muchos vampiros pueden andar bajo la luz del sol así que las posibilidades de que sea atacada se reducen.
- Con los vampiros las precauciones nunca son suficientes. No te puedes confiar de ninguno.
- Lo tengo muy en cuenta oniisama, pero por favor déjame hacerlo. Si sigo encerrada en casa me volveré loca.
- Bien; si no puedo hacerte cambiar de opinión, vamos entonces.
Kaname se colocó los lentes de sol y abrió la puerta de auto y descendió. A los jóvenes humanos, que ya observaban a Ruka y Akatsuki, no les pasó desapercibida su presencia y más de uno se detuvo a observarlo. Como sangrepura era sumamente más atrayente que los vampiros nobles. Kaname no les prestó atención, rodeó el auto y abrió la puerta ofreciéndole caballerosamente la mano a Yuuki. Ella descendió lentamente y miró hacia la institución que se erguía frente a ella. Su arquitectura era semejante a la de la academia Cross, solo que aquí obviamente no había división de clases y por tanto conviviría con humanos y quizá con alguno que otro vampiro que gustara de coexistir con humanos, también.
Yuuki se encaminó hacia la entrada con Kaname a su lado y le sonrió a un par de jovencitas que se habían detenido a mirarlos. Las chicas se ruborizaron por la presencia de los dos hermanos y solo los vieron pasar de largo embelesadas.
- Que atractivos. ¿Serán modelos?
- Estoy segura que sí.
Les escucharon decir. Yuuki solamente sonrió ligeramente avergonzada.
- Ruka-senpai, Akatsuki-senpai, gracias por haber venido. - dijo al llegar a donde los nobles los aguardaban.
- No tiene nada que agradecer Yuuki-sama - Ruka iba a hacer una reverencia, pero Akatsuki la detuvo. La noble comprendió entonces lo que estuvo a punto de hacer - lo siento - dijo.
- Está bien, pero me gustaría que tampoco se dirijan a mí con ese honorifico aquí.
- Pero...
- Ella tiene razón - intervino Kaname - Ha decido ingresar el próximo semestre a esta universidad y ustedes serán sus compañeros. Es mejor no llamar demasiado la atención de los humanos.
- Como usted diga; pero entonces no hubiese sido mejor que Seiren se encargara de los tramites - dijo ella volviendo el rostro y mirando a su alrededor.
- Esta universidad no es como la academia Cross, Ruka - dijo Kain - Aquí asisten solamente humanos, Seiren no iba a poder hacer los trámites, es necesario que nosotros los hagamos personalmente.
- No lo sabía, nosotros sólo hemos tomado clases privadas y asistido a la academia Cross.
- Bien, entonces hay que entrar y hacerlo - dijo Yuuki sonriendo.
- ¿Usted también asistirá Kaname-sama?
- No, tengo varios asuntos de que ocuparme; pero decidí acompañar a Yuuki hoy y asegurarme que no haya problemas. Aquí seran ustedes quienes se encarguen de su protección.
- Será un placer.
Aun con las miradas de los jóvenes humanos puestas en ellos, ingresaron al lugar y se dirigieron hacia las oficinas administrativas. Una vez allí, Kaname aguardó en la sala de espera mientras los nobles y Yuuki ingresaron al área de trámites. Tomó una revista de la mesa que tenía en frente y se puso a hojearla. Lo hizo para ignorar las miradas puestas en él. Estaba acostumbrado a lograr esa atención por parte de los humanos, en especial de las mujeres; pero no por eso era menos incómodo.
Los minutos comenzaron a pasar y pronto dejó de ser el centro de atención, quizá debido a que las jóvenes tenían otros asuntos que atender y ninguna de ellas se atrevería a acercársele de todos modos, ni él les hablaría.
- ¿En serio?, pero Kiryuu-kun lo negó...
En algún momento, repentinamente escuchó el apellido de Zero y esa conversación entre todas las que llegaban a sus oídos como un enjambre, atrajo su atención. Dos chicas pasaron tras el sillón donde se encontraba sentado y se detuvieron cerca de unas escaleras.
- Te digo que es cierto. Hace unos días yo misma los vi en el parque que está a unas calles de aquí. Si no fueran novios ¿Kiryuu-kun permitirá que lo venga a buscar, que le prepare el almuerzo, y lo dejaría velar su sueño?
- No lo sé, supongo que no, pero yo misma se lo pregunté y él lo negó.
- Obvio que iba a negarlo. Ambos son chicos... La verdad es que me da un poquito de envidia y me frustra; ambos son tan apuestos, parecen modelos, no puedo creer que no les gusten las chicas.
Kaname sintió un hueco en el estómago, ¿estaban hablando de Zero?, ¿Él asistía a esta universidad?
- Bueno. Kiryuu-kun es muy inteligente y apuesto, pero también es muy huraño, a Kei y a mí nos costó mucho trabajo acercarnos a él. Dudo que nos considere sus amigos, así que supongo que, si es cierta esa relación, no lo admitió por ese motivo.
- Bueno, como sea eso es lo que vi, se veían lindos, yo quiero un novio así...
- Mejor deberías ponerte a estudiar, mira que reprobar dos materias.
- Ay... ya no me digas... mira esto, tendré que pasarme las vacaciones enclaustrada estudiando para presentar los exámenes. Kiryuu-kun es el mejor de la clase a pesar de que falta mucho, no puedo creer que hasta en eso tenga suerte.
- Ya vámonos, deja de lamentarte.
Las chicas se alejaron, pero Kaname había dejado de prestar atención. Lo único que ahora estaba en su mente era el hecho de que habían visto a Zero con alguien, ya suponía de quien se trataba, pero el hecho de su molestia radicaba en esa frase "Si no fueran novios ¿Kiryuu-kun permitirá que lo venga a buscar, que le prepare el almuerzo, y lo dejaría velar su sueño?". Apretó la revista con fuerza.
- ¿Kaname-oniisama? - la voz de Yuuki atrajo su atención y lo hizo calmarse.
- Yuuki, ¿Cómo les ha ido? - dijo poniéndose de pie y girándose hacia ellos.
- Bien, ya concluimos los tramites así que en un mes y medio podremos ingresar como estudiantes.
- Yuuki, ¿Sabías que Kiryuu-kun también asiste a esta universidad? - ella lo observó por un instante y luego sonrió.
- ¿Zero?, no tenía idea, ¿Cómo lo supiste?
- Casualidad, dos jovencitas hablaban de él, al parecer es el mejor de su clase.
- Bueno, no me sorprende. Esta es una prestigiosa universidad y él es muy inteligente.
- No creo que le agrade mucho la idea de que estudies aquí.
- Supongo que no, pero no pero no por eso cambiaré de opinión.
[....]
- ¿Estás seguro de dejarlo allá?, podría volver.
Reiga levantó la vista de la rosa azul que traía en su mano y miró al opast parado frente a él.
- No podrá volver mientras yo tenga la llave de la puerta.
- Encontrará la manera, debiste eliminarlo desde un principio.
- ¿Está bien que me digas eso?, es tu hermano Luze.
- Es un traidor que trajo la deshonra a mi familia - respondió el opast de manera inexpresiva - Mejor dime, ¿aprovecharemos su ausencia e iremos por la luz?
- Todavía no, Takashiro está más alerta al igual que los guardianes.
- Pero el tiempo se te está terminando.
- A ellos también. Esta vez es diferente a las anteriores, Yuki reencarnó en un hombre con sus poderes prácticamente sellados y sin un solo recuerdo; y no creció al lado de ellos sino al lado mío. Esta vez no podrán manipularle a su antojo. Takashiro lo sabe.
- Pues si eso es cierto, razón de más para creer que fue un error que enviaras a Luka al mismo lugar donde reside la llave de los recuerdos y del verdadero poder de la luz.
- ¿Qué posibilidades hay de que él sepa eso?, tendría que arrancar el corazón del portador para darse cuenta.
- Y tanto tu como Takashiro necesitaran ese corazón. Enviaste a Luka allá por un propósito entonces, ¿no es así?
- Por supuesto, nunca hago nada sin un propósito.
- ¿Y me dirás cuál es?
- A su debido tiempo Luze.
Reiga se incorporó del alfeizar de la ventana donde estaba sentado desde hacía rato. Dejó caer la rosa azul al piso y la aplastó.