Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL AMERICANO Y SU DANÉS. por QUEEN DOG

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola! Bueno primero que nada me disculpo con todos por dejar a medias dos fanfics y claro tambien por no volver en mucho tiempo, pero por favor perdonenme con este fanfic, que esta vez si acabare y de hecho ya esta acabado, solo es de subir los episodios, los cuales seran 5 por ahora, espero lo disfruten y quieran leer mas.

Notas del capitulo:

Por favor disfruten y me disculpo por las faltas de ortografia.

EPISODIO 1


Me desperté  por los gritos que daba mi bebé, Jorgen, hoy cumplia 3 años, me sentía feliz, llegué a su cama, donde lloraba, por su mal sueño, y me llamaba con sus brazitos levantados hacia mi, yo lo levanté en mis brazos, besé sus rosadas mejillas y empecé a mecerlo para que dejará de llorar, cantaba mi cancion favorita, “La vie n rose”, una canción que me hacia recordar al padre de mi niño, mis fugaces recuerdos de nuestra boda regresaban, y aunque quisiera olvidar a Bill, mi esposo, me era imposible, no solo por el hecho de que todos los dias vivía con el miedo de que nos encontrará y que fuera capaz de hacerme, a mi y a Jorgen, sino también que mi mismo Jorgen era idéntico a el, su mismo cabello oscuro como la noche, y esos hermoso ojos de los que me enamoré más de una vez; de un color verde grisaceo, por sus acciones y berrinches se asimilaba cada vez más a él, todos los dias era lo mismo, recordaba todo lo que paso con Bill, yo llegando a casa y él lleno de sangre, con pistola en mano y una fría sonrisa, aunque ya hubieran pasado 3 años y Bill nunca supo de Jorgen, vivía atormentado, aunque hubiera regresado a mi hogar, Dinamarca, sino también porque conociendo al hombre con el que me casé y amé, me conocia muy bien para saber como llegar a mi.


La historia de Bill y yo era muy buena para ser verdad, yo un extranjero llegado a la Gran ciudad (Nueva York), y por accidente confundir mis maletas en el aeropuerto con el, invitándome a cenar, porque mis ojos ambar, mi piel blanca llena de manchas y mi anaranjado cabello, para él, lo más hermoso que jamás vio alguna vez, me cautivó con su gran altura y su gran presencia, su deliciosa colonia, su cuerpo de muerte, sus toscos rasgos, su barba que aunque era no muy larga le daba un toque sofisticado que para mi, en ese entonces un joven de 19 años y el uno de 37, sino también su elegante forma y el caballero que era conmigo caí por él en un santiamen, y aunque tuvimos problemas por la edad, nos amabamos, más y más cada dia, llegué a casarme con él, y tratar de ser un esposo perfecto, aunque el llegará a ser posesivo y territorial conmigo, lo amaba, hasta que un día, el mismo día que supe que Jorgen venía en camino, vi una escena y un rol de maldad que jamás pensé ver en el hombre que amaba y confiaba, una escena de crimen y lo peor de todo, el estaba feliz por haber matado a aquel hombre que hace dos días habíamos conocido como Bruno, impactado y tomando el dinero que había ahorrado, tomé mis cosas y me largué de ese lugar, con lagrimas en los ojos recorriendo mis mejillas compré un boleto de avion y volé a Dinamarca con mi único consuelo siendo mi bebé. Conseguí esconderme de mi familia y de conocidos, rentando un apartamento en la ciudad de Aalborg y empezando un nuevo trabajo como asistente de un pastelero cerca de mi apartamento, que al conocer mi situación me ayudo mucho, Karl se había convertido en mi único apoyo además de mi lindo Jorgen.


Tres años habían pasado, y después de dormir a Jorgen y dejarlo con la vecina de al lado me dirigí a trabajar a la pasteleria, ya es invierno y empieza a hacer más frío, llegué a la pastelería y por alguna razón al ver la tienda con las luces apagadas y cerrada me dio mala espina, me acerqué a la puerta y no vi a nadie adentro pero al parecer estaba abierta, así que entre, todo parecía en su lugar, no me parecío que haya un ladron y solo tal vez Karl no abría aun ya que se había atorado una que otra maquina, pasé detrás del registrador y entre a la cocina temeroso.


-Karl…  ¿Estás aquí? -


Escuché ruido detras mio, así que miré hacia atrás, un hombre con traje y de enorme tamaño se acercó a mi tratando de tomarme por los hombros, me di vuelta asustado y traté de huir, chocando con una fuerte superficie que me hizo caer, aunque una mano me sostuvo de la cadera impidiendo que cayera. Una voz profunda y tan familiar inundó la cocina.


-No te preocupes por Karl, fue a comprar ingredientes que faltaban de la cocina, llegará pronto.-


-B-Bill…Que...-


Ante mi se encontraba la persona que alguna vez amé y que había abierto un gran precipicio entre nosotros, Bill, seguía igual de candente, sus ojos verdes grisaceos , su cabello negro y un poco largo yacia en una pequeña coletita, que hacia que su barba de candado resaltara junto con su hermosa pero agria sonrisa, vestía un pulcro traje su saco abierto revelando su camisa blanca, su cuerpo trabajado y de muerte, aun tomándome de la cintura me acercó a él pegando nuestros cuerpos, ni siquiera su rica loción había cambiado, *Tan embragiante*. Tomó mi mentón y me acercó a su rostro dejando solo unos centimetros entre nosotros ycon su ronca voz dijo aun con su sonrisa.


-Hola mi querido danés, ¿cómo has estado todo este tiempo sin mí? -


-Bill… ¿cómo fue que?-


-¿Te encontré?...Fue difícil, no dejaste rastro, pero finalmente te encontré, y ahora ya no volverás huir de mi. -


Acercó sus labios a los mios y me besó, metió su lengua en mi boca, al principio traté de separame de él empujando su pecho, claramente fallando por mi baja estatura y mi falta de fuerza contra alguien como Bill, y poco a poco dejé de pelear, tratando de seguir aquel besó embriagante, nos separamos por falta de aire, sentía mi rostro completamente rojo y Bill solo había agrandado su sonrisa pero sus ojos aun mostraban molestia por lo que había hecho, borró su sonrisa y apretando mi cadera, hasta quejarme del apretón, me cargó en su hombro y empezo a caminar a la salida dando ordénes.


-Vayan a su apartamento y traigan sus cosas, al final quemen todo lo demas, me iré antes con él.-


Sus hombres en traje empezaron a salir también y a dirigirse a lo que se les había ordenado, pero empecé a patalear desesperado por mi niño, ¡Jorgen!


-¡Espera! ¡Bajame! ¡Tengo que ir a mi apartamento por favor! -


-No, no hay tiempo y tu vienes conmigo, tenemos cosas que discutir, ya esperé 3 años, no esperaré más. -


-¡No! ¡Porfavor, bajame, no me tardaré por favor! -


Mi desesperación empezo a hacerse mayor, y lagrimas caían de mis mejillas mientras me removía en el hombre de Bill, tenía que decirselo.


-¡Espera por favor! ¡Mi hijo está ahí! -


Bill paró estupefacto y con eso, sus hombres detrás de él. Apretó más mi cintura sabiendo que sus manos dejarían marcas, y me bajó bruscamente de su hombro, estrujando mis hombros, serio y furioso.


- ¿Qué dijiste? -


-Mi hijo…nuestro hijo está en mi apartamento…-


-No juegues conmigo Ole ¡Nunca estuviste en cinta! -


- ¡Si lo estaba, pero la misma noche que pensaba decírtelo tuviste que matar a Bruno!-


El silencio domino la pequeña banqueta en la que estabamos, Bill seguía estrujando con fuerza mis brazos y ninguno de sus hombres hacia sonido, Bill llevó una de sus manos a mi cuello apretándolo fuerte haciendo que soltará un quejido de dolor, me acercó a su cuerpo y susurró cerca de mis labios.


-Bruno merecía aquello, no te daré razones, pero tu deberías de estar dándome una maldita razón por la cual me dejesta después de prometer en un altar el estar junto a mi toda la vida, y no solo eso, me ocultaste los tres años de mi hijo, ¡si es que es mío! -


Uno d elos uniformado abrió la puerta de un auto, Bill me empujó dentro y después se metio conmigo a los asientos traseros, y cerró la puerta colérico, el chofer no tardó en prender y acelerar el auto.


-Llevamé al apartamento y que dos autos vengan, que los otros vayan por los pagos. -


El chofer sin rechistar arranco el auto y empezo a conducir hacia mi apartamento, tenía miedo, Bill estaba tenso y miraba hacia enfrente, yo solo lo miraba, sus rasgos seguían intactos, tan rudos y definidos, aquellos ojos que me cautivaron, ese cabello negro que ahora colgaba de su cabeza. Al parecer Bill se dio cuenta y me miró, yo me sonrojé, aunque creyera que lo había olvidado, me equivocaba, seguía enamorado de él aunque costará admitirlo, desvie mi mirada volteando hacia la ventana, mis ojos aun se encontraban llorosos, cuando lleguamos al apartamento, se abrío la puerta de Bill, por uno de sus hombres, y salió del auto jalándome del brazo para que bajará con el, caminamos a mi apartamento y recordé que había dejado a Jorgen con mi vecina, asi que pare chocando mi espalda con el pecho de Bill, me voltee encárandole.


- ¿Por qué paras?-


-Es que no quiero que mi vecina se asusté, es buena persona, ella cuida por mi a mi-nuestro hijo, cuando trabajo, no quiero que se alteré. -


Le supliqué con la mirada, Bill exhaló.


-Todos quedense aquí, yo iré con el. -


-¡Pero señor!-


-Calla, solo obedece, no me podría el hacer algo o un niño de tres años, los llamaré para que recojan las cosas a su tiempo, esperen mi señal. -


Bill puso su mano sobre mi espalda baja y empezo a caminar conmigo hacia la puerta del apartamento, me sentía inquietante a su lado pero seguro, era duro admitirlo, pero era verdad. Finalmente tocó l apuerta recibiendo una contestación de mi vecina para que pasará y abrí la puerta evitando la mirada de Bill, se escucha un grito de euforia, Jorgen, de pronto se me había aventado encima y ahora se colgaba de mí gritando.


-¡Mami, mami, mami! -


-Hola mi bizcochito ¿Como te portaste hoy? -


-¡Bien mami! Clara dijo que me llevaría a comprar un juguete mañana si hoy me portaba bien y -


Sonreí con Jorgen en mis brazos, tan agitado y hablador, aun asi seguía la viva image del hombre que ahora se encontraba atras mio y Jorgen por fin lo había notado con su carita curiosa.


-Mami ¿quién es ese señor? -


-Él…Bueno porque no pasamos antes ¿te parece? -


El asintió, y lo bajé de mis brazos sin poder apartar la mirada de Bill, y la verdad no me lo extrañaba, sabía que Jorgen ataba cabos y era inteligente y astuto como su padre, no solo había sacado su apariencia, sabía que Jorgen estaba preguntandose el porque un extraño se parecía tanto a el, dejé a Bill con Jorgen y fui con Clara que pelaba unas manzanas para Jorgen pero, le explique que tenía una visita importante y quería que nos dejará solos y que le explicaría todo cuando acabará, ella contenta acepto pero estaba seguro que por la mirada de sorpresa y gusto al ver a Bill, supo que era el padre de Jorgen, cuando dejó mi apartamento le dije a Jorgen que si podía ir por la manzana que había pelado nuestra vecina a la sala, cuando el asintío y se fue, miré a Bill, me sorprendía aun ver en su rostro esa mirada asombrada pero impasible, tomé sus manos y lo miré a los ojos, parecía lastimado.


- ¿Sigues creyendo que no es tu hijo? -


El apretó mis manos y las pusó contra su pecho, sujetó mi cintura y aunque fuera mucho más alto que yo, posó su cabeza en mí pecho.


-¿Por qué lo escondiste de mi? …No lo merecía, nadie merecía esto-


- ¿Qué querías que hiciera? Se que me equivoqué, pero aún asi tu mataste a alguien…como un asesino podría ser padre de mi niño… moría de miedo…-


Bill me miró a los ojos, su color verde grisaceo seguía tan hermoso como recordaba, me sonrojé pensando en lo que quería hacer, el poco a poco se acercó y me besó, nuestros labios se fundieron en un besó pasional y sentimental, me dolía haberlo dejado, me dolía aún seguir amándolo pero aún asi, lo amaba, sentía como su lengua y la mia se unían y como el poseía mi boca, llevaba el control y me hace gemír, yo solo podía aferrarme de su pecho apretándolo, arrugando su traje, justo cuando él empezo a bajar sus manos de mi cadera hacia mis posaderas, apretándolas y rozando algo entre ellas, llegó corriendo Jorgen.


-¡Suelta a mi mami!-


Bill y yo nos separamos de un brinco y miramos a Jorgen sorprendidos, miré a Bill y sonrojándome por lo que había sucedido me acerqué a Jorgen el cual tenía un semblante furioso hacia Bill, su padre, me hinque frente a el y tocando su rostro hice que me mirará.


-Vamos bizcocho no te pongas así, vamos a la sala ¿si?, quiero que conozcas a esté hombre-


Jorgen me miró y dudando me tomó de la mano y me arrastro hacia la sala, miré a Bill suplicando que nos siguiera, y lo hizo. Llegamos a la sala y me senté en el sillon de dos personas mientra Jorgen se sentaba en un sillon individual de enfrente, seguía con la mirada a Bill viendo todos sus movimientos, alerta, Bill se sentó al lado mio y miró a Jorgen, sus ojos reflejaban ternura y arrepentimiento, suspiré y miré a Jorgen.


-Jorgen, lindo, quiero que conozcas a Bill Dante Lucchese, él…es tu padre. -


-Si el es mi padre, ¿Por qué no me lo dice él? -


-Bueno, eso es-


- ¿Por qué nunca estuvo con nosotros? ¿Por qué vuelve ahora? -


-Jorgen, eso es porque-


-Eso es porque yo no sabía donde se encontraba tu madre. -


Jorgen y yo miramos sorprendidos a Bill ya que le había contestado la pregunta, Jorgen, dudaba con la mirada aún siguiendo a Bill.


-Entonces…dices que no estuviste con nosotros ¿Por qué no sabías donde estabamos? -


-Claramente-


-Y ¿Te quedáras? ...-


De pronto se hizo un silencio y en la habitación se podía notar la tensión, era impresionante que mi bebé, de 3 apenas y ya era igual a su padre en casi todos los aspectos, Bill suspiró y sin escrúpulos dijo.


-No, no me quedaré.-


Jorgen parecía impactado por la respuesta que había recibido, y aunque no me doliera tanto como a el yo ya lo esperaba, bajé la mirada y al parecer Jorgen hizo lo mismo, ya que se escuchó como tragaba saliva, tan pequeño y ya tenía que pasar por esto, estaba a punto de reclamarle a Bill sobre lo duro que y desconsiderado fue con su propio hijo, pero me innterrumpió.


-Pero ustedes tampoco se quedarán…Vendrán conmigo, quieran o no.-


Voltee a ver a Bill que parecía haberse contentado por la expresión de preocupación de mi y Jorgen, mis ojos se encontraban aguados, pero aun asi, sonreí y susurré la palabra ‘Idiota’ con todo mi enojo y felicidad espóntanea. Jorgen también parecía estar feliz con la noticia, el poder conocer a su padre que le falto desde siemppre, ahora era algo del pasado, aunque tuviera muchas cosas que discutir con Bill me bastaba ver asi de feliz a Jorgen.      


- ¿En serio? -


-Yo siempre digo las cosas en serio mocoso. -


Era gracioso ver como mi lindo bebé, se contentaba, pero a la vez se molestaba con su padre, haciendo pucheros y diciendo que no era un mocoso, me gustaba verlo asi, y en ese momento me di cuenta de lo arrepentido que me sentía de quitarle todos esos momentos que pudo haber pasado con su padre.


Al final llegó la noche, Jorgen se había quedado dormido en mi regazo mientras veíamos una pelicula infantil junto con Bill, me levanté con Jorgen en brazos y lo llevé a su pequeña cama, besé con gentileza su frente y salí de su cuarto, cuando cerré la puerta de su cuarto me dirigí a la sala, Bill al parecer estaba esperándome al llegar su mirada ya me seguía, lo miré a los ojos y apagué la tele, un silencio nos inundo y sentándome a su lado suspiré cansado.


- ¿Entonces planeas llevarnos? -


- ¿Que más esperabas? Aquí no tengo negocios, y tampoco es que pueda dejar mi compañia de la nada. -


-No importaría si me rehúso ¿verdad? -


-Si ya sabes la respuesta ¿para qué preguntas? -


Suspiré y justo cuando me disponia a levantarme y tomar tal vez una ducha para pensar mas claramente, Bill me tomó por la muñeca y jaló de mi bruscamente, haciendo que cayera en su regazo, empezo a acariciar mi espalda baja y apresaba con fuerza mi cintura entre sus fuertes manos, sabía lo que quería, pero aún asi traté de resitirme y empecé a empujarlo, el se quito su corbata y ató mis manos juntas, dejándome vulnerable, traté de correr pero fue inútil, de pronto ya me había quitado mi camisa y pantalones junto con mi ropa interior, me encontraba desnudo en su regazo, paso mis manos amarradas por sobre su cuello y empezo a besarme posesivamente, podía sentir su enojo por como jalaba y succionaba mi lengua, aunque duramente admitía que me estaba gustando, comenzo a bajar una de sus manos por mi espalda hasta llegar a mi posadera, apretujándola y sobándola, empezo a sobar entonces mi entrada, mi cuerpo se sentía caliente y livido, además de que llevaba años sin ser tocado extrañaba de algun modo las manos de Bill, de la persona que amaba…que sigo amando.


Bill me prenetraba con su mirada, podía ver su lascivia y perversión, tanto como su enojo por lo que le había quitado, su hijo. Empezo a succionar mis pezones con fuerza, sabiendo que soy muy sensibles con ellos y que si los succionaba muy fuerte e incluso mordia, se me rosarian de tal modo que me dolerian incluso con el tacto de mis poleras, pero aun veía la malicia en sus ojos, pellizcando y jalando mis pezones con sus dientes, mi miembro ya estaba chorreando junto con mi entrada que ahora era penetrada por uno de los dedos de Bill, gemía sin parar, tratando de silenciarme a mi mismo para no despertar a Jorgen decidí morder mi labio, soltándo leve quejidos, a Bill no le agrado eso, y con brutalidad, metio tres dedos en mi entrada, haciendo que soltará un grito, que traté de apasiguar, pero Bill intervino sacándolos y metiéndolos rápido.


-No calles tu voz, llevo 3 años esperando tocarte de nuevo y ¿quieres callar tus gemidos?-


-Standsning…Bill- (Para por favor…Bill)


Estaba tan metido en las caricias que recibía que empecé a hablar danés, cosa que a Bill siempre había excitado. El mismo primer año de casados quizo que le enseñara a hablar danés y yo lo hice, asi que cuando Bill quería hablar conmigo en privado con gente alrededor pudieramos entendernos, pero un dia solté una frase en la cama, la cual había entendido tan perfectamente que había crecido un fetiche en Bill por mi hablando en danés durante el sexo.


-Vamos lindura, di algo más, te escuchó. -


Yo solo podía gemír de lo bien que me sentía, asi que no me importaba hablar danes con el, en verdad también me excitaba el como se ponia. Podía sentir debajo de mi, el gran miembro de Bill tieso dentro de su pantalón, tratando de ser liberado, mas porque empecé a hablar danes.


-Jeg savner dig så meget- (Te extrañe mucho.)


-Yo también te extrañe lindura. -


Bill empezo a besarme con amor y pasion subida por mi frase en danes, escuché como bajaba su cierre del pantalon y me separé de él para ver su inmenso miembro completamente despierto y más prominente de como lo recordaba, haciéndome tragar profundo porque esa bestia estaría dentro de mi pronto. Bill tomó su miembro y el mío, juntándolos y masturbándolos al mismo tiempo, y el con sus tres dedos me penetraban sin descanso haciendo que los succionara con fuerza dentro mio, haciéndome gemir mas.


-Jeg ønsker mere…mere! - (¡Quiero más…más!)


-Si que estas desesperado eh, lindura. -


-Give det til mig venligst!-(Dámelo porfavor!)


-Dios si que estas necesitado lindura, espera un poco ya te lo daré. -


Me encontraba desesperado por tener el inmenso miembro de mi esposo dentro mio, no podía pensar en otra cosa, me estremecía cada vez que Bill tocaba mi punto dulce, el cual no había cambiado en esos tres años, por fin llegaba a mi limite y cuando Bill saco sus dedos de un jalon me vine estrepitosamente en su mano, mi abdomen y una parte de su traje, suspiraba pesadamente tratando de recuperar el aliento, ni cuando me masturbaba llegaba a tener tanto placer y ya extrañaba las caricias de Bill, aunque traté varias veces de tener relaciones, nunca pude llegar hasta el final porque para mi Bill era el unico, siempre lo ha sido y es.


-Mira cuanto te viniste lindura, ¿espero que nadie te haya tocado verdad lindura? Dime… ¿A quién le perteneces Ole? -


Sentía malicia denuevo en las palabras de Bill, que apreso mi miebro flácido, haciéndome sentir dolor.


-Jeg er din Bill- (Soy tuyo Bill)


-Eso quería escuchar lindura, ahora tú recompensa. -


Sentí como me acercó mas a el y acomodaba su miembro en mi mojada entrada, ansioso bajé las caderas, hasta sentir la punta del miembro de Bill dentro mío.


-¡Mhhhhh Bill! -


-Vamos lindura cabálgame, sé que quieres. -


 


Sintiendo desesperación, me decidí y metí el miembro completo de Bill en mi interior, apretando su miembro y soltando un fuerte alarido de placer. Sentía como mis caderas se movían por si solas haciéndome saltar sobre Bill, haciendo que entrara y saliera de mi más y más rápido, pero poco a poco empecé a cansarme y a desacelerar las embestidas, Bill sonrío y tomando mis caderas, empezo a embestirme con su miembro, golpeando mi prostata y haciendo que me aferrara con mas fuerza a el, extrañaba la sensación de unir mi cuerpo con Bill, sus bruscas pero cálidas manos poseyendo mi cuerpo y la rudeza con la que me hacia suyo era otra cosa, que aunque fuera minima para algunos, para mi era otra razón por la cual lo amaba tanto. Finalmente, Bill me había hecho venirme por segunda vez, pero el aun no se venía, habíamos cambiado posiciones y ahora Bill me sometia boca abajo contra la mesa del living, mis caderas estaban siendo magulladas por Bill y por su grandes embestidas y fuerza con la que me cogía, mi miembro se encontraba ya excitado. La sala estaba inundada de gemidos y el chapoteo que hacian nuestros cuerpos cuando se juntaban, hasta que Bill, empezo a acelerar las embestidas, significando que pronto se vendria, me voltio haciendo que lo encarara, mientras me penetraba con mucha más fuerza, casi partiéndome en dos, no podía pensar en nada mas que en sus toques, ni siquiera en que tal vez Jorgen se podría haber levantado por los gemidos y por las guarradas que me decía su padre, sentía ya las manos marcadas de Bill en mis caderas y todos los chupetones que tendría al siguiente día, sentía como Bill sonreía al ver como estaba apunto de llegar y por fin me vine teniendo espasmos y cuando creia que paraban, Bill se vino dentro mio, llenándome por completo, cuando recuperaba el aliento Bill me tomó en sus brazos y se sento en el sillon conmigo encima, su saco había desaparecido y solo usaba la camisa blanca de traje que ahora se traslucia por sus sudor dejando a la vista tu trabajado y fuerte torso y sus pantalones que se encontraban desabrochados pero aún en su lugar por el maravilloso trasero de mi esposo.


 


Bill y yo nos miramos cansados y nos besamos, sintiendo tantos sentimientos que hacia que quisiera llorar, Bill me cargó en sus brazos y yo me aferré de su cuello, nos dirigimos a mi cuarto y aunque mi cama fuera individual me dejo sobre ella, y me tapó con la cobijas ya que estaba desnudo, el se quitó los pantalones y la camisa dejándome una gozante vista de su trabajado cuerpo y de pequenas cicatrices que consiguio antes de conocerme, sonrío al ver que me sonrojaba al verlo y siendo malicioso se quito la ropa interior, haciendo que viera su miembro que aun cuando se encontraba flacido era prominente, no podía creer como una cosa tan grande había estado dentro de mi y me hacia sentir tanto placer, al final se acercó a la cama y se metio debajo de las cobijas poniéndome encima suyo, toque su pecho con cariño y lo miré a los ojos, y antes de que quedará completamnete embragiado por el olor corporal de Bill y dormir el dijo.


 


-Esta vez no te dejare ir Ole, que te quedé claro. -


 


Besó mi frente y antes de que quedara dormido dijo.


 


-Te amo Ole. -


 


-Også mig… min elskede- (Yo también… mi amor.)

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado y dejen sus reviews, gracias.

BESSOS


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).