Yo lo supe antes que tú por umikurumi

En la rosa isla Kamabakka, Sanji duerme con una pijama rosa de flores. Hoy, entraremos en su sueño:

Sanji estaba vestido con un hermoso vestido blanco y zapatillas del mismo color... Frente a Zoro, en la isla Kamabakka, los árboles de un hermoso color rosa desprendían sus bellas flores con el viento. Zoro no dijo nada ante su apariencia. Simplemente acarició su mejilla, mientras que él se sonrojaba -Zoro... Yo...- lo calló con un beso- no me lo expliques, ya lo sé- dijo atrayéndolo hacia él, obteniendo un fino "gyaah" que hizo teñirse de rojo al rubio.

La escena cambió, el vestido también. Zoro estaba sonriendo ante la visión de Sanji en un traje de sirvienta casi totalmente descubierto, en una habitación con estilos de rosa y azul-Zoro... Esto es...- Sanji sentía que a su cuerpo de hombre eso no le quedaba -Te ves tan comestible con eso, que lo voy a intentar- dijo el otro al oído de Sanji.

Cargándolo hacia una cama que al parecer era King size, lo besó en el cuello y lamió su oreja-Desperdiciar esta cama dudando, no me va a bajar esto... - debajo de la falda, en su piel desnuda sintió a Zoro y se estremeció del placer de imaginar algo así dentro suyo. Zoro colocando la punta de su pene entre los testículos del otro, se frotó sin mucha delicadeza, a veces pasando entre sus nalgas y frotando el periné, otras, simplemente mojando sus testículos con presemen, y otras simplemente frotando todo lo que podía.

Sanji, al límite, soltaba gemidos a cada movimiento del peliverde, pero cuando de repente paró, un quejido insatisfecho salió de su garganta -tranquilo- Zoro lo posicionaba con su espalda sobre una almohada, mientras lamía sus dedos, para poder humedecerlos lo suficiente para lo que seguía-soy virgen- dijo asustado y excitado Sanji, ante aquella visión -Dime algo que no sepa- dijo Zoro a su oído, introduciendo uno de sus dedos sin mucha delicadeza -te quiero- dijo Sanji, después de gemir de dolor ante aquella incómoda invasión.

Zoro se sonrojó, y giró la cabeza hacia otro lado-te quiero- murmuró, dándole un beso más tierno de lo usual... Luego continuó con el segundo dedo, y ahí se encontró con aquella parte dentro del rubio, y la frotó haciéndolo gemir mientras con sus dedos expandía un poco su apertura.

Cuando terminaron con el tercer dedo, Sanji estaba a punto de venirse -Voy a meterme rápido para que no te duela tanto- y hecho, Sanji sentía que lo iba a romper, soltó unas lágrimas. Zoro esperó, una cosa difícil para él, hasta que Sanji se movió. Entonces sin esperar a nada, comenzó a lanzar estocadas de forma salvaje, haciendo temblar y gemir sin control al que estaba debajo de él-Zoro... Ya no puedo-dijo entre gemidos y entonces, despertó.

Ya no pudo volver a dormir, su corazón estaba agitado pensando -¿Dónde estás Zoro?- murmuró. Salió de su cama envolviéndose en una bata lila hacia la terraza -No me hagas preocupar por ti estúpido Marimo...-dijo mientras colocaba el cigarrillo en una boquilla y lo encendía -No estoy bien sin ti- .