“Varón”
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Rogers entró cansado a su habitación, siendo tan cauteloso como podía, hacía el menor ruido posible al caminar llevado por el miedo de despertar a Tony quién ya debía de dormir profundamente, o más bien debería de estar durmiendo en ese instante, la cama que debería de estar ocupada parcialmente por su esposo se encontraba vacía. El rubio se fijó en el reloj digital del velador, el cuál marcaba las 3:43 am, gruñó negando con la cabeza y se quitó el casco para dejarlo en un rincón de la habitación junto a su escudo.
Entró al baño para ducharse, debía encargarse de recostar a Anthony, pero tampoco es que quería verlo estando tan sudoroso como se encontraba, sin contar que su traje llevaba restos de sangre y no iba a abrazarle así ─tampoco es que no lo haya hecho antes─. Terminada su ducha rápida se vistió y bajó al taller, estaba seguro de que Stark se encontraba allí.
Efectivamente Tony se encontraba ahí, tan pronto llegó pudo verlo desde la puerta, recostado en el suelo y enfocando toda su concentración en una de las armaduras de Ironman. En la perspectiva que tenía, podía ver esa pequeñísima y sutil barriguita asomada bajo la camiseta de Stark, no era muy grande, era un embarazo poco avanzado, no obstante aquél detalle no hizo más que enternecer al capitán. No se imaginó que iba a poder tener hijos, cuando el moreno le dijo que podía concebir no le creyó para nada, incluso llegó a pensar que se burlaba de él, pero al ver la primera ecografía, supo que era real, cosa que le hizo feliz.
Steve se apoyó en uno de los muros, cruzó los brazos y se animó a hablar.
─ Sabes que no tenías que esperarme despierto. Es importante que duermas.
─ Casi termino ─ Fue lo único que Tony contestó.
─ No, amor, puedes terminarlo mañana ─ Se le acercó esperando a que Tony le hiciera caso.
─ ¿Cuando dices mañana te refieres a dentro de más de 24 horas o quieres decir hoy mismo dentro de unas horas de la mañana?
─ Ya no empieces. Lo que es seguro es que te debes recostar y dormir, no es bueno para los bebés que pases la noche en vela ─ Se colocó en cuclillas y con delicadeza hizo que Tony saliera de allí.
El corazón del rubio se apretó un poco cuando miró a su esposo, aquellos ojos marrones estaban un tanto vacíos, en su rostro estaba el semblante angustioso que más de una vez llegó a observar en él, no era la primera vez que lo veía así, desde que se iba a misiones sin él de las un poco más complicadas como las de hoy, sabía que le causaba cierto estrés a Stark.
Steven suspiró y lo rodeó con los brazos, le acarició el cabello con cariño, necesitaba calmarlo.
─ Estoy aquí, Tony ─ Se separó un poco sólo para acercarse de nuevo a besar sus labios tiernamente ─ Ven, vayamos a dormir ─ Le quitó la herramienta de la mano antes de elevarlo en sus brazos.
─ No, Cap, en serio casi termino ─ Le insistió con terquedad, siendo ignorado por su esposo.
─ J.A.R.V.I.S. apaga las luces del taller.
─ Entendido, Capitán Rogers.
─ Hey, yo soy tu creador, deberías obedecerme es a mí ─ Replicó Tony bufando, pero sin embargo, no hacía nada para separarse de Steven.
─ Es por tu bien, J.A.R.V.I.S. también se preocupa por ti.
No hubo más en la discusión, Steve llevó a Tony hasta la habitación de ambos, sabía bien que el castaño estaba muy callado porque algo le molestaba, algo lo hacía sentirse mal. ¿Su momento de ausencia quizás? Necesitaba distraerlo, calmarlo, hacer que volviera la paz a su espíritu por el bien de sus bebés y por el bien de Tony. Lo depositó en la cama cuidadosamente, se separó de él sólo para arroparlo, antes de recostarse él a su lado.
La expresión de Stark era la misma de antes, una atormentada.
Steven le acarició el rostro con suavidad, sintiendo la piel tersa y obtuvo como respuesta los dedos del castaño tocando un moretón que se había hecho en medio de la pelea de ese día. Lo supuso, estaba preocupado por la misión.
─ Lamento no haber estado en tu revisión de hoy ─ Comenzó Steve ─ ¿Cómo están los bebés? ─ Varió el tema para distraerlo, la mano que había colocado en el rostro de Tony ahora yacía en el pequeño esbozo de una barriga, tocando la calidez de esa elevación en su vientre.
Miró a Tony sonreír sutilmente, dirigiendo los ojos a su vientre y entonces el moreno colocó su mano sobre la del rubio.
─ Banner me dijo que tendríamos un varón ─ Contestó de manera casual.
Steven sonrió y acarició la mejilla del castaño con sus labios, contento de saber un poco más de sus pequeños hijos.
─ ¿Significa entonces que tendremos un varón y una niña? ─ Se aventuró a preguntar.
Sin embargo un temblor en el apretón de manos le advirtió de algo. Sintió que en un momento su corazón se detuvo por unos segundos al ver a Tony que subía el rostro para mirarlo. Se las arreglaba para seguir sonriéndole pero sus ojos chocolate estaban acuosos, mostrándole desde lo más profundo de su corazón que algo le dolía.
─ Significa que tendremos un varón ─ El castaño apretó un poco los labios adolorido.