Jongin bombeó mi polla lentamente al principio, al ritmo de sus suaves embestidas, pero pronto había ganado velocidad.
-¿Te gusta cuando tomo tu polla? ¿Hmm? ¿Puedes sentirme en tu agujero kyungsoo? Apuesto a que quieres que folle tu culo apretado en este momento, ¿no?-
Estaba en silencio, mi lengua pegada al paladar.
-¿No es así, chico de cumpleaños? - Él exigió una respuesta.
- Sí - respiré.
-¿Si que?-
-Sí, quiero que me folles -
-¿Quieres ver mi enorme polla desaparecer dentro de tu culo apretado? Hmm-
Jesús, no sé de dónde aprendió esto, pero es un maestro. Era como si conociera mis fantasías y me las repitiera, todo mientras su polla investigaba mi trasero y sus manos trabajaban mi herramienta.
-hum, kyungsoo.-
Mi nombre salió de sus labios como un susurro, solo audible sobre el agua y los sonidos húmedos de su boca que hizo sacudir mi polla. Mis dedos hormigueaban, y mi corazón se aceleraba y golpeaba en mis oídos.
-Quiero sentir que te corres, kyungsoo. -
Casi me pierdo, estaba tan cerca, sus palabras y movimientos me llevaban a lo mas alto, a ese lugar donde la visión se nublaba y el tiempo y el espacio flotaban en la nada. Sus labios estaban tan cerca de mi oreja que pude sentir su aliento cada vez más rápido, su polla aún en mi culo, mis caderas rechinando con fuerza contra la suya.
- Déjate ir soo- Sus labios rozaron mi lóbulo de oreja y sus dientes perfectos mordieron mi piel muy ligeramente.
Mi polla estalló. Perdí la cuenta de cuántas corriente de semen dejé ir, pero la pared frente a mí parecía una pintura recién hecha. cuando finalmente mi vista regresó y pude respirar de nuevo.
-jongin ...-, traté de decir su nombre, pero salió en un jadeo irregular. Él me giró para enfrentarlo. Levantó una mano entre nosotros, mostrándome una larga cuerda de mi pegajosa blancura colgada entre dos de sus largos dedos. Mirándome a los ojos, se puso los dedos en la boca y se los chupó.
Casi me vine de nuevo. Se tomó su tiempo, incluso abriendo su boca para mostrarme mi semen en su lengua.
-Mierda- Eso fue literalmente todo lo que pude pensar.
-Te lo dije, sabes bien- . Me guiñó un ojo, se colocó detrás de mí para cerrar el agua y me dio otra vista espectacular de su trasero mientras retiraba la cortina y salía de la bañera. Me dejo desnudo, mojado y con un frío cada vez más, con un mechón errante de mi propia gotera goteando de mi hendidura. Lo vi agarrar una toalla, abrir la puerta y regresar a la habitación. Tardé un momento en recuperar la capacidad de moverme, pero pronto me uní a él.
-Te ves bien mojado y desnudo- bromeó. No me molesté en tratar de ocultar mi desnudez mientras me secaba. Me tomó toda mi atención no caerme mientras miraba cómo la toalla se mueve sobre su cuerpo, puliendo su perfección con un lustre opaco.
-Gracias. Jongin, solo quería ...,- comencé pero él me interrumpió con un gesto de su mano.
-No pienses en eso- ordenó. -Nada bueno puede venir de pensar en ello. No en este momento. No en nuestro estado-
Metió la mano en su maleta y me arrojó algo que me golpeó en el pecho. Lo atrapé torpemente y lo sostuve ante mis ojos. Era su correa deportiva blanca que se había puesto la noche anterior.
-¿Para qué es esto?- Le pregunté
-Pontelo- ordenó. -Parecía que realmente te gustaba, así que pensé que te gustaría ponértelo en tu cumpleaños. Adelante-
Coloqué las correas a mis pies y las levanté hasta mi cintura. Tuve que estirar la bolsa sobre mi polla suave y las bolas, pero me mantuvo firmemente en su lugar y el aire fresco en mi culo expuesto se sintió nuevo y emocionante.
-Jesús. No tienes idea de lo loco que se ve- dijo jongin -He visto a muchos tipos en muchos vestuarios y nadie ha completado una correa de atletismo así. ¿Cómo es que tienes una polla tan loca?-
Nunca lo había pensado antes. En ese momento de mi vida, solo había estado con otros tres niños. Mientras que yo había visto solo fotos en línea y en revistas miembros grandes, supongo que nunca se me había ocurrido que mi propio miembro fuera algo especial. Tal vez un poco más grande de lo normal, pero no hay nada que destacar. O al menos eso pensé.
-Realmente nunca pensé en ello.-
-Es todo en lo que podré pensar- dijo jongin, medio para sí mismo.
Nos vestimos en un amable silencio y rápidamente volvimos a empacar nuestras maletas. Eran casi las 5:
-¿A qué hora se supone que debemos encontrarnos con los demás abajo?- Le pregunté, agradecido de que al menos uno de nosotros había prestado atención a las instrucciones de anoche.
-Cinco minutos. ¿Estás listo?-
-¿Dónde está mi prometida inyección de cafeína?-
Jongin fue al tocador y me dio la taza de cartón que había escondido allí antes de unirse a mí en la ducha para la segunda parte de lo que sea que estaba pasando en mi vida. Dos plátanos y dos panecillos con queso crema aparecieron en un plato de papel.
-Continental es aparentemente un sinónimo de "barato como la mierda'"- bromeó jongin mientras me entregaba mi cafe y plátano.
El café sabía a agua ácida del río con la más mínima insinuación de pañal rancio.
-El café está a la par con esa evaluación- le dije, arrugando mi rostro contra la maldad en mi boca. Después de un delicioso aperitivo de semen de jongin, el agua marrón parecía aún más desagradable.
-Está bien. Mejor nos vamos ya-
Jongin me siguió mientras hacía rodar mi maleta hacia el pasillo. Salté un poco cuando su mano ahuecó mi mejilla derecha y apretó cuando la puerta se cerró detrás de nosotros.
-Es un poco caliente saber que llevas puesto a mi atleta debajo de allí. Solo una capa de tela entre tu trasero y el aire libre-
-Perro - dije mirando hacia atrás, y agarré el bulto en sus jeans con la misma fuerza. Sus ojos se agrandaron y jadeó un poco, me lanzó una mirada asesina y caminó delante de mí hacia el ascensor.
No pude evitar tararear, "Feliz cumpleaños para mí, feliz cumpleaños para mí", mientras veía sus glúteos redondeados en sus jeans perfectamente ajustados moverse delante de mí. Jongin echó hacia atrás la cabeza y se rió un poco, aparentemente captando mi deriva, pero haciendo que mi cabeza girara con un sonido profundo y agradable.
Me entristeció el hecho de que todos los demás se vieran igual de horribles que yo cuando nos metimos en la camioneta y regresamos al aeropuerto. Fuimos empujados a través de la seguridad con rapidez, aparentemente algo que hacen cuando tienen que cancelar su vuelo original, y pronto todos estábamos sentados en la misma terminal que nos habíamos dejado solo unas horas antes.
El sr kris. parecía como si no hubiera dormido en absoluto, y juré que lo sorprendí dando el mal de ojo a la chica de interpretación dramática femenina. Tal vez debería haberle advertido sobre cómo podría ser la gente del teatro. Pero hace unas semanas me había dado un B + en un papel, así que me consoló un poco saber que ella sufrió un poco hoy. Nada horrible,Solo un poco de venganza.
Jongin se dejó caer a mi lado en los asientos de cuero sintético del aeropuerto. Esto me sorprendió un poco, ya que estaba más acostumbrado a que los chicos ignoraran por completo mi presencia en público después de algo sexual. A jongin parecía no importarle. No intentó sostener mi mano ni nada, pero se sentó junto a mí en la terminal fluorescente mientras miraba a nuestros compañeros de clase. Éramos los mayores del grupo, así que tal vez eso nos unió un poco. O el sexo Seis uno, media docena el otro.
Jongin inclinó su cabeza hacia mí, bajando su voz para que solo yo pudiera escuchar: -Me pregunto si los mellizos se divirtieron tanto anoche como nosotros-
¡El café que había comprado en Starbucks en el camino a través de la terminal para reemplazar el desagradable Holiday Inn que ofrecía, casi salió de mi nariz!
-¿¡Qué!?- Pregunté chisporroteando.
-¡Oh, vamos! Son gemelos. Idénticos. Gemelos. No puedes decirme que nunca han engañado -
-ash. No quiero pensar en eso-
-Ponte cómodo- dijo jongin y se acomodó en su silla. El silencio se extendió por un momento. -Me pregunto si lo harán juntos como nadadores sincronizados-
No pude evitarlo. Me reí de eso. La imagen fue hilarante. Cuando mis risas se calmaron y los pocos ojos que me habían mirado durante mi arrebato regresaron a sus propias vueltas, dije: -Sabes, para ser heterosexual, ciertamente te gusta hablar de gallos-
Esa media sonrisa torcida de nuevo.
-¿Quién dijo que era heterosexual? Nunca dije que fuera heterosexual. Es posible que hayas asumido que era hetero, pero nunca dije que lo era-
-Tienes novia. Hace una hora, no mencionaste haber comido su coño-
-Dijiste que no hablas sobre eso en tu cumpleaños-
-O nunca, muchas gracias, pero estaba haciendo un punto-
-¿Y ese punto es?-
-Tienes una novia, cuyo coño aparentemente disfrutas comer, aunque Dios solo sabe por qué. Entonces, ¿por qué, supongo que no eres sincero?-
-Hay otras opciones-
-¿Así que eres bi?- Yo pregunté.
Esperé una respuesta. Los segundos transcurrieron durante lo que pareció una eternidad. Los ojos de jongin parecían enfocarse en la alfombra frente a él, aunque mi propia mirada estaba fija en su hermoso rostro. Mi corazón había corrido a lo largo de toda nuestra conversación, con la esperanza de que pronto recibiría una respuesta o al menos algunas de las preguntas que me habían molestado desde que comenzó toda esta terrible experiencia.
-No lo se, nerd. Tengo 18 años. Tengo novia, a quien he follado y cuyo coño realmente me gusta comer- Hice una mueca ante eso.
-Lo siento, pero lo mencionaste, así que es un juego justo- Admtío el punto con un encogimiento de hombros. - Pero nunca he hecho nada con otro hombre antes de anoche-
-¿Qué pasa con los otros deportistas?- Yo pregunté. -Tu dijiste...-
-Me masturbo en la misma habitación es completamente diferente que tener otro tipo metiendo sus dedos dentro de mí y hacer que me corra- Mantuvo la voz baja, pero noté en parte que se excitaba, seguí mirándolo, el bulto en su entrepierna estaba creciendo constantemente.
-Jugué con mi propio culo, y cualquier tipo que dice que no lo hace está mintiendo a través de sus dientes, pero nada ...- Suspiró. Su rostro se había ruborizado un poco.
-Está bien- le ofrecí a modo de apoyo.
-Oh, demonios sí lo es. Está más que bien. Cualquier cosa que se sienta así no puede ser otra cosa que estar bien por lo menos. Pero no quiero ... o necesito ... ponerle una etiqueta Tengo 18 años y estoy explorando -
-Te tengo- dije. No sabía qué más decir. Esa fue la respuesta y la conversación más abierta y honesta que tuve sobre la sexualidad humana. Parecía completamente libre del pasaje de mierda que a menudo implica ser coreano y hablar de sexo. Llamarlo refrescante sería una subestimación.
-Si exploras más ahora, vas a necesitar un nuevo par de jeans-
Asentí con la cabeza hacia su pene. Como estaba libre, pude ver el contorno de la serpiente en su muslo derecho.
-Aparentemente kyungsoo tienes ese efecto sobre mí- dijo.
Nos sentamos en silencio por un momento.
-¿Explorador?- Finalmente dije. -¿Así es como lo llamaremos? ¿Por ahora?-
El asintió.
-Explorador. Y eres más que bienvenido a explorar conmigo. De hecho, puedo insistir en ello -
Mi cabeza casi se cayó de mis hombros, pero fui rescatada por el sonido del altoparlante, tan apagado y confuso como la noche anterior.
-Señoras y señores, ahora abordamos el vuelo DeltaK 687 a seul International. Por favor, formen una línea ordenada detrás del número de su grupo de abordaje-
-Esos somos nosotros.- jongin dijo.
-¿Donde estás sentado?- Yo pregunté.
-A tu lado.-
-Cómo puedes saber eso, no sabes dónde estoy sentado-
-Le pregunté al Sr. Kris cuando lo vi en la barra de desayuno esta mañana. El me contó nuestros asientos y le dije que le compraría el almuerzo si me dejaba sentarme a tu lado en lugar de los chistosos de teatro, tuvimos que repasar sus puntos de debate -
-Feliz cumpleaños, pingüino-
Abordamos el avión y la sonrisa que se extendió por mi rostro era inexpugnable.
El avión era más pequeño que la mayoría, con dos asientos a cada lado de un pasillo estrecho que tuve que girar casi de costado para arrastrarme hacia abajo. Nuestros asientos estaban en la tercera fila desde la parte posterior y pronto nos instalamos y colocamos nuestro equipaje de mano debajo de nosotros. Nuestros cinturones de seguridad se abrocharon y nuestras mesas de la bandeja se cerraron, tanto jongin como yo permanecimos sentados en silencio durante el ascenso hasta que el capitán se desabrochó y abrochó el letrero de los cinturones de seguridad. Jongin fue el primero en hablar.
-¿Crees que nos dejarán competir por puntos cuando lleguemos allí?- el pregunto benignamente.
-Lo dudo mucho. Son nacionales y las reglas son inamovibles. Dudo que hagan una excepción por el mal tiempo.
Jongin apoyó su cabeza contra el cojín del asiento y puso su equipaje en su regazo. Sacó su Jane Austen, el mismo libro que le había visto leyendo la noche anterior, encontró su lugar y comenzó a leer. Los minutos pasaron y él no había volteado una página. Finalmente, suspiró y cerró el libro.
-No puedo concentrarme, sabiendo que tus enormes ojos me están mirando-
Su mirada recorrió mi cuerpo y se posó en mi entrepierna.
-Estoy súper duro de solo pensarlo-
Levantó la bolsa de su regazo para darme una vista espectacular de su polla completamente endurecida. Una pequeña mancha oscura se estaba extendiendo desde su cabeza y se daba a conocer.
-Cristo.- Respiré. -¡Acabas de llegar hace dos horas! Lo recuerdo porque lo hiciste en mi cara. ¿Cómo estás todavía duro?
-¡No puedo evitarlo! Soy un bastardo cachondo, y recordarme lo que le hiciste a mi polla esta mañana no está ayudando, nerd-
-Bueno, ve al baño y cuídate-.
Él me miró a los ojos. -Solo si vienes conmigo-
-¿Disculpa?-
-Me escuchaste.-
-¿Esto es lo que querías decir con explorar?- Yo reprendí. -Quieres entrar hacerlo en un baño?-
-No te conseguí ningún otro regalo para tu cumpleaños- dijo con su mano yendo a su pene y tirando de él. Sus dedos se movieron bajo su pretina y movió su polla para que apuntara a su cara, dándome una clara visión de su hermoso miembro en el proceso, coronado por una gran gota de líquido preseminal transparente.
-Sígueme en cinco minutos.-
Antes de que tuviera la oportunidad de responder, se desabrochó el cinturón de seguridad e hizo una fila de abejas para el lavabo en la parte trasera del avión. Me senté en silencio atontado, sintiendo que mi polla crecía en su atleta de algodón, la sangre bombeaba en mis oídos. Los minutos pasaron. Conté hasta 100. O lo intenté. Llegué a los 60 años antes de rendirme y seguí a jongin
El baño estaba ocupado, así que llamé dos veces. La cerradura se deslizó a la posición abierta y abrí la puerta y entré en el espacio apretado, la azafata distraída desprevenida y absorta en su revista ELLE a menos de un metro de mí.
Antes de que pudiera cerrar completamente la puerta detrás de mí, jongin presionó mis hombros contra la pared con sus manos y forzó sus labios contra los míos. Su aliento era cálido y dulce en mi piel y me hundí en él, dejando que su dureza presionara en mi entrepierna y sintiendo su lengua sondear mi boca. Abrí y sentí el impacto de la electricidad mientras me devoraba ávidamente. Sus manos exploraron mi espalda, masajeando mis músculos y agarrando mi trasero. Mis propios brazos lo rodearon y lo empujaron contra el fregadero, sus piernas se extendieron para permitir que mi cuerpo se acercara. Se estrelló contra mí y se sintió en la parte delantera de mis jeans, empujando a la fuerza mi polla dura, que estaba incómodamente confinada por la tela. Nuestras lenguas aún luchaban y mi mano fue a su rostro, sintiendo la suave barba que crecía en su piel contra mis palmas cuando lo acerqué.
Después de una eternidad sin aliento, me eché hacia atrás, su cara aún en mis manos y jadeé.
-¿qué diablos fue eso?- Yo pregunté.
-Explorando- dijo, respirando igual de duro. -¿Pensamientos?-
-No tengo quejas-
Me incliné y lo besé nuevamente, ferozmente, lleno de la nueva pasión de la exploración y la novedad. Él sabía increíble y era insaciable. Él me atrajo hacia él tan fuerte como pudo. Rompió nuestro beso solo para viajar por mi cuello y orejas, haciendo que mi mundo explotara en blancura. Encontró cada lugar en mi cuello y orejas que me convirtieron en gelatina, y lo hizo sin conocimiento. Como si ya tuviese un mapa de mi cabeza.
Sus dedos encontraron el broche de mis jeans y los jaló alrededor de mis muslos. Mi polla todavía se tenso contra el algodón suave de su suspensorio. Buscó a tientas mi polla y gimió en mi cuello.
-Shhh- Lo reprendí.
Rápidamente me deshice de sus pantalones vaqueros y saqué su polla y enormes bolas de su prisión de mezclilla, se sento en el inodoro y me jalo de las caderas frente a el, Beso mi estómago, saboreando mi sudor y sintiendo el calor de mi piel en sus labios, mis dedos recorrieron su cabello mientras besaba mi camino hacia abajo hasta mi pene, primero la base y luego a lo largo de mi eje y la gruesa vena que corría debajo de mi. Suavemente, tomo mi prepucio en su boca y lo chupo Sentí que moriría cuando empezó a comerme pulgada a pulgada.
-Oh mierda. Jongin- susurre consciente de que teníamos que callar o que nos atraparían en el acto sin un lugar donde escapar y sin una posible excusa.
En una mano, jugo con mi pelotas y se movio diligentemente sobre mi polla con su lengua y su garganta, usando cada truco que había escuchado o inventado desde que empezo a chuparme la polla. Mis dedos se apretaban en su cabello cada vez que encontraba algo que me gustaba, como mordisquearme suavemente. Mi mano libre vagó por su estómago, sintiendo los pelos suaves allí. Jongin Puso su mano sobre la mía y entrelazó sus dedos a través de mi agarre.
Exploro mi pecho y pellizco ligeramente mi pezón, yo tome gentilmente su mano en el agarre, su boca todavía envolvia mi polla, chupe sus dedos Suavemente y los liberó al verlos completamente mojados,jongin giro su rostro para encontrarse con el mio.
-Dame un dedo- susurre
Uso sus dedos recién lubricados para explorar mi agujero. Yo me crispó contra el y jadeó ante el contacto. Deslizo su dedo índice suavemente y se maravillo de lo apretado que estaba, mientras que yo convulsionó alrededor de su dedo mientras que mi polla latía al mismo ritmo. Metio y saco el dedo lentamente, haciendo que yo me pusiera de puntillas para evitar el placer que se aproximaba. Su agarre en mi cabello se tensó y rozó el dolor, pero me encantó cada segundo, mientras sentía su líquido preseminal entre mis piernas.
Su dedo medio se unió al primero y yo gruñi.
-Ahhhh ...- gimió jongin
Y realmente fue un gemido. Todo su cuerpo temblaba mientras me tocaba como queria. Aumento su velocidad en mi agujero y arqueé la espalda hacia adelante, mientras el buscaba llevarme al limite. Cuando lo encontró, tuvo poco tiempo para adaptarse antes de que comenzara a derramar mi semilla por su pecho garganta con poderosos gruñidos de placer.
Recuperé su pene, queriendo sentir sus chorros golpear mi lengua y mi boca. Él sabía maravilloso. Por tercera vez en 12 horas o menos, lo bebí por completo, y lo disfruté sin medida. Sentí su esencia penetrar en mí mientras tragaba lo que podía, sentía los restos de su semilla cubriendo mi lengua. Sus manos encontraron los lados de mi cara y me levantaron.
El beso que plantó en mis labios me impactó con su intensidad. Su lengua destrozó mi boca y bebió los sabores mezclados de su propia semilla y mi pasión. Él debe haber amado el sabor de sí mismo también porque gimió en mi boca y sacudió mi polla expuesta como si estuviera tocando la batería para vencer a la banda.
Antes de que supiera lo que estaba pasando, se arrodilló frente a mí. Abrió la boca y sonrió ante la expresión de asombro que debía haber llevado pintada en mis rasgos. Tentativamente, al principio lamió una gota de líquido preseminal que se escapó de mi hendidura. Hizo una cadena brillante en el aire entre la parte superior de mi polla y la punta de su lengua. Eso parecía ser todo el empuje que necesitaba.
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